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El Millonario y un Vacante por Sol_Night

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Notas del fanfic:

Los personajes de Naruto pertenecen al autor Kishimoto Masashi.

-La idea de la historia no es muy original, porque la idea es usada por muchas personas para sus fics, películas, telenovelas y novelas. Pero este fic es especial para los NaruSasus y los SasuNaruSasu. Pido mil disculpas por el nombre del título un poco original.

 

Notas del capitulo:

Ya había escrito este one shot, esperé casi un mes para llegue este día muy especial para Sasuke Uchiha porque hoy es el día de su cumpleaños, muchas felicidades, papuh...

 

El Millonario y una Vacante


 


Era un día tranquilo en la Preparatoria de Konoha, aún así el rubio se encontraba ansioso porque luego de tanto tiempo por fin era el día decisivo. Su nombre es Naruto Uzumaki, un chico huérfano y becado de tercer año, el cual estaba muy enamorado de la hija de un hombre rico, Sakura Haruno, su novia, la típica chica popular de la escuela.


 


Hoy le va a pedir matrimonio.


 


Hace dos años, Naruto se enamoró a primera vista de Sakura la chica nueva que venía de intercambio, él tenía un amigo llamado Shikamaru Nara, su mejor amigo, al cual le pedía ayuda para conquistar a la chica. Shikamaru no estaba de acuerdo porque estaba seguro que esa chica no era la persona indicada para su amigo, pero aceptó por la insistencia del rubio. Así lo hizo, pero Sakura rechazaba rotundamente al rubio, pero éste dijo que no se daría por vencido, los meses pasaron y un día por fin la pelirrosa lo aceptó.


 


Sonrió, sin dejar de ver la cajita negra que sostenía en la mano fuertemente; después de pensarlo muchas veces, y al convencerse de que Sakura era su alma gemela, él decidió que ella pronto sería su esposa y luego tendrían hijos.


 


Sus pensamientos fueron interrumpidos por la aparición de la pelirrosa con una sonrisa falsa, acompañada por sus amigas.


 


Naruto caminó hacia ella hasta acortar la distancia.


 


-Sakura – dijo con voz dulce el rubio.


 


-¿Sí?...-alzó una ceja viéndolo arriba a abajo- "Es guapo, me gusta, pero es un idiota y un becado, estoy con él sólo para divertirme" -iba a sonreír burlonamente como de costumbre, pero él la interrumpió, quedó sorprendida.


 


Ante ella, el rubio estaba arrodillado.


 


-Quiero decirte que… Estoy feliz por haberte conocido, eres una mujer maravillosa que hace de mis días los mejores. Me siento afortunado de pasar tiempo contigo y me gustaría hacerlo siempre… ¡Cásate conmigo!– le confesó alzando la mano abierta dejando de ver la cajita abierta, y dentro de ella un anillo de plata con piedras rosas incrustadas.


 


Los que estaban cerca del rubio y la pelirrosa habían quedado pasmados al oír las palabras del primero.


 


Sakura frunció el ceño y posó las manos en las caderas.


 


-¿Sabes? Eres becado, sé que trabajas y así apenas puedes mantenerte, lo que ganas al mes es lo que yo gasto en un día – dijo con una mueca de aburrimiento - ¿Cómo esperas que me case con un tipo pobre como tú?...


 


Al oír esto, el rubio bajó lentamente la mano que sostenía el anillo, estaba en shock, creyó que ella lo aceptaría y luego vivirían felizmente juntos el resto de sus vidas, tenía planeado todo un futuro.


 


-Olvídate de mí y encuentra a alguien de tu misma clase – al terminar esto, se dio vuelta y se reunió con sus amigas, las cuales se rieron de lo sucedido. Y luego se fueron de ahí.


 


Nadie sabía cómo consolar al rubio, el cual seguía arrodillado con la cabeza agachada, así que decidieron dejarlo solo para no empeorar las cosas, pero la única persona que nunca pensó en abandonarlo era Shikamaru, quien soltó un gran suspiro, realmente estaba furioso con la pelirrosa. Se acercó al rubio.


 


-Lo siento, Naruto…- se colocó al lado del rubio.


 


El rubio se estremeció.


 


-Naruto…- puso sus manos en los hombros del rubio cuando vio como estos temblaban.


 


Su amigo estaba llorando desconsoladamente.


 


-Yo…- dijo mientras hipaba– yo...


 


Unos segundos después, Shikamaru asintió con la cabeza.


 


-Está bien… siempre te apoyaré.- tomó del brazo al rubio para ayudarlo a ponerse de pie. Ansiando también que pronto se recuperará de aquello, la ventaja de que su amigo se declarará dos días antes de la graduación era que luego de eso jamás tendrían que volver a ver a Sakura.


 


Pasaron un par de meses, Naruto había entrado a una universidad asociada junto con Shikamaru gracias a la beca y asesoría de su tutor Jiraya, el 10 de octubre cuando cumplió la mayoría de edad, nunca se imaginó que la aparición de un abogado que decía conocer a su padre le cambiaría la vida. Antes de morir un tal Minato lo había nombrado heredero universal de sus posesiones.


 


Su infancia fue traumática, ya que cuando a su madre Kushina, le encontraron un tumor cerebral cuando él tenía 8 años, lo mandó a vivir con su ex-esposo, del que apenas se había divorciado un año antes por infidelidades de él, y del que pensaba era hijo. La relación con la familia de su padre era muy difícil, en especial con su nueva esposa. Nadie cuidaba bien de él y por tanto se la pasaba haciendo travesuras para que le prestaran atención, poco tiempo después Kushina falleció. Durante los siguientes años fue trasladado de una casa a otra, luego de que su padre lo dejara en un albergue porque no quería hacerse cargo de él. Poco a poco fue cayendo en la depresión sintiéndose completamente solo, hasta que cierto día apareció Jiraya y se convirtió en su tutor, el cual lo  beco y apoyó, cerca de la casa donde Jiraya llevó a vivir a Naruto estaba la casa de Shikamaru, donde ambos se hicieron muy amigos.


 


El abogado reveló que el padre de Naruto no era aquel hombre con el que vivió a los 8 años. El rubio se quedó en shock y entendió por qué la familia de su padrastro lo despreciaba y por qué su propio padrastro lo golpeaba, se enteró que su madre había tenido una aventura amorosa con su padrastro  antes de divorciarse de su padre, como consecuencia ella terminó por abandonar a Minato aún estando embarazada de Naruto. Minato, era un hombre de negocios muy audaz e inteligente, a pesar de lo sucedido amó a Kushina y a ese hijo del cual no tenía la certeza de si era realmente de él, por tanto en cuanto nació Naruto hizo varias pruebas de ADN para constatar que era hijo suyo, de esa manera lo nombró heredero por si algo le llegase a ocurrir a él. El testamento estipulaba que Naruto recibiría la fortuna siempre y cuando contará con la mayoría de edad para hacer buen uso de los bienes, sin embargo, si él era menor de edad entonces el que haría uso del dinero sería el tutor, invirtiendo dinero en la educación del niño hasta que se hiciera adulto, y qué mejor tutor sino Jiraya, el casi padre de Minato, en dado caso de que a Naruto le sucediera algo el dinero sería invertido en obras de caridad.


 


Naruto nunca olvidaría ese momento, empezó a llorar, se sentía furioso y triste, todo al mismo tiempo, pero para él, más que el dinero, lo que le emocionó fue saber quién era su padre, lamentablemente, jamás lo podría abrazar, ya que había muerto en un accidente automovilístico cuando Naruto apenas tenía 9 años, le explicaron los motivos por los cuales su padre jamás lo había ido a ver, Kushina le había pedido que no se acercara a ellos, hizo varias demandas para que él no pudiera hacerlo, como él no tenía mucho tiempo libre varias veces no había podido ir al juzgado y por tanto perdió el caso, finalmente ella  se lo había pedido como muestra de que realmente la amaba y él accedió, a cambio de que ella le mandara fotos y videos de cómo crecía su hijo, Minato no se había enterado de la condición de Kushina porque ella no le había contado nada, él murió pensando que ella cuidaría de su hijo.


 


Luego de aquel golpe, fue a visitarlo en la tumba, estaba muy enojado con su madre por ocultar la gran verdad. Por otro lado se sentía orgulloso por el parecido que tenía con su padre, lo notó gracias a los álbumes que Jiraya tenía guardados del empresario fallecido, álbumes que guardo celosamente en el armario. Es cierto, su padre era famoso, pero nunca había interesado en leer noticias o ver televisión durante su infancia.


 


Jiraya, le enseñó todo lo que sabía sobre la empresa, para que él se hiciera cargo de ella, francamente no era como si Naruto no supiera mucho sobre el tema, ya que desde que Jiraya se hizo su tutor se enfocó mucho en que Naruto aprendiera lo necesario para poder ser el futuro presidente de la misma, claro que Jiraya lo seguiría guiando, pero Naruto tenía que aprender a usar sus propios medios. A sus 26 años Naruto se convirtió finalmente en el Presidente de la empresa, cada mes donaba a algunas fundaciones para jóvenes sin hogar y que no tienen los medios o apoyo para estudiar. Nombró a Shikamaru Vicepresidente, porque confiaba en él y porque le constaba la impresionante inteligencia que poseía.


 


En la gran empresa, los empleados trabajaban sin perder los ánimos, y tenían mucha suerte porque el jefe era bastante amable con todos, como sus Softwares tenían mucha demanda por la excelente calidad, los trabajadores ganaban bien. Unos capturaban, unos estaban archivando, otros imprimiendo y revisando los documentos, mientras otros programaban. También estaba el grupo de los que opinaban sobre asuntos de importancia en la sala de reunión con el vicepresidente.


 


El rubio se encontraba en su oficina ejecutiva revisando y firmando  documentos que tenía en su escritorio.


 


Iba a revisar unos oficios que le trajo la recepcionista hace una hora, pero se levantó de su asiento camino por la oficina, al llegar a la ventana, se detuvo, su mirada se dirigió hacia a un árbol de Sakura que estaba en medio de la plaza vecina al edificio,  eran unos 10 pisos de diferencia.


