Un estruendoso sonido recorría la habitación esa mañana, era un despertador que se encontraba en una mesa de noche blanca junto a la cama, hubo un leve movimiento en esta última y de entre las grises sabanas resalto una mano que, aun un tanto desorientada y luego de varios intentos, le puso fin al insistente ruido.
Una la persona que se encontraba antes descansando en completa paz dentro de esa cama comenzó a asomarse de entre las sabanas como lo había hecho anteriormente aquella mano, pero esta vez, luego de un poco, se pudo apreciar con claridad a la persona que estaba reposando en el lugar, el cual era un joven de cabellos un poco largos y rojos que se encontraban desordenados en esos momentos, piel clara y cuando abrió su único ojo visible, a causa de cabello que cubría el otro, se pudo apreciar que era de un hermoso color verde; soltó un bostezo y se tallo los ojos con el dorso de la mano un poco adormilado mientras se sentaba en la cama antes de levantarse y dirigirse al baño solo en sus calzoncillos, se observo unos momentos frente al espejo, llevo una de sus manos a su ojo derecho acariciando la cicatriz que lo atravesaba y las otras más pequeñas también, toda esa zona estaba bastante maltratada y desfigurada en cierto modo a causa de las cicatrices, sonrió con tristeza por unos momentos y luego negó con suavidad para dejar de lado todos aquellos recuerdos que lo atormentaban haciéndolo entristecer, soltó un suspiro para relajarse nuevamente y ya de ahí procedió a cumplir con sus necesidades y aseo personal.
Al salir nuevamente a su habitación se encontraba mojado vistiendo solo una toalla atada a la cintura, se acerco a su closet mientras secaba su cabello con otro paño decidiendo que ponerse, opto por un pantalón de mezclilla negro, una camiseta manga larga blanca con corte en V la cual arremango casi hasta llegar al codo, por último, unas botas marrón oscuro de corte bajo; para darle los retoques finales a su vestimenta situó, sobre su pantalón, un cinturón de color verde un poco grueso que tenía otra especie de correa más fina de la cual caía una cadena cruzada, que comenzaba desde una especie hebilla, del mismo material que el cinturón, perteneciente a la parte delantera y terminaba en otra en la parte trasera a modo de adorno, también escogió una bufanda del mismo color que el cinturón la cual cruzo en su cuello una sola vez, se coloco sus aretes negros. Para concluir todo su arreglo personal, y salir finalmente de su habitación, acomodo su parche en su ojo derecho y arregló su cabello de forma que ocultara los máximo posible ese hecho, no soportaba las miradas curiosas e indiscretas que siempre le dirigían al notar su ojo cubierto, tomo su bolso saliendo del lugar completamente listo.
Bajo con rapidez las escaleras dirigiéndose a la salida de la casa, ya ahí grito en dirección la sala donde seguramente estaría su abuelo tomando su acostumbrado café matutino mientras leía el periódico-Viejo panda, ya me voy-había aprovechado que el viejo se encontraba en aquel lugar para llamarlo de esa forma, sino seguramente ya hubiera recibido una patada de su parte, aunque eso no evito que una de las pantuflas de panda pertenecientes al susodicho impactaran en su cabeza mientras el mayor del lugar hacia acto de presencia frente al pelirrojo.
-¿A quién llamas viejo panda?-ante aquello el menor solo se rió preguntándose si aquella interrogante iba en serio, pues a su parecer era bastante evidente. El anciano, de piel más oscura que el joven, poseía unos círculos oscuros alrededor de los ojos hechos con maquillaje y dos especies de lunares alineados a las esquinas de estos un poco cerca de las orejas, posee un solo mechón de cabello que mantiene atado en una cola, aun estaba vestido con su pijama de dos partes con temas de cuadros blancos con negro. Su abuelo luego de unos momentos suspiro y volvió a hablar-recuerda tomarte en serio tus estudios si realmente quieres seguir con el legado de la familia y convertirte a la vez en un adecuado sucesor Lavi, eres el único descendiente que queda de los Bookman, procura no perder el tiempo en tonterías ¿entendido?
