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Spiritual Souls por Airy Calith

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"En los últimos cinco días mas de ocho mil personas en el Estado de Zelghast, fallecieron tras el incremento de radón y óxido de nitrógeno en el aire..." 
 
La voz de la reportera en el televisor y las gotas de lluvia chocar contra el cristal de la ventana, era todo lo que se escuchaba en aquella enorme sala de espera.
 
"...las personas afectadas serán evacuadas a la ciudad de Paxan en las próximas diez horas para ser tratadas, se cree que el presidente del Consejo de Salud Mundial será el encargado de recibirlos para su atención inmediata..."
 
En el umbral de la puerta apareció una mujer y sonrío de lado al reconocerla, era la secretaria de su jefe.
 
-Lilly, veo que por fin el viejo se desocupó ¡Me ha tenido aquí esperando por más de una maldita hora!-frunció el ceño ligeramente molesto, no le gustaba esperar y menos cuando lo habían llamado a las seis de la mañana sin decirle otra cosa más que era "urgente" y lo necesitaban.
 
-Buenos días para ti también Caleb-contesto sin inmutarse ante el tono grosero de Caleb - lamentamos la demora, pero el señor Andrew ha estado ocupado con...
 
-Si, si, ya me enteré-la interrumpió-Tiene que recibir a esas personas en la frontera y hablar en una Conferencia de prensa-se levantó de su asiento y se acerco hasta la puerta.
 
Lilly estaba cruzada de brazos con una expresión seria, era normal en ella, nunca en sus cinco años conociéndola la vio sonreír, pero jamás se atrevió a preguntarle el motivo, seria como firmar su sentencia de muerte. 
 
-Entonces si ya lo sabes deja de quejarte- le contestó molesta- toma, esto llego ayer desde Zelghast, fue enviado por el mismo Gobernador Aarón Bayer, se nos informó que te lo entregáramos en cuanto antes- le tendió un folio con varios papeles.
 
-¿Gobernador?-preguntó confundido mientras los revisaba, eran unos permisos para cruzar la frontera y una carta donde solicitaban su presencia en la Corte del Estado de Zelghast-¿Sabes el motivo? Que yo sepa hemos estado en desacuerdos políticos por años, no somos muy cercanos que digamos.
 
-No lo sé, ese es el motivo por el cual el señor Andrew te llamó, pregúntaselo a él, ahora vamos que te esta esperando.
 
Caleb asintió y salieron de la sala. La siguió por un largo pasillo en donde los únicos sonidos que se escuchaban eran los piquetes de sus zapatos en el piso y la fuerte tormenta que golpeaba los cristales de los grandes ventanales.
 
Demasiada tranquilidad.
 
Cruzaron varias oficinas vacías, lo cual le pareció aún más raro, con todos los problemas que tenían encima, se imaginaba a una multitud trabajando desesperada. Se adentraron en un ascensor y subieron hasta el último piso.
 
Al llegar al nivel entendió el porque de los primeros pisos vacíos. La situación que se encontraba ante sus ojos era totalmente abrumadora, todo era un completo caos, personas vestidas de traje y algunos con batas blancas que supuso eran Cientificos, se esparcían por todos lados con mucha prisa, se chocaban unos con otros, vociferaban estadísticas y trotaban por los pasillos con papeles, portafolios y enormes libros en las manos, adentrándose a toda velocidad en algunas oficinas.
 
-Veo que estamos realmente jodidos-comentó mientras caminaba detrás de Lilly.
 
-Las muertes han sido devastadoras, quieren encontrarle la solución al problema en cuanto antes.
 
-Creo que ya es tarde para eso- Lilly asintió desganada, Caleb tenia razón. Tendrían que tratar de manejarlo y aguantar lo que se puediera.
 
El mundo estaba yéndose por un caño conforme los días pasaban, era de lo único que se hablaba en todos los medios, muertes por enfermedades, terremotos, inundaciones, tornados y sequías era lo que estaban padeciendo dos de los cuatro Estados en aquellos momentos y los que tenían suerte como Paxon solo podían rezar en que la madre naturaleza no los castigara con alguna catástrofe, pero al parecer eso no estaba funcionando.
 
Con un poco de dificultad caminaron entre la multitud y tras pasar por una sala en donde un grupo de científicos debatían soluciones con respecto a la contaminación en el aire y el agua, llegaron a su destino.
 
"Ilusos" pensó al escuchar la desesperación en las voces de aquellos sujetos, sonaba cruel pero esa era la realidad.
 