 


El nombre del árbol le hizo recordar a aquella mujer que tanto quiso.


 


"Sakura, desde que te burlaste de mí, he tratado de olvidarte más, no he podido… eras todo para mí,  aún creo que te necesito… mi corazón te sigue recordando… aún después de todo, tal vez algún día te darás cuenta de que yo lo daba todo por ti… quizá un día te veré, pasaré al lado tuyo, y sentiré ganas de abrazarte y besarte…". Los sentimientos del rubio no habían cambiado desde que Sakura lo rechazó por ser pobre.


 


Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la puerta se abrió.


 


-La reunión terminó y el asunto ya está arreglado– le sonrió Shikamaru - Sin duda, nuestra empresa cada vez se pone mejor...


 


El rubio le devolvió la sonrisa.


 


-Qué bien… gracias por todo, en serio– el rubio continuó firmando.


 


-No hay de qué… Por cierto, Naruto…- se quedó pensativo.


 


Shikamaru se sentó en el sofá elegante que estaba al lado del rubio.


 


-¿Sí?- contestó el rubio caminando de vuelta a su escritorio.


 


-Bien, ¿ya pensaste lo que te dije ayer?


 


-Sí, lo pensé… tienes derecho de unas vacaciones, seguirás recibiendo el sueldo sin descuento…-le miró muy agradecido, su amigo siempre estuvo y estará con él en los momentos más difíciles- Pero, amigo… tenemos que buscar un nuevo asistente personal durante tu ausencia, tu eres muy eficaz como vicepresidente y como mi asistente pero no creo que a Lee le vaya muy bien con las dos cosas.- dijo al terminar de firmar los oficios.


 


-No te preocupes, ya encontré un nuevo asistente. Según mi esposo, su amigo es un excelente trabajador, sabe perfectamente cómo trabajar sin fallar. Su inteligencia es impresionante como la mía, bueno casi.–dijo –Naruto, también tienes que tomar un descanso.


 


El rubio sonrió negando con la cabeza lentamente.


 


-Mejor después… quizá cuando termines tus vacaciones, para que seas mi reemplazo…- bromeó- sí, es un amigo de Neji, me parece bien.- dijo el rubio. Dejó el bolígrafo y reposó su espalda en el respaldo tapizado de la silla.


 


Shikamaru asintió con una sonrisa. Naruto lo miró unos segundos para luego empezó a reír un poco. El vicepresidente lo miró confundido.


 


-Es que... sigo sin poder creer que te casaste con un chico tan serio aparte doncel, siendo tú un vago y aburrido, aunque a pesar de eso haces bien tu trabajo. Creí que ibas a envejecer y llenarte de gatos.


 


Shikamaru sonrió. Recordando cómo se enamoró de su esposo cuando fue a un viaje de negocios cerca de la playa en representación de su amigo.


 


"En cuanto llegó ya estaba anocheciendo, y para su mala suerte, empezó a llover muy fuerte. Corrió a refugiarse dentro de una tienda, al menos no se había mojado tanto, se sentó en una silla al frente de una pequeña mesa de madera cerca de la ventana desde la que se podía ver el mar, sacó un cigarro y lo encendió, un mesero se acercó así que pidió un café.


 


Sin saber que era visto por alguien que estaba sentado en la arena, mientras  temblaba por el frío que le ocasionaba la lluvia. Era un joven de pelo largo color castaño, delgado y de ojos grises, reflexionó varios minutos, soltó un leve suspiro, se levantó, y entró a la misma tienda hacia a la que hace poco miraba, se acercó al pelinegro que empezaba a relajarse con los ojos cerrados sin dejar de fumar y se paró a un lado de él, le hizo abrir los ojos porque su sombra tapaba los rayos de luz que antes le molestaban.


 


-¿Estás bien? –le preguntó y alzó la mirada, un poco confundido al ver como el chico estaba todo mojado por la lluvia. Trataba de ver su cara bien ya que la luz de fondo le lastimaba la visión.


 


El pelilargo asintió y miró el traje del varón. "Este hombre debe ser rico, aparte es muy guapo...".


 


-Vendo mi cuerpo, aún soy virgen… ¿Quieres?– lo miro seriamente.


 


Shikamaru se quedó sorprendido.


 


-¡¿Qué?!...- Casi gritó el pelinegro, dijo levantándose de su sitio. Aún no salía de su sorpresa.


 


-No tengo casa. No tengo dinero. Nada. Hoy la familia de mi tío me echó a la calle, por ser… por ser doncel. Necesito dinero para sobrevivir.


 


Inmediatamente Shikamaru sintió empatía por el chico, le recordó a cómo era Naruto cuando apenas lo conoció. Lo miró fijamente, se veía indefenso pero decidido, quería protegerlo. Frunció el ceño, tomó la muñeca del doncel, lo jaló suavemente, y lo invitó a sentarse frente a él.


 


-Lo siento, no quiero tu cuerpo. Puedes  vivir conmigo, tengo una casa grande. Puedes ser mi sirviente o podría darte un puesto en la empresa que trabajo para mi amigo, ¿te interesa?, ¿o qué puedo hacer?. Tendrías un buen sueldo, te lo aseguro.


 


Neji estaba sorprendido, bajó la mirada y pensó en unos segundos, sin perder la seriedad.


 


-No creo ser muy adecuado para una empresa. Quiero ser tu sirviente, así no saldré a la calle, ya que soy una vergüenza, la vergüenza de mi familia.- dijo directamente.


 


Shikamaru suspiró pesadamente.


 


-Eres el doncel más hermoso que he visto en mi vida. Y no creo que seas una vergüenza, tu familia se equivoca.- contestó sonriendo.


 


Luego de aquel encuentro Shikamaru terminó rápido con los asuntos que lo tenían en ese puerto. Tomó el primer vuelo de regreso a la ciudad, claro llevándose a Neji con él, al llegar a la ciudad llevó a su casa a Neji. Le dio una habitación propia y le dijo que le podía ayudar a seguir estudiando, a cambio de que mantuviera en orden la casa.


 


Poco a poco aprendió a conocer al doncel, quien era una persona muy seria, demasiado directa, jamás se resguardaba una opinión, y que a pesar de ser pesimista era muy inteligente. Tampoco se podía negar que era demasiado hermoso, tenía los ojos más bellos que haya visto en su vida, parecían un par de perlas sacadas del mar, no lo pudo evitar, se enamoró de él a los pocos meses.


 


Naruto, en la universidad y cuando iban a la empresa a trabajar lo notaba distraído, en aquel tiempo cuando tenían 23 el rubio era el vicepresidente de la empresa y Shikamaru su asistente, pero no dejaban de ser amigos, por lo tanto le terminó contando lo que pasaba con el chico que recogió, y de los sentimientos que sentía hacia él. Naruto se entusiasmó mucho, y no se contuvo en darle todo tipo de ánimos para que se lo confesara a Neji. Aunque su amigo sabía perfectamente que el doncel también estaba enamorado de él.


 


Ese mismo día, Naruto lo dejó salir temprano con la condición de se declararía. Al llegar a casa Neji estaba terminando de lavar algunos platos, saludó a Shikamaru cuando lo vio entrar a la sala, éste le respondió el saludo vagamente, tomó asiento en una silla sin dejar de mirar al pelicastaño que estaba al otro lado de la barra de la cocina.


 


-¿Qué miras?- preguntó con desenfado Neji mientras acomodaba unas piezas en la alacena.


 


-Solo miro- contestó apoyándose en la barra. Suspiro, se levantó y se fue a sentar en uno de los sillones de la sala. Neji se preocupó porque Shikamaru estaba actuando extraño, pasaron unos minutos y nadie decía nada, esa situación lo molestó así que también fue a la sala, se paró frente a Shikamaru con los brazos cruzados y le dijo directo.


 


-¡Si tienes algo contra mí solo dilo y ya!- Shikamaru levantó la cabeza y lo miró directamente a los ojos.


 


-Me gustas, ¿Quieres ser mi pareja?– Neji se sorprendió- Cada vez que te veo entiendo por qué mi corazón estaba como loco cuando te conocí.


 


-También me gustas, aunque aquella vez me hayas rechazado, tal vez sea por eso- se sentó a un lado de Shikamaru sin dejar de verlo a la cara- Pero somos hombres, y yo ni siquiera soy un hombre normal.


 


Shikamaru le interrumpió.


 


-No me importa. No soy tonto, no voy a dejar que esa clase de cosas me alejen de la primera persona que me ha hecho sentir este amor que siento.- sonrió- Te amo Neji, ni siquiera me di cuenta desde cuándo.- lágrimas salieron de los ojos de Neji.


 


-Gracias, Shikamaru.- le abrazó como si su vida dependiera de ello, era la primera vez que se sentía tan feliz, y tan amado. Shikamaru le correspondió el abrazo, sonriendo también se sentía feliz. A los pocos minutos deshicieron el abrazo, Shikamaru tomó su cara entre sus manos y lo besó, era la primera vez que lo besaba, era amor, amor y pasión fundidos por los sentimientos correspondidos.


 


No desperdició tiempo, le hizo el amor dejándole sentir lo mucho que lo adoraba.


 


Después hacerse novios a Neji le encantaba pasar más tiempo con Shikamaru, y esté no se quería despegar en ningún momento de él, así que lo llamaba a todas horas aún estando en el trabajo y Neji estudiando. Luego de un año de relación, las cosas seguían igual, lo único que cambió fue que Neji aprendió a ser más asertivo. Hubo un tiempo en el que Neji parecía estar enfermo, primero comía como si nunca lo hubiera hecho y luego iba corriendo al baño a vomitar, se cansaba rápidamente y le daba sueño a todas horas, Shikamaru preocupado lo llevó al doctor porque si lo dejaba que fuera solo jamás lo haría. Le hicieron pruebas para detectar alguna enfermedad pero no salió positivo en nada, Neji lo pensó mucho hasta que al fin le dijo a Shikamaru que fueran con el doctor encargado de llevar su caso como doncel, y este le confirmo lo que sospechaba, estaba embarazado.


