Enemigos como tú
[1]
Naruto muerde la punta de su lápiz, como siempre, distraído de la clase que imparte Iruka, no es como si biología le interese mucho, a él le gusta más la clase de matemáticas, si, increíblemente el chico problema de la preparatoria y desobligado sólo presta atención en los problemas numéricos que con tanto esfuerzo se dedica a escribir Kakashi Hatake sobre la pizarra.
Hoy parece ser un buen día, sonríe por ello.
Sin embargo una pequeña pelota de papel golpea su sien derecha, y entonces ese buen día se ha ido al drenaje, en cuanto gira su rostro, encuentra un par de ojos negros que lo miran con una clara muestra de burla en ellos.
Esos bonitos labios susurran.
«Idiota»
Inmediatamente el Namikaze se pone de pie ignorando la apasionada explicación de Iruka acerca de la fauna silvestre, lo único que quiere es arrancarle la estúpida sonrisa al ser más despreciable de la tierra.
Sasuke Uchiha.
— ¡Naruto Uzumaki! —ignora el llamado de su profesor, Naruto se encamina a paso lento directo a Sasuke, quien bobaliconamente le muestra los dientes.
— ¡Hijo de…!
[2]
—Señora Uzumaki, de verdad no tengo ningún problema con Naruto, es un chico muy bueno y normalmente no tenemos problemas con su conducta pero al menos, cada mes, tiene una pelea con Sasuke Uchiha, y créame, no podemos permitir que eso dañe nuestra reputación. El joven Uchiha es un alumno ejemplar….
Bla, bla, bla. Naruto escucha la verborrea del director Hiruzen, él aprecia mucho a los Uchiha ya que son una familia distinguida dentro de la gran ciudad de Konoha, y claro, su dinero aportaba mucho a la institución. Pero lo que nadie comprendía era que Sasuke gustaba de joderle la existencia, le encantaba molestarlo por cualquier idiotez, como la de momentos atrás cuando le lanzó una bola de papel para instigarlo y con ello provocar su ira.
Su madre escucha atentamente las palabras de Hiruzen, es un hombre bueno con él, pero cuando tiene que disciplinar a un estudiante, lo hace sin chistar. Naruto suspira nuevamente, presiente que Sasuke se saldrá con la suya, como siempre.
—Vámonos cariño, tenemos que llegar a preparar la cena. —su madre le dice una vez que ha terminado de conversar con el director de la preparatoria, Naruto toma el aza de su mochila y se incorpora rápidamente.
Ambos caminan tranquilamente hacia el estacionamiento, Kushina es madre soltera, el padre de Naruto tuvo miedo de hacerse cargo del menor cuando tan sólo era un bebé, y ella con el corazón hecho jirones se hizo responsable de aquel pequeño bultito que no entendía nada de lo que estaba sucediendo.
Ella ama a Naruto, sabe que su hijo jamás le haría daño a otra persona –a menos que esta persona lo provocara,- y eso era justamente lo que Sasuke Uchiha hacia cada vez que se encontraban.
—Ese chico… Sasuke, de verdad es un idiota. —Naruto abre la boca sorprendido por las palabras despectivas de su madre hacia su compañero de clases. Y más que nada, porque es ella quien las está diciendo, su mamá, la de enorme corazón y sonrisa cálida.
— ¿Por qué lo dices, má?
—Porque sé que tu no lo amedrentaste a propósito, ese chico tuvo que haber hecho o dicho algo que te molesto. —Kushina abre la puerta del pasajero, la deja así para que Naruto entre, rodea su vehículo para situarse en su respectivo lugar.
— ¿Qué te dijo Hiruzen? —el menor cuestiona, Kushina le lanza una mirada cargada de cariño.
—Dice que no te castigará por ahora pero que debes mejorar tu comportamiento.
[3]
Sasuke Uchiha tiene una sonrisa de dientes blancos, reluciente y coqueta., Sakura Haruno camina a su lado con las manos en su espalda y una mirada llena de anhelo.
