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Festival de luz y sangre por Haruki Kazuhiko

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Notas del fanfic:

Los personajes son de Tadatoshi-sensei 

 

Notas del capitulo:

Sera algo bizarro… algo que incluso yo me extrañe de escribir… no me vino nada más a la mente después del título que escogí así que… veamos que tal nos va.

 

ESTE FIC PARTICIPA EN EL EVENTO DEL GRUPO EN FB KAGAKURO IS LOVE [ESPAÑOL]

 

Su mano colgaba de la orilla de la cama, firmemente sostenía un papel, papel que seguramente ni el mismo le dio importancia, solo lo hizo en un momento de desesperación eh histeria. Su mirada estaba fija en aquel cuadro familiar, Donde estaba el, sonriente, feliz, abrazando a su linda y joven esposa, de tez blanca y pelos rosas, ella también sonreía radiante, con una luz en sus ojos especial. El la abraza por detrás rodeando su cintura y juntando sus manos con las de ella en manera de protección hacia su estomago, uno que representaba los 7 meses de gestación que tenia aquella mujer.

 

Le fue arrebata de la manera más atroz, un asalto en la tienda donde ella fue a escoger la cuna para su próximo hijo, uno que él llevaba deseando desde hace mucho tiempo, era su ilusión desde  que se había convertido en un hombre, tener una familia… un hijo era su meta más grade y ahora se había ido, ya no más y siéndose honesto a el mismo, no volvería a enamorase de nadie más, y tampoco podía volver a su amada Satsuki a la vida, había estado intentando suicidarse, tomo pastillas pero las vomito, se ahorco pero la soga se rompió, se cortó las venas  pero su vecino se dio cuenta y dio aviso rápidamente a la cruz roja, todo era imposible.

 

2 meses desde su fallecimiento, no debería de estar de luto, todo lo contrario, debería estar feliz, por el casi primer mes de vida de su hijo, cuidando de manera exagerada a su parturienta esposa, que había hecho un gran trabajo al dar a luz… debería.

 

Ahora ¿Qué sentido tenía la vida? Ninguna, pero no le quedaba de otra más que seguir adelante, suspiro y cerro fuerte su mano haciendo que el papel en su mano hiciera ruido, sus ojos color borgoña voltearon a donde se generó el ruido, su palma sangraba, gotas de sangre escurrían de su mano, empapando el contrato que sostenía en su mano, era un idiota, un gran idiota por creerse tantas mentiras.

 

12 de la noche marcaba su reloj de mesa, debía acostarse ya, para el día siguiente ir a trabajar sin ningún motivo aparente, solo para sobrevivir, para no morirse de hambre…. Espera… ¿Y si intentaba morirse de hambre? Daria igual, seguro comida mágica caería del cielo, lo que fuera pero no moriría de nada. El timbre de su puerta fue tocado, ¿Quién podía ser tan noche? Lo ignoraría, además, no abriría, nadie en su sano juicio lo haría, pero después los timbrados se hicieron más largos eh insistentes, podía ser alguien en problemas y el ahí echado sin hacer nada.

 

Se levantó y corrió a abrir la puerta sin pensárselo mucho, pero cuando abrió no vio a nadie en la puerta… que raro. Estaba por cerrarla cuando sintió que alguien lo agarro del pie, casi da una patada por el susto pero alcanzo a bajar la mirada y darse cuenta que había alguien tirado a los pies de su puerta, se miraba sucio, y maltratado, su ropa estaba sucia, y el muy muy asustado y desconcertado.

 

-Por favor… ayúdame…

 

Logro a escuchar casi en susurros del extraño tirado.

 

-¡S-si!

 

Kagami se agacho y lo tomo del brazo, pudo escuchar una leve queja de su extraño invitado, prendió el interruptor a un lado de la puerta iluminando la sala, entonces se dio cuenta que aquella persona era casi un niño, muy delgado y seguro no pasaba de 1.65 de estatura.

Lo tomo en brazos y lo levanto, cerró la puerta y se dirigió hacia su sillón, ahí lo acostó y pudo verlo definidamente, un chico de tez demasiado blanca a pesar de que estaba sucio, lastimado y golpeado, su pelo azul claro, su camisa era rayada de azul con negro y el pantalón de mezclilla igualmente negro pero ambas prendas estaban rasgadas, además de que su cuerpo estaba frio.

 

-¿Qué edad tienes?

-16

-¿Qué te paso?

-Logre escapar de mis captores.

