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Notas del fanfic:

La serie y personajes principales de One Piece pertenecen a Eiichiro Oda.

Los miembros de la Marina que aparecen en esta historia son creaciones mias.

Notas del capitulo:

Hola! Aqui les dejo mi primer fic de One Piece espero lo disfruten! 

Era un día soleado y tranquilo para el Sunny, quien navegaba sin problemas acompañado por una leve brisa, provocando que todo estuviera relativamente tranquilo para los tripulantes de Sombrero de Paja. Sin contar la hiperactividad de su capitán, las peleas del cocinero y espadachín, los gritos de Chopper por las heridas causadas, las broncas de Nami y las bromas tontas entre Brook, Franky y Usopp, el día era tranquilo para la vida pirata que solían llevar.  

Fue en el transcurso del almuerzo donde las cosas se tornaron sospechosas, partiendo por que dos integrantes del trio monstruoso se lanzaban miradas muy significativas mientras comían y la incertidumbre creció al ver a Zoro y a Sanji salir de la cocina de una forma civilizada y un tanto extraña para ser ellos, sin peleas, patadas ni broncas de por medio, dejando a todos sus amigos extrañados y hasta algo asustados por ese comportamiento tan inusual.

Algunos de los miembros de la banda pirata miraron por las ventanas para comprobar que no se pondría a llover. Zoro y Sanji juntos y sin peleas no podría ser un buen presagio. 

 

Bien, se los diremos ahora!

Hm, está bien, pero tú lo dirás.

Qué!? Y por qué yo?

Por que fue tú idea el contarles!

Y acaso tú no quieres contarles Marimo!?

Me da igual; no me molesta mantenerlo oculto.

Acaso te da vergüenza que los demás lo sepan!?

Claro que no idiota! ya sabes lo que pienso de esto!

Entonces que!?... ah! Ya lo sé!- el cocinero pone cara burlona y mira con los brazos cruzados al otro- Te da miedo!

Estúpido cejas rizadas! no me da miedo!!- dijo con enfado el peliverde al mismo tiempo que le salía un ligero rubor en las mejillas y una vena hinchada en la frente.

Quien viera a Roronoa Zoro comportándose de esta manera! Teniéndole miedo a la reacción de sus propios nakamas!- mencionó aun con su tono burlón el cocinero, ignorando las miradas enfadadas que Zoro le lanzaba.

QUE NO TENGO MIEDO!!!- gritó furioso a ver que su compañero no le prestaba atención.

Vaya… que decepción...!

AAARGG!! Está bien!!! Se los diré YO! 

El espadachín caminó con pasos seguros y agigantados hacia la cocina junto con Sanji quien le seguía curioso por detrás, algo incrédulo por sus palabras.

Zoro abrió la puerta de un solo portazo haciéndola chocar contra la pared, lo que causó que tuviera automáticamente la atención de sus Nakamas que lo miraban algo sorprendidos y asustado por el golpe tan fuerte. Desde atrás se pudo ver una cabeza rubia asomarse por el marco de la puerta, apenas mostrando su ojo para ver qué sucedería.

El peliverde tenía el ceño fruncido, con una mirada decidida e imperceptiblemente nerviosa al tener a todos sus Nakamas callados y mirándole, esperarando expectantes a que dijera algo. Miró hacia atrás buscando al rubio y al toparse con su mirada nerviosa volvió hacia sus compañeros con un semblante decidido.

Zoro, por que entras as….?

El Erocook y yo somos pareja- dijo sin siquiera respirar y con el mismo semblante, como si lo que hubiera dicho fuera tema de conversación de todos los días. Al rubio casi le dio un infarto.

MALDITO MARIMO DE MIERDA! COMO SE TE OCURRE DECIR ALGO TAN IMPORTANTE DE ESA MANERA!?!?!?- Salió de su escondite y caminó enfadado hacia el espadachín, colocándose frente a él y dándoles la espalda a sus camaradas que aun no reaccionaban.

Él pensaba sentarse con sus compañeros y decirles que Zoro y él eran pareja de la forma más sutil y calmada posible para que no murieran de un derrame cerebral tan rápido, pero no, el idiota espadachín simplemente no tenia tacto! Debió suponer que haría algo así!

 - Y cómo querías que se los dijera!? Con dibujos!?

No idiota! Pero pudiste haber sido más sutil, inútil, cabeza de alga!!

Entre más rápido se haga menos dolor.-dijo con seriedad mientras se cruzaba de brazos.

Pero de que mierda hablas!? no estamos en un combate! Maldición eres un animal! Debí haberles dicho yo!-gritó desesperado, pateando el suelo con rabia.

Por qué le tomas tanta importancia!? Somos pareja y que!? Al que no le guste le corto el cuello! 

QUÉ!? Si le llegas a poner un solo dedo a mis preciosas Nami-san y Robin-chan te moleré a patadas, me escuchaste Marimo!?

Quiero verte intentándolo, cejas de diana!- le grito al mismo tiempo que se le acercaba y le miraba con un rostro desafiante, lo que luego sacó una sonrisa del rubio.

Ja! Sabes muy bien de lo que soy capaz! Y si el combate fuera cuerpo a cuerpo y tu sin tus mondadientes te vencería en un segundo!- pone una sonrisa confiada y lasciva que advirtió enseguida al espadachín, haciendolo retroceder- Además ambos sabemos quién es el que domina en la ca…

SANJI-KUN!!!- gritó Nami con el rostro rojo al predecir lo que diría el cocinero.

Naaaa, Nami-swaaan, era solo una bromaaa! – canturreó el rubio, cambiando inmediatamente su tono de voz al dirigirse hacia ella, percatándose en el minuto de que había estado discutiendo con Zoro frente a todos.

SON PA-PAREJA!?!?- gritó Usopp entre asustado y sorprendido- Pero si ustedes se odian!! Y además ustedes… ustedes…!

