A su corta edad de 7 años, su vida era feliz, sin ninguna preocupación, solo su pasatiempo era estar con sus juguetes y estar con sus pequeños amigos de la escuela; le gustaba mucho sonreír y siempre cada vez que veía a su hermano, él iba a abrazarlo...
Un día toda esa alegría cambio, él pequeño casi no comía, ya no le gustaba hablar con sus amigos y todo porque sus padres se separaron; ambos adultos llegaron a una conclusión muy extraña, la madre se quedaría con el hijo mayor y el padre con el menor; a él pequeño no le gusto para nada esa idea, él no quería que su familia se destrozara y mucho menos que lo separan de su hermano...
Después el tiempo se volvió muy lento para el menor, la casa se sentía muy sola, muy vacía, él se quedaba solo, ya que su padre trabajaba mas para darle mejor vida, para darle obsequios y llenar ese vacío por la ruptura que pasaron.
Un día estaban desayunando, todo en silencio, hasta que uno de ellos lo rompió...
- Papi, quiero visitar a mi mami- dijo el menor cabizbajo, mientras con su mano movía la cuchara en la sopa.
- Ya te e dicho que no, ni siquiera lo menciones- dijo Fugaku muy serio.
- P-pero, quiero verla y también a mi herma...-
El adulto le dio una bofetada al menor y éste comenzó a llorar, corriendo directo a su recamara, Fugaku no le dio tanta importancia, recogió los platos y se marcho; mientras que Sasuke estaba en su cama, agarrando una almohada y comenzando a recordar los momentos que para él en ese instante fueron felices y que ahora ya no lo serán jamás, se quedo dormido, pero su única alegría era imaginarse de nuevo a su familia junta...
Él pensaba que alguien lo salvaría de lo que estaba sucediendo, de su tristeza, y que todo volvería a la normalidad, pero lamentable mente no ocurrió, él perdió toda la esperanza cuando su madre nunca le llamo y ni le visitaba.
Sasuke al tener ya 15 años, trataba de afrontar la realidad, pero los recuerdos y pensamientos lo invadían por completo, en los cumpleaños ya nadie estaba con él, ya no tenia amigos, todos lo evadían, y nadie se tomaba la molestia de preguntar - ¿Te encuentras bien?, ¿Qué te sucede?, ¿En algo te puedo ayudar?-
Su padre se había enamorado de otra mujer, cuando se entero que iba a tener un medio hermano, le causo mucha tristeza y volvió a recordar a su "familia feliz", nuevamente hizo que se cerrara en su propio mundo; su padre le dio mas importancia a su nueva esposa...
Los pensamientos de Sasuke solo se basaban en matarse y ya no saber nada del mundo, ni siquiera de su cuerpo, él encontraba la forma de sacar esa tristeza, el rencor, el odio, solo dándose pequeños cortes en sus brazos o en las piernas, para él ya nada tenia sentido, tal vez no era él único que estaba sufriendo en este mundo...
Los días siempre eran los mismos, nunca había algo que le hiciera sonreír, en su escuela era el único que estaba hasta el rincón...
- Buenos días jóvenes, hoy van a tener a un nuevo compañero de clase, quiero que le ayuden a encajar en el grupo y al estar al pendiente de las materias, ok- dijo el profesor Iruka seriamente, las chicas comenzaron a platicar y formularse ideas de como era, -Silencio por favor; Adelante puedes pasar- las chicas estaban ansiosas al igual que los varones...
Sasuke le daba igual quien entraba y salía del salón, siempre manteniendo su mirada en un libro o a veces en la ventana.
- Hola... mi nombre es Neji Hyūga- dijo muy nervioso, ya que la mayoría se le quedaba viendo con mucha intensidad, él pensaba que se veía muy raro, pero la mayoría de las chicas pensaba lo contrario.
-Muy bien, puedes tomar asiento en donde sea, sigamos con la clase jóvenes-
Él joven de ojos perla se sentó a lado de Sasuke, pero este no le dio importancia; las clases siguieron normal, ya casi era la hora de su receso, varias personas intentaron hablar con el chico ingresado, pero éste solo quería a alguien que le ayudara a estar al pendiente con las materias, mientras los demás solo querían intentar sacarle provecho al momento.
Cuando al fin toco la campana para el receso algunas chicas se le acercaron a Neji tratando de platicar con él, mientras la mayoría iba a comprar comida o a caminar; Sasuke se quedo guardando algunas cosas, y sacando una manzana, después se marcho, yendo por la cafetería a comprar un pequeño jugo, al comprarlo fue a sentarse en el pasto, observando como la gente era alegre, se divertía con pequeñas cosas; trato de evadir los recuerdos familiares y comenzó a pensar en otras cosas, al terminar sus alimentos regreso a su salón, el chico de los ojos negros volteo a ver su asiento, pero éste desvió un poco su vista y accidentalmente cruzaron miradas, rápidamente ambos las desviaron, Sasuke solamente fue a su lugar correspondiente y trato de leer un libro, pero cierta platica a lado de él le incomodaba...
- Yo te puedo ayudar con algunas materias - decía una peculiar chica de cabello rosa, mientras empezaba a tocar su cabello.
- Am... gracias por quererme ayudar, pero tu presencia me incomoda- dijo Neji algo engreído, Sasuke al escuchar lo que dijo tal chico, de la nada se le salió una pequeña risita.
- Ahh... que horrible, Sasuke sonrío - dijo algo alterada y a la vez olvidando lo que le dijo Neji; todo el salón quedo en silencio y voltearon a ver al chico de los ojos negros solo por un instante, después llego el profesor y volvieron varios a sus respectivos asientos.
Al finalizar las clases la mayoría empezaban a guardar sus cosas y Sasuke solo sabia que comenzaría lo peor.