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Costume Party por Mitsuki_neko_Uchiha

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Notas del fanfic:

Naruto es de la completa autoría de Masashi Kishimoto, yo solo utilizo sus personajes para hacer un homenaje a su obra y poder realizar algo para mí y la fans de las parejas que aquí se presentan sin ningún fin lucrativo.

Miró como Kabuto acomodaba las telarañas falsas en uno de los miles de rincones obscuros de su ya no tan secreta guarida. Hacía un par de años que había entrado a los cincuenta ¿Pero qué acaso los cincuenta no eran los nuevos cuarenta? Por lo que se le ocurrió una forma maravillosa de celebrar su cumpleaños ¡Una fiesta de disfraces! Había invitado a sus antiguos compañeros de Akatsuki, y por supuesto, a varios de la aldea del sonido y muchísimos criminales peligrosos con los que había hecho negocios. Ya se podía visualizar siendo alabado por todos en su asombroso disfraz.

– Orochimaru –si, justo lo que le faltaba para que ese cumpleaños fuera perfecto. Un "Feliz cumpleaños" dicho por su adorado Sasuke. Se giró con una sonrisa, preparado para recibir esas agradables palabras.

– ¿Qué deseas Sasuke-kun?

– ¿Cuándo comenzamos a entrar? –allá iba su perfecto cumpleaños.

– Sasuke-kun, hoy no habrá entrenamiento, ya te lo había dicho… el disfraz que te hizo especialmente Kabuto para ti esta…

– Entonces no habrá entrenamiento.

– No.

– Me voy.

Apenas se giró, el cerebro de Orochimaru empezó a formular una estrategia para detenerlo: Sasuke era un niño egocéntrico y enojón, en pocas palabras, berrinchudo, pero eso siempre le había parecido lindo, se golpeó mentalmente cuando descubrió que se había desviado del tema inicial y el joven Uchiha ya se había alejado un par de metros, y fue en ese momento en cuando la idea llego a él.

– Creí que querías ver a Itachi-kun –apenas ese nombre fue pronunciado Sasuke se giró con el sharingan activado.

– ¿Itachi?

– Si, me pregunto qué clase de disfraz traerá… seguramente será uno que resalte su natural belleza.

– Iré…

– ¿Perdón? No te escuche, estaba pensando que nadie notaria tu ausencia si Itachi está ahí…

– Iré a tu maldita fiesta de cumpleaños… –se cruzó de brazos.

– Pero la única forma en la que te dejare estar ahí es que te pongas en disfraz que esta sobre tu cama, o si no te encerrare en "ese" cuarto.

El Uchiha menor hizo un extremadamente diminuto de miedo, el estúpido cuarto obscuro ya le había dejado más de un trauma, y no tenía intención de volver a entrar ahí en su vida.

– Lo hare… –pronuncio después de un suspiro de resignación.

– Muy bien Sasuke-kun, pero date prisa, me muero por verte vesti… digo, el tiempo pasa rápido y no alcanzaras a cambiarte.

Rio internamente cuando Sasuke comenzó a alejarse, solo faltaban un par de horas para que la fiesta empezara. Siguió dándole órdenes a Kabuto, la telaraña estaba muy arriba, ahora había quedado muy abajo, se veía demasiado falsa y después demasiado real.

– Orochimaru-sama…

– ¡Calla! Todo tiene que ser perfecto.

Kabuto lanzo un suspiro, sabía perfectamente lo obsesivo que podía ser su señor, primero había sido la inmortalidad, bueno, lo seguía siendo, después Itachi Uchiha, después con Kimimaru, Sasuke lo seguía siendo y ahora su fiesta de cumpleaños.

– Si, Orochimaru-sama –volvió a subir a la escalera, esta vez con un paquete de arañas negras y moradas.

Se dio media vuelta y caminó hacia la cocina, tenía que revisar el menú especial de esa noche, ya podía imaginar la mesa de bocadillos. Unos fuertes y rápidos pasos y un chirriante sonido le alertaron de que alguien quería atacarle.