Nosotros qué…!?!?- Zoro le miró de forma escalofriante y el tirador tembló al ver como llevaba su mano al mango de una de sus katanas para desenvainarla a penas un poco para mostrar su filo, como si lo estuviera amenazando con cortarlo si decía una palabra más- Acaso tienes algún problema!?

N-n-n-n…n-o! no! No hay p-p-p-problema…! – tartamudeó Usopp al mismo tiempo que le sudaba el cuerpo y le temblaban las piernas.

Ya era hora de que no los dijeran-mencionó Robin con una sonrisa entre alegre y divertida.

Qué!? Acaso tú sabías Robin!?- preguntó Nami sorprendida.

La tensión entre ellos siempre fue muy intensa, era cosa de tiempo para que esto sucediera.- Le contestó de nuevo con su sonrisa, sorprendiendo a la navegante.

Ahh! Robin-chan, eres tan observadoraaaa! - dijo el rubio con corazones a su alrededor al mismo tiempo que juntaba ambas manos y se inclinaba un poco hacia un lado, sacando un rostro cabreado del peliverde.

Idiota…

Qué dijiste Marimo inútil!?

Qué es ser pareja?- preguntó Chopper inocentemente mientras miraba a sus nakamas, alguno de ellos muy incomodos o aun sorprendidos como para responder eso de una manera coherente.
  
Es cuando dos personas se aman y deciden compartir una vida amorosa juntos- le explicó Robin, la única imperturbable.

Ah? Pero si Sanji y Zoro son hombres!- mencionó el renito muy sorprendido y confuso.

Acaso te molesta!?- el espadachín interrumpió su discusión con el cocinero para mirar de forma escalofriante a Chopper y llevó otra vez su mano hacia su katana para desenvainarla y mostrar nuevamente el filo de su espada, lo que izo que Chopper se inflara como una bola de pelos y se escondiera detrás de Usopp que no dejaba de temblar.

Concuerdo con Robin-san, la tensión era muy obvia, dijo Brook con una gran risa para después darle un sorbo muy ruidoso a su té, el cual derramó entre sus huesos.- Aunque si no los hubiera oído decir que son pareja no me lo creería! Ah! Pero si yo no tengo oídos! Yohohoho!

Siempre hablando tonterías- le dijo Franky, levantándose los anteojos para mirar con mejor claridad la escena- Yo debo admitir que no me lo suuuuper esperaba! las lagrimas comenzaron a salir por sus ojos, creando pequeños cortocircuitos- snf… idiotas…mostrando su amor frente a sus nakamas y luchando contra las adversidades! BUUAAA MUCHO AMOOOOR IDIOTAS!! BUAAAA!

Ajajajajaja! Que divertido!! Ajajajaja! Yo me alegro que finalmente nos dijeran!!- dijo al fin el capitán entre risas alegres y grandes bocados de comida.

Haaa!? Acaso tú también sabías Luffy!?- preguntó la navegante con sorpresa, mirando a su capitán quien tragó con fuerza para poder hablar con un rostro cerio.

No- todos menos Robin se cayeron de espaldas y Nami se levantó y le proporcionó un gran golpe en la cabeza que quedó enterrada en la mesa.

ENTONCES NO HABLES COMO SI LO SUPIERAS IDIOTA!!!- gritó la navegante con un rostro rojo por la furia.

LA MESA!!!- gritó Franky al ver el daño causado.

Nami-san se ve tan linda cuando se enoja!- volvió a decir el cocinero con un rostro rodeado por corazones.

Tch- Zoro solo se limitó a chasquear la lengua con un semblante aterrador, lo cual asustó a mas de un Nakama.

…No sé como Sanji se pudo enamorar de dos demonios como ellos…- Susurró el tirador, refiriéndose a Zoro y a Nami.

Dan miedo…!-  susurró Chopper aun hecho una bola de pelos.

Bueno, el amor es ciego- dijo con tranquilidad el esqueleto mientras tomaba otro sorbo de té, haciendo un gran escándalo al sorber.- En especial para mi, ya que yo no tengo ojos, YOHOHOHOHO.

DEJA YA ESAS BROMAS!!!- le gritó la navegante con furia.

Zoro miró molesto al rubio que aun estaba alabando a Nami. Entrecerró su ojo y llevó una de sus manos a sus katanas, dándole una penetrante y celosa mirada a la pelirroja justo en su nuca, provocando que un escalofrío pasara por la espalda de la navegante, pero antes de que pudiera desenvainar su katana vio como el rubio le proporcionaba una gran patada en las costillas por su osadía.

Ahora entiendo porque Zoro me miraba así cada vez que le pedía a Sanji-kun que hiciera algo por mi… - susurró Nami al mismo tiempo que se llevaba una mano al corazón.

Solo tengo una pregunta!- dijo el capitán al mismo tiempo que se hurgaba la nariz, llamando la atención del rubio y el peliverde que le miraron expectantes- como tienen sexo? Por el culo?

NO PREGUNTES ESO IDIOTA!!!!- le gritó el rubio con el rostro rojo, empotrando la cabeza de su capitán contra el piso con una certera patada.

EL PISO!!!-gritó Franky nuevamente con desesperación al ver más daños en el Sunny.

Bueno…- comenzó a explicar el espadachín con un semblante relajado y de brazos cruzados.

NO CONTESTES!!!!- con el rostro rojo de ira y verguenza, el rubio le lanzó una patada que lo dejó con medio cuerpo en la cocina y el otro en el exterior.

LA PARED!!!!!- volvió a gritar Franky con caras de sufrimiento.

Ajajajajaja!!!- Luffy sacó su cabeza del hoyo en el piso con una enorme sonrisa- Ahora que dos de mis nakamas están juntos, hay que celebrar!!!!!- gritó el capitán con mucha alegría y energía.

Entonces eso quiere decir que estás de acuerdo?- preguntó feliz el rubio.