 


Shikamaru se puso muy contento con la noticia, y Neji también, aunque primero estaba ansioso por cómo iba a reaccionar el pelinegro con la noticia. Ese mismo día en la noche  Shikamaru le pidió matrimonio, algo que ya tenía planeado. Aunque fue una boda sencilla fue muy significativa ya que solo los más allegados a ellos fueron invitados, la familia Nara adoraba a Neji porque sabían que cuidaba bien de Shikamaru.”


 


-Te ves muy feliz, seguramente estas pensando en tu esposo.- dijo interrumpiendo los recuerdos de su amigo.- Me alegro por ti.


 


-Tsk -Shikamaru trató de no sonrojarse.– Por cierto, sólo quiero que sepas que el nuevo asistente es muy serio.- se quedó pensativo recordando cuando su esposo se lo presentó una vez en una fiesta.– Algo frío y amarga...


 


-Está bien, está bien, no tienes que estar preocupado, tráelo- le interrumpió  de nuevo el rubio confiando en la elección de su amigo.


 


-Muy bien, y bueno gracias.


 


-No tienes que darme las gracias, ya sabes- dijo mientras acomodaba unos folios. Shikamaru se acercó- estoy muy agradecido contigo por apoyarme todo.


 


-De acuerdo, pero somos amigos– Palmeó fuertemente la espalda del rubio– Está bien, le hablaré a mi esposo para que me contacte con su amigo, veré si puede venir hoy para que lo conozcas.


 


-Está bien, estaré aquí revisando papeles.- sonrió.


 


-Lo traeré mas tarde.


 


Tomó los oficios firmados del escritorio y salió de la oficina soltando un bostezo. Pasaron algunas horas, luego de tantas revisiones que hizo, llamadas y acuerdos el tiempo se le pasó volando, ya era de tarde cuando el rubio escuchó toques en la puerta de su oficina.


 


-Adelante…-dijo sin colgar el teléfono.


 


-Ya llegó el nuevo asistente- saludó Shikamaru entrando a la oficina. Naruto le hizo seña de que estaba ocupado en el teléfono así que su amigo tuvo que esperar, luego de unos minutos por fin colgó.


 


-Sí, ¡gracias!, ¡estoy contento de poder hacer negocios con ustedes!- se despidió. Su secretaría entró en la oficina para traerle café- ¿Dónde está el chico?- preguntó. Shikamaru salió y entró de nuevo con el otro azabache. Iba a decirle algo, pero al ver al nuevo asistente se le fueron las palabras.


 


Frente a él, los ojos negros y rasgados más hermosos que haya visto en su vida. Reflejaban un alma rebelde y desafiante. No podía parar de admirar lo que estaba viendo, su complexión era delgada y de tez blanca, tan perfecta, su rostro era tan liso y de apariencia tan fina, su pelo negro y lacio, unos mechones caían caprichosamente en su frente. Lo miró unos cuantos segundos pero se le hicieron eternos.


 


-¿Qué?- preguntó desafiante al ver que el rubio no apartaba sus ojos de él.


 


-Nada.- contestó el rubio un poco sorprendido por la belleza y arrogancia del chico.-Mucho gusto en conocerte.- dijo sonriente levantándose de su silla. La secretaría dejó el café en el escritorio y salió de la oficina.– Soy Naruto Uzumaki.-metió las manos en los bolsillos del pantalón muy caro para ocultar sus nervios.


 


-Igualmente señor Uzumaki.- respondió serio.- Mi nombre es Uchiha, Uchiha Sasuke.- dijo estirando la mano. El rubio correspondió el saludo sonriendo aún.


 


-Ah, por cierto, necesito decirte algo sobre esto.- dijo Shikamaru acercándose al rubio para que viera los contratos.


 


Sasuke se apartó aún serio, pero en su mente algo empezó a rondar, miró a Naruto el cual se encontraba revisando los papeles que Shikamaru le dio para que le explicara, reflejaba seriedad y seguridad, no como hace pocos minutos atrás, le llamó la atención.


 


Nunca se había interesado en alguien, si salió con personas, pero jamás era algo serio porque le parecían todos idiotas. Algo había en el rubio que lo cautivó en ese momento, tenía un aura que irradiaba amabilidad y calidez. Salió de sus pensamientos cuando Naruto le terminó de explicar a Shikamaru. El rubio se acercó al azabache, con una sonrisa.


 


-Y bueno Sasuke, en una hora tendrás tu propio escritorio.


 


Sasuke lo miró aún desafiante, asintiendo mientras apartaba la mirada, un leve sonrojo coloreo sus mejillas, Naruto como era despistado no lo notó, pero Shikamaru que era muy observador si, y sonrió con complicidad.


 


-¿Qué?- preguntó Naruto al verlo. Shikamaru se encogió de hombros y salió de la oficina de nuevo con documentos en mano. Naruto volteo a ver a Sasuke sonriendo de nuevo.


 


-Por favor, siéntate- le extendió la mano señalando a la silla cerca de su escritorio.– Me encantaría socializar con mi nuevo asistente antes de que me odie por ponerlo a trabajar.- bromeó. Sasuke volvió a asentir. Naruto dejó que Sasuke caminará primero hacia la silla, él le hizo segunda pero por ser torpe un pie se enredó con el otro. Sasuke aún no había tomado asiento cuando el rubio se agarro de él para no caerse, quedando ambos en una posición comprometedora sobre el escritorio.


 


-Naruto, se me olvido decirte que…- dijo Shikamaru irrumpiendo en la oficina justo en ese momento. Se quedó sin palabras al encontrarlos en esa situación tan embarazosa.– Este… -sus ojos se desviaron para no seguir viéndolos más tiempo – Menos mal que se llevan bien, en unas horas regreso, continúen por favor.- dijo riendo mientras salía de ahí.


 


- ¡¿Eh...?!, no, no es…- replicó Naruto sin quitarse de encima de Sasuke, pero Shikamaru ya se había ido.


 


-Piensas quedarte para siempre así, ¡Usuratonkachi!- se quejó Sasuke empujándolo ya que tenía un carácter explosivo.


 


-¡No es que lo haya hecho intencionalmente, teme!- contestó en su defensa Naruto.


 


Sasuke soltó un leve suspiro. Pelearon un poco más hasta que se calmaron. Naruto le dijo a Sasuke que podía ir a almorzar en lo que su oficina le era entregada, a lo que el azabache no se rehusó. En el camino se puso a pensar acerca de aquel encuentro. Habían transcurrido un par de años desde que había estado en una relación, y aún así no recordaba que alguna de sus tres parejas le hicieran sentir intimidado, o alguna de sus citas. Luego de almorzar regresó a la empresa, y sí, su oficina ya estaba lista pero a un lado de la oficina de Naruto.


 


Los meses pasaron rápido, así que cuando Shikamaru regresó de sus vacaciones Sasuke estaba listo para salir de esa empresa pero Naruto al ver la eficiencia con la que trabajaba Sasuke decidió hacerlo su asistente permanente, de esa forma Shikamaru podría enfocarse mejor en sus funciones como vicepresidente.


 


Año y medio pasó luego de que Sasuke se convirtió en el asistente oficial de Naruto, durante ese tiempo las defensas del azabache iban disminuyendo y las dudas se encontraban en aumento, Naruto le parecía un hombre intimidante ya que era capaz de hacerlo estremecer con una sola mirada, esto lo obligaba a evadir el contacto visual la mayoría del tiempo. Pero aunque evadiera la mirada no podía hacer nada contra su presencia, la cual hacía que su corazón se acelerara. Eso lo hacía recordar que se había prometido a sí mismo no volverse a enamorar por las decepciones que sufrió anteriormente cuando sus parejas terminaron con él sin darle ninguna explicación. Pero por otra parte Naruto parecía ser diferente, y eso lo hacía preguntarse que es lo que le llamaba la atención de él.


 


Cuando veía a Naruto comportarse amable con otras personas que no fuera con él sentía celos, a pesar de no ser nada, ¿celos? Se preguntaba así mismo. Se reconocía cada vez menos y solía encerrarse en el baño de la recepción solo para regañarse a si mismo sobre su absurdo comportamiento, era como si una enfermedad se estuviera apoderando de él. Cierta vez Naruto lo trató como una chica bromeando, eso hizo que Sasuke se enfureciera demasiado y le respondiera casi a gritos que no era ninguna mujer o una persona delicada que necesitara de consideraciones, se pelearon como perros y gatos mientras se criticaban la torpeza de uno o lo bruto y la arrogancia del otro o lo presumido que era.


 


En ocasiones el empresario lo sorprendía cuando se acercaba sin avisar o sin que el azabache lo notara, lo hacía a veces solo por inercia pero la mayoría del tiempo era por ver a Sasuke saltar de la sorpresa, y pretextaba que solo quería echar un vistazo a los papeles que éste sostenía. Sasuke sentía esa extraña sensación que recorría su cuerpo cada vez que tenía tan cerca al rubio, podía oler perfectamente su aroma tan varonil, y notar claramente la diferencia de estaturas cuando lo miraba hacía arriba, en ese momento tenía una vista perfecta de los ojos azules como el mar del rubio. Desde que lo había conocido había pasado la mitad del tiempo negándose a si mismo los sentimientos que tenía hacia él, y cerca de medio año preguntándose cuál sería el camino correcto, si seguir engañándose o romper con la promesa que se había hecho ya que le era imposible no querer a Naruto, incluso tenía pensado declarar sus sentimientos.


 


Pero antes de hacer algo así decidió reunirse a hablar con su amigo Neji sobre cómo se sentía, aprovechando que Shikamaru lo había cancelado por ir con Naruto a una reunión con los socios de la empresa. Ambos se reunieron en un restaurant cerca del apartamento de Sasuke. Neji lo miraba de manera seria mientras intentaba contener a su bebé de casi tres años entre sus brazos.


