El grito resonó por toda la mansión, escalofriante y lastimero, cada huésped de la casa lo escucho pero nadie hizo nada, después de todo, la mayoría de las noches era lo mismo. Solo él se levantó de su cama rápidamente, ignorando el terror que subía poco a poco por su espalda y que amenazaba con retenerlo; recorrió como cada noche los largos y oscuros pasillos hasta llegar a la habitación, incrustó la llave en la cerradura y el crujir de la madera fue la única bienvenida que recibió.
La oscuridad reinaba en la habitación, eso no era una novedad para él, creía incluso que después de tantos años, sus ojos ya se habían acostumbrado a ello tanto como para poder diferenciar entre las penumbras la silueta que se agazapaba entre las mantas de la cama. Para cualquiera hubiera sido terrorífico, un bulto escondido entre las sombras del que brotaban quejidos lastimeros y respiraciones entrecortadas, pero no para él.
Encendió la luz, y supo entonces que esta había sido la tan odiada pesadilla ya recurrente, la peor de todas; esa que lo dejaba paralizado y entumecido por horas; no podía hacer nada más que ser un observador de su dolor. ¿Hacía cuanto sucedía esto? ya ni siquiera lo recordaba, pero si de algo estaba seguro era de no querer volver a ver jamás así a su niño.
-Fue la pesadilla de siempre- y esa no era una pregunta.
Él no respondió, después de eso nunca lo hacía. Así que solo le quedaba hacer lo que siempre hacía, esperar. Iruka era un experto en eso.
POV NARUTO
Todo era de un color blanco enfermizo, no había nada a su alrededor, nada a lo que aferrarse, nada que lo pudiera ayudar, estaba solo, y para él ese había sido siempre su más grande temor. De pronto ya no lo estaba, la habitación se lleno de personas, gente que el conocía, rostros familiares sonriéndole, entonces en su mano apareció un cuchillo; él lucho contra ese instinto animal que le pedía que lo hiciera, que los matará, uno por uno, pero no pudo. Uno a uno fueron cayendo a sus pies los cuerpos sin vida de las personas que amaba, con sus rostros desfigurados en muecas grotescas llenas de miedo, miedo por él, miedo a él, y la habitación ya no era blanca sino roja y él estaba solo, de nuevo. Entonces despertó, envuelto en sudor y jadeando de terror, y lo que encontró fue solo una habitación oscura y las penumbras sobre él, llamándolo por su nombre y riéndose en su cara, porque su pesadilla era real, él estaba solo.
Sintió cuando Iruka entró en su habitación, pero no podía mirarle, no después de lo que había soñado; no respondió a su pregunta después de todo no hacía falta una confirmación para ello.
Vio como Iruka lo miraba, con ternura con amor, y sobre todo con el anhelo de ver al Naruto de antes, pero eso no era posible, ya no; lo habían destrozado, cada partícula de él había sido destruida y pisoteada, del Naruto de antes ya no había nada, solo las sobras de lo que fue un día, ahora las risas y las alegrías eran solo recuerdos perdidos en algún lugar de su mente, pero no siempre había sido así. Hubo una época en que todo había sido distinto, en la que tenía una familia, unos padres que lo amaban y un hermano que lo protegía; pero aquellos ya eran solo dolorosos recuerdos.
Fin POV NARUTO
Hacía pocas horas que ya había amanecido pero la habitación seguía a oscuras, las cortinas seguian cerradas, Naruto lo prefería así.
-Debo ir a despertar a Konohamaru sino llegará tarde a la escuela, además debo preparar tu desayuno, ¿me esperaras?- Iruka se golpeo mentalmente por ser tan idiota, aunque quisiera, Naruto tenía prohibido salir de su habitación- Iré abajo y alistare a Konohamaru, luego vendré con tu desayuno y te ayudaré a darte un baño, si?; bien ahora regreso.
Salió de la habitación con paso rápido, llevaba consigo la sensación de que aquel no sería un buen día, porque?, porque las pesadillas nunca auguraban nada bueno, eran algo así como un llamado a la desgracia, y vaya que lo eran porque la desgracia hecha persona se topo con él en el pasillo.
-Al parecer no dormiste bien anoche Iruka.
-Señor, buenos días-dijo haciendo una reverencia.
-No hay nadie aquí, no tienes que fingir respeto por mí.
Si, eso era lo que el hacía siempre, provocarlo- Yo soy el empleado y usted el patrón, se supone le debo respeto.
-si, se supone que sí, pero tú no me respetas Iruka, tú me odias. Pero no me has respondido ¿Pasaste una buena noche? - Contrólate Iruka, tu puedes, solo....
-Amor?? Iruka?? Acaso están cotilleando y no me invitaron??