Claro que sí! Ambos son mis nakamas y si los dos se quieren para mí está más que bien!- empezó a reír con alegría al ver como los ojos de su cocinero brillaban y su sonrisa se ensanchaba mas y mas. Era la misma expresión que colocaba cuando hablaba del All Blue y eso lo alegró- SANJI! ESTA NOCHE HARAS UN GRAN BANQUETE PARA CELEBRAR! 

Yeah! Una gran fiesta con mucha cola!! SUUUUPER- dijo Franky mientras hacia una pose exagerada después de arreglar con una velocidad impresionante la mesa y el hoyo en el suelo.

- Sanjiiiiiiiiii! Prepara mucha comidaaaaaa y carneeee!!!- gritó el capitán mientras alzaba los brazos y salir corriendo hacia cubierta- FIESTA! FIESTA! - El cocinero sonrió muy feliz al ver la reacción de sus nakamas.

Se ve que está muy entusiasmado- mencionó Robin con una tenue risa.

Robin-chaaan! Nami-saaan! Les parece bien esto?? No crean que por que el Marimo y yo estamos juntos las voy a dejar de amar!

Tranquilo Cocinero-san yo estoy muy feliz por ustedes.

Hm, todo esto es muy repentino, pero…- Nami sonríe con entusiasmo- También estoy muy feliz por ustedes! Zoro, será mejor que cuides muy bien a Sanji-kun!- le dijo mientras el espadachín regresaba la parte superior de su cuerpo a la cocina.

Awww Nami-swan se preocupa por mi!!!!

Hmm- el espadachín miró penetrantemente a su cocinero quien captó la indirecta y dejó de revolotear frente a las chicas. Dirigió su mirada tensa hacia los otros dos miembros de la tripulación que aun no habían dicho nada y al verse observados por Zoro empezaron a temblar.

Ahh… bueno… nosoootrosss- balbucearon Chopper y Usopp al mismo tiempo pero al ver que el peli verde llevaba su mano hacia su katana comenzaron a sudar y le respondieron antes de que Zoro llegara a las miradas acecinas- NOS PARECE MUY BIEN!!!

Se ven muy bien juntos!- dijo Usopp muy nervioso.

El dúo dinámico!!- le siguió Chopper igual de nervioso.

Muy bien – susurró Zoro, soltando el mango de su katana, provocando que por fin sus dos nakamas suspirasen de alivio, encontrando el momento para escapar de la cocina. 

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Sanji comenzó rápidamente con los preparativos de la fiesta que darían en la tarde mientras que sus amigos se esparcían por el barco, unos aun comentando sobre la noticia, otros muy alegres y algunos aun asustados por las amenazas visuales.

 - Vaya, creí que les costaría un poco más aceptarlo- dijo feliz el rubio que en ese momento empezaba a cortar verduras con una gran sonrisa.

No era la gran cosa. Estuviste nervioso durante dos semanas por nada- mencionó el espadachín que sacaba una botella de sake y comenzaba a beberla.

Y tú te lo tomas con mucha calma- mencionó el cocinero con un tono resentido- Al parecer no te importa mucho- Zoro dejó de beber para mirar a su rubio con una ceja arqueada y sonrió al ver el infantil e irritado rostro de este.

Pero qué estás diciendo rubiales?- dejó la botella sobre la mesa para acercarse por detrás- Sabes muy bien lo importante que eres para mí- Refriega su rostro contra la nuca y los cabellos rubios, al mismo tiempo que sonreía y cerraba su ojo- Antes muerto que sin ti.

Mmmm Marimo, te estás poniendo romántico con migo?- preguntó el otro en un susurro divertido al sentir como el espadachín restregaba su cabeza sobre él como un gatito.

Cállate idiota- lo agarra de los brazos y lo da vuelta bruscamente hasta tenerlo de frente, con su rostro pegado al del cocinero- Y si me pongo romántico, qué?- le dijo desafiante- Acaso te molesta???

Jajaja, sabes que no Marimo-kun, pero eso déjamelo a mí.- le susurró mientras llevaba su mano hacia el cuello de su compañero y lo atraía a sus labios lentamente.

Hmmm, me parece bien- Zoro acortó el espacio que quedaba entre sus rostros y plantó un beso en sus labios que rápidamente se tornó apasionado; haciendo que sus lenguas lucharan entre sí con pequeñas dificultades, batalla que estaba empezando a ganar el cocinero por su experta experiencia, pero en eso, un sonido en la puerta les interrumpió y al mirar vieron al tirador con los ojos abiertos de par en par y la boca hasta el suelo. Al parecer había visto todo. 

Zoro gruñó enfadado por la interrupción de Usopp, sobre todo por que había comenzado a calentarse por ese beso tan delicioso que le daba su rubio.

Espadachín y cocinero continuaban abrazados mientras miraban al narizón, quien parecía haberse convertido en piedra.

Pasa algo Usopp?- preguntó Sanji de forma muy despreocupada- quieres algo de la cocina?

Emmm... eememmm... y-yyoooo... yooo

Acaso tienes algún problema!?- Zoro lo miró como suele mirar a sus adversarios más odiados y apunto estaba de llevar su mano hacia su katana cuando el tirador salió corriendo de la puerta al mismo tiempo que gritaba que no tenía ningún problema y que todo estaba bien.

Hmm, se comportará siempre así cada vez que nos vea besándonos?- preguntó el rubio algo desanimado al mismo tiempo que se restregaba la cien.

Descuida, ya se acostumbrará, si no lo obligaremos a que se acostumbre.- dijo como si nada, quitando la mano del rubio de su cara para llevarla a sus propios labios y besarla frente a la mirada enternecida del otro.

Marimo, siempre yendo por el camino de los golpes- dijo con tono resignado.

Ja! mira quien lo dice!!! El cocinero violento!

No me provoques alga con patas! O te quedarás sin mimos esta noche!

No bromees con eso!- le dijo el espadachín con cara entre espantada y enojada, cambiándola después por una confiada y soberbia- Además esa ni tú te la crees! es muy difícil para ti mantener tus manos de cocinero pervertido alejadas de mi cuerpo!