Mientras el contrario hablaba Lavi solo lo observaba fingiendo escucharlo, no porque no quisiera hacerlo, sino porque ya se sabía esas palabras de memoria, y la verdad en esos momentos tenía una pregunta más interesante, a su parecer, dentro de su cabeza ¿a qué hora se levantaba realmente su abuelo para dibujarse esos círculos negros alrededor de los ojos? Solo en contadas ocasiones lo había visto sin ellos y las podía contar con los dedos de una sola mano, por lo visto seguiría siendo un misterio.
-Sí, sí, lo comprendo -respondió al momento de percatarse que había parado de hablar.
-Lo digo en serio Lavi, no pierdas tu tiempo en estupideces o cosas infructuosas-reitero esta vez con un poco más de seriedad al hablar.
-Estate tranquilo, lo entiendo perfectamente-al decir aquello un atisbo de tristeza surco sus ojos por unos momentos recordando algunas cosas de su pasado, pero no volvería a caer en lo mismo, así que no comprendía porque su abuelo insistía tanto respecto al tema, pero no le tomo mucha más importancia de la que necesitaba-nos vemos más tarde viejo-dijo saliendo con rapidez de la casa antes de recibir otro golpe muy amablemente de parte de su abuelo, volviendo a su actitud de siempre.
Hoy iniciaba sus clases nuevamente luego de las vacaciones de verano, y aunque sonaban como algo divertido, y normalmente lo eran, esas vacaciones pasadas no quería recordarlas para nada debido a ciertos acontecimientos. Luego de tomar el bus tardo solo treinta minutos en llegar a la casa de estudios, en todo el trayecto se la paso simplemente escuchando música con su Ipod mientras veía a través de la ventana, al llegar a su parada guardo el aparato y salió con calma junto a otras personas que al parecer eran estudiantes al igual que él en ese lugar, la University Black Order, institución reconocida en el país por sus difíciles exámenes de ingreso y su alto nivel de enseñanza por excelencia.
Al ingresar dentro del terreno de la universidad pudo observar una gran variedad de personas, pero lo que más llamó su atención eran todas esas mujeres hermosas que se encontraban a su vista, definitivamente estar ahí era un paraíso, claro que esto sería mejor si pudiera excluir a los demás hombres pero lamentablemente eso no se podía. Luego de andar por un rato en los jardines del lugar, observando a las nuevas personas que habían ingresado para el nuevo ciclo escolar (le gustaba hacer eso siempre que era la época del año donde se admitían nuevas personas en las instituciones donde había estudiado, tanto en la presente como en las anteriores, así lograba visualizar personas interesantes o de su interés al menos), se dirigió a su respectivo salón de clases. Entro al aula, aun no se encontraba lleno de personas, por lo que se guió hasta uno de los asientos vacios de lugar, dejo su bolso a un lado y se sentó apoyando su brazo izquierdo sobre la mesa para luego reposar su cabeza sobre la mano de este y cerrar los ojos esperando que las clases comenzaran.
Sus lecciones acabaron pasado el mediodía, se levanto de su asiento recogiendo sus cosas y saliendo del salón posteriormente. Todas las materias de ese día eran seguidas una de la otra por lo que, en consecuencia, no había tenido tiempo siquiera de desayunar, así que con el estomago exigiéndole comida se encamino a la cafetería pensando que podría pedir para saciar su hambre. Llegando al lugar fue interceptado por una joven de cabellos verdes el cual llevaba suelto con suaves ondas, de tez clara y orbes violetas, iba vestida con una falda acampanada azul, una camisa blanca corta con algunos detalles en ella, una chaqueta de jean y unas sandalias blancas con un poco de tacón que la hacían ver un poco más alta de lo que ya era.
-¡Lavi! –llamo desde lejos alzando una mano para saludarlo, se despidió de algunas compañeras con las que iba conversando anteriormente y se acerco al pelirrojo-que bueno verte-comento con una pequeña sonrisa al estar frente a él.
