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Si realmente quieres detenerme ¿porque no lo haces? por rocket_

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Notas del fanfic:

Juro que queria hacer una historia llena de amor, humor y estupideces.

pero esto nació despues de estar escuchando a mi banda favorita japonesa

SiM(silence iz mine) esta historia esta inspirada en las canciones gunshot y Rum. 

 

Me inspire en mafia y en un poco de sufrimiento, pero relax, es una historia de amor que (proximamente) tendra un final feliz.

 

a menos que...

 

un historia muy AU, me recordo a mis viejos tiempos en la categoria de "originales" asi que pido disculpas de antemano si me quedan muy fuera de personaje.

Notas del capitulo:

Poco dialogo.

en el siguiente cap. Se viene el plato fuerte.

Espero disfruten de la historia~

Sentado en el lugar de siempre Sinbad bebió de su vaso de ron, el hielo tintineó como cascabeles en el momento en que el cristal dejó sus labios.
En la barra solo se encontraba él, observaba a una banda de jazz tocar un blues lento y melancólico, unas mesas mas al fondo se encontraban un grupo de hombres jugando cartas, apostando mientras bebían, todos ocultando sus armas bajo sus abrigos, la mafia Fanalis eran clientes recurrentes de aquel bar, "El Destino". Al otro lado, en un privado, miembros de la familia Ren, los mas poderosos de la industria comercial, el lavado de dinero, su especialidad.
Y por supuesto, estaba él, Sinbad, el mítico asesino a sueldo quien tenia entre su séquito a los 8 asesinos profesionales mas temidos de todo el mundo, mas de 700 asesinatos en su haber, famoso por su poder, pero aun mas famoso como un amante espectacular.
No eran negocios, ni cuentas pendientes era el amor, justo lo que lo había llevado a ese lugar, esa noche.
Sintió el olor a lluvia, la tierra mojada y la puerta del bar abrirse, solo un segundo el aire cambio y un centenar de ojos de dirigieron fugazmente hacia la puerta, al verificar quien era todos volvieron a lo que hacían, solo un segundo bastó.
Como una rosa negra empapada de rocío aquel chico se sentó a un puesto de distancia de donde Sinbad se encontraba. Sus ojos rojos miraron hacia un lado, primero miró la chaqueta del famoso asesino, luego vio en dirección a su mandíbula, observo con detalle milimetrico como su manzana de Adán subía y bajaba por pasar un trago de alcohol. Desvió la mirada con molestia, ese hombre seguía acosandolo, lo seguían, se obsesionaban, había tenido experiencias pero todo acababa cuando sacaba su cuchillo y los amenazaba con cortarle lo que mas les dolía.
No podía hacer eso, no en esta situación, menos con ese hombre, el peor y mas molesto ser que alguna vez pudo existir, si, tenia tratos sucios con peces gordos, también con gente peligrosa, Judal estaba dispuesto a lo que sea con tal de salir de ese agujero en el que lo habían obligado a vivir, aun si tenia que robar, mentir, vender su cuerpo, todo por culpa de Ithnan, todo por culpa de ese proxeneta que le hacia la vida imposible, que lo martirizaba buscándole clientes, golpeándolo y torturándolo a la primera queja, eso había aprendido a muy temprana edad, pero ya no se quejaba, ya no lloraba.
Busco entre los bolsillos interiores de su chaqueta, las gotitas de lluvia que se habían acumulado en su cabello caían hasta ser una con su ropa, saco un estuche de metal muy delgado, de su interior sacó un delgado cigarrillo perfumado con esencia de vainilla, posandolo con cuidado en sus labios, guardando el estuche se reviso nuevamente los bolsillos, antes de que tuviera siquiera la oportunidad de encontrar lo que buscaba, una mano sostenía un encendedor con una pequeña, demasiado pequeña llama azulada, prendió su cigarrillo dando una bocanada al filtro, la luz murió y Judal miro a Sinbad, soltó el humo en su dirección, mirándolo de forma despectiva.
-gracias-