-¿Te vienen siguiendo?

-Venían… logre perderlos así que tranquilo, no saben que entre aquí…

-quédate ahí ¿Ok? No tardo.

-No…no llames a la policía –tosió- solo será peor y pueden regresarme a ellos…

-Tan solo no te muevas –Kagami nunca había visto a alguien así de mal –Quédate quieto oh puedes dañarte más, no… no tardo no tardo…

 

Y salió corriendo hacia arriba a las habitaciones ¿Lo venían siguiendo? Entonces quería decir que algo malo había hecho, se dirigió a su habitación, y de su mesita de noche saco una pistola, corrió después hacia su closet y de ahí saco el botiquín de primeros auxilios, estaba seguro que no pasaron ni 30 segundos, se dirigió hacia aquel joven que aún estaba desfallecido sobre su sillón, dejo el botiquín corrió nuevamente a la cocina, lleno una pequeña tina con agua helada y tomo un trapito limpio.  Apenas llego nuevamente al sillón se arrodillo y comenzó a limpiar las heridas.

 

-¿De dónde vienes?

-…Tokio…

-¿Tu nombre?

-…

 

Finalmente abrió os ojos, era un azul celeste hermoso, que hacían juego con sus cabellos, definitivamente era un niño, 16 años y que estuviera en esa condición ¿en que estaba metido?

 

-¿Cuál es tu nombre?

-Kuroko Tetsuya… -Lo volteo a ver directamente a los ojos.

-El mío es Kagami Taiga, tengo 22 años…

-Es un gusto conocerte –Tosió ruidosamente –K-Kagami-kun…

-No te esfuerces en hablar si no puedes, idiota.

 

Kuroko sonrió levemente, casi indescifrable, pero incluso Kagami lo logro ver. Limpio y curo cada herida, le prestó ropa limpia, y después de asegurarse de que no tuviera fiebre lo dejo por unos minutos solo para prepararle algo de cenar.

 

Dieron la 1:45 de la madrugada cuando ayudo a Kuroko a sentarse adecuadamente en el sillón, le puso una charola con la comida cerca de él y lo dejo comer.

 

-¿Por qué te perseguían?

-Tráfico de personas.

-¿Qué?

-Si… pensaban en prostituirme –Dio un sorbo a su batido de vainilla hecho en casa –Pero logre escapar.

-¿Te hicieron daño?

 

Kuroko se le quedo viendo serio en plan de “¿Qué no ves?”

 

-E…es decir… me refiero a… ya sabes…

-¿Violarme? No, no lo lograron, Salí solo con golpes en mi cuerpo, mi castidad está intacta.

 

Kagami soltó una risa y es que de la manera en la que lo había dicho era imposible no reírse, aunque lo dijo serio dejo ver un pequeño toque de burla.

 

-Lo siento.

-Está bien Kagami-kun.

 

Kuroko se dispuso a seguir comiendo, y ahora que Kagami lo veía bien, a pesar de ser un hombre, realmente era lindo, esa piel blanca y nívea, su cuerpo delgado y sus facciones tan bonitas, entendía por qué querían prostituirlo.

 

-Mañana temprano me iré.

-¿Tienes a dónde ir?

-No, pero buscare un lugar donde esconderme, no quiero causarte problemas.

 

Kagami se quedó un minuto en silencio y pensó las cosas, tenía 16, quien sabe dónde estaban sus papás y estaba seguro no volvería ahí.

 

-Puedes quedarte aquí.

-¿Qué?... No.

-¿Porque no?

-Agradezco sinceramente la oferta y respetuosamente tendré que rechazarla.

-Kuroko…

-Kagami-kun, por lo que veo en tus fotos, tienes familia, no quiero irrumpir esa felicidad.

 

Kagami agacho la mirada, nuevamente la herida fue tocada.

 

-¿Dije algo que no debería? ¿Estas divorciado?

 

El pelirrojo mantenía la mirada en el suelo.

 

-Mi esposa murió hace 2 meses, así que hay espacio de sobra, ahora solo vivo yo, asi que si aceptas quedarte puedes hacerme compañía y tú te escondes, ambos ganamos.

-¿Kagami-kun quiere compañía?

 

Maldición, otra vez en otro punto.

 

-Entonces me quedare a tu lado.

 

Kuroko se recostó en el hombro de Kagami, después de todo estaba agradecido, estaba con vida gracias a él.