-Lenalee-se sorprendió un poco al momento de verla pero luego sonrió y le dio un abrazo bastante contento-así que lograste entrar a la universidad ¡felicidades!-se separo un poco para verla pero sin deshacer el abrazo por completo-que grande y bella te estás volviendo… ¿no te gustaría salir conmigo?-
-Gracias-dijo con una gran sonrisa a sus palabras después rió ante las ocurrencias del oji verde y se separo observándolo mejor-deja las tonterías Lavi, hablas como si fueras un viejo, vamos a buscar algo para comer y conversemos-con una sonrisa comenzó a caminar yendo a comprar algo para almorzar.
-No son tonterías, lo decía en serio-a pesar de sus palabras la chica hizo caso omiso a estas, soltó un suspiro y le siguió con calma, ya al tener cada uno su comida se dirigieron a una mesa vacía donde se sentaron-¿Cómo está Komui? ¿No armo un drama cuando venias a la universidad?-
Ante la pregunta la de cabellos verdes suspiro antes de hablar-si lo hizo, no quería siquiera dejarme salir de la casa porque, según él, algún horroroso pulpo querría ponerme las manos encima, también se negaba a ir a trabajar, tuve que llamar al señor Reever para que se lo llevara…sino lo hubiera hecho probablemente ambos aun seguiríamos en casa discutiendo-el mayor solo pudo reír ante las palabras de la oji gris.
-Komui no cambia, sigue siendo igual de celoso contigo que siempre pero de cierta manera lo comprendo, al ser ustedes dos solamente teme perderte-la menor le sonrió agradecida de sus palabras, luego de aquello comenzaron a comer y conversar de sus carreras, aunque la mayor parte del tiempo solo hablaron de banalidades, tonterías que los hacían reír algunas veces y recordar pequeños momentos del pasado.
-Recuerdas esa vez cuando Allen sin querer te empujo y caíste a la piscina, Sachiko tuvo que salvarte porque te había dado un calambre en la pierna, fue muy gracioso-la de cabellos verdes reía luego de mencionar aquello, pero Lavi solo sonrió tristemente ante el recuerdo, por supuesto que aun lo recordaba, todo lo concerniente a esa chica aun lo tenía grabado en su mente, Lenalee al notar aquello paro y bajo la mirada con un deje de tristeza también-lo siento…no era mi intención…-no sabía muy bien que decir para disculparse, el pelirrojo solo levanto su mano indicando que parara y con una suave sonrisa hablo.
-No te preocupes, sé que no lo hiciste apropósito-luego de aquello siguieron comiendo en silencio, no porque Lavi no quisiera hablarle a la menor, era simplemente que se había perdido en sus memorias, aun dolía, todo lo que se encontraba ligado a ese nombre, por más que ya hubieran pasado dos años, aun hacia que su corazón se comprimiera de tristeza.
Cuando termino su comida miro por unos momentos a la contraria, se encontraba con sus ojos violetas fijas en lo que restaba de su almuerzo, al parecer aunque le hubo dicho que estuviera tranquila no parecía poder dejar de culparse por el mutismo en el que se encontraban, sonrió con suavidad y llevo una mano a sus cabellos acariciándolos con suavidad, la de verdes cabellos dirigió su mirada esta vez a él encontrando una agradable sonrisa pintada en el rostros del contrario, no una de esas que acostumbraba a dar fingidas o falsas, sino una sonrisa verdadera, demostrándole que todo estaba bien. Correspondió al gesto de igual forma y acabó de comer más animada, volviendo a retomar su pequeña charla con el mayor como hasta hace unos minutos.
-Creo que ya debo irme, dentro unos minutos va a comenzar la siguiente clase-comento la chica luego de haber verificado la hora en su reloj de muñeca, llevaban rato conversando y el tiempo se les había ido volando.