- Si claro! ademas, como si necesitase tocarte para calentarte- le susurró provocativamente contra su oreja, causando el efecto deseado al sentir como el cuerpo del peli verde se tensaba.- Nada mas falta una miradita mía y ya estás listo- Frente al silencio de su pareja, se echó hacia atrás y rió divertido al ver el semblante cabreado y sonrojado del espadachín quien parecía mascullar entre dientes.- te ves adorable!

Cállate cejas de bigote!!!- le grito aun mas sonrojado.

Ya Marimo mío, vete de una vez que tu trasero y tu cara roja me distraen!- le dijo entre risas al ver como el otro le tiraba insultos tras insultos- si te veo así por más tiempo no dudaré en tirarme sobre ti, pero tengo que terminar los preparativos de la fiesta! No voy a permitir que se queme nada otra vez por tus distracciones!- le dio la espalda y continuó con sus deberes, dejando a Zoro ahí parado con sus mejillas encendidas y con cara de cabreado. 

Resopló al ver que su rubio no le miraría mas así que decidió dejarlo tranquilo para que terminara. Ya se las cobraría en la noche. Pero antes de salir se le acercó una vez más por detrás y plantó muchos besos en su cuello que provocó que todo el cuerpo del cocinero se estremeciera. Contento con aquella reacción, deslizó sus labios hacia el oído del otro.

Ya Marimo! No me distraigas!- le decía con el rostro rojo al sentir la respiración del otro sobre su oreja.

Solo quería besarte antes de irme- le susurró.

Eres un cursi sin remedio, si tan solo los demás lo supieran!- dijo con una risa risueña.

- Ni te atrevas!- le amenazó.

Ajajaja claro que no idiota!- se da vuelta nuevamente hacia él, quedando cara a cara. Colocó ambas manos en las mejillas del otro para acariciarle.- Esa faceta es algo que tienes que mostrar solo con migo, mi amado espadachín- le dio un beso en la nariz, dejando nuevamente a Zoro con el rostro rojo.

Tch, como si me quedara de otra…- desvió su cara con vergüenza, sin quitar el entrecejo fruncido.

Pues no, no te queda de otra!- se rió al ver el gesto enfadado de su pareja, creyendo que le soltaría alguna burrada, pero en vez le respondió extrañamente con otro beso pero esta vez en los labios; beso que fue superficial y tierno, separándose finalmente del rubio para irse de la cocina junto con su botella de sake, dejando a un contento cocinero por aquella reacción, regresando a su labor con felicidad.

Maldito idiota cocinero manipulador- mascullaba Zoro después de que había salido de la cocina, dirigiéndose hacia la torre de vigía para ejercitarse un poco con sus pesas. 

Ahora podría entrenar con tranquilidad. Antes, cuando ninguno de sus nakamas sabía lo que había entre él y el rubio, pasaba cada minuto que podía con él y había descuidado un poco su rutina de ejercicios,  pero ahora que todos sabían de su relación, estar a su lado ya no sería tan difícil ya que no tendría que disimular ni ocultar nada.

Se quitó la camisa y la tiró despreocupadamente al piso para después agarrar una de las pesas más pequeñas para comenzar y aunque quiso poner toda su concentración en su entrenamiento su mente se iba inevitablemente a pensar en el rubio.

Como amaba a ese maldito! No entendía como era que su sola presencia era suficiente para provocarle un enorme deseo de tenerlo entre sus brazos y querer besarlo hasta morir. 

Aun recordaba todos los problemas por los que pasaron antes de comenzar con la relación; en como su orgullo le trajo problemas, en como el cocinero negaba lo que sentía hacia él por el hecho de ser hombres, en cómo una vez que se quedaron solos en el Merry casi se mataron a golpes por una pelea que ya casi no recordaba; no recordaba el tema de la discusión, pero recordaba que después de ella, golpeados y magullados, se besaron desenfrenadamente e hicieron el amor por primera vez. Si, el amor, cosa rara entre ellos que solo sabían discutir, pero desde que el rubio aceptó sus sentimientos y él se atrevía a decirlos, todo fue diferente. 

Le había costado mucho que Sanji se acostumbrase a él, a esa nueva experiencia, y le había costado aun mas mantener las apariencias frente a sus Nakamas, porque como había dicho antes, la mera presencia del rubio era suficiente para sacarlo de su control. 

Después llegó la dura separación de dos años, dos años en las que no pasaba ni un día en que se preguntara si su rubio estaría bien, pero confiaba en él y en su fuerza y recordar su mirada desesperada en esa lucha contra Kuma le hacía querer entrenar arduamente para hacerse más fuerte, para así no tener que ver esa mirada desesperada nunca más.

Luego de esos dos largos años de entrenamiento, por fin lo pudo ver. Estaba más guapo que nunca, había cambiado físicamente sin duda alguna, pero seguía siendo su mismo rubio mal hablado que conocía.

Ninguno de los dos pudieron evitar enfrentarse con el otro, era la manera que tenían de reconocerse y luego de que se encontraran con el resto de sus nakamas, cuando tuvieron un minuto a solas bajo el mar, Sanji le pidió que fuera su pareja, sorprendiéndolo por completo, pero aceptando inmediatamente con un apasionado beso. Era una muda promesa de que estarían por siempre juntos y que nada los volvería a separar.

Desde un principio, la relación que tenía con Sanji no era del todo normal, por lo menos no para él.

No sabía por qué, pero se sonrojaba por cualquier cosa que ese pervertido le dijera! Y tenía impulsos hacia él que le avergonzaban de sobremanera! Pero así era siempre, Sanji lo sobresaltaba de cualquier forma; desde un inicio le fue difícil mantenerse tranquilo a su lado, ya fuese en peleas o en cuestiones del amor, ese rubio simplemente lo sacaba de sus casillas y de su comportamiento habitual. Tal vez fue por eso que se enamoró de él en primer lugar, porque con él podía ser como de verdad era, y se conoció aún más a sí mismo,  descubriendo al mismo tiempo cosas de su persona que tal vez no eran tan divertidas, como el pensar en matar a alguien sin remordimiento alguno si tan solo le hacían algún daño a su rubio.