 

Los días pasaron, Kuroko comenzó durmiendo en el sillón, y posteriormente fue relevado al piso de la habitación principal, para después poder dormir en la misma cama del señor de la casa. Kagami salía a trabajar a las 8 de la mañana y regresaba a las 7 de la noche, pero ahora el regresar era diferente, su casa estaba recogida y olía siempre a flores, tan fresca y llena de vida, no era lúgubre, no más. El olor a comida caliente y recién hecha era lo que comenzaba a amar, y ver siempre a Kuroko con una sonrisa sincera y agradecida, era lo mejor.

 

Kuroko por su parte poco a poco fue mejorando su estado de salud, los moretones desaparecieron, su piel nuevamente se miraba limpia, era aún más hermoso de lo que pensaba y que incluso el pensara eso estaba mal, Kagami estaba seguro de su preferencia sexual, siempre le gustaron las mujeres, bueno, de seguro era ya la abstinencia, y es que habían pasado ya 6 meses desde el deceso de su esposa.  Y pensar en eso lo puso mal.

 

Kuroko termino de lavar los trastes sucios y dejo la cocina impecable, se secó las manos y volteo a ver a Kagami, sus ojos estaban firmemente mirando aquel trasero firme que se asomaba por la delgada playera que traía el ojiazul.

 

-¿La vista es buena?

-Es tu culpa verdad, por traer solo eso y un short.

-Debes dejar de tomar, es malo Kagami-kun.

-Mañana no trabajo así que déjame.

-¿Nuevamente Momoi-san?

-No era más “Momoi” ¿Lo sabias? Se convirtió en Kagami… Kagami Satsuki.

-Y ahora está en un lugar mejor… Kagami-kun, terminaste ya una botella completa y estas por terminarte esta, no te hará nada bien en la mañana

-Eso no importa…

 

Kuroko se acercó a él intentando quitar la botella, Kagami no opuso resistencia, en lugar de pelear por la botella decidió ocupar su mano en manosear el trasero de Kuroko.

 

-¡Kagami-kun!

-Oye Kuroko… -Kagami se levantó, sobraba decir que era varios centímetros más grande que aquel pequeño -¿A ti también te gustaría ser “Kagami” … ya sabes… “Kagami Tetsuya”

 

Un notable sonrojo se hizo ver en las mejillas de Kuroko, estaba totalmente rojo pero… sabía que aquellas palabras eran producto del alcohol que Kagami había estado bebiendo, así que tratando de controlar sus impulsos decidió ignorar aquello.

 

-Kagami-kun, vamos… te llevare a la cama.

-Quien te llevará a la cama soy yo.

 

Se agacho para tomar a Kuroko de las caderas y levantarlo, a lo que por inercia Kuroko abrió sus piernas para sostenerse de él. Kuroko debido a que siempre estaba en la casa nunca uso ropa formal, siempre llevaba unos bóxers y camisetas de Kagami que nunca usaba y este mismo al ver que no era necesario comprarle ropa propia jamás se molestó en hacerlo, y a decir verdad verlo siempre de aquella manera era un deleite para el mismo pelirrojo. Haciéndole olvidar más de una vez que durante un tiempo tuvo una mujer.

 

Lo recargo en la mesa y frotando su miembro en las nalgas de Kuroko comenzó a manosearlo, levanto su camisa y se la quitó por completo, era fácil, esas camisas prácticamente le quedaban como vestidos. Su lengua busco donde comenzar a marcarlo y fue por lo más sensual, su cuello.

 

-¡Kagami-kun!... esto…

-Cállate.

 

Hizo caso, Kuroko solo cerro sus ojos y apretó los labio para no gemir, lo abrazo fuerte por miedo a perder el equilibrio, sentía como su cuerpo era manoseado, el miembro de Kagami despertar cada vez más.

 

Sintió como fue impulsado hacia arriba y llevado en brazos hasta la cama, una cama que hace mucho no era más fría, y ahora con menos razón. Ahora dos cuerpos estaban ahí con la excitación al tope, uno en sima de otro, tocando cada parte del cuerpo sin faltar a alguna, sus lenguas recorrían hasta las partes más íntimas, el ruido por la viscosidad se hizo presente, la entrada de Kuroko debía ser perfectamente preparada. Kagami pensaba que estaba haciendo todo bien, hasta que Kuroko comenzó a llorar.

 

-¿Te está doliendo? ¿Quieres que pare?

-No es eso…

-¿Entonces?

-Tu… olvidaras todo esto mañana ¿Verdad?