-¿Quieres que te acompañe o sabes cómo llegar a tu siguiente aula?-pregunto con calma el pelirrojo levantándose de su asiento de igual forma mientras observaba a Lenalee recoger sus cosas.
-No hace falta Lavi, ve a casa, puedo encontrar el aula sola-contestó a su pregunta dedicándole una sonrisa-nos vemos luego-dijo a modo de despedida antes de comenzar a caminar, repentinamente se detuvo y volvió nuevamente a donde se encontraba el contrario-casi se me olvida, Allen me envió un mensaje hoy en la mañana pidiendo que si me encontraba contigo te dijera que lo llamaras-
-Comprendo pero… ¿por qué no me escribió directamente a mí? De esa manera habría sido más rápido…y ni siquiera sabía si nos encontraríamos, y exactamente ¿qué quiere hablar conmigo?-
-Yo le dije lo mismo, respondió que lo había intentado pero que tú no respondiste sus mensajes y llamadas-escucho la pregunta del pelirrojo y negó en respuesta-la verdad, no tengo ni idea, no me lo dijo y yo no le pregunte-
La miro extrañado por unos momentos antes de tomar su bolso y comenzar a rebuscar dentro de este, al no encontrar nada vacío casi todo su contenido en la mesa solo para confirmar que no tenía su celular, dejo escapar un suave suspiro mientras comenzaba a guardar todo nuevamente.
-Lo dejaste ¿no es así?-en la cara de la menor apareció una sonrisa divertida mientras observaba con atención lo que hacía el oji verde.
-Si…no te rías Lena-frunció el entrecejo al ver como reía con suavidad la de orbes violáceos, a la chica siempre le causaba gracia lo despistado que podía llegar a ser el pelirrojo algunas veces-Lenalee ¿no se supone que tenias clases?-pregunto al recordar aquello.
-¡Oh dios! Voy a llegar tarde-dijo mirando su reloj-¡Nos vemos luego Lavi!-se despidió del contrario mientras salía con rapidez del lugar directo a su aula de clases.
-¡Adiós Lena!-
Al encontrarse solo recogió su bolso y camino fuera de la cafetería con dirección a la salida de la universidad “¿Qué necesitará Allen? Es raro que haya contactado incluso con Lenalee para intentar encontrarme” con aquello en mente partió directo a casa. Su recorrido no tomo mucho tiempo, al llegar a su destino se adentro en el lugar, se hallaba bastante silencioso, buscó a su abuelo por la casa pero al final solo encontró una nota en la mesa del comedor “Tuve que salir a atender asuntos de la editorial, no estoy seguro de cuál será mi hora de regreso por lo que, si se hace muy tarde, no me esperes y cena por tu cuenta” luego de leer aquello soltó un pequeño suspiro.
-Se supone que hoy era tu día libre viejo-arrugo el papel en sus manos y lo boto en una papelera cercana, subió a su cuarto dejando el bolso sobre la cama, en la mesita de noche encontró el dichoso celular, tal parece que había olvidado tomarlo en la mañana cuando salió de casa. Revisó el aparato con curiosidad recordando las palabras de Lena, y efectivamente tenía mensajes recibidos sin leer y llamadas pérdidas, increíblemente también encontró una de Kanda cosa que lo hizo sorprender a gran medida, eso era realmente raro, normalmente el chico de cabellos negro azulados no le llamaba o escribía a excepción de que fuera realmente necesario porque, según él, el oji verde era desquiciante incluso cuando mantenían alguna conversación por teléfono. Con rapidez marco al número del que más llamadas perdidas poseía en el celular, el número de Allen; el albino no tardo mucho en atender, parecía que no lo había dejado repicar siquiera dos veces, y su voz entre aliviada y desesperada a la vez se dejo escuchar a través del artefacto.
-¡Lavi, al fin apareces! ¿Por qué no respondías al menos a los mensajes?-
-Lo siento Allen, me había dejado el móvil en casa por lo que solo pude comunicarme contigo ahora, recuerda agradecerle a Lena el que me pasara tu recado-respondió con tranquilidad mientras se dejaba caer en la cama.