 


-¿Qué?... Deja de mirarme.- dijo molesto.


 


-Sasuke...- bufó- ¿Estás enamorado de Naruto?.


 


Sasuke solo rodó los ojos, esa no era la primera vez que su amigo le hacía una pregunta tan incómoda.


 


-¿Otra vez?, ya dije que no... No tengo que enamorarme de un dobe como Naruto, es tan idiota y estúpido, solo que me siento extraño.


 


Neji se encogió de hombros.


 


-Pero parecen llevarse bien.- Sasuke lo miró con cara de aburrimiento.


 


-¡No nos llev...!


 


-Sasuke, estoy seguro que a Naruto también le gustas mucho.- dijo Neji interrumpiéndolo.- Dices que no lo quieres pero tu nunca te habías comportado así, ni siquiera cuando estabas con tus ex novios, de los cuales siempre te quejabas porque te trataban como un delicado doncel. Naruto es diferente, él te trata como su igual.- Sasuke sonrió un poco.


 


-Bueno, si me gusta eso de él...- murmuró viendo hacia su jugo de naranja. Aunque creo que no tiene idea de que soy un doncel.- ¡Pero eso no quiere decir que estoy enamorado de él!.


 


-Sí, claro.- en ese momento llegó el mesero a dejar la comida que habían ordenado y rápidamente se retiró.- Según mi esposo, cuando entraste a trabajar Naruto se quedó maravillado contigo. Y dice que se le nota también en la mirada cada vez que habla sobre ti.- explicó Neji mientras alimentaba a su niño.


 


-¿En la mirada?...- preguntó con curiosidad bajando la voz mientras revolvía la ensalada de tomates.


 


-En la mirada, la cual se le ilumina cada vez que te ve o habla contigo o sobre ti, quizá sin darse cuenta ya te está amando... él es igual que tu según lo que se gracias a Shikamaru. Tú prometiste que nunca volverías a amar a nadie y Naruto prometió que nunca olvidaría a aquella mujer...- dijo y luego se puso a limpiar la boquita del bebé el cual estaba distraído con un juguete.- Ambos no quieren aceptar que poco a poco van olvidando sus heridas.


 


-Esp... ¡Espera!... ¿aquella mujer?...- preguntó Sasuke un tanto triste, celoso y a la vez confundido tratando de no mostrar sus emociones, con eso podía engañar a muchas personas pero no a Neji que lo conocía tan bien.- Significa que puede seguir amándola...


 


-Sasuke.- dijo Neji tomando la mano de su amigo por encima de la mesa.- Si lo quieres para ti, conquístalo, enamóralo, aunque estoy seguro que no es un trabajo difícil y que ambos están destinados el uno para el otro.


 


Sasuke se recargó sobre el respaldo de la silla dejando caer pesadamente sus hombros.


 


-Otra vez hablando del destino...


 


-¿Nunca le has tomado importancia a tratar de saber sobre el pasado de Naruto?


 


-No me interesa.- contestó cortante Sasuke mientras comía su ensalada.


 


Neji rodó los ojos un poco molesto ante la negativa de Sasuke, pero rápidamente su enojo fue borrado cuando su bebé intentaba desesperadamente alcanzar el postre de chocolate sobre la mesa que el mesero había traído un poco antes.


 


-¿Sabes que eres hermoso?.- le dijo Neji a su bebé frotándole las mejillas. Le regaló una pequeña sonrisa. Pensó un poco sobre lo feliz que era al lado de su esposo y su hijo. Su hijo era su alegría y su esposo, su alma.


 


Sasuke se les quedó viendo sintiéndose perdido. Pensó en lo afortunado que era su amigo Neji por encontrar el amor, en ese momento pensó en Naruto. El azabache respiró profundamente para tomar aire, necesitaba darse tiempo y buscar las palabras para expresar sus sentimientos si es que en realidad iba a hacerlo.


 


Terminaron de comer y se despidieron, Sasuke tenía que regresar a la empresa a clasificar unos documentos. Naruto llegó un par de horas después para revisar los documentos con los que se trabajarían en la próxima junta. Ambos se encontraban solos en la oficina. Naruto miraba de inicio a fin cada folio que tomaba del estante mientras Sasuke lo miraba desde la silla frente al escritorio del rubio. Éste último caminó hacía el azabache con la carpeta que le daría para que la ordenara, Sasuke en respuesta se levantó de su sitio. Al verlo frente a él no pudo contenerse más.


 


-Me gustas mucho.- dijo Sasuke mirándolo directamente a los ojos.


 


El rubio se quedó sorprendido. Dejó caer la carpeta con los documentos, solo se centró en el rostro del azabache el cual le parecía perfecto. Miró con detenimiento los labios rosados de Sasuke, no podía dejar de admirarlos. Sin pensar y obedeciendo netamente a sus sentidos Naruto tomó el rostro de Sasuke entre sus manos acariciando sus mejillas. Permaneció así por unos segundos, deseando poseer sus labios para probar el sabor que escondían hasta que por fin se decidió besarlo. Sasuke no tardó en corresponder el beso.


 


Se trataba de un beso apasionado, Naruto lo besaba con maestría y Sasuke abría sus labios para corresponder apropiadamente. El rubio lo tomó por la cintura y comenzó a recorrer sus manos hacia su espalda para luego bajar hacia sus caderas de las que lo tomó para acercarlo más a él. Sasuke no entendía por qué sus piernas temblaban como si fueran gelatina, se aferró del cuello del rubio para evitar caerse, cada vez se sentía mas excitado y entre cada beso dejaba escapar pequeños jadeos, sus lenguas se encontraban una con la otra mientras se lamían, era un intercambio de saliva que le parecía delicioso. El rubio lo levanto para luego sentarlo sobre el escritorio mientras le abría las piernas. Pero los recuerdos de Sakura pasaron por la mente del varón haciendo que se apartara de golpe del doncel.


 


-Sasuke...- dijo Naruto jadeando.- Lo siento, me dejé llevar... también me atraes mucho pero no creo que sea de la misma manera.- Naruto se llevó una mano a la frente.- Lo siento, pero yo sigo enamorado d...


 


-Lo sé, solo quería decirte como me siento respecto a ti.- dijo Sasuke interrumpiéndolo, no quería escuchar más, se sentía muy tonto.- soltó un leve suspiro mirando al suelo para que el rubio no viera que estaba apunto de llorar. Se bajó del escritorio y se puso a recoger la carpeta que Naruto había dejado caer.- Eres un hombre muy exitoso, espero que esa mujer te corresponda como te mereces.- dicho esto se levantó con la carpeta en mano y se dio media vuelta.- Dejaré esto en mi oficina mañana a primera hora lo revisaré, para cuando llegues lo tendré listo, nos vemos.


 


-Sasuke...- le llamó el rubio con voz baja por la incertidumbre.- No te vayas...


 


Pero el azabache hizo caso omiso y salió de la oficina. Naruto caminó a la silla donde antes estaba sentado Sasuke y se dejó caer sobre ella mientras cerraba los ojos. Apoyó los codos sobre el escritorio pensando sobre lo que acababa de ocurrir. Pasaron varías horas y el sentimiento de que había cometido un grave error lo estaba matando.


 


Por su parte el azabache logró conciliar el sueño después de llorar tanto por lo que ocurrió horas antes en la oficina de Naruto, pero se despertó cuando un tipo loco tocó el timbre con mucha insistencia, se dio media vuelta en la cama cubriéndose los oídos con las almohadas que tenía, sin embargo, esta vez también comenzó a golpear la puerta por lo que el ruido era aún mayor. Malhumorado se levantó de la cama sin dignarse a encender las luces. Se dirigió a la puerta de su apartamento. Abrió la puerta con el plan en mente de gritarle a la persona que hacia aquel escandalo que se largara, pero se contuvo al ver el rostro sudoroso del varón, el cuál había corrido varias cuadras abandonando su propio coche por el tráfico que había y que le impedía ver pronto a Sasuke.


 


-Dobe... ¿Qué haces aquí?.- El rubio bajó la mirada, no sabía qué decir. El doncel soltó un suspiro frustrado.- Mira dobe, dejemos esto hasta aquí, no te preocupes por mí, solo qui...- El rubio lo interrumpió tomándolo y acorralándolo contra la pared. Sasuke le había hablado de manera fría mientras por dentro sufría, por eso quería terminar rápido con esa conversación. Naruto rodeó con sus brazos a Sasuke mientras cerraba la puerta con un pie, el azabache intentaba separarlo porque ambos rostros estaban demasiado cerca, pero Naruto no se lo permitió y lo besó. Sasuke esta vez no correspondió al beso sino hasta que su orgullo se lo permitió. Unos minutos después separaron un poco los labios de los ajenos para intentar respirar bien.- ¿Por qué?...- le preguntó de nuevo, intentando escapar pero el rubio se dio cuenta y aferró fuertemente sus brazos alrededor de la cintura del azabache.- Dobe, ¡Suéltame!


 


-No quiero, porque de otra forma no entenderías que quiero estar contigo.- contestó por fin el rubio en medio de la oscuridad del pasillo, quería que Sasuke lo escuchará atentamente.- Soy un idiota, no me di cuenta que me había enamorado de ti sino hasta que te vi salir de mi oficina dejándome completamente con un sentimiento de vacío, no sé cómo explicarte para que me entiendas.- comenzó a rozar sus labios contra los del azabache.- Nunca me había sentido así, ni siquiera cuando fui rechazado por aquella mujer... es como si sintiera que si no estás conmigo voy a morir.- ambos se dejaron caer en el piso. Naruto por fin lo soltó de la cintura para luego tomar las pálidas manos del azabache entre las suyas, las acarició con ternura.- Sasuke... ¿Quieres ser mi novio?.- preguntó finalmente pegando su frente contra la de él.


 


-Yo...- Sasuke estaba demasiado sorprendido como para responder.


