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Sin finales felices por Cobalto585

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Notas del fanfic:

SIN FINALES FELICES

por: Cobalto585

descargo de los derechos de autor:
 Los personajes utilizados no me pertenecen, son propiedad intelectual de SUNRISE corporacion. los derechos totales son de sus reapectivos creadores, la historia es para entretenimiento del publico que gusta del multiverso de Mai HiME y Mai Otome sin fines de lucro ni beneficio de forma alguna. los nombres mencionados de Mai/my HiME y Mai/my Otome son unicamente de referencia a los personajes empleados propiedad de SUNRISE corporacion.
La historia es original, los derechos intelectuales de la trama, hechos, acciones y situaciones no expresadas literal o textualmente quedan bajo mi autoria reservandome el completo derecho y prohibiendo su reproduccion por cualquier medio escrito, digital, electronico, impreso, en audio o en cualquier otro medio no mencionado aqui sin mi previa aurorizacion, de los mismos que no me hago responsable de ser llevadas a cabo por lectores/as menores o mayores de edad quedando a interpretacion propia del quien es participe al leer mis escritos, quedando libre de cualquier daño mental, emocional o fisico despues y durante la lectura del documento no siendo yo responsable de ninguna forma, al continuar con la lectura habiendo leido o no el descargo de responsabilidad acepta mis terminos quedando libre de cualquier responsabilidad no implicita.

Notas del capitulo:

Un poco corto el primer capitulo, sin mas les dejo la historia.

Memorias Fugaces

-Lo siento...pero no te amo...-

Y así sin mas se había marchado con una ultima mirada la castaña con quien había pasado de ser una rebelde insensible a una mujer que había logrado apartar el hielo de su corazón para hacer sentir el amor a esa mujer que salía de la cafetería con una mueca de soledad y preocupación... que había pasado? donde habían cambiado tanto y en que momento el "para siempre" había pasado a segundo plano...
Tan cortas palabras habían bastado para derrumbar de tantas formas su colosal orgullo, su fachada dura y su indomable ser y aun mas todos los sueños que habían formado juntas...

Que habría dado en aquel momento por tener el valor de sujetarle por los hombros y hacerle pagar semejante desprecio, hacerle sentir el mismo dolor que significaba dar por terminado todo, molerle el rostro a golpes hasta hacer valer la empatía a su singular forma "si me lastimas yo también te lastimare" jamás en su vida había estado tan destrozada, el timbre de esa voz que amaba ahora no hacia mas que taladrarle el alma y pasar burdamente por sus oídos, golpeando de forma dolorosa su corazón, ahora frio de nuevo, apesadumbrado por la melancolía, pero simplemente se quedo ahí sentada mirando como su primer amor se marchaba de su lado.
¿Cómo había llegado a caer tan bajo y cuando esa mujer entro tan hondo en su ser y le dejo así... tan vacía ?

-shizuru...- la voz baja apenas perceptible para si misma, en aquel cuarto obscuro en el que ya había perdido la medida del tiempo, no importaba cuanto se lamentara ni cuanto gritase en su silencio, no había marcha atrás ella se había marchado, el calor de sus lagrimas por sus mejillas era algo que ya era demasiado común, raro el día, la tarde o la noche...que mas daba si ya no sabia de horas ni de días... que podía controlar su rabia y frustración tragándose el llanto, así pasaba el tiempo con el rostro sobre sus brazos usados para resguardar su pena como si la soledad se burlara de ella de forma vergonzosa y soez, sin duda daba pena, quien habría de pensar que la incasable natsuki hubiese caído en algo que siempre le había causado risa e hila rancia ... el amor.

Aquella tarde tras un breve recorrido por las calles conocidas una idea le hizo cambiar sus pasos, y es que así era natsuki, una mujer complicada que así como hoy iba y venia por los mismos lares así sin razón cambiaba de rumbo, inestable y rebelde por naturaleza, pero...que importaba la rutina si al fin y al cabo nada es para siempre.
desganada y con mas pereza de la usual se tumbo sobre una banca en el parque, arrojo su mochila descuidadamente y dejo su cabeza caer sobre ella, miraba el cielo imaginando que en algún momento de su vida las cosas irían a mejor, para ella y su madre al menos...de alguna forma...
cerro los ojos un momento para dejar que el cansancio hiciese su trabajo, su celular sonó y espero un momento, no sabia ni le interesaba quien era, pocas personas tenían su numero... el celular insistió hasta hacerle perder la poca paciencia que cargaba...

-!quien es¡- mas que pregunta parecía una orden y el tono no era para nada amistoso.

-...soy yo cariño- una voz suave y cálida le respondía a penas trémulamente.

- hmmm... si que pasa?- .

- sabes que mis padres no estarán en casa y me preguntaba si...- una leve pausa esperaba que natsuki culminara la frase.

-si que!?- la pelinegra comenzaba a perder la paciencia ante las palabras inseguras al otro lado del teléfono

-... si podías venir a casa un rato el sábado, te juro que nadie nos molestara- la mujer espero la respuesta entre un bufido de tedio que obviamente no trato de ser ocultado, por pate de su interlocutor.

-hmmm no lo se...a que horas quieres que vaya?- natsuki se había sentado en la banca de nuevo esperando que la charla terminase lo mas pronto posible.

- después de medio día...puedes?- un corto silencio, sabia que presionar terminaría en una pelea y eso era lo que menos le gustaba provocar.