A pesar de todo, el impulso que tenía hacia la vida no había desaparecido. Aun deseaba ser el mejor espadachín del mundo, pero en ese sueño, llevaba consigo al cocinero, queriendo mantenerle durante toda su vida a su lado y luchar a toda costa para que Sanji también cumpliera su sueño.

No supo en qué momento dejó sus pesas de lado para pensar de lleno en el cocinero, pero lentamente y dejandose llevar, se quedó profundamente dormido en el suelo del puesto de vigía, teniendo en su mente el rostro sonriente de su rubio.

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LA CENA ESTA LISTA!!!- gritó el rubio desde la cocina, llamando la atención de todos sus nakamas.

El solo hecho de escuchar la voz de Sanji provocó que Zoro despertara con rapidez, sintiendo a continuación un calor en las mejillas que ya conocía muy bien.

Maldito cocinero pervertido- le insultaba al ver que se había pasado la tarde pensando en él y durmiendo mas que entrenar. Se colocó su camisa con rapidez y comenzó a bajar para ir a la cocina.

Le frustraba tener esa debilidad por su nakama, pero para que negarlo? Al mismo tiempo le gustaba. Amar a ese loco y ser amado por igual era un sentimiento tan cálido que no podía evitar sonreír como un idiota.

De repente, un extraño presentimiento invadió su cuerpo, provocando que se girase hacia el mar, mirando la lejanía con cuidado.

Pero no había nada que pudiera llamar la atención, el mar estaba calmo y corría una brisa fresca, aunque de todas formas esas nubes a lo lejos le inquietaban un poco, percatándose que hace unas horas atrás no estaban. Tendría que decirle a Nami. 

Caminó lentamente hacia la cocina, sin quitar su mirada del mar, sintiendo algo extraño. Tal vez solo era su imaginación, pero no podía evitar recordar que esa sensación la había estado trayendo hace días.

Oi Marimo, qué pasa? Te has demorado! No me digas que te perdiste camino a la cocina- le picó el rubio quien servía el banquete frente a la exclamación de alegría del capitán.

Zoro solo se giró a verlo algo distraído, dejando atrás ese sentimiento al ver a su rubio quien borraba esa sonrisa que tenía en los labios para cambiarla por una mirada algo preocupada.

No le gustaba verlo así, simplemente no lo soportaba y fue por eso que caminó hacia él y sin decir ninguna palabra ni darle tiempo para que reaccionara, lo agarraró por la nuca y le plantó un beso en los labios frente a la presencia de sus Nakamas.

Maldito cocinero de mierda, siempre provocándole esos impulsos! Pero sus insultos internos se borraron al ver las mejillas sonrojadas del otro después de separarse. Sonrió inevitablemente y le acarició el rostro para demostrarle que todo estaba bien y lo consiguió al ver como su rubio se relajaba.

Oi Nami, hay unas extrañas nubes en el horizonte, aparecieron de la nada, creí que deberías saberlo- le dijo el espadachín al mismo tiempo que se sentaba, ignorando el sonrojo del rostro de sus compañeros que habían presenciado el beso.

Q-Que?- preguntó la navegante aun ida.

Las malditas nubes…!- le recordó el otro algo cabreado, tranquilizándose al ver como Sanji le ponía su plato por delante y se sentaba a su lado- …Aparecieron de un momento a otro.

Nubes!? – Se acercó al ojo de buey y las examinó- Hace unos momentos no estaban, debe de tratarse de una tormenta, pero estamos muy lejos como para que nos alcance, de todas maneras tenemos que permanecer alerta!

Eso quiere decir que no podremos festejar!?- preguntó con desanimo el capitán, haciendo morritos.

Tranquilo Capitán-san, festejaremos la unión de Cocinero-san y Espadachín-san cuando lleguemos a una isla- le tranquilizó Robin.

Oi, que no es necesario que lo festejemos!- dijo el rubio con gracia. Sabía que su capitán solo lo decía como pretexto para poder comer en bestiales cantidades.

Claro que hay que festejarlo!!! De todas maneras, no desperdiciaremos esta deliciosa comida!!!- se puso a comer con rapidez, siendo seguido del resto de sus nakamas, donde los hombres de la tripulación luchaban para que Luffy no les robara nada. 

Los ánimos alegres inundaron la cocina mientras que el rubio servía más comida, pero Nami miraba de vez en cuando hacia afuera, comprobando el estado de las nubes y luciendo algo inquieta.

Ocurre algo Nami-san?- le preguntó el cocinero al verla algo ajena al ajetreo entre sus Nakamas.

…Esas nubes se mueven muy rápido, pero no se qué curso están tomando, creo que esta noche será mejor que dos personas se queden a vigilar, solo por precaución… Chopper esta noche te toca a ti la guardia no?

Así es- dijo el renito algo alarmado.

Sanji-kun, podrías tomar su lugar?

Ah? Tomar su lugar?

Pero qué dices Nami!? Por qué quieres que el cocinero tome su lugar?- le preguntó el espadachín dejando de comer algo cabreado, ya que esa noche pensaba cobrarle lo de esa tarde a su rubio.

Porque yo también me quedaré y necesito a alguien que me pueda ayudar en caso de cualquier cosa! y yo sé que Chopper se quedará dormido con facilidad!

Claro Nami-san, no hay problema- le contestó el rubio al escuchar sus argumentos.

Oye!- le reclamó el espadachín al ver como el otro excedía tan fácil a la petición de la pelirroja. Era inevitable; a pesar de que fueran novios y de que sabía que Sanji lo amaba, le era casi imposible rebatirle algo a Nami. Resopló con molestia- En ese caso yo me quedaré también!- dijo con decisión frente a la mirada sorprendida de sus Nakamas.