 


-Solo dime tu respuesta por favor.- rogó Naruto. El azabache comenzó a rozar su cara contra la del rubio para asegurarse de que era real, cuando por fin estuvo seguro dejó escapar una pequeña risa. Aquel sonido retumbaba como una hermosa melodía en los oídos de Naruto. ¡Era la risa más hermosa!, no pudo evitar reír un poco también.


 


-Si quiero.- Naruto se sintió muy feliz, olvidó por completo a la mujer que lo había rechazado hace años en la preparatoria.


 


Comenzó a besarlo de manera tierna y suave, de ahora en adelante así sería siempre, le haría cariños, le daría abrazos, y cada vez que pudiera le diría lo mucho que lo amaba. Las manos del rubio comenzaron a recorrerlo, se detuvo un poco en los botones de la camisa del azabache pero enseguida comenzó a desabotonarlos uno a uno dejando al descubierto su pálida y hermosa piel.


 


-Naruto... ¿Qué hac...aah...?-jadeo al sentir las caricias, besos y lamidas del rubio que iban desde su pálido torso hasta su cuello. Luego con la punta de la lengua el varón rozó la pequeña tetilla del azabache haciéndolo sacar un gemido y estremecerse, rápidamente se tapó la boca para no gemir de nuevo, ¡ese dobe sabía muy bien sus puntos débiles!, eso le irritó un poco pero aún así le encantaba. Su cuerpo lo estaba traicionando. El rubio le hizo sentarse sobre sus piernas de modo que las piernas de Sasuke lo rodearon, mientras se besaban Naruto podía sentir el miembro de Sasuke contra su abdomen cada vez más excitado, y Sasuke sentía el del rubio contra su  trasero a través de la ropa.


 


-Sasuke, tu... ¿alguna vez?...- preguntó jadeando el rubio.


 


-No...- contestó Sasuke de la misma forma. Había tenido novios y salido con personas, pero jamás los dejaba ir más allá porque no se sentía cómodo, pero con Naruto se sentía capaz de cualquier cosa, era como si fuera el único que había logrado pasar a través de su coraza.


 


-Lo haré despacio...- dijo Naruto tomando su cara entre sus manos. Sasuke le dio un pequeño beso.


 


-Espera..., vamos a mi habitación.- pidió Sasuke.


 


-Vale.- contestó Naruto, Sasuke lo tomó de la mano  y lo arrastró por el estrecho pasillo, por la sala hasta que llegaron. Prendió una lámpara que tenía al lado de la cama. Luego de esto Naruto le dio un pequeño empujón para que cayera sobre la cama, acto seguido se subió sobre él dejándole inmóvil.


 


Sasuke se sintió como una presa y sonrió arrogante. Esta vez Naruto tenía la vista perfecta del rostro del azabache, miró sus ahora labios rojos por tantos besos que se habían dado. Nuevamente sus labios se fundieron como si fueran una sola boca, las caricias poco a poco hacían que las temperaturas de sus cuerpos se elevaran haciendo más grande la necesidad de fundir sus cuerpos en uno solo, sus manos se movían nerviosamente buscando el contacto de aquella piel ardiente tratando de sentirlo plenamente.


 


-Te amo teme...- susurró Naruto al oído del azabache el cual siendo sensible al tono sensual de voz del rubio no hizo mas que estremecerse y a la vez buscar sus labios, pero Naruto se apartó un poco.- Primero déjame demostrarte este amor que estoy sintiendo en el pecho, quiero que conozcas la profundidad de mis sentimientos.- la mirada ardiente del rubio le envolvió. Sintió la mano de su pareja posarse en su entrepierna que luego fue en busca del botón del pantalón. Sin dejar de besarlo lo desabotonó y le quitó el pantalón junto con los bóxers. Sasuke sintió arder sus mejillas al tener su cuerpo envidiable completamente desnudo.


 


El dobe se separó un poco para sacar su ropa mientras el otro se incorporaba levemente para ver como su amante terminaba de sacar su camisa. El rubio se desabotonó el pantalón, acto seguido se lo quitó con todo y bóxers sin apartar la mirada del azabache. Sasuke por fin pudo ver su pecho desnudo, era ligeramente bronceado y con músculos marcados, se notaba que hacía ejercicio.


 


Sasuke jadeo al contacto de los labios del rubio en su pálida piel, los sintió frescos y húmedos, le daba piquitos, lamidas y chupetones, con sus bronceadas manos acariciaba sus piernas y nalgas. La boca del ojiazul comenzó a lamer el cuello del azabache, amaba oírlo jadear desenfrenadamente. Sasuke sentía el miembro totalmente duro del empresario apretándose contra el suyo, pensó en lo tierno, cariñoso y atento que podía ser mientras lo sentía acariciado todo su cuerpo.


 


-¡Naruto!- no pudo evitar gritar su nombre, cuando atacó sin piedad su tetilla mordiéndola, excitándolo al pasarle la lengua por encima para luego encerrarla entre sus labios al máximo de nuevo. Descubrió que el dobe también era muy apasionante, salvaje, lujurioso. Su espalda se arqueo haciendo que su entre pierna se frotara contra la virilidad del rubio, al instante el empresario reinició los mismos movimientos contra la otra tetilla, arremetiendo una y otra vez en aquellas zonas erógenas que ni el mismo Sasuke sabía que tenía.


 


Naruto dejó las tetillas ya erectas del doncel, selló sus labios en los de su pareja, pensó en lo tonto que había sido al no aceptar desde un principio que se había enamorado del teme, se imaginó cuánto debió sufrir el doncel mientras se reprochaba a sí mismo. No desperdiciaría esta segunda oportunidad, le haría doblemente feliz y haría todo lo posible para que el azabache no dudara de su amor.


 


Ejecutaba acciones que llevaban a su pareja a experimentar emociones desconocidas arrebatándole por completo el sentido. Sus manos se deslizaron por el costado de sus caderas en una lenta caricia, hasta llegar a su miembro, hizo que abriera las piernas para luego ubicarse entre ellas. El joven empresario dejó caer suaves besos en la sonrosada cabeza, al instante una ola electrizante recorrió el cuerpo del azabache.


 


-¡Narutooo!- gimió mientras su pecho se agitaba, sentía mucho placer. Cubrió rápidamente su boca con ambas manos intentando ahogar los gemidos y jadeos que el rubio le hacía experimentar.


 


Con esto solo logró hacerle saber al rubio lo mucho que lo estaba disfrutando. El dobe siguió, chupaba despacio y acompasado, metiéndoselo en la boca, besándolo, pasaba una y otra vez su lengua lo alargo y ancho del miembro erecto hasta que alcanzó un rico orgasmo.


 


Iba a continuar besando al teme, pero éste le posó una mano en su pecho bronceado deteniéndolo, por un momento se sintió confundido y dejo el miembro del doncel que se encontraba estremecido y agitado luego del reciente orgasmo.


 


-Quiero hacerlo...- dijo el azabache y se medio incorporó, luego le empujó y le tumbó sobre la cama- No creas que soy muy pasivo...- le dijo con una sonrisa arrogante.


 


Naruto rió bajito, pero comprendió que a él no le gustaba que le trataran tan delicadamente. Se sentía afortunado de tener a su teme inteligente, posesivo y orgulloso, el cual se encontraba sentado en su vientre a horcajadas.


 


El azabache siguió los mismos pasos del rubio, mientras dejaba marcas rojizas de sus besos, proporcionándole un trato tan galante y sensual que Naruto se esforzaba en por mantenerse quito, expresando con jadeos el gozo. Las manos blancas y hermosas del azabache  le encendían la pasión, así como esos labios hinchados por tantos besos. Sasuke bajo hasta encontrarse con el miembro del rubio, le envolvió entre sus dedos, acariciándolo y masajeándolo con suavidad y cariño. Empezó a lamer el miembro de su pareja, dándole suaves mordiscos. Gotas de preseminal salían por la cabeza, el rubio cerraba los ojos frente a las oleadas de placer que le provocaban las caricias y lamidas.


 


Lo detuvo en seco.


 


-Naruto, ¿no te gu...?


 


-Quiero estar dentro de ti Sasuke- le interrumpió el empresario.


 


El doncel dejándose llevar de nuevo por su hombre se recostó en la cama. El rubio se ubicó entre sus piernas blancas abiertas, su mano ascendió por el blanco pecho hasta alcanzar la boca introduciendo tres dedos en ella, captando el mensaje por completo el azabache empezó a mojarlos con su saliva. Con su mano libre mantuvo levemente las nalgas de Sasuke dejando ver la entrada. El doncel entrecruzó sus piernas alrededor de la cintura de su amante, aquella postura permitía a Naruto tener un mayor acceso.


 


El rubio sacó los dedos de la boca del doncel y enseguida empezó a prepararle, mientras posaba su boca en la ajena con pasión y amor, acelerando el movimiento de labios y lengua introdujo su dedo medio en el ano de Sasuke. Sintió como la entrada se apretaba alrededor de su dedo, lo movió con suavidad intentando que fuera acostumbrándose. Dedujo que era la primera vez del azabache así que se esforzó en dejarle bien preparado. Introdujo el segundo y tercer dedo hasta que consiguió ir relajándolo, con su mano libre acarició los testículos y los apretó suavemente tomando por sorpresa a Sasuke, quien en un movimiento brusco arqueó la espalda haciendo que los dedos del rubio le penetraran profundamente hasta tocar su próstata.


 


-¡Aaah!...- gimió abriendo los ojos totalmente sorprendido porque casi alcanzó otro orgasmo. No creyó que pudiera existir un momento más placentero. Vio la sonrisa de satisfacción que se ubicaba en el rostro del varón.- Hazlo- le ordenó acariciándole su rostro y pecho bronceados.


 


Naruto rió suavemente, seguía jugando con sus dedos en el interior del azabache. Sacó los dedos del interior. Tomó su miembro erecto con venas palpitantes y le dirigió hacia el interior del doncel, atento su rostro el cual no pudo evitar contraer al sentir la presión que el rubio ejercía en él. Naruto sin dejar de pensar en que era su primera vez y que podría lastimarlo continuó hasta meterlo por completo, luego se quedó quieto para que se relajara. Jadeó fuertemente al sentir como lo apretaba, era tan rica la sensación de las cálidas paredes que se ajustaban alrededor de su miembro.