-¿Qué?...

-Estas ebrio… no sabes lo que estás haciendo…  mañana te enojaras conmigo por haberte dejado seguir y me echaras… -Los ojos de Kuroko estaba desbordando en lágrimas, Kagami jamás se imaginó que aquello fuera a verlo alguna vez.

 

Se acostó sobre el cuerpo de Kuroko, acunándolo entre sus brazos, dando besos en su mejilla. Con su miembro directo en aquella virgen entrada listo a penetrar.

 

-Yo no me enojare contigo mañana ni tampoco lo olvidare.

-Apestas a Alcohol Kagami-kun… tu mañana.

-Mañana me hare responsable de lo que haga hoy.

 

Kuroko se tensó por el dolor que comenzó a sentir, su cuerpo estaba siendo profanado, el enorme miembro de su casero estaba entrando, se estaban uniendo en un solo cuerpo, de la manera más hermosa posible.

 

Con cuidados, mimos, y todo el cariño posible aquella noche ellos 2 finalmente se convirtieron en uno, Kagami se corrió dentro de Kuroko, mientras de manera excitada y pasional susurraba en su oído “Te estoy marcando como mío”.

 

Finalmente cayó en su pecho cansado, más tarde Kagami se acostó en la cama y atrajo hacia él a Kuroko, recostándolo en su pecho, un líquido caliente escurrió por el hombro del menor.

 

-Kagami-kun, tu herida se abrió.

-Está bien, no pasa nada.

-¿De qué es?

 

La herida estaba a lo largo de la palma de su mano, hecha intencionalmente.

 

-No es nada de que importarse.

 

Kuroko tomo la mano derecha de Kagami, misma donde brotaba aquel líquido vital y comenzó a beberlo,  deteniendo así el sangrado, comenzando a sanar.

 

La mañana siguiente fue normal a todas las anteriores y justo como Kuroko lo pensó, Kagami comenzó a evitarlo. Era algo demasiado obvio.

 

Durante las siguientes semanas, Kuroko se adueñó totalmente de la cocina, no dejaba que ni Kagami entrara y aunque un olor un poco desagradable a veces se dejaba distinguir Kagami no le daba tanta importancia, a veces escuchaba como en la madrugada Kuroko se despertaba y bajaba a comer a la cocina, seguro depresión oh algo por el estilo, no se molestó siquiera en investigar.

 

3 meses después mientras Kuroko recogía la sala, Kagami bajo bien vestido, arreglado y perfumado.

 

-¿A dónde vas?

-Saldré –Tan cortante y frio.

-¿Tardaras?

-Tal vez, no me esperes despierto

 

Kagami volteo a ver a Kuroko, ahora si usaba un pantalón, pero seguía usando aquellas camisas tan holgadas y ahora usaba un suéter de la misma forma.  No le dio importancia solo se dio la vuelta y se fue.

 

*********

 

-….mi... ¡¿Kagami me estas escuchado?!

-Ah… si, si…

-No parece.

 

Kagami bailaba una canción lenta y sutil con otra chica, una de cabellos negros y piel tersa, cuerpo delgado, realmente hermosa, una cita era a lo que había asistido, no podía permitirse el volverse gay.

 

-Entonces…  ¿te parece si salimos de aquí?

-¿Para qué? Esta hermoso aquí y…

 

La chica le miraba con cara seria eh irónica, era obvio la razón de querer salir, pero el no sentía los ánimos, un festival de la época colonial era al que había asistido, mujeres con vestidos ampones y hombres en trajes engalanados se encontraban en aquel salón. Kagami estaba a punto de rechazar la oferta cuando de pronto las luces fallaron, fue cuestión de minutos cuando un desgarrador grito se dejó escuchar.

 

Todos voltearon al escuchar aquello, una mujer decapitada yacía en el piso, el desangre era exagerado, rápido todos comenzaron a entrar en pánico, corrían a todos lados, el caos se hizo presente, todos intentaban salir pero los vestidos se los impedían debido a su gran tamaño hacia que todos se atoraran, ellos mismos comenzaron pisarse, golpearse y hasta acuchillarse por lograr salir pero era imposible, pronto los trajes negros y vestidos impecablemente blancos comenzaron a mancharse de sangre. Kagami miraba para todos lados, ¿por dónde salir? Y sin importar a donde viera era una masacre, cuerpos degollados, apuñalados y hasta desmembrados y pisados se dejaban ver por todo el lugar.