No hace falta Marimo- Zoro se volteó a ver a Sanji quien le sonría casi de forma infantil, tal vez encantado de que mostrara esa preocupación hacia él- Se que no has dormido bien estos días, aprovecha que no voy a estar para que puedas descansar!

Aquello había sonado comprometedor hasta para él mismo, ya que a juzgar por la cara de sus nakamas estos sabían a lo que se refería el rubio al decir que “aprovechara que él no estaba para descansar”. Era un completo pervertido y le divertía de lo lindo, pero no podía disfrutarlo por aquella extraña sensación en el pecho.

Era cierto que no había tenido muchas horas de sueño, pero el rubio no era el causante, ya que generalmente después de que hacían el amor caía dormido como un bebe. Lo que lo mantenía despierto era ese extraño sentimiento que se apoderaba de él de vez en cuando, manteniéndolo algo intranquilo durante dos semanas seguidas y aquella sensación era peor ahora, era por eso que no podía dejar al rubio solo, aunque fuera con la navegante. 

Descansaré después, esta noche me quedaré yo también.- dijo con decisión, no dando pie para que el rubio le siguiera insistiendo.

Pues como quieras Zoro, pero no quiero ver nada raro entre ustedes dos esta noche! Tenemos que mantenernos alerta por cualquier cosa!- le advirtió la pelirroja, comenzando por fin a comer.

El resto de la cena continuó normal a pesar de que la interacción entre Zoro y Sanji fuera cariñosa; sus nakamas no podían evitar verlos de vez en cuando ya que se les hacía muy raro verles así, acariciándose las manos sobre la mesa o simplemente mirándose con sonrisas.

Después de que el banquete terminara, todos se marcharon a descansar, excepto Nami quien fue a verificar las nubes, dejando a Sanji lavando y a Zoro ayudándole, aun con un semblante algo preocupado, semblante que intentaba disimular frente al rubio.

Me vas a decir qué mierda te ocurre de una buena vez Marimo?- le habló Sanji a su lado, sin dejar de lavar los platos. Zoro se sobresaltó un poco, para después girar su cabeza hacia su pareja- Y no me vengas con alguna churrada que sé cuando me mientes!

Eres un rizado acusador- suspiró brusco de manera resignada- No es nada importante cocinero.

Si, nada importante- dejó los platos de lado y se dedicó a mirarle algo enfadado con una mano sobre su propia cadera- Es por eso que casi no comiste y decidiste acompañarme esta noche junto a Nami-san. Por muy caliente que estés sé que no desaprovecharías una noche para dormir tranquilo.

Te equivocas, si la desaprovecharía para estar contigo- frente a aquellas palabras, Sanji se sonrojó pero mantuvo la mirada enfadada. Al ver que el rubio no lo dejaría en paz resopló con desgano- He tenido una sensación extraña, solo es eso.

Es esa sensación que has tenido últimamente?- Sanji, quien había cambiado su rostro de enfadado a uno preocupado, se acercó un poco más al espadachín que mantenía la vista baja.

Es solo eso, una sensación… la tuve antes de venir a cenar- levantó la mirada y dirigió su mano hacia la nuca del cocinero, atrayéndolo más hacia su cuerpo- Pero no te preocupes rubio, no debe de ser nada.

Si no fuera nada no te quedarías esta noche- le susurró después de que ambas frentes se habían apoyado, manteniendo sus bocas cerca.

Aunque no fuese nada me quedaría.- susurró algo embriagado por la cercanía y el calor de sus cuerpos.

Eres un idiota- le dijo con alegría, uniendo sus labios con los del espadachín en un tierno beso.

Tú me haces ponerme idiota- le susurró después del beso, iniciando otro algo más apasionado.

Chicos! les dije que no quería ver nada raro esta noche!- les decía la navegante al mismo tiempo que entraba a la cocina y colocaba unos mapas sobre la mesa con un fuerte sonrojo por lo que había visto.

Cómo que raro!?- resopló con mucha molestia el espadachín, ya sea por las palabras de la pelirroja como por la interrupción. Pero bueno, tendría que soportarla ya que él mismo se había ofrecido a estar de guardia esa noche.

Nami-san, averiguaste algo acerca de las nubes?- le preguntó el rubio, dejando que el espadachín se separara de su cuerpo.

Las he estado observando desde que la cena terminó, es una tormenta, claramente, pero al parecer es arrastrada por una fuerte corriente de aire muy irregular. Hace unos minutos parecía que se nos acercaba y ahora no- miró algo frustrada sus mapas- Si esa corriente nos agarra nos sacará de nuestro curso y no sé hasta dónde nos pueda llevar- Levantó la mirada a sus dos amigos con su rostro cerio- Estaré en la torre de vigía para ver mejor esa tormenta, mas les vale estar atentos a cualquier cosa, así que no los quiero ver de ninguna manera extraña me oyeron!?

No tienes por qué gritarnos así como una bruja!- le dijo de vuelta el espadachín, molestándose con la pelirroja por sus palabras.

Hey Marimo no le hables así a Nami-san!

Eh? Acaso quieres que te corte una pierna cocinerucho pervertido!?

Quiero verte intentar lo cabeza de alga!

Ahh cielos, quien los entiende?- susurró Nami para si misma- Estaré arriba! Si ven algo inusual me avisan!

Claaaro Nami-san!! En un momento subiré café para ti!!- le dijo el rubio con corazones en sus ojos. Nami solo lo ignoró y se fue mascullando cosas que no se lograron escuchar.

Zoro apretó con fuerza sus puños por ver nuevamente esa actitud en el rubio. Por mucho que se dijera a si mismo que Sanji alababa a las mujeres ahora mas por costumbre que por otra cosa, no podía evitar ponerse celoso, sobre todo de la pelirroja, quien por mucho tiempo fue el amor platónico del rubio, causándole mas coraje aun cuando este la defendía y consentía, provocando que su lado mas egoísta saliera a flote.

Eres un idiota- soltó de repente el peli verde, causando que Sanji le mirara extrañado.

