Belleza es una noción abstracta ligada a numerosos aspectos de la existencia humana. Pero en este caso, yo me refiero a la belleza física. Desde pequeño, nunca di muestra de belleza, quedando opacado por la de mis hermanos. Se supone que para un omega como yo, príncipe menor de Arabia, debo estar rebosante de belleza. Pero no, soy mas feo que una patata podrida. Soy el menor de siete hermanos:
1.- Nasri Jara: Alfa, príncipe comandante de las fuerzas militares de Arabia.
2.- Gadiel Jara: Alfa, príncipe. Gemelo del tercer hijo.
3.- Rayhan Jara: Alfa, príncipe. Gemelo del segundo hijo.
4.- Alia Jara: Beta, princesa.
5.- Sahira Jara: Omega, princesa.
6.- Hassan Jara: Omega, príncipe.
Y finalmente yo, Allen Jara, un omega soñando con encontrar su media naranja. Mi padre el sultán Farid Jahar, ama mucho a mi madre, un dulce y amable omega de nombre Shahid. Mi nombre no es árabe, pero según una anécdota de mi padre, le gusto cuando lo oyó durante su estadía en un reino aliado el cual es extranjero. Y cuando se lo dijo a madre, quedó fascinada con el nombre “Allen”.
En estos momentos, estoy pensando sobre el amor. Alia consiguió casarse con un príncipe de un reino vecino, ese lazo fortaleció la alianza. Si tan solo fuera hermoso.. Doy un gran suspiro, me paro de la cama y dirijo hacia el espejo de cuerpo completo. No soy alto, mido 1.53, no soy delgado con curvas, soy un gordo sin remedio. Acaricio las hebras de mi cabello, es corto, textura rizada, color azabache. Ojos tono turquesa, largas pestañas, cejas pobladas, pecoso, nariz respingada.
Toc toc.
- Pasen. -Dije sin mucho ánimo, viendo mi cuerpo desnudo en el espejo, estoy muy lonjudo.
- Hermano. -Oh, es Rayhan. Al notar mi desnudez, voltea con rapidez a otro lado. Tomo una bata del perchero y me la pongo.- Nasri te busca, te ha traído un obsequio. -¿Nasri volvió? Eso es bueno.
- ¿Donde..? -No pude terminar la frase. Nuestro hermano mayor Nasri entró a la recamara.- ¿acaso no saben que es malo que un omega esté a solas con un alfa? peor la situación, tapado solo con una bata, y dos alfas en la habitación. -Dije burlón.
Mis hermanos Alfa son muy apuestos, pero nadie se compara a Nasri, estoy orgulloso de decir, el es mi hermano mayor. Un atractivo príncipe comandante. Alto, fornido, de cuerpo tonificado. Larga cabellera, textura rizada, tono azabache. Nariz recta, ojos azul marino, cejas delgadas. Todo un adonis idealizado. Lleva en sus manos un gran costal que carga sin problemas.
- Somos hermanos, querido Allen. -Dijo con una carismática sonrisa. Deja el costal en el piso, haciendo que libros salgan de él.
- ¡Oh, Nasri! -Con rapidez corro hacia él.- Muchísimas gracias.
- Son los libros sobre hechicería que tanto pediste. Incluso te traje un bonus, una enciclopedia de especies.
- Enserio, no se como agradecertelo.
- Basta con que me sonrías a mi.
- Jaja tan bromista como siempre.
- Hm, hm. -Aclaro su voz Rayhan.- Hermano, padre nos espera.
- Nos vemos en la cena, Allen. -Se despidió Nasri, con una delicada sonrisa.
En este mundo existe lo que muchos llaman fantasía. Desde caballeros peleando contra dragones, a elfos combatiendo contra ogros. Y la majestuosa hechicería. Aquí la hechicería es rara de ver, Arabia es conocida por sobresalir en fuerza sin necesidad de un hechizo. La cena estuvo exquisita, no quería comer tanto pero mi madre insistió que tenía que terminar el plato. ¿Es que no ve mi peso? No quiero engordar mas. Y me acompleja mas el ver al hermoso de Hassan. Finas curvas, caderas anchas. Una belleza envidiable. Preferí irme a dormir primero. Hassan ya tiene un compromiso arreglado ¿y yo? si, lo mas seguro me casare con el perro de la realeza, pero dudo que hasta una mascota me quiera como pareja. ¿Porque es tan difícil encontrar el amor? Hmm, mejor sigo reflexionando sobre mi soledad mañana. Tengo tanto sueño.