Lilly se detuvo frente a una gran puerta blanca al final del pasillo y tocó levemente la puerta, se escucho una aprobación desde el otro lado y se adentraron en la habitación, un fuerte olor a desinfectante penetró en su nariz revolviéndole el estómago, era muy común usarlo en todos lados para evitar a las enfermedades que empezaban a generarse, pero jamás se acostumbraría.
 
Frente a ellos un hombre de unos cuarenta años, se encontraba sentado detrás de su gran escritorio caoba ordenando unos papeles, levantó la vista hacia los recién llegados y quitándose los lentes les regalo una cansada media sonrisa mientras se frotaba su sien izquierda.
 
-Caleb me alegra que hayas podido venir- dijo mientras se levantaba de su asiento, le estrechó la mano y le ofreció asiento -Lilly ya puedes retirarte, gracias por acompañarlo- Lilly asintió y se retiró de la oficina dejándolos en privado.
 
-Tiene que ser algo muy importante para que me hayas hecho venir en medio de la tormenta y encima a estas horas-dijo Caleb fingiendo molestia mientras se sentaba en uno de los sillones frente al escritorio -Pero bueno supongo que eso a tí no te importa, ahora dime viejo ¿Para que soy bueno?
 
Andrew sonrió de lado ante aquel apodo y el tono de arrogancia que tanto conocía y al que ya estaba acostumbrado.
 
-Bueno, supongo que ya estas enterado de lo que esta pasando a nuestro alrededor- Caleb asintió-Como bien sabrás, la contaminación y los fenómenos naturales han estado haciendo estragos en lo que queda de la Tierra, y en especial en Zelghast.
 
-Lo se, recibí una extraña carta de Bayer pidiendo mi presencia en la Corte.
 
-Si justamente por eso te llamé- Andrew se acomodó mejor en su asiento y prosiguió- Tú eres uno de los mejores agentes de la inteligencia militar, has podido contra mafiosos y terroristas en tu corta edad de veinticuatro años y jamás se te paso algo por alto ¿Me equivoco?- Caleb negó con la cabeza dándole la razón- Bien, como una persona "seria" e inteligente sabrás cuando algo se nos esta yendo de las manos y, como verás, eso es lo que esta pasando en estos momentos con respecto a las miles de muertes que están ocurriendo.
 
-Como ya lo dijiste soy un Agente no un Científico, si quieren mi ayuda respecto a la problemática ambiental déjame decirte que no voy a ser de mucha ayuda.
 
Andrew sonrió de lado ante aquellas palabras, por supuesto que no lo necesitaba para eso, Caleb tenía un trabajo mucho más difícil.
 
Se inclinó hacia adelante apoyando sus codos en el escritorio.
 
-Bayer no te citó para que "salves al mundo"- dijo el mayor en un tono sarcástico- debe tener otros planes en mente, al parecer se enteró que hemos encontrado la solución para detener la muerte de la Tierra y por supuesto también la de nosotros. Creo que ése es el verdadero motivo por el cual se contactó contigo.
 
Caleb frunció el ceño, con lo de Bayer podría tener razón pero no con respecto al planeta.
 
-Viejo no se si te hayas dado cuenta, pero ya no hay nada que se pueda hacer, y déjame decirte que no puedes detener a la naturaleza y mucho menos arreglar algo que prácticamente ya se salió de nuestro control.
Además Paxan ya esta comenzando a entrar en crisis.
 
Andrew no se inmuto ante sus palabras, y eso alertó a Caleb, conocía bien al viejo y sabia que estaba ocultaba algo. 
 
-Créeme, encontramos la forma, y te necesito- se levantó de su asiento apoyando sus manos en su escritorio - tú eres la única persona capaz y en la que confío en estos momentos, la carta de Bayer es sospechosa, es demasiado orgulloso él jamás pediría ayuda.
 
-Cualquiera pediría ayuda en su situación, al menos yo lo haría, no creo que tenga segundas intenciones ¿Qué ganaría?
 
-Esa es una muy buena pregunta, tal vez cómo te dije, se enteró de lo que pasa en el Consejo, pero no estoy seguro, tendras que averiguarlo. Viajaras en una semana y necesito que me escuches- se acercó hasta un estante y agarró una llave- Quiero que lleves a Darien contigo, ya arreglare como, pero no puedes ir solo, eres un asesino del Gobierno y te has ganado muchos enemigos en Paxon y también en Zelghast.
 
Tenía razón, muchos estaban detrás de él para eliminarlo.
 
-Está bien, lo llamare en la tarde, esta fuera de la ciudad pero creo que llegará mañana.
 