-Claro, no te preocupes, lo haré, yo no soy igual a Bakanda-unas palabras de protesta se escucharon a lo lejos ante el apodo, ya podía imaginarse la expresión de Yuu ante las palabras del albino-¡No soy ningún moyashi, idiota!-rió ante la discusión que se producía al otro lado de la línea, a pesar del tiempo que compartían juntos esos dos, y los años transcurridos desde que se conocieron, muchos aspectos de ellos parecían no cambiar-…no te burles Lavi-
-No me estaba burlando-respondió a la acusación, pero su voz aun denotaba una pequeña risa, la persona al otro lado de la línea solo suspiro.
-…en fin, necesito un favor urgente pero es más rápido y fácil explicártelo en persona, ve a la Entertainment Agency Innocence, Link te va a estar esperando en la entrada para que no tengas ningún inconveniente en entrar, confía y haz lo que te diga ¿de acuerdo?-
-¿Qué quieres decir con que haga lo que me indique? ¿Qué se supone que debo hacer?-pero al preguntar aquello el albino no lo estaba escuchando, por lo que oía a través del móvil parecía estar hablando con alguien más, cuando volvió al teléfono habló nuevamente sin dejarlo pronunciar palabra.
-Date prisa por favor, necesitamos empezar rápido, te estaré esperando-luego de aquellas palabras solo se escucho el tono que daba a significar que la llamada había finalizado.
El pelirrojo observo el artefacto por unos segundos entre sorprendido y confundido por lo que acababa de pasar, no lo había comprendido del todo aun. Suspiro suavemente y se levanto mientras guardaba su teléfono en uno de los bolsillos del pantalón, busco su cartera en el bolso, al momento de encontrarla la guardo igualmente en uno de sus bolsillos y salió de su habitación. Con rapidez salió de su hogar y luego de caminar pensando un poco en todo lo que le había dicho el chico cuando hablaron por teléfono, decidió parar un taxi para llegar velozmente al lugar, suponiendo que mientras más rápido ayudara a su amigo más rápido saldría del lio que seguramente acarrearía aceptar ese favor.
-Es raro que Allen pida un favor con tanta urgencia… ¿Qué habrá sucedido?-hablo para sí mismo, pensando seriamente en el hecho pero no habían muchas cosas que pudieran venir a su mente.
Gracias al poco tráfico, llego al lugar indicado sin mayor contratiempo, apenas el auto se detuvo pagó la carrera al dueño del taxi y se bajo de este agradeciéndole al señor que se despidió cordialmente de él, al voltear a la entrada de la agencia, efectivamente, tal y como había aclarado él albino, se encontraba Link esperándole. Howard es un hombre de estatura promedio, piel blanca, ojos café claro y cabello amarillo, que llevaba trenzado hasta un poco más arriba de la mitad de la espalda, se encontraba vestido de manera semi-formal, con una blanca camisa, un chaleco negro que hacían juego con sus pantalones de vestir del mismo color al igual que sus zapatos, algo raro que noto fue el hecho de que no llevaba puesta ninguna corbata o su acostumbrado lazo en el cuello de su camisa, era extraño pero no algo demasiado relevante a su parecer.
-¿Qué tal Howard? Allen dijo que tú me guiarías a…-el mayor le interrumpió alzando la mano para que se detuviera antes de proceder a hablar,
-Joven Bookman, le pediré que no me llame por mi nombre, solo Link es preferible-dije son su voz seria como era habitual en el contario, siempre que se encontraban esa escena se repetía.
-Sabes que puedes decirme solo Lavi- comento el pelirrojo con tono animado y su acostumbrada sonrisa mientras llevaba sus manos tras su cabeza entrelazándolas, ignorando lo que había dicho primero el mayor- eso de Joven Bookman es demasiado formal para mi gusto-
El hombre lo observo unos momentos antes de dirigir su mirada a la entrada, ignorando campante las palabras del contrario, igual como él había hecho anteriormente-Sígame por favor, debemos hacer algo antes de reunirnos con Allen y el Joven Kanda-luego de aquello procedió a entrar en las instalaciones siendo seguido por el menor.