*
*
*
*
*
*
*
El ruido es mucho. No puedo dormir a gusto. Espera.. Este olor… ¡Es fuego! Rápidamente escucho la puerta abrirse de un portazo.
- ¡Principe, debemos escapar! -Grito una sirvienta. Puedo escuchar los alaridos. ¿Que rayos esta sucediendo? Gente corriendo por los pasillos, los soldados de nuestra amada Arabia atacando a los civiles.- ¡Vamos, por aquí! -Me tomo de la mano y comenzamos a correr. Pero rápidamente quedó perplejo al ver como un sello aparece en su espalda, destrozando por completo su cuerpo.
Como si el mundo se moviera en cámara lenta, el cuerpo cayendo, la sangre salpicando. Volteo y ahí lo veo, en medio del pasillo, la gente huyendo de los soldados. Gadiel, mi hermano Gadiel acaba de asesinar a la que pudo ser mi salvadora. Con su espada comienza a masacrar a la guardia real que se le interpone. La guardia real, debe ser lo unico leal que nos quede. Comienzo a correr desesperado, en bata. Me bofeo muy rápido, carajo, a este ritmo me atrapara. ¿¡Pero porque esta haciendo esto Gadiel?! ¡Padre, madre! ¡Tengo que encontrarlos, y Hassan y Rayhan! Después de un buen rato huyendo, llegó a la sala real. Deben estar ahí…
Abro las puertas de golpe, todo esta siendo consumido por las llamas. Pero en medio del caos, presenció lo más doloroso en mi vida. Padre siendo decapitado por una espada, lágrimas desbordan de mis ojos sin control alguno.
- Oh, Allen. -Esa espada es empuñada por Nasri. Salpicaduras de sangre en su rostro. La cabeza de padre y madre la sostiene de las greñas, Hassan.- Esto es inesperado. -Retrocedo pero topó con el cuerpo de Gadiel evitando mi huida. Las estructuras cayendo poco a poco por el fuego. Nasri, Gadiel y Hassan caminan hacia mi.
- Tenemos que salir antes de perecer en el fuego. -Dijo Hassan a Nasri.
- Si, si, si. -Contestó sin más. Repentinamente se agacha y me estrecha en su pecho, dándome una abrazo el cual desprecio. Lo desprecio, lo odio, lo repudio. Nos separa, mirándome fijamente. Esos ojos sombríos y la sonrisa desquiciada ¿realmente es Nasri, mi querido hermano mayor?- Reclamare este reino como mío. -Esto fue una revolución por parte del ejército de Arabia. Comandado por el príncipe Nasri Jara.- Y tu vas a ser mi dulce omega, solo espera para que entres en celo, te marcare y estaremos juntos para siempre. Me darás los cachorritos que tanto he anhelado tener contigo. ¿No es maravilloso?
- N..No.. -Tartamudee. Solo pensar en tener a los hijos de este bastardo, estar marcado por el ¡me repulsa! ¡lo detesto! ¡me da asco!- Gh.. -Recibí una cachetada que me volteo el rostro.
- Esa no es manera de hablarle a tu Alfa. -Dijo de manera autoritaria. Con unos ojos de loco que me ponen los pelos de punta. Me aprieta el brazo.
- Due..Duele.. -Chocó la mirada con las cabezas de nuestros padres. Sus rostros llenos de terror. Comienzo a vomitar bilis.
- Es hora de ir al frente de la revolución. -Dijo Gadiel. ¿Que carajos ganan haciendo esto?
Pero una lanza atravesó el corazón de Gadiel, e hizo que Nasri y Hassan retrocedieron. ¡Rayhan!
- ¡Ya sabes a donde ir, Allen, rápido, huye! -Grito apuntando con el filo de su espada a Nasri y a Hassan.
- ¡Ni se te ocurra escapar Allen, no importa a donde vayas, te encontrare sea donde estes! ¡Tu eres solo mio Allen! ¡SOLO MIO! -Grito alterado.
Corro de nuevo a la sala real, me cubro la cara con un trapo de tela roto en el piso, y corro, de un salto cubro el fuego.
- ¡ALLEN! -Puedo escuchar la desesperación de Nasri en sus palabras, como Rayhan comienza a chocar espadas contra Nasri.