 


-Eres tan estrecho...- dijo estremeciendo de placer, se inclinó para besarlo en espera de que se acostumbrada a tenerle dentro- Se siente tan bien...


 


Comenzó a moverse, Sasuke abrió la boca por falta de aliento y un sonoro gemido escapó de su garganta cuando su amante le penetró deliciosamente, lo tenía todo dentro suyo. Naruto se deslizaba hacia afuera dejando apenas su cabeza dentro de él. Sus caderas chocaban contra las ajenas, aumentando cada vez más el placer de aquel vaivén que se volvía desenfrenado, hasta que una nueva embestida alcanzó la próstata del azabache, su punto definitivo, soltó un fuerte gemido aún mayor que los anteriores. El rubio entraba y salía animadamente llevado por la gran excitación que el mismo experimentaba, sus caderas no se detenían y seguían un movimiento a un ritmo fuerte y profundo. ¡Que ricas sensaciones! Quería más profundidad, así que llevó la pierna blanca del azabache a su hombro para tener mejor acceso. Cada embestida tocaba la próstata de Sasuke que no paraba de gemir. Ya no podían más, Naruto enterró su cara en la cálida curva del cuello de Sasuke, aumentando aún más el ritmo mientras lo masturbaba.


 


El azabache alcanzó el tan ansiado orgasmo derramándose en la mano de su amante y éste le siguió viniéndose dentro de él ahogando un varonil gemido de placer. Luego de varios segundo Naruto se derrumbó tratando de respirar bien, salió lentamente del interior de su doncel y se recostó a su lado aún agitado, lo rodeo con sus brazos sintiendo como ambos cuerpos estaban bañados en sudor. Sasuke acarició con su mano el cuello de Naruto.


 


-Sasuke, te amo tanto...- sonrió. Sasuke lo miró hacía los ojos.


 


-Yo también Naruto...- le regaló una pequeña sonrisa, una que nunca le iba a regalar a nadie más, solo a él.


 


Esa noche, el rubio se quedó en el apartamento del azabache a dormir. Lo único malo es que toda la noche el pobre teme tuvo que sufrir las perversiones del dobe.


 


Eventualmente Naruto comenzó a pasar más tiempo en casa de Sasuke, luego del trabajo el azabache regresaba primero para cocinar ya que eso era algo que no se le daba muy bien al rubio. Aunque no le gustara admitirlo el cocinar para Naruto lo hacía feliz. Tres semanas luego de su primer encuentro, Sasuke se encontraba cortando pepinos y tomates para la ensalada sin descuidar los pescados que estaba friendo.


 


Escuchó sonar el timbre de la puerta, dejó las verduras a un lado y se dirigió a la puerta pensando que era su dobe, aunque le pareció un poco extraño que esta vez no llamara avisando que ya casi llegaba. Abrió un poco la puerta para cerciorarse. Cuando vio quién era sus ojos se abrieron de par en par. No se trataba de su novio ni de algún vecino. Era su último ex-novio.


 


-¿Qué haces aquí?- dijo con voz gélida.


 


-Sasuke...- sonrió- Yo quería verte porque te extrañab...


 


-¿Tú extrañándome?- preguntó frunciendo el ceño. Realmente se había enojado.


 


-¿Me dejarías pasar?, por favor, sé que esperaste mucho tiempo por mí pero he regresado- dijo sonriendo y con los brazos abiertos- Necesitamos hablar.


 


-Vete a la mierda- contestó Sasuke mostrando cara de fastidio. Intentó cerrar la puerta pero el hombre se interpuso.


 


-¡¿Qué es lo que te pasa?!- habló enfurecido- ¡¿Acaso no leíste la nota?!


 


-¡Si, leí tu nota!, ¡Esperé cinco meses por ti hasta que descubrí que estabas casado y que tienes una hija, cabrón!, ¡Cosas que por cierto no estaban escritas ahí!


 


-¡Me importa un carajo, tu vas a ser mío quieras o no!- dijo sujetándolo de la playera negra.


 


Sasuke no se sintió intimidado en lo absoluto, estaba dispuesto a darle un fuerte golpe pero alguien le ganó. Haciendo que lo soltara.


 


-Más te vale no volver a tocarlo- ordenó Naruto con voz enojada. El hombre que apenas se incorporaba volteó a verlo al igual que Sasuke.


 


-Naruto...- dijo Sasuke sorprendido.


 


-¡¿Quién diablos eres tú?!- gritó el hombre acercándose rápidamente al rubio para golpearlo, pero Sasuke se puso en medio.


 


-Lárgate- ordenó Sasuke y se dio media vuelta.


 


-¿Al menos sabe qué eres un doncel?- los ojos de Sasuke se abrieron de par en par, iba a golpearlo, pero la mano del rubio lo agarró y lo jaló a entrar con él al apartamento.


 


El doncel soltó el agarre del empresario.


 


-¿Narut...? ¡Mhm...!- el rubio lo había tomado por sorpresa al besarlo repentinamente.


 


-Sasuke, ¿estás bien?- preguntó acariciándole la mejilla.


 


-¡Hey!, no soy ningún debilucho- dijo alzando una ceja un poco molesto.


 


Naruto rió bajito.


 


-Lo sé... pero nunca imaginé que algo así pasaría, que un exnovio te buscara, sentí miedo y celos al pensar que podrías dejarme e ir con él, yo...- fue interrumpido por la cachetada que Sasuke le dio.


 


-¡Idiota!, ¿Para qué te habría de mentir al decirte que te amaba?, ¿estas dudando de mí?- Sasuke estaba enojado.


 


-¡No, no... no!, perdóname- lo abrazó. Pero Sasuke solo intentaba separarlo- Si te perdiera no podría soportarlo...- le susurró al oído. El azabache suspiro y rodeó el cuello del rubio.


 


-Ni se te ocurra, no te atrevas a dudar de mí, te voy a decir algo muy importante así que grábalo en tu mente...- alzó el rostro y miró directo a los ojos azules del varón- Yo te amo infinitamente Naruto...


 


Naruto se quedó inmovilizado ante las palabras de Sasuke, inmediatamente le besó con amor.


 


-¿Escuchaste lo que dijo?- preguntó Sasuke luego del beso.


 


-No me importa en lo absoluto- afirmó Naruto. Se olvidaron de la cena y se dirigieron a la recámara, no fue hasta que olía a quemado cuando se dieron cuenta de que Sasuke no había apagado la estufa. Bromearon acerca de eso y pasaron el resto de la noche disfrutando de su mutua compañía.


 


Meses después, en un centro comercial las personas iban y venía de un lado a otro. Unas se encontraban comprando o probándose ropa, otras platicando y soltando pequeñas risas. Entre ellos una mujer que vestía un vestido color rosa y un suéter delgado verde, zapatillas de tacón alto. Era un atuendo elegante con el que intentaba aparentar ser una ejecutiva, lo cual en realidad no era. Era una mujer casada y mantenida por su esposo. Siempre era observada y admirada por la mayoría de los hombres, los cuales a cambio solo recibían un buen codazo o un regaño por parte de sus esposas o novias. Ella solo sonreía divertida, le gustaba mucho llamar la atención de los hombres, pensaba en las ocasiones en las que los hombres le regalaban objetos caros para luego escapar con ellos a tener una noche increíble.


 


Dio vuelta para seguir caminando en otro pasillo, se detuvo un poco sorprendida, frente a ella había un rubio que estaba viendo un camisón negro de tipo tela transparente para donceles mientras sonreía tontamente, tal vez enamorado. El rubio tomó el camisón para emprender luego caminó hacia la caja, pero la mujer caminó rápidamente y se paró frente a él.


 


-Hola- saludó la mujer con una sonrisa coqueta. Lo miró de arriba abajo. El rubio la reconoció inmediatamente, estaba sorprendido y comenzaba a sentirse incomodo.


 


-Hola Sakura...- contestó un poco indiferente.


 


La pelirrosa ladeó un poco la cabeza, nunca pensó que se vería así de guapo luego de tantos años. Confundida, se preguntaba a sí misma de dónde habría sacado dinero para comprar un traje tan caro, le pasó por la mente que tal vez se había vendido o era un ladrón. Rio un poco.


 


-Hace mucho que no te veo Naruto, ¿qué ha sido de ti?- preguntó sonriendo falsamente- Me sorprende encontrarte luego de tanto tiempo, aún más verte comprar un traje para donceles, qué decir de tu atuendo- cruzó los brazos- ¿Sabes qué me casé con un hombre muy inteligente?, francamente es el hombre ideal, tan perfecto para mí. Siempre me regala cosas hermosas. ¿Crees que podrías haber vencido eso?- preguntó sonriendo con satisfacción, le gustaba el hecho de saber que lo estaba humillando.


 


El rubio escuchó todas aquellas cosas despectivas que la mujer que solía amar le decía, solo pudo guardar silencio, después de todo era un caballero. Antes de que Sakura pudiera atacar de nuevo su esposo se acercó, habían quedado de encontrarse en un restaurant cerca de esa tienda así que era normal que estuviera por ahí. Antes de que ella lo presentara o pudiera decir una palabra su marido saludó al rubio.


 


-¡Señor Uzumaki, buenas tardes!- dijo alegremente- Veo que ya conoció a mi esposa- le extendió la mano. Naruto correspondió el gesto.


 


-Buenas tardes, ¿señor...?


 


-Sasori- completó el pelirojo, luego miró a su esposa- Sakura, ¿recuerdas que te hablé sobre el proyecto Sky?, de él fue la idea. El jefe es todo un genio. Con una idea tan innovadora es imposible que no sea un éxito millonario.


 


La pelirosa quedó en shock al escuchar la palabra "Jefe". No se creía el giro que había tomado la situación. El rubio la miró de reojo, soltó un leve suspiro.


 


-Bueno ¿señor..?