El orgullo, el ego, la petulancia y la dignidad, todas cosas que Sinbad conocía bien, todas cosas que aquellos ojos rojos de maquillaje corrido mostraban a la perfección, si, Judal lo odiaba, y con buenos motivos, asuntos que iban mas allá de lo comprensible, porque el rencor de un niño herido y dolido no eran cosas con las que él podía lidiar, porque sentía que jamas podría redimirse ante aquellos ojos llenos de desprecio, ojos que jamas le habían mentido, jamas, ni siquiera cuando despreocupadamente lo había arrastrado al baño, encerrado en un cubiculo, y lo había echo suyo con tanta pasión que Judal había gritado su nombre tantas veces que sabia nunca se le olvidaría, no, esos ojos nunca mentían, había amor e inocencia, una necesidad que gritaban desde el fondo de su alma. Pero entonces la realidad los había golpeado, y los ojos que lo habían mirado de forma amorosa ahora lo veían con enfado y desesperación, brillantes por las lagrimas que no se permitía y solo una frase saliendo de su boca.
-pagame-

Quitó aquel recuerdo de su memoria, le indico al barman con la mano que sirviera otro vaso de ron, pero esta vez para Judal. Se ganó una nueva mirada de desprecio, la que siguió fulminandolo aún cuando el contenido fue bebido de un solo golpe.

Lo odiaba, lo odiaba, lo odiaba.

Lo amaba.

Odiaba su amabilidad, odiaba su lastima, odiaba cualquier clase de pensamiento que Sinbad pudiese generar sobre él, odiaba no tener la capacidad de simplemente abalanzarse sobre ese hombre y quererlo, ser libre para amarlo y ser digno para amarlo.
Cargaba con demasiadas penas, demasiados pesares, había querido a Sinbad desde que lo vio por primera vez, en aquel orfanato, se habían echo amigos, se habían echo promesas de amor inocente y se habían roto mutuamente.
Porque sí. Fueron separados, tuvieron vidas difíciles y Judal no se sentía limpio, digno... Tal vez su cuerpo estaba mancillado, pero se sentía puro.
Y la vergüenza no lo dejaba en paz, porque él quería huir, quería ser libre, quería volver a empezar, reencontrarse con Sinbad de una forma correcta, pero no lo había echo.
En años... Nada había cambiado, el jamas dejo de vender su cuerpo y jamas dejó de querer a Sinbad, y por eso le dolía la mirada de ternura que le devolvía cada vez que intentaba mirarlo con odio.

¿Porque ahora?¿porque de esta forma?¿tanta lastima doy?

Movió un dedo en señal de que le sirvieran otro, dio otra bocanada a su cigarrillo, sus pensamientos lo estaban acabando, le carcomían la mente y lo amenazaban con volverlo loco.

Sinbad miró las muñecas delgadas de Judal, su piel blanca mostraban manchones violáceos y verduscos, y luego miro sus manos, dedos delgados que se aferraban con fuerza al vaso vacío, pensó que su mano lucia como una araña blanca.
Bebió lo que restaba de su bebida con apuro, metió uno de los hielos en su boca y lo trituro con los dientes, estaba molesto.
Esa noche se encargaría de aclarar todo, lo solucionaría todo.
Había sido consumido por ese amor violento que lo cautivo desde siempre.
Liberaría a Judal de su miedo, de su pasado y de los terribles sentimientos que lo tenían en el mesón del bar aferrandose a un vaso de ron.
-ven conmigo, Judal-

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado.

primera vez que hago un fanfic casi en el momento en que lo pensé xD la musica es muy util.

por cierto SiM es una banda de screamo dubstep ska reggae japones xDD si, asi mismo xD

 

pues... Como siempre digo, es un honor que le den una oportunidad a mis fanfic, si les gusta lo suficiente un review si tienen tiempo <3 y si no, gracias por leer y entretenerse con esta historia <3


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