– ¡Ni pienses que voy a ponerme eso! –esquivo con facilidad el chidori de Sasuke.

– ¿Por qué no? –sonrió abiertamente.

– Porque no… no tengo esa clase de… ¡De mañas! –un imperceptible sonrojo ataco sus mejillas.

– Eso no fue lo que me dijeron mis espías en Konoha… ni lo que dijiste la otra noche en…

– Eso ¡Eso fue un momento de debilidad! –tan pronto como había llegado, el Uchiha menor despareció.

Lanzo una pequeña risa, Sasuke seguía siendo un niño sumamente adorable. Siguió caminado, esta vez rumbo a su habitación, estaba ansioso por probarse su disfraz. A Kabuto le había costado pinchazos de agujas, cortes de tijeras y cocidas en la máquina de coser, pero lo había terminado a tiempo. Entro a su habitación y saludo a sus múltiples serpientes, quienes le respondieron con un cariñoso serpenteo.

Abrió las puertas de su extremadamente lujoso y costoso armario de madera de roble hecho en la aldea de la hierba y observo el maravilloso traje negro, con brillantes botones dorados en el pecho. A simple vista, y para cualquier idiota que no supiera de música, era un simple traje con variantes militares inglesas, pero no, ese, ese era un traje especial, hecho idéntico al del rey del pop, únicamente para él.

No pudo reprimir su emoción e inmediatamente comenzó a cambiarse, lanzando su típica ropa a otro de los miles de rincones obscuros de su guarida. Se puso el traje, se admiró en el espejo y corrió hasta un cajón, el cual comenzó a esculcar desesperado, lanzando las cosas a todas partes, su preciado kit de bondage, su álbum de fotos de Itachi, su álbum de fotos de Sasuke, su enorme colección de videos hechos en casa de él y Kabuto. Hasta que por fin lo hallo, un sombrero negro. Se lo puso de lado y volvió a mirarse en el espejo, en su mente grito "Perfecto" y unos golpes en la puerta interrumpieron su feliz momento.

– ¡¿Qué?! –abrió la puerta violentamente, encontrándose con su fiel sirviente/ayudante Kabuto, con un traje, que según él, era de científico.

– Orochimaru-sama, Akatsuki ha llegado… y hay un pequeño problema con Sasuke-kun.

– ¿Qué clase de problema?

– Se ha encerrado en su habitación y grita "Prefiero estar una semana en ese maldito cuartito a que mi orgullo sea pisoteado de esta manera" –pronunció tratando de imitar la voz de Uchiha.

– Aaah, ese niño –menciono en un suspiro.

– Además… – Kabuto se acomodó sus gafas–, algunos Akatsuki traen atuendos… bastante… interesantes, estoy seguro de que a Sasuke-kun le interesara ver el de su hermano mayor – una extraña mirada se tornó en el rostro de Orochimaru.

– Avisa que estaré ahí en breve, yo iré por Sasuke-kun.

Por otra parte, en la enorme sala preparada para la ocasión, los Akatsuki trataban de mantener la calma y trataban de no destruir, hacer explotar, cortar y/o sacrificar nada en el intento.

– ¡Hidan! ¡Deja de comerte todo! –grito cierto tesorero vestido de Frankeinstein.

– Joder, está bueno –el religioso tomo un pastelillo en forma de calabaza y se comió la mitad de un mordisco. Llevaba una camisa negra, gastada y rota, pero aún abierta del pecho, y pantalones de cuero negro, también rotos, la boca y gran parte de la cara manchada de sangre… no tan falsa. Además, se había pintado la piel de un extraño verde azulado. Definitivamente el zombi más sexi a kilómetros de ahí.

– No sé cómo estas tan delgado si comes más que una vaca –Deidara se llevó una mano a la cintura, con un vestido de cenicienta, pero sin el típico peinado de la princesa.

– Estás celoso porque yo no tuve que estar dos meses a dieta para entrar en mi disfraz –se comió el resto del pastelillo.