-Bien estarás mejor si vas con él, Zelghast ya no es seguro. Ahora quiero que me sigas, tengo más trabajo para ti- dijo mientras abria la puerta.
 
Caleb se levantó de su lugar.
 
-¿Mas trabajo? si sabes que esto va a salirte caro ¿Verdad?- preguntó burlón.
 
- Pero ahora puedo decir que si valdrá la pena-dijo Andrew imitando el tono antes de salir-Andando.
 
Se adentraron en un ascensor mas reducido que el principal y bajaron hasta el piso catorce, Caleb nunca había estado en esa sección del edificio, siempre subía hasta la oficina de Andrew y volvía a bajar, esa era la rutina, nunca se le permitió ir mas allá por más confianza que le tuvieran.
 
El nivel estaba totalmente iluminado y varias cámaras de seguridad estaban distribuidas por todo el recinto. Caminaron hasta la única puerta que había y se detuvieron delante de ésta.
 
-Supongo que debe ser alguien muy importante o peligroso para que lo tengas tan vigilado-comentó Caleb mientras observaba de reojo a los cinco guardias que estaban distribuidos en el lugar.
 
-Ya sabes que tomar riesgos no es lo mío, y menos cuando hay personas detrás de él- contestó Andrew mientras metía la llave en la cerradura.
 
"¿Él?" Se preguntó frunciendo el ceño, entonces era un hombre, tal vez alguien demasiado importante.
 
-Chase-llamó Andrew dirigiendose a uno de los guardias- Tú y Leo quédense en la puerta, los demás- se dirigió a los otros tres guardias- pueden irse.
 
Asintieron a la orden de su jefe y se fueron en silencio adentrándose en el ascensor.
 
-Ahora agente estrella, ten el honor de entrar primero.
 
Caleb rodó los ojos ante el sarcasmo de Andrew.
 
El mayor abrió la puerta lentamente. Dejando a la vista una habitación fría y gris, sólo tenía una ventana por la cual se veían las gotas de lluvia resbalar por el cristal.
 
Caleb se adentró a la habitación pero se paró de golpe cuando algo le llamó la atención, un delicioso olor fresco y frutal invadió su nariz haciéndolo cerrar los ojos ante lo bien que lo hacía sentir, lo reconoció al instante, aquel aroma era madreselva. 
 
Buscó con la mirada la fuente de ese aroma pero no se veía muy bien ahí dentro.
 
-¿Que es lo que tengo que ver? Aquí no hay nada más que olor a ambientador y cajas apiladas- dijo volteándose hacia Andrew algo confundido.
 
-Es un poco tímido- respondió el mayor mientras se introducía más en la habitación, a pesar de la poca iluminación sabía como manejarse, se acercó hasta un interruptor de luz y las encendió alumbrando toda la habitación.
 
Caleb sintió un tintinar de cadenas a sus espaldas y al voltear quedó totalmente congelado ante aquella figura encadenada hecha un ovillo en el piso.
 
-Mierda ¿Acaso lo secuestraste? ¿Quién es?- preguntó mientras se acercaba.
 
-Ese es tu trabajo- contestó Andrew sin moverse de su lugar.
 
-¿Trabajo? ¿Acaso tengo que eliminarlo?
 
Andrew negó
 
-No, tengo otros planes para él, por eso estas aquí.
 
Caleb miró al chico en el suelo, tenía los ojos vendados y estaba encadenado de manos y pies, pero algo más le llamó la atención, el olor que había sentido antes provenía de él.
 
Su cuerpo era delicado y pequeño, temblaba ligeramente y tenía símbolos tatuados en su brazo derecho.
 
-¿Qué tengo que hacer con este niño?-preguntó sin sacarle la vista de encima, por alguna razón no podía hacerlo, era realmente encantador.
 
Andrew sonrió mientras negaba con la cabeza, a Caleb le daría un infarto si se enteraba de la edad del "niño"
 
-Por el momento tienes que encargarte de cuidarlo, y también te lo llevaras a Zelghast-consiguió su completa atención al decir eso.
 
-¿Estas bromeando? Bayer no nos dejara pasar con un desconocido, y viendo su situación dudo mucho que quiera acompañarnos- dijo irónico. 
 
-De eso me encargo yo, tú solo preocúpate por protegerlo en todo el viaje, lo necesito vivo.
 
-¿Quién es? Al parecer importa demasiado- indicó serio, estaba tratando de sacar la mayor información posible, pero Andrew pareció leerle la mente.
 
-Eso no te importa, te mandare los papeles e instrucciones por fax en la noche, no le saques la vista de encima en ningún momento, tratará de huir.
 
