Desde que era pequeño su sueño era convertirse en arquitecto, al igual como lo era su tío, quien era la persona que él más admiraba en el mundo, soñaba con ser un prestigioso y destaco arquitecto al igual que él y mediante los años transcurrían, su sueño se volvía cada vez más fuerte y junto a este se le agregaban otras metas, no sólo quería estudiar arquitectura, si no que quería hacerlo en el extranjero. En un momento todo se había vuelto oscuro en su vida, pero Taekwoon había aparecido como una luz en la oscuridad recordándole todo lo que quería, se había comenzado a esforzar el doble, ahora no solamente para que sus sueños se cumplieran, si no que para ser mejor para Taekwoon, en un futuro quería ser alguien del que pudiesen estar orgullosos y lo estaba logrando.
Era uno de los mejores estudiantes y en definitiva su esfuerzo estaba dando frutos, pero en el momento que le ofrecieron irse de intercambio al extranjero, no dudo en negarse, no obstante le habían dicho no tomara una decisión tan apresurada, que lo pensara mejor y reflexionara en todo lo que ir a estudiar fuera significaba para su carrera, lo había pensado una y otra vez ¿Pero cómo iba a dejar a Taekwoon?, estaba demasiado enamorado como para irse a otro lugar y estar lejos de él, pero tenía demasiados sentimientos encontrados, ir a estudiar fuera siempre había sido su sueño y ahora que este se concretaba no sabía qué hacer.
Nunca había imaginado que el hacer todos sus sueños realidad iba a ser algo tan difícil, ni que iba a tener que abandonar tantas cosas en el camino a poder conseguirlo, no se sentía capaz de hacerlo, pero allí estaba Taekwoon, apoyándolo incondicionalmente para que hiciera sus sueños realidad, había sido algo agotador, su cabeza parecía estar hecha un lío y cuando al fin se había decidido a que tomaría la oportunidad no podía estar feliz del todo, por un lado estaba su sueño y por otro, estaba Taekwoon.
Había sido difícil estar sin él, le costaba describir con palabras todo lo que lo había extrañado y necesitado todo ese tiempo, no obstante Mir, su compañero de vivienda se había convertido en un apoyo fundamental para él estando en Londres, le había hecho sentir que no estaba tan solo y que cuando el tiempo se acabase podría volver a estar con Taekwoon como en los viejos tiempos. Pero Wonsik no podía ser tan optimista, tenía muchas dudas sobre cómo sería la relación de ambos una vez que él regresara a Corea, habían mantenido el contacto durante aquel tiempo, pero había sido más difícil de lo que habían pensado, la diferencia horaria y el cansancio por parte de ambos hacia que sus conversaciones no fueran muy prolongadas ni seguidas, a menudo Wonsik creía que algo se había roto entre ellos y Taekwoon parecía tener rencores que él no terminaba de entender y le dolía. Ese tipo de cosas le hacía sentir que había tomado una decisión equivocada al momento de viajar a otro lugar, pero no se arrepentía, él sabía lo que arriesgaba al irse.
Sus días en Inglaterra habían terminado y era hora de volver a Corea, no se había dado cuenta de lo mucho que deseaba volver hasta que estuvo con Mir en el aeropuerto. Se sentía ansioso, quería regresar pronto, pero a la vez le entristecía dejar a Mir, no sabía cuánto tiempo pasaría para que se volvieran a ver, si es que volvían a verse alguna vez; se había acostumbrado a él y a su ruidosa forma de ser, nunca imagino que se iban a volver así de cercanos.
-Estoy triste con tu partida, es como sí ayer hubieses llegado a mi departamento diciendo que querías arrendar conmigo, porque no te gustaba lo que te habían ofrecido en la universidad. Se ha pasado tan rápido el tiempo – Decía Mir fingiendo llorar. – Me quedaré solo otra vez -
-Sólo tienes que buscar a otro chico que te soporte –Decía Wonsik abrazándolo.
-Créeme que ninguno me tendrá tanta paciencia como tú – Le decía con una sonrisa.
-Te extrañaré –
-Y yo a ti. Te llamaré a las tres de la madrugada cuando me sienta solo – Dijo riendo y Wonsik lo golpeo suavemente en el hombro.
-Espero nos podamos ver alguna vez –
-Cuenta con eso. Es una promesa -
En el momento en el que había subido al avión, sentía que todos sus esfuerzos se habían cumplido, se iba siendo mucho mejor que como había llegado y esperaba de corazón que las cosas siguiesen estando tan bien como antes que él se fuera, pero sabía era imposible. La relación con su hermana había seguido tan bien como siempre, aunque ella había regresado a vivir a Busan el tiempo que él se había ido y no la podría ver hasta unos días después de que llegara a Corea, al menos podría ver a sus amigos, realmente los había extrañado a todos. Al único que no vería al llegar sería a Taekwoon, sabía por parte de Hongbin que este estaba en medio de sus prácticas y no tenía tiempo, de cierta forma le entristecía aquello, pero lo entendía, lo único que le molestaba era que su intuición le gritaba que algo le estaban ocultando, no eran solo sus prácticas, quizá era que Taekwoon no deseaba verlo.
¿Sería posible que Taekwoon aún lo siguiese amando? ¿Quizás ya estaba con alguien más? Tenía demasiadas dudas y parecía ser que nadie quería resolverlas, cuando este fue a Londres, sentía que aún estaba aquel infinito amor que ambos se profesaban, pero en las últimas conversaciones que habían tenido por teléfono, sentía que lo estaba molestando, que tenía cosas más importantes que hablar con él y puede que quizás se haya puesto un poco paranoico, pero no podía evitar sentir aquello.