-¿A dónde me llevaras Howard? Si intentas llevarme a algún lugar apartado para hacer algo indecoroso con mi puro y casto cuerpo, lamento decirte que no me van los hombres-dijo luego de las palabras del contrario a modo de broma, tratando que tuviera alguna reacción, pero este simplemente lo ignoro, suspiro suavemente mientras desviaba la mirada a un lado si dejar de seguirle-sabes, el que seas un manager no quiere decir que debas dejar tu sentido del humor de lado-el rubio realmente era un hombre serio, y había sido así desde que lo conocía. En la recepción se encontraban dos mujeres, una de cabellos castaños y otra de cabellera negra, seguramente las recepcionistas, que los recibieron con una agradable sonrisa y bienvenida, Lavi sonrió coqueto.
-Buenas tardes hermosas damas-dijo como respuesta la bienvenida de las mujeres.
-Este joven es un ayudante que estará colaborando con la banda Quod Cordis, ya pase una notificación a los superiores, pueden confirmar con ellos-
-Comprendemos señor Link-respondió una de las chicas mientras otra buscaba algo que luego le entrego al de rubios cabellos-El joven debe utilizar ese pase hasta que todos los trabajadores sean correctamente notificados, por los momentos debe llevarlo consigo para que pueda permanecer dentro de las instalaciones-prosiguió cuando el mayor ya tenía una especie de carnet en las mano.
-Está bien, me asegurare de que lo lleve en todo momento-le entrego el carnet a Lavi y comenzó a caminar.
-Nos vemos luego bellas damas-dijo el pelirrojo con una coqueta sonrisa a las jóvenes antes de seguir al de ojos café que se le había adelantado.
Se coloco el carnet y observo el lugar mientras caminaba, habían varias personas deambulando de un lado a otro, unos más apresurados que otros, mientras que unos parecían estar listos para salir de su trabajo habían algunos que por el contrario iban llegando al lugar, no estaba muy familiarizado con las agencias, pero por lo poco que había logrado apreciar, era un lugar bastante ajetreado y animado a su manera también. Luego de deambular un rato por la gran edificación, después de todo al ser la EAI era una agencia reconocida su sede principal y sucursales no eran muy pequeñas que digamos, el de cabellos amarillos se detuvo frente a una puerta, abrió la susodicha e invito al pelirrojo a pasar dentro, el se quedo de pie en el umbral.
-Cámbiese con las cosas que encontrará aquí dentro, cuando esté listo salga- iba a cerrar la puerta pero Lavi se lo impidió.
-Espera Howard ¿Por qué debo cambiarme? ¿De qué se trata realmente esto?-pregunto ya un poco cansado de todo el misterio que envolvía el favor del cual, por cierto, no sabía nada al respecto aun a esas alturas.
El de ojos café lo observo durante unos segundos antes de disponerse a soltar alguna palabra, por esta acción sabía perfectamente que el mayor tenia conocimientos de lo que trataba el dichoso favor, pero al parecer no estaba dispuesto a revelar nada, con el tiempo había aprendido a leer bien a las personas…aunque Link algunas veces sabía cómo burlarlo y no podía intuir lo que pasaba por su cabeza, era alguien extraño.
-Lo lamento, pero eso tendrá que preguntárselo directamente a Allen, si no tiene más preguntas lo estaré esperando fuera-luego de aquellas escuetas palabras salió cerrando la puerta sin darle tiempo al pelirrojo siquiera de responder, tal parece que ese día todos querían dejarle con la palabra en la boca.
Suspiro al quedarse solo, observo el lugar que parecía una zona de descanso de alguna sección de empleados, se acerco a la mesa que se encontraba en el medio de la habitación donde pudo observar algunas ropas y otros par de objetos sobre esta, los detallo con detenimiento hasta que algo llamo su atención.