Caleb lo miró atónito al escuchar aquello.
 
-Espera ¿Va a vivir conmigo? - Andrew asintió desinteresado-No pienso tenerlo en mi departamento, busca otro lugar para tenerlo.
 
Definitivamente no iba a llevar a ese mocoso a vivir con él, no caería tan bajo y ejercer de niñera, el era un asesino, un espía y su Penthouse no era una maldita guardería.
 
-Te presento a tu nuevo protegido- sé burló Andrew, sonriendo divertido ante la expresión furiosa de Caleb.
 
-¿Acaso estas sordo? Te dije que no, busca otra solución.
 
Andrew cambió su expresión y se puso serio, Caleb sabía que no le gustaba que se opusieran a sus órdenes.
 
-No te lo estoy preguntando, es una orden, es alguien demasiado valioso, lo hemos estado rastreando durante meses. Aquí no ha tenido una estancia muy agradable, por eso es muy asustadizo y no confía en nadie, tampoco habla, creemos que no sabe o no entiende nuestro idioma, no lo sé y por cierto, también tienes que encargarte de eso.
 
A Andrew le encantaba hacerlo enfadar y lo estaba logrando, Caleb echaba chispas por los ojos.
 
-Lo único que faltaba, también tengo que ser su maldita maestra- se enojó todavía más al ver la diversión que le provocaba a Andrew-Si es alguien valioso ¿Porque lo tienes aquí encerrado? Además ¿En que va a ayudarnos este chico? Me esperaba a otra persona, no sé a algún científico o biólogo.
 
No estaba muy seguro de querer cuidar a ese chico, Andrew podría estar metido en grandes problemas, y no tenia ganas de involucrarse, además de que estaba muy enfadado por encargarle a un menor que supuestamente era importante y lo tenían encadenado como a un animal.
 
-¿Donde lo hallaron?
 
-En las ruinas de Bhader.
 
-¿Al otro lado del mundo?-preguntó exaltado, Bhader quedaba a miles de kilómetros, fue la primera en perecer y ahora sólo era una ciudad fantasma- No sabía que se podía vivir ahí, es el área más afectada.
 
-Te sorprenderías si lo vieras, nunca creí que me sentiría tan bien en un lugar y mucho menos en una ciudad tan tóxica cómo lo fue Bhader.
 
Escuchó un ligero llanto a sus espaldas interrumpiendolos.
 
"Genial" pensó enojado, no sólo tendría que lidiar con un mocoso desconocido, inútil y mudo sino que ahora también tendría que soportar su llanto por el resto de los días, realmente ese no era su día.
 
-Creo que no es el mejor momento para hablar- dijo Andrew apuntando hacia el chico- al parecer lo ponemos nervioso es mudo no sordo, y la razón de su confinamiento es porque a intentado escapar en varias ocasiones, que su cara inocente no te engañe, es muy inteligente- dijo guiñándole un ojo- ahora regresemos a mi oficina, necesito darte algunas cosas, pero primero déjame hacer una llamada.
 
Mientras Andrew hablaba por teléfono, Caleb desvió la mirada hacia el chico de nuevo, había algo en él que lo atraía en demasía.
 
Dio dos pasos hacia él mientras lo miraba detenidamente. Ahí acurrucado en el suelo parecía aun más pequeño e indefenso de lo que ya era y eso le provocaba unas inmensas ganas de protegerlo. Pero mientras más se acercaba más confundido se sentía, el nunca fue así de estimado con alguien, y mucho menos si tenia que ver con una persona asignada a su trabajo, lo único que le interesaba era recibir la generosa cantidad de dinero en su cuenta bancaria y ya.
 
Pero había algo en aquel chico que lo cautivaba, más allá de lo físico era algo mental, ese niño se introducía en lo más profundo de su ser conforme los minutos pasaban sin poder siquiera detenerlo.
 
Moria por ver sus ojos.
 
-Bien volvamos a mi oficina- dijo Andrew, había colgado la llamada hace ya varios minutos, pero no había dicho nada -dejemos que los guardias se encarguen de él, en lo que nosotros planeamos lo que vas a hacer en Zelghast.
 
Caleb asintió ignorando el comportamiento de su jefe, caminó hacia la salida y miró por última vez al chico antes de que Andrew cerrara la puerta, lo que vio le aceleró el pulso. Ese mocoso era extraño. A pesar de su humillante posición de cautivo, le había sonreído. 
 
Notas finales:

Hola! Esta es la primera novela original que escribo. Espero les guste tanto como a mí. 

Hasta el siguiente capítulo n.n 


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