Estaba seguro de que Taekwoon era el amor de su vida, no se imaginaba su vida sin él y quiso pensar que su viaje a Inglaterra no había sido más que un obstáculo más que podrían vencer juntos, pero sentía miedo de haberse equivocado, le había dicho que lo dejaba libre, que podría estar con quien quisiera si aparecía alguien que le gustase el tiempo que él estuviese fuera, después de todo no quería ser tan egoísta, pero deseaba desde el fondo de su corazón que nadie hubiese aparecido y que su relación no hubiese cambiado en lo absoluto.
Al llegar a Corea lo estaban esperando Yongguk y Hyuk, los cuales lo habían abrazado con fuerza al verlo y habían comenzado a llenarlo de preguntas respecto a su estadía en Londres, aunque se habían llamado unas cuantas veces. Les mostró las fotos que tenía de los lugares a los que había ido y de Mir.
Se había encontrado poco después con Hongbin y Hakyeon, los cuales lo habían llevado a almorzar, mostrándole un nuevo lugar que habían inaugurado y que sabían a él le encantaría. Se sentía feliz de estar de regreso, pero le faltaba Taekwoon.
El tiempo se pasaba rápido, había viajado a Busan para ver a Jiwoon y había estado con ella un par de días. Había intentado comunicarse con Taekwoon, pero este nunca estaba disponible y si llegaba a contestar le decía que le llamara en otro momento ¿Sería que no quería hablar con él? Por más que intentaba preguntarle a Hongbin si sabía algo, este solo le decía que posiblemente le llamaba cuando estaba ocupado, que solo tenía mala suerte.
Había decidido dejar de esperar que Taekwoon quisiera verlo y había decidido ir a su casa a ver si lo encontraba, pero no había tenido tanta suerte. Se había encontrado con una de las hermanas de Taekwoon y esta le había dicho que podía esperarlo si quería, que por el momento no había nadie en casa y que podía aprovechar de dormir un poco y eso fue lo que hizo, se recostó en la cama de Taekwoon embriagándose con su aroma el cual estaba impregnado en las sabanas de su cama desecha. Lo extrañaba y sólo quería verlo, aunque fuese por unos segundos, quería saber si había hecho algo mal y poder remediarlo en caso de que Taekwoon se hubiese molestado por algo. Cuando decidió que había sido suficiente de esperar, notó una fotografía sobre la mesita de noche, Taekwoon estaba con un chico bastante adorable aunque no pudo evitar sentir como su corazón se rompía en mil pedazos al leer una dedicatoria al reverso de la fotografía “Un mes juntos, espero sean muchos más. Jaehwan” Entonces estaba con alguien, todo comenzaba a tomar sentido, por eso no contestaba sus llamadas, por eso nadie quería decirle nada sobre Taekwoon, porque ellos ya sabían que estaba con alguien más.
Escribió una rápida nota y dejo el regalo que le traía sobre el escritorio, lo mejor sería que saliese de allí antes de que Taekwoon llegase, que si se lo encontraba no sabría qué clase de cosas le diría y no quería actuar como un despechado, siendo que él sabía eso era algo a lo que él se arriesgaba al dejarlo.
Se sentía destrozado, lo único que quería era llorar y gritar, pero no lo haría, aún no podía creer que Taekwoon realmente estuviese con otro chico, al menos podría habérselo dicho y se habría ahorrado el estar como un idiota buscándolo y deseando que todo siguiese igual que como antes. No dejaba de preguntarse en qué momento Taekwoon se había olvidado de él, ¿Cómo no se dio cuenta? Y por sobre todo no dejaba de preguntarse ¿Cuándo se había vuelto tan lejano? No lo había notado antes y ahora solo tenía que ver como se alejaba cada vez más sin saber qué hacer para detenerlo, no dejaba de pensar que todo había sido su culpa.
Sabía lo que perdía al irse y como un ingenuo pensó que todo seguiría igual cuando el volviera, pero se había equivocado y todos sus miedos se habían hecho realidad.
¿Realmente un año era tanto tiempo?
Quiso creer que no, que todo seguiría igual y que su amor sería más fuerte que cualquier cosa, pero había sido un iluso. Miró sus manos notando las ilusiones que había comprado antes de irse a Londres, recordó también por qué no quiso entregarle el anillo y por primera vez se sentía bien por no haberlo hecho.
No sabía dónde ir, por lo que decidió regresar junto a Yongguk, viviría con él un tiempo antes de arrendar algo por su cuenta, por supuesto su amigo no se había negado y le había dicho podía quedarse con él el tiempo que quisiera, por una parte no quería que este lo viese así de derrotado, no quería preocuparlo, pero por otro lado, quería dejarse reconfortar por él. Llevaba un buen rato tumbado en la cama de Yongguk, sintiendo como las lágrimas corrían por sus mejillas, sentía que la tristeza no se iría nunca.
-Me duele verte así – Dijo Yongguk acariciándole la espalda con cariño.
-Soy un idiota Guk, Taekwoon ya está con alguien – Dijo con la voz quebrada - y yo pensando que nuestro amor iba a ser más fuerte –
-No creo que te haya olvidado, sabes –
-¿Realmente lo crees? – Dijo mirándolo esperanzado.
-Deberías luchar por él y si él realmente te olvido, yo estaré aquí para apoyarte –Decía limpiando con cuidado las lágrimas que caían por sus mejillas.
-Gracias – Dijo abrazándolo con fuerza.
-No hay de que, yo quiero que seas feliz y eras realmente feliz a su lado – Le dijo con una sonrisa para luego comenzar a acariciarle el cabello, hasta que este se había dormido con el pensamiento de que lucharía por Taekwoon, se negaba a creer que este lo hubiese olvidado por completo y aunque él no era un destruye relaciones, haría todo lo posible por hacer que este estuviese a su lado una vez más.