 

De pronto logro ver una silueta conocida entrar a una habitación del enorme salón, y es que el lugar se había acoplado perfectamente a una antigua casa victoriana, Kagami corrió al segundo piso donde vio entrar aquella persona, dejo de lado todo y comenzó a correr, antes de ser asesinado el también. ¿Quién degolló a aquella persona?  ¿Qué estaba pasando? Gritos desesperados se dejaban escuchar cada vez más, volteo hacia atrás y logro ver como ahora todos se mataban a sí mismos ¿Era una pesadilla? Porque si así era golpearía fuertemente a Kuroko en la mañana… Kuroko… que duro había sido con el últimamente.

 

Antes de que siquiera llegara a la habitación que se dirigía se dio cuenta de algo, los ruidos se dejaron de escuchar, no había más gritos, ni pisadas, ni llantos, nada, las luces se fueron y volteo asustado, comenzó a bajar las escaleras tembloroso, estaba rezando. Pidiéndole a  Dios nadie llegara por atrás y le encajara una navaja, trago saliva de solo pensarlo.

 

Debía llamar a Kuroko y pedirle perdón, decirle donde había dinero, probablemente con eso se sustentaría por lo menos 1 año. Jamás debió haber ido ahí, pudo haberse quedado en casa, karma, simple y sencillo karma, pero… si lo mataban ahora era bueno, finalmente iría a donde su bella dama y su primogénito, finalmente estarían juntos sin ningún ser divino que los pudiera separar.

 

-Incluso ahora… piensas en ella…

 

¿En qué momento llego ahí?... Kagami nuevamente estaba en el salón justo en medio, sentía el piso mojado y espeso, se dio cuenta de inmediato que era sangre, su lenta mente no lograba procesar todo rápido, primero el fuerte olor a sangre, todas aquellas imágenes de los cuerpos desmembrarse y caer, después… después lo que tenía frente a él.

 

De espaldas estaba Kuroko, sentado en el piso sobre aquel enorme charco de sangre, la luz de la luna y los constantes rayos hacia que se viera el salón perfectamente iluminado. Estaba nervioso. Tenía miedo, mucho. Tanto que inconscientemente comenzó a llorar.

 

-¿Cómo llegaste aquí?

-Kagami-kun… ¿conseguiste esposa?

 

No contesto nada.

 

-¿Cómo puedes buscar una si sigues enamorado de Momoi-san?

-Kuroko…

-Entonces… mi contrato a terminado.

 

Kagami abrió sus ojos fuerte, el temblor en su cuerpo se intensifico… todo este tiempo… fue “eso”

 

-El contrato solo fue “mientras olvido a mi bella esposa” –Kuroko volteo a ver de media cara a Kagami, sus ojos celestes ahora brillaban, no era más aquel rostro angelical” –Lograste olvidarla, yo termino aquí, y cuando tu termines en esta vida, deberás pagar.

-¡¿POR QUE MATAR A TODOS?!

 

Kuroko nuevamente se volteó, Kagami miraba como hacia ciertos movimientos, como agacharse, se encorvaba en ocasiones, lo estaba ignorando completamente.

 

-¡KUROKO!

-Kagami-kun yo me tengo que ir antes de que sea demasiado tarde.

 

Se iría y nuevamente el quedaría solo, recordó aquella noche en la que hizo un pacto con el diablo, en aquel papel que baño con su sangre, los términos que el propuso a cambio de su alma, pensó que todo era una mentira, que nada de eso iba a cumplirse pero… el pacto fue realizado.

 

-¡No puedes irte aun!

 

Kagami corrió hacia Kuroko poniéndose frente a él y la imagen que vio no la esperaba.

 

Kuroko comía la parte del cuello de alguna doncella, pero no solo eso, su boca estaba llena de carne y escurría sangre de ella ¿Todo? No, su estómago no era más plano, un gran bulto se dejaba ver en él.

 

-Debo alimentarme bien, nuestro bebé necesita nutrientes…

 

No podía ser…. ¿Un sueño? Si… definitivamente…

 

-No, no es un sueño –Volvió a morder de su “comida” –Esto es la realidad.

-Eres un hombre.

-Lo soy.

-No puedes….

-No soy humano.

-¡Tienes 16!

-Tengo 1616 realmente…

 

No era cierto… No…No…No….

 

-Entonces por qué…

-Nunca creí… -Finalmente Kuroko levanto la mirada –Que fuera pasar algo así, me disculpo, no era mi intención concebir un hijo tuyo pero… debí asumirlo, eyaculaste en mi –Con su lengua limpio la sangre que tenía en el contorno de sus labios.

