–¡Oye Bang!– me llama mi mejor amigo desde el otro lado de la tienda donde trabajamos.
–¿Qué pasó?– le pregunto sin voltear a verlo mientras acomodo una caja en uno de los estantes más altos.
–¿Qué ha pasado con Zelo? Ya no lo he visto.
–Ha estado estudiando y ya no podemos vernos tan seguido.– respondo sintiendo mis hombros tensarse ligeramente, esperando que Himchan no lo haya notado.
–No es verdad.– me dice dejando lo que hace y encarándome de frente.
–¿Por qué no lo sería?– le respondo, tratando de que mi voz suene desinteresada y mi postura se vea relajada.
–Porque te conozco de toda la vida y sé cuando mientes, Bang Yong Guk.– me contesta en tono de reproche.
–Bueno, te diré la verdad.– lo miro directamente a los ojos y tomo aire antes de proseguir y le digo en tono teatral–; Se lo comió un león.
Golpea mi cabeza en la palma abierta y lo miré enfadado, porque ¡rayos! Cuando quiere tiene incluso más fuerza que yo.
–Deja de decir ridiculeces.
–Está bien, la verdad es que no he hablado con él, me dijo que tenía un proyecto, supongo que ha de estar ocupado.– es otra mentira, pero ahora mi pelinegro amigo parece estar satisfecho con la respuesta.
–Yong Guk hyung.– me llama con la mano Daehyun desde su asiento en un local de helados dentro del centro comercial.
–Hola chicos.– saludo a mis amigos.
Frente a mí se encuentran Daehyun y Himchan y casi escupo la bebida que me acabo de comprar cuando Daehyun me pregunta:
–¿Y Junhong? Antes venía seguido contigo cuando salíamos, pero ya no he sabido de él.– no entiendo porque mis amigos están tan interesados sobre lo que pasa entre yo y Zelo.
–Ha estado ocupado con la escuela. En realidad, te manda saludos.– una mentira más y siento que me estoy convirtiendo en un experto en mentir.
Agradezco que Himchan haya ido a otro local a comprar café, sino se hubiera dado cuenta que miento. Pero Daehyun no es tan intuitivo como él y no pregunta más.
Volteo a ver para donde está el mayor de mis dos amigos, y sigue en una fila que parece no avanzar; me burlo de él internamente, pero mi sonrisa se borra cuando veo un chico hablando con él.
Trato de esconderme detrás de mi vaso de bebida de frutas, pero es demasiado tarde, Jong Up me ha visto y se dirige hacia nosotros.
–Buenas tardes, hyungs.– dice cuando ha llegado a nuestra mesa.
–Hola, Uppie.– lo saluda feliz Daehyun y yo sólo asiento en su dirección.
–Yong Guk hyung, siento lo de Junhong.– lo miro alarmado, con miedo de que diga algo más. Pero para mi suerte no lo hace y se retira después de dirigirnos una leve reverencia.
–¿Qué pasó con Junhong?– me pregunta serio Daehyun.
–Se encontró un tiburón en el mar.
–¿Qué?– parece no causarle gracia lo que le he dicho.
–Es una broma. No pongas esa cara.
–No juegues así, Bang. ¿Qué fue lo que realmente pasó?
–Peleamos y no hemos hablado en un buen tiempo, nada que no se arregle.– una mentira más. Trato de sonreírle, pero debajo de la mesa mis manos tiemblan.
He invitado a mis amigos a mi casa para ver películas y pasar la noche. Antes de que lleguen leo una vez más las tarjetas que he preparado con excusas si me vuelven a preguntar sobre Zelo.
Himchan y Daehyun llegan haciendo un gran escándalo como si estuvieran en su casa; yo sólo río, jamás podría enojarme con ellos por más ruidosos que sean, son excepcionales y lo único que evita que caiga en depresión.
Después de un rato de ver películas y reír por estupideces Himchan toca el tema al que le he huido toda la noche.
–Yong Guk, ¿no crees que tú y Zelo ya pasaron mucho tiempo peleados? Es hora de que lo llames.
Toma mi celular y yo se lo arrebato, alarmado.
–¡No!– le grito.
–No seas orgulloso.
–No lo soy.
Himchan entorna sus ojos y me pregunta.
–¿Qué es lo que realmente pasa?
–La verdad es… que Junhong se fue a estudiar al extranjero.
–Ajá, como si te fuera a creer. ¿Qué es lo que realmente pasa? Y no me salgas con otra de tus tonterías.
–Dinos la verdad, hyung. Y no nos vayas a decir como la última vez, nadie te creyó ni por un momento que Zelo quedó atrapado en arenas movedizas. No eres bueno mintiendo, aunque tengo que admitir que me reí bastante.– Daehyun suelta una ligera risa pero en su rostro se refleja genuina preocupación.
Me dejo caer derrotado sobre el sillón, me paso las manos por el cabello y decido decirles la verdad.
–El me dejó. Pero no les quería decir porque me hace sentir patético y la verdad, duele demasiado.
–¿Por qué lo hizo?– pregunta enfadado Daehyun.
–Al parecer jamás me quiso. Yo me imaginaba toda una vida junto a él, pero al parecer el no pensaba lo mismo. ¿Qué debería hacer?– pregunto a los dos y a ninguno en específico.
Me doy el lujo de soltar las lágrimas que no había llorado en semanas y algo del dolor se va con ellas. Pero el sufrimiento aún es fuerte.
–Bueno, llorar y contarle a tus amigos la verdad es el primer paso para superar un corazón roto.– me dice Himchan mientras toma mi mano. Lo miro y me sonríe. Le regreso la sonrisa y lloro el resto de la noche. Pero ya no estoy solo.