-Muñeca, pensé que te levantarías tarde, dijiste que no tenias pendientes por resolver- dijo, mientras la apegaba a él en un abrazo.
-No, no dije eso, es solo que tú nunca me prestas atención; pero dime Iruka ¿acaso mi marido y tú estaban cotilleando de algo importante?
-Oh, no, no Mito-san, como se le ocurre, el señor Hashirama solo estaba dándome los buenos días-dije con toda la amabilidad que pude reunir, después de todo ella me caía bien.
-Bueno, espero que no me estén ocultando un buen chisme eh. Amor-dijo refiriéndose a él-ven conmigo, hasta luego Iruka.
-Hasta luego Mito-san, Señor Hashirama.
Entraron a la habitación, claro no sin antes de que el "señor" Hashirama me asesinara con la mirada. Me quede observándolos, aún no entendía como Mito-san, la mujer más dulce del planeta podía haberse fijado en un hombre como él; ella no solo era dulce, era hermosa tambiém, con su largo cabello rojo, sus ojos negros y su amable sonrisa; un verdadero desperdicio al lado del marido que tenía.
-Que lástima-dio suspirando- Oh no !!!! llegará tarde....
Se dirigió a toda prisa a los cuartos de servicio, donde era su habitación; y ahí estaba él, aun en la cama, indiferente de cualquier cosa que no fuese soñar, su bebé, uno de sus tesoros más preciados.
-Konohamaru, hijo, es hora de despertar.
-uhmmmm, solo 5 minutos más...
-nada de eso, vas a llegar tarde a la escuela, levántate ya.
-por favor oto-chan- dijo mientras se enrollaba aún más en las sábanas.
-Si no te levantas ahora, no jugarás en la tarde con Naruto-kun.
Y como alma que lleva el diablo, se levanto corriendo de la cama- Eso no es justo, eres un chantajista oto-chan!!!!!
-Como me has dicho????
-Nada, nada, oto-chan dije que muy buenos días!!!- dijo con cara de pánico
-ve a bañarte rápido, es tarde.
-Si, si ya voy- dijo mientras se metía a la ducha- Oto-chan??? Naru-niichan esta bien???
-Eh???
-Yo lo escuche anoche- dijo mientras me mostraba una carita de tristeza
-si hijo, Naruto esta muy bien, ahora ve ya a bañarte, y en la tarde podrás jugar con él.
Ni siquiera me contesto, corrió a la ducha como si mil perros salvajes lo persiguieran, así era Konohamaru, siempre impaciente cuando se trataba de Naruto; lo consideraba como su hermano y hasta lo llamaba nii-chan, a pesar que él, Konohamaru, era solo mi hijo, hijo de la servidumbre, y Naruto el hijo del patrón.
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POV HASHIRAMA
-Amor, ven conmigo- dijo mientras me jalaba hacia la habitación.
-Algún problema?? Si es por lo de Iruka, no estábamos.....
-No es por eso-me interrumpió-es por Naruto, también lo escuchaste anoche, no es así??
-No se de que hablas-conteste bruscamente
-si lo sabes ¿dime desde hace cuánto se despierta gritando por las noches, eh?, ¿es que acaso no te importa lo que le sucede?
-¿Cuántas veces tengo que decirte Mito, que no te metas en eso?
-¿Qué no me meta? es tu hijo, no el mío, y parece que a mí me preocupara más que a ti !!!
-No digas estupideces-le grité, y me arrepentí al instante al ver su rostro lleno de temor-lo siento, yo...escucha, él esta bien, ya te he dicho que él esta yendo con el psiquiatra, no te preocupes si..
-Siempre es así cuando hablamos de Naruto, que misterio hay en torno a él Hashirama? siempre que te lo pregunto me evades y yo...
-Dejémoslo por hoy Mito, no quiero discutir
-Ya, como siempre, no es cierto?
-Siempre que hablamos de él discutimos y peleamos, deja el tema por la paz…
-Sabes que no puedo, yo solo quiero respuestas
-Pues yo no voy a dártelas, así que será mejor que te acostumbres y dejes el tema en paz de una vez por todas.
Me dirigí hacia el baño, necesitaba una ducha urgente, relajarme, sino perdería los estribos y no podía hacerlo, no por él. Pero Mito se empeñaba en sacar el tema, quería olvidarlo, olvidar que él existía, era por eso que le había prohibido salir de su habitación, comer con nosotros, incluso le había prohibido mirarme en las remotas ocasiones en que lo veía; porque quería erradicarlo de mi mente, porque no soportaba ni siquiera mirarlo.