– Al menos yo no saque el mío de la basura, intento barato de zombi –se acomodó los guantes.

– ¿Alguien puede recordarme por que acepte esto? –se escuchó la seria voz de Itachi, quien se negaba a salir de su escondite tras su compañero, quien iba vestido de marinero.

Pein salió de entre las sombras, vestido de conejo-zombi-vampiro. Unas orejas blancas sobresalían de su cabeza y tenía maquilladas heridas alrededor de toda la cara, haciendo juego con las perforaciones.

– Fácil, Itachi… –jalo del brazo al Uchiha mostrando su traje de maid negro y unas orejas de gato sobre su cabeza–. Tenemos que recuperar el anillo que Orochimaru tiene, para eso, debemos ir a su habitación, para ello, Deidara seducirá a Orochimaru, si no funciona, lo intentara Hidan, y si no funciona, lo intentaras tú, nuestra arma secreta.

– ¿Y por qué Konan no entra en ese plan? –pregunto Kisame mirando a la mujer quien iba vestida de conejita playboy. Itachi le dio un codazo en las costillas para que dejara de verla.

– Pffjajaja –el marionetista no pudo evitar reír, vestido de Dark Blader, aunque claro, se había quitado el molesto casco–. Orochimaru es la cosa más gay que he conocido en mi vida… no caería nunca ante Konan.

– ¿Experiencia propia, Sasori? –molesto el tiburón. El nombrado al instante reacciono y se abrazó a sí mismo.

– ¡Deidara, protégeme! –se metió bajo el ampón vestido.

– ¡Danna! –se sonrojo.

– Bien hecho Kisame, reviviste uno de los más horribles traumas de Sasori–pronuncio con ironía Kakuzu.

– ¡Tobi también quiere un pastelillo! –una alegre voz de chico bueno resonó y una caja camino por el piso.

– ¿Tobi? –Deidara avanzo unos pasos y cayó al suelo.

– Jajajajajaja, rubia ¿Qué demonios es eso? –le apunto el zombi riendo a carcajadas.

La falda del vestido se había levantado dejando ver unos sexis pantis de encaje blancos, además de un seductor ligero, junto con las medias blancas. Se levantó lo más rápido que pudo con la cara completamente roja, aun sin poder que Sasori soltara su pierna.

– Venia con el disfraz… ¡Y Pein dijo que tenía que seducirlo y me obligo a ponérmelo!

– Pues se te ve muy bien ¡Guapa! –rio más el albino.

– Con razón Sasori no quería salir de ahí –mientras Kisame hablaba Itachi volvió a esconderse tras él.

– ¿De qué es tu disfraz Tobi? –pronuncio con voz tranquila Konan.

– Oh, oh, Tobi es un gundam.

– ¿Gundam? –repitió Itachi, saliendo momentáneamente de su escondite.

– ¡Si! –todos miraron la inscripción en la caja que decía "Gundam"–. ¡Y Zetsu-san es una planta! –apuntó con su dedo a… efectivamente, a una planta que lentamente abrió sus venus mostrando a Zetsu.

– ¿Desde cuándo estas ahí? –nuevamente Sasori volvía a su expresión tranquila.

Desde que llegaron te dije que el disfraz era bueno.

– Disculpen… –interrumpió Kabuto–. Orochimaru-sama estará aquí en un momento.

Se escuchó el timbre de la puerta y de inmediato fue a abrir.

Mientras, al otro lado de la orochibase, el famoso y aclamado sannin golpeaba suavemente una puerta. Dentro, un joven de cabellos negros se hallaba sentado sobre su cama, con la piernas cruzadas y apretando una almohada contra sí mismo. Se levantó de la cama y se miró nuevamente en el espejo, un vestido negro y muchos holanes en la falda blanca, se giró, la espalda descubierta. Se levantó la falda del vestido, medias negras y ligero del mismo color… miró la cama y observo las orejas de gato que se encontraban ahí.

– Saaasuuukeeeekun… abree laa puueertaa –canturreo Orochimaru–, anda, prometo no manosearte otra vez.