Cómo que un idiota Marimo descerebrado!

Lo que dije! Eres un completo idiota!!- le gritó con mayor fuerza. 

Demonios, estaba enfadado y eso que se había prometido a sí mismo no enfadarse más por ese tipo de cosas. 

Sanji no le contestó, solo lo miro sorprendido, tal vez por el insulto o por su tono de voz. Resopló con fuerza. Tenía que salir de ahí antes de soltar otro insulto y luego arrepentirse. 

Estaré afuera- dijo algo cabreado, saliendo de la cocina sin dejar que el otro pudiera decir algo más.

En cuanto salió pudo sentir una fría y fuerte brisa azotando el barco. Ahora el mar parecía más agitado, pero por lo menos no tenían ninguna nube sobre las cabezas, apreciándose el cielo estrellado con una luna nueva. Pudo ver también a Nami que subía el mástil por las cuerdas hasta llegar al puesto de vigía y resopló nuevamente con enfado.

Sabía que no debía de estar enfadado ni con ella ni con el rubio. Claro, aun le molestaba cuando Sanji se ponía así con Nami, Robin o cualquier otra mujer, pero bueno, no podía evitar que fuera así, siempre lo fue y el estar con él ahora no era como si fuera a cambiar esos hábitos. Pero debía entender que esta relación era algo nuevo para el rubio; estar con otro hombre y admitir que lo amaba frente a otros era algo que nunca creyó ver en Sanji, quien se auto proclamaba el cocinero del amor! Pasó de amar a todas las mujeres a amarlo solo a él y eso debía de ser suficiente para estar tranquilo.

Suspiró nuevamente pero con desgano al pensar en esas cosas y ver que había sobre reaccionado. 

Era cierto que después de la pelea y la noche de pasión que tuvo con el cocinero fue él mismo quien intentó persuadirle durante meses para que siguieran con eso. Le había costado horrores para que Sanji admitiera que le gustaba acostarse con el y que cediera a sus pasiones, pero después de que derribara por completo esas murallas fue el rubio quien tomó las otras iniciativas.

Fue Sanji el primero en decidir que la relación no seria solo física, fue Sanji el primero en pedirle ser su pareja y fue Sanji el primero en querer contarle a sus nakamas de que estaban juntos. 

No eran acaso esas las pruebas suficientes que necesitaba para saber que su rubio le seria siempre fiel?

“A mí no me gustan los hombres Marimo idiota! Solo me gustas tú.”

Él era la excepción a la regla. Roronoa Zoro, el ex cazador de piratas, era el único hombre que podía romper las reglas del cocinero, hasta el mismo Sanji se lo admitió.

Se llevó una mano a la frente al sentirse como un idiota por la escena que le montó al rubio, apoyándose en la baranda del barco y viendo como el océano se movía cada vez con mayor fuerza, tratando de concentrarse en cualquier otra cosa que no fuese ese loco cocinero rubio que le hacía perder la cabeza y su auto control. 

Cerró su ojo, intentando meditar a la vez que escuchaba el sonido del océano y el viento; agudizó sus sentidos y gracias a ello sintió como el rubio salía de la cocina y bajaba las escaleras. Mantuvo su ojo cerrado concentrándose en él, en sus pasos, en el olor a tabaco y en la ropa rozando ese cuerpo, quedando rígido al sentir que éste se le acercaba por detrás. 

No abriría su ojo, aun no quería sucumbir frente a su mirada enfadada y no quería admitir ante él que se había equivocado, ya que sabía que si lo veía a la cara se comportaría como un idiota y echaría todo su orgullo por la borda. 

La verdad es que, con o sin rubio, era un idiota y siguió encontrándose un idiota al sentir como Sanji colocaba algo a su lado sobre la barandilla del barco y se alejaba sin decir absolutamente nada.

Abrió su único ojo, viendo qué era lo que le había dejado el rubio, encontrándose con una humeante taza de café recién hecha, junto con un plato con unos panecillos que se veían deliciosos.

Si, definitivamente era un idiota…

Se giró para verle, pero Sanji ya estaba arriba en la torre de vigía, sin entrar a donde estaba Nami, pero entregándole lo que sería un termo con café y una manta. Vio como la pelirroja se asomaba y aceptaba las cosas con una sonrisa en la cara, pero esa sonrisa se borró de un momento a otro y nuevamente esa sensación que tenía hace semanas le golpeó el pecho.

Una fuerte corriente de aire los había golpeado, no dando tiempo a ninguno de los tres para lanzar un grito por la sorpresa. 

Sintió como su cuerpo había caído al piso pero no reparó en el dolor ya que abrió rápidamente su ojo hacia arriba buscando a Sanji, aliviándose al ver que éste se había sostenido como pudo en las cuerdas. 

LA TORMENTA! VIENE HACIA NOSOTROS!!!- gritó la navegante mientras se levantaba- ZORO, DESPIERTA A TODOS!!! SANJI-KUN COMIENZA A LEVANTAR LAS VELAS!!!

No izo falta ir a avisar a sus Nakamas. Por el golpe supuso que se habían despertado solos ya que salían del interior del barco algo alarmados.

USOPP, LUFFY! AYUDEN A SANJI-KUN CON LAS VELAS!!!

SIII!!- gritaron ambos.

FRANKY, ZORO, EL TIMÓN!!! 

Antes de salir corriendo hacia el timón, Zoro pudo ver como negras nubes se ponían sobre el barco, acompañadas de una fuerte lluvia y relámpagos, provocando que el barco se moviera de manera peligrosa.

A pesar de que debía cumplir con su tarea, no podía moverse, no podía quitar sus ojos del rubio y no escuchaba los gritos de Franky que le pedía que lo ayudara. Esa sensación en el pecho le molestaba demasiado y no se podía dar el lujo de perder de vista a Sanji.

Una fuerte ola los golpeó, mandando a Zoro al suelo y golpeándose con fuerza contra la barandilla del Sunny, dejándole algo aturdido por el golpe en la cabeza. 