-¿Qué rayos?...esto es ¿una peluca?-
Observo a la susodicha en su mano, el cabello en ella parecía real, era de un color castaño oscuro solo un poco más larga que su cabello, mientras más veía los objetos más se preguntaba en qué demonios había aceptado meterse, porque si, el que él estuviera allí, para los chicos, era ya una aceptación al favor que le habían pedido. Aun sin comprender que sucedía comenzó cambiar su ropa por las que estaban allí, las cual consistían de una camisa negra manga corta, un pantalón blanco un poco ajustado al cuerpo, botas altas pero aun así unos centímetros más debajo de las rodillas, unos collares que le habían dejado con lo demás, acomodó la peluca en su lugar, cambió su parche habitual por uno más parecido al estilo de un pirata, se puso unos guantes sin dedos negros y por último se colocó un lente de contacto, que habían dejado con mucho cuidado un poco separado de los demás objetos, para cambiar el color de su único ojo visible de verde a un color ambarino, la verdad se sentía incomodo con este pues no estaba acostumbrado a ellos.
Al finalizar el cambio guardo su teléfono y billetera a la ropa que utilizaba en esos momentos, quiso poder mirar que tal había quedado cosa que al final no pudo hacer al no encontrarse un espejo en esa sala, doblo y acomodo sus ropas y luego salió del lugar, encontrándose con Link a la salida de este, el mayor lo contemplo por unos momentos inspeccionándolo para después asentir complacido, al parecer si había logrado el cambio que se requería.
-¿Qué hago con mi ropa?-pregunto mostrando los objetos que traía consigo, el contrario las tomo con suma tranquilidad.
-Yo me encargare de ellas, ahora sígueme, vamos a encontrarnos con los chicos-
Asintió a sus palabras y le siguió con calma, si antes se encontraba extrañado por todo lo que sucedía ahora ese sentimiento había incrementado pues ahora estaban saliendo de la agencia y al preguntarle al contrario solo había contestado “Estamos yendo a donde se encuentran Allen y el joven Kanda”, en serio ya no comprendía para nada de que trataba ese favor. Subió al auto de Link y el este se puso en marcha a un rumbo del que no tenía ni idea.
Todo el viaje transcurrió en silencio, o casi todo, Lavi había intentado bromear y al menos hablar un poco con el mayor pero este simplemente lo ignoraba, respondía con monosílabos o, en ocasiones, le enviaba una mirada neutral por pocos segundos antes de volver a centrarse en la carretera sin responder; debía admitir que, al menos para él, no había sido un trayecto cómodo ni agradable. Llegaron a un establecimiento, el cual supuso el pelirrojo, era una especie de estudio o algo por el estilo, la verdad no sabía muy bien como denominarlo después de todo no sabía mucho de esas cosas, entraron en el lugar y realmente no se había equivocado del todo en lo que había pensado, dentro de la construcción había zonas que eran sets de grabación, unos más grandes que otros, dentro de algunos estaban trabajando otros estaban vacios, pero eso no hizo más que darle un mal presentimiento y a la vez aumentar la inquietud que llevaba consigo a causa de todo el misterio.
Después de un par de minutos caminando entraron una de las tantas puertas, bastante grandes por cierto, ya allí no tardo en aparecer un chico de cabellos blancos, tez clara y ojos azul grisáceos, estaba vestido con una camisa azul rey sin mangas y una especie de abrigo largo de color blanco con capucha que en su brazo derecho llegaba hasta la muñeca y en la izquierda no poseía manga, dejando al descubierto ese extraño maquillaje que acostumbraban a ponerle en ese brazo del mismo color al que le ponían en el lado izquierdo del rostro, pantalón negro adornado con un cinturón de detalles plateados y botas negras, iguales a las del pelirrojo, con algunos detalles en plateado también. Tras el venia otro chico con gesto mal humorado, de cabello negro bastante largo que mantenía atado en una coleta alta, piel blanca y orbes oscuras casi negras, vestía de forma parecida al albino con una camisa azul marina, sin mangas pero de cuello alto, pantalones negros con una pañoleta blanca larga (las puntas llegan hasta las rodillas) a modo de cinturón, muñequeras negras y botas hasta la mitad de la pierna con el mismo color de la camisa.