 

Un hijo suyo… uno… crecía ahora en aquel vientre… ya había perdido a su esposa, su hijo, vio una masacre frente a él, y ahora el demonio con quien pacto se estaba comiendo una mujer entera. ¿Podía haber algo peor?

 

-Quédate.

-No lo hare.

-¿Por qué?

-No podrás Kagami-kun… yo no soy ella.

-No la quiero a ella, te quiero a ti.

-¿Y mañana me mandaras al carajo?

 

Cierto, fue su culpa, pero…

 

-…Pero tú sabes que me enamore de ti.

 

Kuroko se quedó quieto, mirando su apetitosa comida.

 

-Hay como 8 esqueletos en tu cocina.

-Nos desharemos de ellos.

-Aún tengo carne en el refrigerador.

-Entonces cómela, te hará bien… -Kagami tomo un trozo de carne que estaba ya separado del cuerpo –A ti, y a nuestro bebé –Llevo aquel bocado a la boca de Kuroko.

 

La viva imagen de la perdida de cordura estaba ya en Kagami.

 

-Cómo es posible que siento tan hermoso como un ángel, seas un demonio…

 

Kuroko seguía mirándolo.

 

-Ningún humano me había hecho perder la cordura así.

-Porque ningún humano te había preñado, menos enamorado.

 

Kuroko arranco otro pedazo de carne y lo llevo a la boca de Kagami, mismo que abrió a boca gustoso, animado a probar de la comida que pronto comenzaría a formar parte de su refrigerador.

 

Un gesto de dolor fue expresado por Kuroko, Kagami de inmediato se acercó a él y lo tomo de la espalda.

 

-¿Estás bien?

-Voy… voy a dar a luz.

-Solo han pasado 3 meses…

-No me compares con las mujeres humanas por favor…

 

Kagami lo tomo en brazos y lo llevo rápido a las escaleras, el lugar más limpio que quedaba en el lugar. ¿Qué debía hacer?

 

-Ponte frente a mí, recibe a nuestro amado niño por favor.

 

Kagami hizo caso y espero a que Kuroko hiciera todo por el mismo, pronto su hijo llego a este mundo, aun no sabía si era un sueño, pero era el sueño más hermoso que pudiera tener.

 

Minutos más tarde, recostado sobre el pasamanos de las escaleras, con su mano izquierda sostenía el cuerpo cansado y adolorido de su ahora pareja y en mano derecha acunaba con gran amor el fruto de aquel amor, su pequeño hijo, quien dejaba divisar una leve pelusa de pelos rojizos sobre su cabeza. Por un momento volteo a ver nuevamente aquella escena de terror.

 

Puso en manos de su “madre” a su retoño, para después cargar a Kuroko, con su saco resguardo al recién nacido del frio.

 

-¿Kagami-kun?...

-Vamos a casa…

 

Kuroko le miraba de manera inocente, Kagami comprendió al instante.

 

-Sí, volveré por tus alimentos más tarde, para llevarlos a casa.

 

En aquel festín de sangre, su hijo fue dado a luz.

 

Ahora Kuroko y su bebé serian lo más importante para él, debería enseñarse a secuestrar y matar pero ¿Qué más daba? Finalmente estaba su meta completa, tenía su familia. 

Notas finales:

Esto fue totalmente nuevo para mí, si les soy honestas no quede conforme con el final que le di, me enrede un poquito y no supe como terminarlo, solo espero no haya sonado tan salido y que se haya entendido el final oh que por lo menos fuera bueno, si tuviste el valor de llegar hasta aquí sin aburrirte oh que te pareciera extraño te agradezco y agradeceré más si me dejas un comentario, aunque sea tan solo uno pequeño, no por ganar rws si no  porque me interesa saber que pensaste en cuanto a la trama zafada y todo eso, jamás había escrito algo “gore” así que me sentí extraña, si te tomas el tiempo estaré eternamente agradecida de saber si fue por lo menos un poco bueno oh por lo menos tuvo sentido oh si fue interesante.

 

Realmente aún me siento extraña jajaja  :v Dios… mientras escribía esto ruidos se empezaron a escuchar en mi casa e_o (Es la 1:30 A.M )

 

Si disfrutaste aunque sea un poco de la lectura me haces muy feliz, un saludo.

 

Kazuhiko Haruki  †


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