No supo cuanto tiempo permaneció en ese estado, porque cuando levantó la cabeza vi como Sanji se acercaba a él con una expresión preocupada.

ZOROOO!!!! Zoro estás bien!?- le preguntaba el rubio quien lo agarraba entre sus brazos a la vez que lo examinaba- Demonios Marimo idiota en qué demonios estabas pensando!?

Ah… Sanji… estás bien??- preguntó aun algo aturdido, provocando que el otro se enfadara.

Esa es mi pregunta!!!

Otra enorme ola golpeó el barco, mandando esta vez a ambos Nakamas al suelo, siendo Sanji quien agarrara al otro por encontrarse aun mareado.

LUFFY SOSTEN A NAMI-SAN!!!- gritó el cocinero hacia su capitán, quien de inmediato estiró su brazo y agarró por la cintura a la navegante.

AHÍ VIENE OTRA OLA!! AGARRENSE!!!!- gritó el tirador.

ES ENORME!!!- gritó Brook al mismo tiempo que se metía a la cocina junto a Robin y Chopper.

Como pudo, Sanji tomó a Zoro del cuello de la camisa y se estampó junto con él contra la pared del barco, sintiendo como el agua pasaba por la borda y arrasaba consigo algunas cosas. 

ESTAN TODOS BIEN!?- gritó Chopper mientras se asomaba por la cocina.

YO ESTOY BIEN!- gritó Franky

NOSOTROS TAMBIEN!- le respondió Luffy quien agarraba a Nami y a Usopp que estaban muy mareados y empapados.- SANJI, ZORO?

ESTAMOS BIEN!- respondió el rubio, que enseguida giró su cabeza hacia el espadachín con un rostro preocupado al ver como se escurría sangre de la cabeza del peli verde- Zoro estás sangrando!- colocó su mano sobre la herida, intentando detener la hemorragia.

Tranquilo, solo estoy algo mareado.

Demonios Marimo…!- se separó de él y fue corriendo hacia la cocina- Chopper! Zoro tiene una herida en la cabeza!

Te digo que estoy bien!- le dijo el espadachín al mismo tiempo que comenzaba a caminar hacia el centro del barco para poder ver a Sanji quien subía por las escaleras.

No estás bien! estás sangrando como un anim…!!! CUIDADO!!!!

Pudo ver la enorme ola que estaba a punto de caer sobre todo el barco y como pudo, corrió lo más rápido que le permitió el agua en el piso y empujó a Zoro para que cayera en la habitación de los chicos, golpeándole la ola contra todo el cuerpo y mandándolo lejos.

Un golpe en su cuerpo, un shock momentáneo y se encontró sumergiéndose en el mar que lo movía de un lado a otro bajo sus negras aguas.

SANJI-KUN!!!!!!!!!!-gritó Nami al ver como el cocinero se sumergía en el mar, pero tuvo que agarrarse fuertemente al sentir otra ola impactando contra el barco.

EL COCINERO!!!!!!!!- gritó Franky quien intentaba mantener el barco a flote.

El espadachín se quejó por el fuerte golpe que se dio al caer en la recamara de los chicos, pero todo el posible dolor que estaba sintiendo pasó a segundo plano en cuanto escuchó la desesperada voz de Nami y el llamando de Franky. Un terrible miedo le embargó. 

Salió a gran velocidad y se cayó al mojado cesped al sentir como el barco era golpeado nuevamente. Al levantar la mirada para buscar a Sanji, sintió como su corazón dejaba de latir. Frente a él estaba la baranda del Sunny hecha añicos, dándole a entender que algo o alguien había chocado contra ella y caído por ahí.

Su desesperación comenzó a crecer, mirando a todos lados en busca de su rubio, pero no había rastro de él. Y lo comprendió al escuchar nuevamente la voz de la navegante gritando el nombre del cocinero.

No lo pensó ni un segundo y se tiró al mar.

ZOROOOOOOOOOOO!- gritó esta vez Luffy, quien estiró su brazo para intentar agarrarlo inútilmente.

El impacto del agua congelada lo desorientó un poco, pero en seguida comenzó su buceo en busca de Sanji, sin siquiera deteniéndose a pensar que la fuerte marejada podría ahogarlo. En su mente no había nada más que el rubio.

MALDICION!!- gritó con angustia y enojo al sacar la cabeza para poder respirar, mirando a todos lados en busca de su pareja, comprobando también que se estaba alejando del barco, pero eso no le importaba, moriría ahí si era necesario pero no dejaría a su rubio!- SAAAANJIIIII!!!!!!!!!!!

Volvió a sumergirse, sintiendo como la corriente lo movía de un lado a otro, sacándolo de su rumbo, apretándole sus pulmones por la falta de aire; pero se rehusaba a salir para respirar. Tenía que encontrarlo, tenía que sostenerle otra vez entre sus brazos, tenía que ver su sonrisa alegre…!!! Tenía que tenerlo a su lado!!!

Te amo, maldito cocinero de mierda…”

Recordó el rostro sonrojado y sorprendido de Sanji frente a su declaración. Recordó ver las manos del rubio temblando y como seguido a eso se le acercó con rapidez y le beso apasionadamente. 

Y recordó, como sintió que podría morir ahí mismo de felicidad… porque su amor era correspondido… Porque Sanji también le amaba.

Sus recuerdos se nublaron levemente al sentir algo golpeándole su ya herida cabeza, viendo borroso por segunda vez, sintiendo que su cuerpo dejaba de obedecerle. Que estaba pasando? No debía detenerse! Debía seguir buscando al rubio! Debía encontrarlo…!!

“Yo también te amo Marimo idiota…… creo que te he amado desde el día en que te conocí…”

Sanji….!!!

Lo siguiente que supo, es que sintió algo envolver su cintura y luego… nada.

Notas finales:

Si les ha gustado o tienen dudas dejen sus comentarios! :) hasta el prox capitulo!


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