-Lavi, me alegro de verte -sus rostro mostraba alivio tras ver al de la peluca, el aludido saludo con una pequeña sonrisa-
-También me alegro de verte Allen-contesto a su saludo con una sonrisa, miro al de ojos oscuro y le sonrió igual-también me alegro de verte a ti Yuu-había dicho el nombre del contrario con toda la intención, le divertía ver el rostro que colocaba cada vez que lo hacía-veo que aun no cortas tu cabello, si sigues así algún día te confundirán con una chica-
-No estoy de humor para tus bromas conejo idiota y no me llames por mi nombre- el pelinegro se encontraba estresado, y aquello solo había logrado ponerlo de peor humor.
-Pero si tu siempre tienes ese bonito carácter Yuu, no entiendo porque mis bromas te molestarían más bien deberían de alegrarte-realmente al pelirrojo le encantaba meterse con el contrario, aunque a causa de eso muchos dicen que el de ojos verdes solo es un masoquista que continuamente buscaba su muerte a manos del pelinegro.
-Maldito conejo…si tuviera a Mugenconmigo ya te habría asesinado-bufo molesto antes de caminar lejos del contrario, por eso le había dicho a Allen que mejor buscaran a otra persona, el pelirrojo siempre encontraba la forma de hacerlo enfadar, pero el albino nunca hacia caso a lo que él le decía.
Todos los presentes observaron como Kanda se alejaban pero luego de unos momentos siguieron cada quien en la labor que estaban realizando, Allen se acerco a Link y le agradeció con una sonrisa.
-Gracias por ayudarnos con esto-mencionó mientras observaba al chico que ahora cargaba con una peluca castaña cubriendo su cabellera rojiza, este se encontraba distraído admirando algunas cosas en el lugar mientras ellos hablaban-hiciste cosas que no estaban dentro de tu labor como manager y por eso te agradezco-
-No se preocupe Allen, a pesar de ser así estaba un poco relacionado también-contesto el de orbes café con tranquilidad-ahora si me disculpa, debo organizar algunas cosas en el horario de la banda y usted también debería regresar a su trabajo, además de explicarle también al Joven Bookman porque se encuentra aquí-
Allen observo al mencionado y asintió-tienes razón Link, iré ahora mismo-luego de aquello se despidió del rubio quien comenzó a hacer algunas llamadas casi inmediatamente.
Lavi se había alejado de aquellos dos mientras conversaban y fingía estar inmerso en otras cosas solo para darles “privacidad”, pero la realidad era que sabía que si se alejaba al menos un poco ellos podrían tener más confianza de hablar y quizás revelaran al fin de que se trataba todo eso, pero al final no habían dicho gran cosa. Cuando Allen se acerco lo tomo del brazo y lo llevo al centro del lugar, al parecer para presentarlo ante todas las personas que estaban en el lugar.
-Muy bien, chicos, señor fotógrafo, personal del equipo y todos los aquí presentes-comenzó hablando el albino al lado del pelirrojo, ahora rubio, a las personas que se encontraban dentro del set. La verdad Lavi se encontraba igual de ansioso e impaciente que todos lo que estaban en el lugar, el tampoco tenía idea de que hacia allí y al parecer se enteraría junto a los demás, pero por su mente jamás paso lo que en realidad el de orbes azul grisáceos diría-este chico aquí a mi lado se llama Deak, será el baterista temporal de nuestra banda Quod Cordis, por favor llévense bien con él-finalizo el albino con una sonrisa. En ese instante Lavi miro totalmente sorprendido al menor, su mente quedó en blanco…bueno, casi toda, solo un pensamiento se encontraba en su cabeza en ese preciso instante.
“¡¿YO SERÉ QUÉ?!”