Voy detrás del trono, abro una pasadizo al tocar la parte correcta. Entró, y se cierra. Estoy cayendo como en un tobogán, pasaron los minutos hasta que caí en las aguas del drenaje. Que asco. Pero de esto a quedarme, prefiero esto. Llegó hasta la rejilla, carajo, mis patadas no son fuertes, pero debe derrumbarse. Por fin, oh rayos. Tengo que saltar al mar. Pero ni siquiera se si peligrosas criaturas habitan ahí. Desde aquí puedo escuchar los gritos de Nasri, estalla en cólera, debió ya de haber acabado con Rayhan. Maldición, me siento tan impotente. Pero no puedo quedarme a ser la Sultana de ese desgraciado. Debo buscar ayuda con la alianza, no puedo pelear solo. Tragando hueso, doy un brinco, cayendo al agua. La corriente es rápida, y las olas bruscas, lo mas seguro es que muera antes de poder salvar a mi reino. Padre, madre, hermano Rayhan… El reino vecino, si tan solo pudiera llegar con Alia y explicarle lo sucedido… Tal vez Arabia podría ser salvada. ¿Porque todo tuvo que ser así? ¿Porque mis herm..? No, ya na son más mis hermanos. Dejaron de serlo desde el momento que decidieron traicionar al reino.
Ya no siento el aire… Cerrando mis ojos con pesadez. Pero puedo ver como una sombra negra se acerca a mi, creo que es un hombre. Dios mío, debo estar delirando. Voy a morirme. Eso es lo que va a suceder.
*
*
*
*
*
*
*
Entreabro los ojos, puedo escuchar el sonido crujiente de pescado friendose. Estoy acostado en pieles, como si fuera un nido. Miro el alrededor, es una cueva, hay una pequeña mesa de madera vieja, con frutas frescas, y una balde de agua. Esta algo oscura, pero iluminada por la tenue luz de una vela. Sacudo mi cabeza ¿acaso alguien me salvo del agua? Entonces recuerdo lo ultimo que vi cuando creía que iba a morir ahogado. Aquel hombre me salvó ¿donde estará? Espera.. Mi camisón de seda.. Ahora visto una gran camisa desgastada. Escucho maullidos, es un gato negro. De ojos muy curiosos. El ojo izquierdo es de seis colores mezclados con una cruz blanca en medio, mientras que el derecho es dorado.
- Hola gatito.. -Comienzo acariciar su pelaje.- ¿dónde está tu dueño?
- Dormido, y no es mi dueño.. -Respondió. Espera ¿respondió?
- ¿E..Eres.. un animal mágico…?
-Si lo hace sentir más tranquilo. -Es un felino con modales.
- ¿Podrías despertarlo? Quisiera agradecerle por salvarme antes de irme..
- No puede irse.
- ¿Porque gatito?
- Para empezar, mi nombre es Sr.Wiskas, y usted no puede irse debido a que lo están buscando.
- ¿Buscandome? - Pregunte fingiendo confusión. Se me hace raro que Nasri haya actuado rápido..
- Estuvo dormido una semana.
- ¡¿U-Una semana?!
En eso, escucho un gran bostezo. Levantándose del suelo rocoso, un alto hombre fornido, de cuerpo escultural, espalda ancha y grandes hombros. Grandes, firmes y redondos glúteos. Parece como si su cuerpo hubiese sido tallado por los mismos dioses. De mentón cuadrado, barbudo. Larga cabellera castaño/rojizo, textura rizada. Ojos tan hipnotizantes y únicos, mezclados en dos colores: dorado y morado oscuro. Está desnudo dejando ver un gran miembro flácido, vaya pedazo de carne, espera ¿¡que rayos le estás viendo?! Rápidamente desvió la mirada a otro lado.
- ¿Ya se despertó? -Preguntó, rascándose la barba. Su voz es tan gruesa y varonil.. No, Allen, no es momento para comportarse como un cachondo Omega.- Así que tu eres el principito fugitivo.
- ¿Fugitivo? -Pregunte.- Y por favor, ponte algo..
-Hmm- Agarra un pantalón color crema, desgastado. Y se lo pone.- Están repartiendo tu cara por todo el continente. Dan una muy elevada recompensa para quien te entregue ante el Sultán de Arabia.
- ¡Ese maldito no es el Sultán, asesino a nuestros propios padres para quedarse con todo!
- Lo es, el reino de Lemuria y Auredia le han dado las bendiciones al nuevo Sultán.
- ¿Que? Eso no puede ser posible, la alianza jamas haria algo asi…- Dije con tono dolido. No puede estar pasando esto.
- Los reyes de tan sotisficados reinos fueron en persona a jurarle lealtad.
- Esto debe ser una vil broma…
Sr. Wiskas, va a la fogata, con su boca agarrada el pescado frito. Y comienza a disfrutar de su comida.