– ¡Vete!... –corrió y se recargo contra la puerta por si trataba de abrirla–. Violador de niños… ¡Violador de Uchihas!

– Solo trate de violar a Itachi una vez… –la puerta se abrió de golpe y la cama le cayó encima.

Tomo las orejas y se las puso.

– ¿Feliz? –se cruzó de brazos. Orochimaru se deslizo como la serpiente que era, apenas le miro, se le lanzo encima–. ¡Dijiste que no me manosearías!

– Sasuke-kun… olvidémonos de la fiesta y vallamos al cuarto obscuro –le jaloneo, pero apenas paso por la sala, detuvo su andar de golpe.

La enorme habitación estaba llena de gente, busco con la mirada a su principal objetivo pero no le encontró. Todos los invitados estaban ahí, gente importante también.

– Orochimaru-san – Una mujer rubia llego a su lado, pero tenía… tenía voz de macho. Justo en ese momento, Sasuke logró escapar–. Vengo de parte de Pein y… ¿Podría soltar mi pierna, Sasori no danna?

– ¿Sasori? –Deidara dio un grito cuando Sasori apretó su pierna–. Cariño ¿Qué haces ahí abajo? –se metió también debajo del vestido.

– ¡¿Pero qué mierda?! ¡Ustedes dos, fuera de mi vestido!

Se levantó la falda ocasionando que toda la gente volteara a verlos. Sasori seguía aferrado a la pierna de Deidara mientras gritaba "¡No, aléjate, violador de niños!"

Se escuchó un fuerte silbido–. Fiu, fiu, Deidara-chan, que espectáculo –Hidan se hallaba comiendo gelatina en forma de cerebros.

– Anda, es tu turno –dijo Konan, siendo seguida de cerca por el conejo-zombi-vampiro.

– ¿Qué? A la verga, ni loco me voy a liar con el famosísimo violador de niños, bien recuerdo lo que el sacerdote del templo decía: "Nunca te metas con alguien que usa sombra morada" –se comió la última gelatina.

– ¿Han visto una charola con cosa rosa? –Kabuto llego, con una ligera expresión de preocupación.

– Si, si buscas gelatina, ya me la comí –se relamió los labios.

– Eso… eso no era gelatina.

– ¿Qué era?

– Aam, claro que era gelatina –Kabuto se giró y regreso por donde vino.

– Pero que tipo tan mas jodidamente raro, estar con él puto de Orochimaru te hace mierda el cerebro.

Sasuke se escabullía entre la gente, tratando de no ser notado, hasta que se golpeó con alguien, estaba punto de gritarle cuando se dio cuenta de quién era… y de cómo iba vestido. Itachi, su renegado y malvado hermano mayor estaba vestido con un uniforme de maid, con orejas de gato y claramente ocultándose tras un hombre de piel azul, seguramente eso era parte del disfraz.

– Sa-Sasuke… –Itachi se había puesto, por primera vez ante él, nervioso–. ¿Por qué este vestido así?

– Yo, podría preguntar lo mismo… –ninguno de los dos dijo nada.

– ¡Itachi-san! ¡Konan y Pein te están buscando! –el tiburón tomo en brazos al Uchiha mayor y se lo llevo lejos de ahí, dejando sorprendido al Uchiha menor.

Orochimaru recorría la sala, saludando a los muchos presentes, recibiendo halagos por su asombroso traje, la deliciosa comida, especialmente la gelatina en forma de cerebro, una verdadera obra de arte. Podía decir que su fiesta era un verdadero éxito, había recibido muchísimos regalos, uno especialmente grande de la antigua organización a la que pertenecía. Se sentía el dios del mundo; miro como en uno de los sillones se encontraba sentado su adorado Sasori, siendo consolado por la mujer con voz de hombre.

Se encontró con Kakuzu y habían tenido una charla bastante interesante sobre qué tipo de soga era más resistente para atar a alguien, mientras el hombre de negocios le presumía que había encontrado a alguien que no se quejaba de que le violaran todo el tiempo.