 


-Sasori


 


-Señor Sasori, me tengo que ir, tengo varios asuntos que atender. Fue un placer verlo hoy. Que tenga un buen día.


 


Se dirigió a la caja llevando el camisón que iba a pagar.


 


Sakura salió del shock, creyó que había escuchado mal. Miró de nuevo a su esposo.


 


-¿Ese... era tu jefe?...- preguntó para salir de la duda.


 


-Si amor, te conté sobre él- metió las manos en los bolsillos del pantalón mientras él y la pelirosa caminaban hacia el restaurant- A pesar de tener mucho dinero es un hombre humilde. Se comenta en la empresa que tuvo una infancia difícil, y que no fue hasta que se hizo mayor de edad que descubrió quién era su padre. También se dice sobre la vez que le pidió matrimonio a una chica pero esta lo rechazó por ser pobre dejándolo en ridículo. ¿Qué horrible no?, mostrarle a alguien tu deseo de estar para siempre con ella y que a cambio solo se burle de ti- tomó la mano de Sakura y la besó- Al parecer no había podido superar ese trauma y por eso se había mantenido soltero hasta hace poco que inició una relación con alguien de la empresa. ¿Te imagina qué pensaría aquella chica si lo viera ahora?


 


Sakura solo se quedó callada.


 


Ya por la noche en el departamento del doncel. Naruto se encontraba completamente sudoroso mientras penetraba ferozmente al doncel, escuchaba como no dejaba de gemir de placer bajo su cuerpo.


 


-Sasuke...- gruñó el rubio al llegar al orgasmo. Derramó su semen en el interior del Uchiha.


 


-Agh... ah...- gimió Sasuke eyaculando entre ambos vientres, arañando la espalda del rubio. Naruto lo besó.


 


El doncel desenredó las blancas piernas de la cintura del otro dejándose llevar por aquel beso. Naruto sacó su pene de la estrecha entrada que le había dado placer. Sasuke sentía como aquel trozo de carne caliente, y ahora, flácido salía de su ano. El besó terminó y los brazos del azabache dejaron libre el cuello de Naruto, quien se recostó a su lado.


 


Después de hacerle el amor, el rubio le dio al azabache el camisón que le había comprado. Luego de que se metieron a bañar Sasuke se lo puso, Naruto estaba fascinado porque al ser negro transparente las tetillas rosadas de Sasuke eran fáciles de notar.


 


El azabache se puso a cocinar la cena.


 


-Sasuke...- le llamó antes de sentarse en una silla del comedor- Me topé con Sakura.


 


El doncel se tensó, dejó de cortar los camarones secos y se dio la vuelta


 


-Pero no quiero que me malinterpretes- dijo mirándolo a los ojos- Me sentí incómodo, no sé... Cuando la vi no había cambiado nada, sigue siendo igual que como era en la preparatoria, ahora me doy cuenta de que ella no era para mi...- se levantó de la silla y se acercó al doncel- Ahora agradezco por lo que pasó, agradezco al destino por permitirme conocerte, porque me enamoré de ti, te amo mucho más de lo que pude haber amado a esa mujer vulgar.


 


Sasuke se sorprendió un poco, y no pudo evitar sonreír un poco. El rubio al darse cuenta que había insultado a Sakura se quedó sorprendido. Siempre había sido respetuoso con las mujeres.


 


-Te amo Naruto- rodeo el cuello del rubio. Los ojos del rubio se iluminaron, nunca se arrepentiría de haber conocido al doncel.


 


-Creo que siento un poco de pena por su esposo...


 


-¿Está casada?- preguntó Sasuke sorprendido. Naruto termino por contarle todo lo sucedido en el centro comercial.


 


Simultáneamente, en el jardín de la casa de Sasori. Sakura se encontraba sentada en un banco blanco mordiéndose las uñas mientras platicaba con su mejor amiga, Ino Yamanaka.


 


No paraba de quejarse sobre lo desafortunada y frustrada que se sentía después de lo sucedido aquella mañana. Era la primera vez que se sentía humillada y tan estúpida a la vez, había perdido al rubio quien ahora le parecía maravilloso, tal vez no era el hombre perfecto pero si tenía mucho dinero.


 


-¡¿Qué?!, ¿Cómo?...


 


Sakura frunció el ceño, y miró fijamente a su amiga.


 


-Que será mío de nuevo...- repitió.


 


-Pero...- replicó incrédula su amiga.


 


-No conozco a su pareja... ¿qué clase de persona será?... Debo saberlo personalmente.


 


-¿Qué?


 


-No importa lo que me cueste o lo que pueda tardar, definitivamente recuperaré a Naruto. Pero antes de atacar necesito conocer a mi oponente.


 


-¡Tienes esposo!, ¿acaso no lo amas?


 


Sakura rodó los ojos.


 


-Tu sabes perfectamente la respuesta, solo necesito a quien sea capaz de pagar mis gastos.


 


Ino se levantó furiosa.


 


-¿Qué te pasa?- preguntó Sakura confundida.


 


-Te desconozco, no sabía que eras esta clase de persona.- dijo y se fue.


 


-Maldita sea...- sonrió maliciosamente- Bueno, no importa siempre y cuando aquel idiota siga enamorado de mí.


 


Luego de aquella noche Sakura no paraba de interrogar a su marido sobre el trabajo tratando de esta manera conseguir alguna oportunidad para poder reunirse con el rubio, o lograr saber algo sobre la pareja de éste, pero no habían indicios que indicaran que su plan se podría hacer realidad. Hasta que por fin llegó el aniversario de la fundación de la empresa, todos los empleados y relacionados con ésta estaban invitados a la fiesta que se realizaba para festejar. Era una oportunidad única y Sakura no la iba a desaprovechar.


 


Fue organizada en un salón privado en el centro de la ciudad, solo podían ir con la respectiva invitación. Todos los asistentes vestían de manera elegante, algunas venían solas para reunirse con los compañeros del trabajo otras con pareja. Todos felicitaban al empresario por los logros y éxitos.


 


-Amor quédate aquí un poco, iré a buscar a un amigo que te quiero presentar.


 


-Claro...- contestó dándole un beso en la mejilla.


 


Vio desaparecer a su esposo entre la multitud y enseguida se puso a buscar al rubio, hasta que por fin lo encontró. Se acercó sigilosamente. Vio que estaba solo y se preguntó dónde podría estar su pareja, aunque realmente no le interesaba, solo quería acercarse  a hablar con él para invitarlo a salir a comer al día siguiente.


 


Se detuvo al ver que el rubio alzó la mirada, sonrió y rodeó en un abrazo la cintura de alguien.


 


-¿Antojos?- preguntó curioso el rubio al ver el plato de ensalada de tomate que Sasuke sostenía.


 


El doncel asintió llevándose un bocado a la boca. Naruto acarició el vientre de su pareja.


 


-Oye, déjame...


 


-No tienes que avergonzarte, pronto tendremos un hijo.


 


La pelirrosa los miraba sorprendida, ellos ni siquiera se percataron de su presencia. "Sin duda es un doncel, su figura no está nada mal... Qué decir de la cara. ¡No!, ¿Qué me pasa?, yo soy más hermosa aparte soy mujer.". Se alejó un poco esperando la oportunidad de acercarse al rubio, hasta que por fin Sasuke se apartó, quizá iba al baño.


 


Sakura no perdió el tiempo, se acercó a espaldas del rubio y le acarició el antebrazo. El rubio se dio vuelta con una sonrisa pensando que Shikamaru le estaba jugando una broma, para sorpresa de la pelirrosa al darse cuenta de que se había equivocado el rubio la apartó borrando la sonrisa.


 


-¿Qué haces aquí?- preguntó confundido. La pelirrosa soltó un leve resoplido mostrando que estaba molesta, por un momento había creído que Naruto se emocionaría al verla.


 


-Vine a acompañar a Sasori. Pero eso no es importante, en realidad sólo quería hablar contigo... Naruto, no sabes lo arrepentida que estoy...- bajó la mirada fingiendo tristeza- En realidad siempre te he amado, si te rechacé aquella vez de esa manera, por favor entiéndeme, era una chica de bachillerato, no sabía lo que quería, todas mis amigas estaban ahí y tenía miedo de lo que pudieran decir de nosotros. ¡Estoy dispuesta a hacer cualquier cosa para demostrarte que lo que digo es verdad!, incluso divorciarme de Sasori si me lo pides...- dijo esta vez mirándolo a los ojos.


 


El rubio ni se inmutó. Soltó un leve suspiro.


 


-Solo quieres mi dinero, ¿no? Deberías encontrar a alguien de tu misma clase. Si no mal recuerdo aquellas palabras fueron tu respuesta aquel día. La que no sabe nada eres tú, no sabes lo mucho que te agradezco el haberme rechazado, gracias a eso ahora encontré al amor de mi vida.- Naruto le dio la espalda para ir en busca de su doncel- Por cierto, hace un par de semanas me topé con Ino, ella tenía razón.


 


Sakura solo se quedó en shock, nunca había pensado que Ino le contaría algo a Naruto o que siquiera se hablaran. Como no contestó nada Naruto volteó a verla con una mueca de molestia.


 


-¿Sabes qué más?, Ino es mucho más madura que tú, francamente jamás pensé que podría decir algo como eso aún las recuerdo a ambas en el instituto burlándose de los demás, pero en realidad ella cambió, no como tú que sólo sigues pensando egoístamente, tienes un esposo que te espera y yo tengo a mi doncel, el amor de mi vida, vamos a tener un hijo- miró alrededor- Jamás podría separarme de ellos que son ahora mi familia, ¿en realidad creíste que caería con algo así Sakura?, no voy a hacer nada contra ti porque eres una mujer pero te pido de favor que no te vuelvas a aparecer frente a mí, ni que te metas en mi vida, mucho menos en la de mi doncel.


 


Naruto se fue dejándola ahí sola, nunca se había sentido tan humillada. Nadie nunca la había tratado así, siempre le decían la perfecta mujer que era, tan educada, refinada y respetada por los hombres, pero ahora ese hombre le había echado en cara sus defectos.