- Tu nombre.. -Le dije al desconocido, mi salvador.- Quiero agradecerte como se debe antes de irme.
- ¿Como se debe? ¿Me darás tu virginidad? -Preguntó un poco curioso.
- ¿¡Que?! ¡Claro que no!
- Hmm, que aburrido. -Dijo sin mucho ánimo.- Puedes llamarme “Leto”, es el sobrenombre que me puso Wiskas.
- ¿Porque no me dices tu nombre?
- Porque -Su mirada se volvió seria.- no se lo digo a cualquiera. Entre mi raza, decir nuestro nombre es como una marca para los omegas. Vengo de un particular clan donde los marcamos dos veces, al decirles nuestro nombre verdadero, y la marca del cuello.
- Ya veo. Sería problemático si me dijeras tu nombre.. Bueno, muchisimas gracias Leto, por salvarme. Pero tengo que ir a Auredia.
- Te arrestaran al instante y llevarán a Arabia. ¿Eso quieres?
- Mi hermana forma parte de la familia real de Auredia, necesito hablar con ella y que me ayude a recuperar Arabia.
- Pues anda, ve. Piérdete en el gran bosque de Wexford.
- ¿Acabas de decir Wexford? ¡Estamos demasiado, demasiado lejos de Arabia y Auredia! ¿¡Como carajos hemos llegado hasta aquí?!
- Fui a pescar a Arabia, es increible que tengan agua en medio del desierto, me impresionan. Y con la variedad de vida marina en el mar, woa, los peces de ahi son exquisitos. Escuche todo el estrago dentro del reino. Entonces mientras nadaba buscando la cena para Wiskas, te vi. Decidí traerte conmigo, y listo.
- Necesito volver lo antes posible a Auradia.
- Lamento decir que no puedo permitir eso. -Dijo, el gato parlante.
- ¿Porque? ¡Debo salvar a mi reino!
- ¿Yendo a Auredia lograras algo? -Preguntó Leto.
- No puedo estar aquí.. Cruzado de brazos mientras Arabia está en manos de ese maldito.. -Aprieto los puños, lleno de impotencia.- El amado reino que una vez mi padre gobernó con justicia y amor… Arrebatado por Nasri y Hassan…
- …. -Leto y Wiskas guardan silencio. El gato simplemente se recuesta en el suelo rocoso.
- Puedo ayudarte. -Rompió el hielo, Leto.- Pero te costara caro.
- ¿Cuanto?
- En estos momentos no estas a disposición de negociar. No tienes nada mas que tu virginidad.
- ¿¡Q-Que?! ¿¡Quieres mi virginidad?!- Espete. Con rapidez tomó a Sr.Wiskas y lo utilizó como escudo.
- Si realmente quisiera tu virginidad ya te hubiera violado, y tal vez marcado. Pero solo eres un niño, carajo. No todos los Alfa somos iguales ¿sabes?
- S-Si..
- Lo único que necesito es que seas mi compañero de viajes.
- ¿Compañero de viajes?
- La compañía de un Omega hermoso me hará bien. No quiero perder la poca cordura que que me queda. ¡Hablo con un gato!
- Pero yo también hablo con este gato.. -Dije con una leve gota de sudor. Me dijo hermoso, debe estar ciego ¿acaso no ve lo gordo y feo que estoy?
- Oh, entonces no estoy tan loco como pensaba. Bueno, tu te haces mi compañero de viajes, y yo te devuelvo el favor salvando tu reino. Pero lo segundo va a tardar, el reino de Arabia se ha hecho más próspero y grande. Dudo que alguien quiera terminar con el recién gobierno del Sultán Nasri Jara. Tendrias que esperar a encontrar a un aliado muy fuerte, hay bastantes reino de la raza humana, u otras. Tienes una gran lista de donde escoger.
- Ningún ser mágico haría una alianza con un humano.
- Quien sabe. Todo puede cambiar querido príncipe.
- Mi nombre es Allen, no príncipe. Creo que ese título ya no me pertenece por el momento. ¿Y porque me convendria ir contigo además de ayudarme?
- Todo el continente está ofreciendo una gran elevada suma de dinero por entregarte con vida. Necesitas a alguien que te proteja, Omega.
- Hmp. -Carajo, la forma en que lo dijo, hizo que mis mejillas se coloraron.- Esta bien. -Extiendo la mano.- Es un trato. Yo te seré tu compañero de viajes…
- Y yo te protegeré -Sonriendo, mirándome desde arriba.-, y salvaré a tu reino.