Termine de ducharme, y salí a la recámara, Mito estaba sentada en la cama, no me dijo nada, yo tampoco a ella. Me pude un traje hecho a mi medida, era mi atuendo diario, me observe en el espejo, pero ni siquiera veía mi reflejo, necesitaba un vaso de Vodka con urgencia. Me dirigí fuera de la recámara, no podía estar más allí, el baño no había ayudado, pero yo ya sabía lo que aliviaría mi ira....
-No desayunaré contigo, debo salir...
-Haz lo que quieras
Evite a Mito, y fui al único lugar donde podría apaciguar mi cólera. Su habitación estaba lejos de la mía, así lo había decidido yo, camine hacia a ella y me detuve en la puerta, estaba con llave, saqué mi copia, una de las dos únicas que había y entre.
Él estaba parado junto a la ventana, la habitación estaba oscura, y aun así, yo podía distinguir el color de su cabello, rubio, como el sol más brillante, y sus ojos no hacía falta que me miraran para describirlos, eran azules incluso más bellos que el mismo cielo, ese era él, tan idéntico a .....No, solo compararlos eran una blasfemia, no podía castigarme así, alguien debía sufrir, y sin duda ese no era yo..
-Humm, esta tan oscuro aquí, sin duda el lugar perfecto para una rata como tú-no volteo a mirarme, él sabía que no debía hacerlo- No vas a responderme???
-Buenos días, Señor- dijo débilmente, como si incluso contestar le doliera.
-Buenos??? No tienen nada de buenos. Por tu culpa me peleé hoy con Mito, dime ¿Cómo debería castigarte?
Él no contesto-te estoy haciendo una pregunta, mírame cuando te hable- Grave error, él lo hizo, él me miro, y sentí que mi mundo se derrumbaba, Naruto era idéntico a él, y verlo así, tan…muerto, solo me hizo odiarlo más, él no merecía siquiera ese rostro...Él debía pagar, y yo me encargaría de cobrar su deuda.
El golpe resonó en la fría habitación, duro y seco, Naruto lo recibió con resignación, como si fuera parte de su rutina y vaya que lo era. Seguí golpeándolo, y él ni siquiera se defendía, lo odiaba por eso, por ser tan débil, por manchar su recuerdo, estaba tan ensimismado golpeándolo que no me di cuenta cuándo Iruka entro en la habitación...
-Por dios, va a matarlo, déjelo ya-dijo mientras me apartaba y lo acunaba en sus brazos
-Tú no te metas, lárgate de aquí si no quieres sufrir las consecuencias también- lo amenacé, pero no surtió el efecto esperado
-A sí, y que me hará, golpearme también...le recuerdo que ya lo hizo una vez, y no sirvió de nada
-Solo eres un maldito sirviente, no tienes la autoridad..
-Y usted si la tiene??? Lárguese ahora, váyase.
-Y piensas que voy a obedecerte, criado estúpido??? Recoge tus cosas y a tu estúpido bastardo y lárgate de mi casa !!!
-Piensa correrme?? ja no me haga reír....
-I-Iruka... llamo Naruto - Iruka era su punto débil y yo lo sabía...
-No Naruto, si yo sigo aquí, no es nada más que por ti-le hablo con una ternura que yo jamás había oído en él- y usted "Señor"-me dijo con todo el asco que pudo reunir- atrévase a correrme, vamos hágalo, a ver si encuentra a alguien que haga de carcelero de su hijo y que no divulgue todos sus cochinos secretos...
-En 5 minutos podría encontrar a alguien que lo mantuviera vigilado, así que tu y tus estúpidas amenazas pueden irse a la mierda
-Y porqué no se va usted????? en serio cree que sin mí, Naruto duraría mucho tiempo?; si yo me voy tenga por seguro que Naruto no aguantaría un día más, y usted perdería a su fuente de diversión más preciada- dijo mirándome con odio contenido
Y yo lo sabía, sabía que ese estúpido doncel tenía razón, si él se iba, Naruto no duraría mucho, y yo lo perdería, y eso no podía ocurrir, él aún tenía mucho que pagar, y yo mucho por disfrutar de su sufrimiento.
Salí de allí con Iruka mirándome enfurecido acunando a un Naruto herido, me dirigí a mi despacho, y me encerré allí.
No sabía cuanto tiempo había pasado, solo que habían muchas botellas de vodka vacías sobre mi escritorio; y a que a pesar de todo el alcohol, aún tenía su imagen en mi cabeza, rubio y ojos azules, ahí estaba Naruto mirándome, triste y con la mirada vacía, y de repente ya no era Naruto sino él, solo él.....
-Minato....
Dolor, solo pronunciar su nombre me causaba un dolor indescriptible; entonces ya no era solo su nombre o su imagen, era su risa, su mirada, sus palabras.... Sus recuerdos, solo eso me basto para transportarme al pasado, a un pasado que quería olvidar pero que jamás se iría, jamás......