 


Corrió a esconderse en los baños para que nadie la viera llorar, luego de un rato se decidió a salir, cada que pasaba un joven con charola le quitaba una copa de licor, no podía sacarse de la cabeza las palabras del rubio. No encontraba por ningún lado a Sasori así que se puso a recorrer el lugar. Vio esta vez solo al doncel. La fiesta estaba llena de gente, Sasuke odiaba la multitud pero tenía que estar presente porque su prometido era el Presidente de la empresa.


 


Sakura apretó fuertemente ambas manos, poco le importó que sus largas uñas la lastimaran. Se acercó rápidamente al doncel, ella no estaba ya en sus cinco sentidos.


 


-¡Oye tú!- dijo con voz de rencor tomándolo del brazo con brutalidad, obligándolo a voltearse- ¿Sabes quién soy yo?, soy la mujer a la que Naruto ama, así que si sabes lo que es dignidad deberías dejarlo, él es mío.


 


Sasuke jaló brutalmente su brazo del agarré de la mujer.  Si sabía que ella estaba ahí porque Naruto se lo comentó un poco antes de dejarlo solo. A pesar de todo, no podía confiar en esa vulgar mujer.


 


-Dignidad, es lo que te falta.- contestó con voz fría.  Le lanzó una mirada de despreció y se marchó. "¡Ese idiota!, ¡Agh, Esto no se quedará así!"


 


Sasuke le contó lo sucedido a Naruto, el cual se mostró totalmente dispuesto a sacarla del lugar, pero el azabache solo contestó que no valía la pena. Por fin las cosas se calmaron y la velada transcurrió sin más problemas. Aquel par de molestos incidentes les parecían insignificantes a comparación de la alegría que les causaba estar a un par de semanas de su boda.


 


La fiesta terminó y ambos regresaron al apartamento de Sasuke, disfrutando luego de una larga noche de su mutua compañía. Los días les parecieron una eternidad.


 


Llegó el día prometido, se encontraban en el lugar favorito del doncel. Era una playa con excelentes vistas. Sólo fueron invitados pocos amigos y los familiares de ambos.


 


Naruto miró a Sasuke a los ojos, esos hermosos ojos negros y se inclinó un poco para darle un corto beso tierno con el cual sellaban la ceremonia. Él sabía bien que al azabache no le gustaba dar muestras de cariño en público. De cualquier forma el rubio sería recompensado esa noche bajo la calidez de las sábanas.


 


Siete meses y medio más tarde dentro de un hospital, Naruto sonrió felizmente al cargar al bebé entre los brazos mientras Sasuke sostenía a otro.


 


-Son hermosos...


 


El azabache había dado a luz gemelos. Sabían que Sasuke estaba embarazado pero no sabían que de gemelos, habían decidido que esperarían hasta que naciera el bebé para conocerlo sin importar del sexo que fuera porque desde que Sasuke solo tenía pocas semanas ya lo amaban, pero al ser dos bebés, ¡Se sentían el doblemente felices!


 


-Sasuke... te amo...- susurró Naruto con lágrimas en los ojos. El azabache lo miró con ojos cansados, y sonrió mordiéndose el labio inferior.


 


En ese momento entraron Shikamaru y Neji con su hijo.


 


-¡Felicidades Naruto!- dijo Shikamaru contento por su amigo.


 


-Gracias Shikamaru, mira, es tan hermoso como Sasuke- dijo mostrándole al bebé que sostenía- ¿Quieres cargarlo?


 


Shikamaru no se negó y cargó al bebé con mucho cuidado.


 


-Quiero otro bebé...- murmuró Neji. Sasuke al escucharlo volteó a verlo.- Es que se ven tan monos...- explicó el pelicastaño viendo a Shikamaru cargar el bebé.


 


-¿Y por qué no lo tienen?


 


-Shikamaru dice que aún es muy pronto.


 


-Usa el método de la aguja...- dijo el azabache con una pequeña sonrisa traviesa. Neji se la devolvió- Sabes a lo que me refiero...


 


 


                                                *************


 


Sakura salió sin prisa del juicio dejando salir un suspiro de alivio, estaba libremente feliz. Sí, acababa de divorciarse con Sasori gracias a las infidelidades de ella. De cualquier forma Sasori encontró la felicidad con una mujer llamada Mei.


 


Cuatro meses más tarde, en la mansión de la familia Haruno. Los ojos verdes de la pelirrosa se abrieron con sorpresa a la vez que se levantaba de la silla al escuchar semejante revelación.


 


-¡¿Qué...?, ¿por qué... por qué?! ¡¿Por qué?!- gritó con furia- ¡Esto tiene que ser una broma!, ¡Yo soy la única hija!, ¿Cómo es posible qué la herencia no sea mía?, ¡No puedo creer que mi padre tuviera una amante!


 


Estaba hecha una furia luego de que se enteró de que su difunto padre había heredado la mansión, cuentas bancarias y demás bienes a la hija que tuvo con su amante. Su madre no tuvo más opción que contarle la verdad.


 


-Sabes perfectamente que tu padre no se casó conmigo por amor y viceversa, era una obligación que teníamos con tu abuelo, al enamorarse de aquella mujer tuvieron una hija, por cierto muy brillante y humilde. No te había contado de aquella relación por miedo, pero yo se lo permití, quería que al menos uno de los dos fuera feliz. Yo estaba enamorada de otro hombre, pero se suicidó por mi culpa. Lo siento mucho hija, pero si tu padre tomó esa decisión es porque está consiente de las capacidades de cada una. De cualquier forma tendrás una pensión.


 


-T-tú...¡Maldita!...


 


-¡No te permito que insultes a mi tía! ¡Respétala!, en serio que no sabes nada del amor, es como dijo Ino, por eso pierdes siempre a quienes te quieren. Un ejemplo es Naruto.


 


Sakura se quedó callada y reflexionó. Perdió a Naruto, perdió la fortuna, su matrimonio, todo... Se levantó de su asiento y salió de la mansión.


 


Un par de policías la interceptaron en la entrada.


 


-¿Señora Haruno?- no contestó nada pero se sorprendió un poco- Queda arrestada.


 


-¡¿Qué?! ¿Ahora que hice? ¡No hice nada! ¡No cometí ningún delito!


 


-Todas las pruebas indican lo contrario, acompáñenos por favor.


 


Un policía se acercó y la hizo caminar hasta la patrulla. Estaba desconcertada, forcejeaba contra los policías pero sus esfuerzos eran en vano. Fue entonces cuando recordó lo que había hecho, hace un año había robado unas joyas en casa de Kurenai.


 


-¡Esa perra! ¡Suéltenme!


 


Sakura, ahora sí, se sentía completamente destrozada y desesperada, su vida tranquila y lujuriosa se ha acabado para siempre.


 


**************


Naruto tenía las manos en la cintura del doncel mientras lo besaba apasionadamente, pero no duro mucho tiempo porque un llanto les interrumpió.


 


-Tiene hambre- murmuró el doncel cogiendo al bebé varón. Mientras el rubio buscó el biberón para darle de comer.


 


Los labios del bebé atraparon la tetilla del biberón y empezó a beber la leche, mientras el doncelito estaba durmiendo con tranquilidad.


 


El rubio de quedó mirando a su esposo, tan hermoso...


 


Sonrió. Se acercó para depositar un beso en los suaves labios de su esposo.


 


-Te amo Sasuke- le acarició la mejilla, luego de que el bebé se volvió a dormir salieron de la habitación dejándolos en sus cunas.


 


Ahora estaban a solas. El pelinegro le regaló una pequeña sonrisa, su esposo lo conocía muy bien.


 


-¿Por qué no hacemos más hijos?


 


Naruto rio bajito.


 


-Pero sí apenas nacieron nuestros hijos...


 


El pelinegro alzó una ceja.


 


-Entonces esperaremos un año, después vamos a hacer más bebés, tú dijiste que querías una familia grande.


 


El rubio volvió a reír fuerte.


 


-Es cierto, pero aún recuerdo el miedo que sentí cuando el doctor dijo que estabas perdiendo mucha sangre durante el parto...- tragó en seco- No quiero perderte nunca...- los ojos azules del rubio se llenaron de lágrimas- Estoy seguro de que n podría soportar una vida en la que no estuvieras tú...- tomó la mano del doncel acariciándola- Te amo demasiado Sasuke.


 


Los dedos de la mano libre del azabache se posaron en los labios del rubio.


 


-Naruto, lo más importante es que estoy bien.- le dio un corto beso- Ahora déjame decirte que aunque no sea de muchas palabras lo que dije aquella vez es cierto: Siempre te voy a amar Naruto.


 


Naruto rio suavemente sintiéndose completamente feliz mientras sus lágrimas surcaban sus mejillas.


 


-No sabes lo feliz que me haces Sasuke- sonrió- Prometo que conseguiré hacerte doblemente feliz.


 


-Mi dobe, ya lo has hecho...


 


Amos se abrazaron y se dieron un beso. Naruto le hizo el amor a Sasuke en la recámara, quedando ésta como su único testigo.


 


-¿Sabes Naruto?, desde que te conozco siempre has sido como el sol para mi, iluminando mi mundo por completo y sacándome de esa forma de la oscuridad.- dijo entrelazando las manos con su esposo.


 


-En ese caso Sasuke, tu eres mi luna, siempre tan hermoso, guiándome y haciéndome sentir capaz de todo.- Naruto le dio un beso en la frente.


 


FIN.

Notas finales:

Bueno, les pido mil disculpas a los que si encuentran mis errores, así como el occ, soy fiel a las personalidades de Naruto y Sasuke, siempre intenté de no cambiar demasiado las personalidades de ambos, era muy difícil para mí pero hice mucho esfuerzo, espero que les comprenden y les gusten. 

 

Mil gracias a mi querida beta, Vanessa Sandoval por haberme ayudado a corregir y revisar este fic, en serio estoy muy agradecida con ella, con todo mi cariño.

 

Si quiere dejar comentario o crítica, adelante, gracias. 


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