Miro a su alrededor y noto que algo no quedaba, miro de repente como Sasuke estaba pálido, sentado en el piso alado de la puerta de una de las habitaciones. Se acercó a él, pero el joven apenas y le prestó atención, únicamente señalo la puerta. Orochimaru se asomó por la ranura de la llave y miro asombrado el interior.

Itachi Uchiha siendo, en pocas palabras, manoseado por ese maldito pez mutante ¿Cómo a él si lo dejaba manosearlo y a él nunca le dejo? Noto como Sasuke se levantaba y se sujetaba con fuerza de su brazo.

– Prefiero ir al cuarto obscuro –Sasuke tenía un pequeño tic en su ojo derecho.

– Orochimaru –Pein llego a un lado –. Es hora de que nos retiremos… pero antes, nos gustaría que abrieras el presente que trajimos para ti.

– ¡Nagato! –le tapó la boca a Konan de golpe. Quería venganza por haber desertad de su organización, a la cual todo criminal que se hiciera llamar respetable quería pertenecer.

– ¡Claro!... Sasuke-kun, espérame en tu habitación.

Orochimaru camino hasta la mesa en donde se encontraban los regalos, Pein golpeo la puerta e Itachi y Kisame salieron, el Uchiha tratando de acomodarse el vestido y el tiburón acomodándose el cabello. Les hizo una seña a Sasori y Deidara quienes se levantaron. Y por último llamo a Kakuzu y Hidan, este último tenía la cara llena de salsa BBQ.

Miraron con una sonrisa como Orochimaru retiraba lentamente el moño color morado y como abría lentamente la caja. Apenas la abrió, una explosión de espuma cubrió la mitad de la habitación.

– ¡Ja! Por abandonar la organización –le apunto acusadoramente el pelinaranja.

– ¡Por tratar de violarme y sodomizar a mi hermano! –igualmente apunto Itachi.

– ¡Por dejarme un trauma de por vida y un odio irrefutable a la serpientes! –grito Sasori.

– ¡Por que se acabaron las costillas BBQ! –Hidan parecía realmente molesto.

Sin más se giraron y se fueron como si nada. Orochimaru simple y sencillamente se giró, desquitaría toda la ira que tenía en ese momento con Sasuke… y si no se escondía, con Kabuto también.

Al final de la celebración, cuando no había nadie más en la orochibase, una venus se abrió lentamente.

– ¿Ves? Te dije que el disfraz era bueno… –la parte negra de Zetsu tubo deseos de golpear a la parte blanca.

Notas finales:

Bien… momento de la historia uwu

Ayer se me ocurrió entrar a mi cuenta de fanfiction para releer mis antiguos trabajos y me encontré con este. Miles de recuerdos vinieron a mi cabeza.

Este intento de parodia se hizo para un concurso en el ya desaparecido foro de “Akatsuki love” y, bueno, me recordó a esos bellos días en los que escribía fanfics de Naruto, y más importante aún, que muchos de estos fanfics los escribí después de salir de un momento muy difícil de mi vida y me di cuenta que ya habían pasado muchos años. Muchos feels xD

Tengo algunas historias a las que les tengo cierto cariño que no están aquí en mi cuenta de Amor yaoi, ni siquiera a la que me robaron hace años, la de Mitsuki con H(?) así que pienso subirlas (Creo que son dos) y no sé si a wattpad.

También esta Slaves, si me siguen saben que Slaves tiene ya más de un año completamente detenida y de verdad, DE VERDAD quiero terminarla, Slaves es tan especial para mí, si alguien la lee puede darse cuenta de lo mucho que he cambiado, como poco a poco fui mejorando para poder escribir lo que leo ahora.

Si me siguen, porque sé que hay algunas personas que lo hacen prácticamente desde que empecé hace ya muchos años, saben que ahora me dedico completamente al fandom de BIGBANG, pero eso no tiene nada que ver aquí xD

Perdón por la innecesariamente larga nota xD


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