-ha...pues veré si puedo, no te prometo nada... eso era todo?- decía casi sin prestar atención al teléfono mientras se alistaba para dejar el parque, viro los ojos por un segundo y casi por casualidad o destino sus esmeraldas toparon con una mujer que atrapo su mirada, se mantuvo en pie sin explicar el sentimiento que tenia en aquel momento.

-natsuki...- la voz le saco de sus cavilaciones y sin escuchar mas corto la llamada, se encamino rumbo a la castaña y se sentó frente a ella sin epatar los ojos de encima, y es que cada detalle en ella era perfecto, en un momento los carmín se encontraron con las esmeraldas, turbando por un segundo su ser, pasando de largo a perderse de nuevo en el suelo.

y es que casi pudo la pelinegra encontrar el reflejo de su propia tristeza y melancolía que había en el fondo de su alma, hay debajo de toda la altanería y la prepotencia estaba muy bien camuflada esa soledad que solo ella comprendía y que mejor forma de sacarla que dándole al mundo la cara de "no me jodas" o simplemente abriéndose paso sobre los demás por las buenas o las malas, y eso era algo que su padre le había enseñado.
permaneció sentada frente a la castaña delineando cada facción de su rosto, sus manos, su cabello, esperando que al menos tuviese un poco de suerte y se le escapara una palabra develando la voz de aquella mujer.

comenzaba a atardecer así que tenia que marcharse, se levanto molesta...consigo misma, como una mujer se había resistido a mirarle de nuevo, natsuki era mas que consciente de su misticismo, no había una persona que no sintiera intriga por saber quien era, su aire de patán y su actitud hosca era algo que las mujeres odiaban pero extrañamente adoraban , acaso esa mujer era inmune a sus encantos?
divago por un momento, sin dejar de mirarle, y así su orgullo fue golpeado de nuevo, la castaña saco de entre sus cosas un tomo de libro, los ojos esmeralda se centraron en el titulo, vaya suerte... ese libro lo había leído hace poco, mas por ocio que por gusto.
una sonrisa difícil de describir trazo los rasgos de la pelinegra, tenia una oportunidad de cruzar palabras con esa mujer que misteriosamente le había cautivado.
se hecho la mochila sobre un hombro y se acerco como si le conociera dejando el menos 2 cuerpos de distancia, para su satisfacción los orbes carmín enfocaron sus pasos.

-vaya así que te gusta esa escritora...- dijo sin cuidado en su usual tono indiferente.
la castaña bajo el libro un momento y le miro directo a los ojos -si...- es todo lo que dijo, natsuki grabo en ese momento esa voz, hondo en su memoria.

- y en que parte vas?- le tiro de golpe las palabras sin apartar los ojos de los labios que se le hacían tan apetecibles como si jamás hubiese besado ningunos otros...
esta vez el libro no se movió, ni los carmín le miraron, - en una parte... del capitulo 3- las palabras habían sido dichas con casi la misma indiferencia de las de ella, había logrado al menos un poco en ese momento, una mujer difícil era algo que hacia hervir la sangre y el deseo de natsuki en tantos sentidos...
la pelinegra se levanto - estas aquí siempre?- le miraba indiferente aunque sabia que algo dentro de ella había sido tocado por esa mujer... esa mujer que le ignoraba olímpicamente y hacia desear su atención, incluso pudo ver dibujarse una sonrisa cínica en sus comisuras en el momento de su cara de frustración - si...siempre estoy aquí- fue lo ultimo que dijo antes de centrar su atención sobre las hojas frente a ella.

-bien...luego te veo?- dijo natsuki dando la espalda mientras caminaba rumbo a la acera.

-si quieres...- dijo secamente la chica sin darle mayor importancia, mientras a espaldas de los ojos esmeralda la castaña le observo con profundo interés... esbozando una sonrisa que ni ella misma sabia explicar.

que largo se hacia el camino a casa, hacia diariamente el mismo viaje y a esas horas extrañamente no dejaba de pensar en aquella mujer, la expresión de sus ojos , tan intensos, esa facción de indiferencia y esa dulce pero gélida voz que había abrazado ya su alma por entero...
sus pensamientos ya no eran suyos por completo algo en su corazón había cambiado, acaso existía el amor a primera vista?
no, como podría natsuki kruger decir semejantes sandeces...

con la cabeza hecha un lio llegaba la pelinegra a casa, hacia tiempo que sostenía largas conversaciones con una chica llamada midori, que si bien no estaba desocupada era una grata compañía, donde natsuki podía encontrar consejo y un poco de humor después del trabajo, pasaban largas madrugadas charlando, por alguna extraña razón aquella noche natsuki no dijo nada referente al encuentro casual que había tenido con aquella chica, simplemente paso sin mas entre bromas subidas de tono y uno que otro consejo a midori sobre su joven pareja, natsuki conocía a la novia de midori las tres eran buenas amigas desde hace mucho tiempo lo que hacia mas divertido los chistes de doble sentido, sabiendo que Wang se encelaba indirectamente.

la noche paso larga y pesada, el sueño era poco y el cansancio mucho, no dejaba de pensar en esos orbes carmín y en esa voz fría y cínica, literalmente le volvía loca y es que hacia mucho nadie había entrado así tan de lleno con apenas un cruce de miradas y palabras a cuenta gotas... debía saber todo de ella, su nombre y su edad al menos, esa mujer debía ser suya a todo costa. No había mas...había comenzado la época de caza.
aunque al mirar hacia la ventana el día ya comenzaba ...ese amanecer de noviembre seria testigo del comienzo de una historia que la llevaría hacia la mas profunda locura.

Notas finales:

gracias por su tiempo y hasta pronto.


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