—Sasuke-kun, este viernes será el festival de las flores, ¿iremos juntos, verdad?
El Uchiha suspira desganado, claro que no quería ir con Sakura pero ya había prometido lo contrario, la pelirrosa fue tan insistente que terminó por hartarlo y respondió que sí, cuando quiso decirle que no.
—Uhm.
—Qué bueno porque Ino también vendrá con Sai. —sus labios dibujan una mueca que demuestra su desagrado pero que Sakura ignora. —Kiba, Shino, Shikamaru y Naruto con la prima de Neji, como se llama… algo que empieza con H.
Sin embargo Sasuke no hace caso a la incesante verborrea de la chica, se enfoca en mantener el nombre de Naruto intacto en su cabeza. Así que el idiota de la clase iría al festival, qué interesante se pondrían las cosas.
[4]
La semana pasó rápidamente entre tareas y promesas de exámenes parciales, el final del semestre se encontraba a la vuelta de la esquina, y el cierre de un ciclo para todos ellos, pronto se encontrarían realizando sus exámenes para la universidad. Naruto esperaba quedar en la Universidad de Sunagakure que se especializaba en matemáticas avanzadas y tecnología, era lo suyo, aunque un secreto para todos, porque pensaban que con su finta de pendenciero no iba a sobresalir en algo realmente importante, pero Naruto mantenía las esperanzas de quedarse en su universidad soñada.
Sasuke lo mira de reojo, luce tan distraído como de costumbre, no se extraña, pero le entra esa cosquillita por molestarlo como tantas otras veces. No sabe por qué razón le encanta ver ese rostro de niño descompuesto por la rabia, lo suyo era molestar al Uzumaki.
Prepara otra pequeña bolita de papel, Kakashi Hatake está dando su explicación sobre ecuaciones complejas y derivadas, no le interesa, se pondrá al corriente después, su prioridad es dar en el blanco.
Está tan atento en observar al distraído Uzumaki que no espera lo siguiente.
—Sasuke Uchiha, ¿podrías pasar al pizarrón a resolver el siguiente ejercicio? —Sasuke deja caer la hoja de papel debajo de su pupitre. Empalidece de la impresión.
Naruto se sonríe discretamente, al parecer tomaron desprevenido al Uchiha. Mira fijamente a Sasuke, se pone de pie elegantemente, y dirige sus pasos al frente. Las chicas suspiran cuando pasa a su lado envolviéndolas con su aroma a menta.
Él aprieta los dientes, le encantaría que se equivocara. Para su desgracia Sasuke es tan bueno en matemáticas como él, con un poco de torpeza resuelve correctamente el ejercicio.
El Uchiha sonríe feliz de salirse nuevamente con la suya, le entrega el plumón a su profesor y se dirige a su lugar, sin embargo, decide pasar por la fila de Naruto, y cuando lo hace sin cuidado empuja con su cadera la banca del rubio provocando que todos sus útiles escolares caigan al piso.
Kakashi lanza un suspiro de advertencia. Y Naruto lo mira desafiante, Sasuke le guiña el ojo con coquetería, lo que Uzumaki evidentemente no esperaba, y un violento sonrojo le cubre las mejillas.
[5]
—Mei-sama, ¿está segura que quiere instalarse en esta ciudad? —la joven moza tiene una enorme duda nadando en sus bonitos ojos obscuros.
La sonrisa de la pelirroja no le deja lugar a dudas, Konoha era una ciudad grande, un rincón perfecto donde realizar su poderosa magia, y cumplir los deseos de corazones heridos.
—Por supuesto mi querida Kurotsuchi, además necesitamos fondos, recuerda que en Suna no nos fue tan bien. —le dice a la pelinegra.
Kurotsuchi suspira profusamente. Si, la última ciudad terminó siendo un caos total, sólo esperaba que su jefa no fallara en esta ocasión
Otra vez.