Todo empieza una semana después de que el equipo de Seirin derrotara a la preparatoria de Rakuzan junto al emperador Akashi que los guiaba.
Después de aquello el emperador pidió disculpas a Tetsu por su comportamiento y felicito al equipo de Kuroko por su victoria.
Nuevamente la generación de los milagros se empezó a llevar bien y empezaron a quedar para jugar al basket juntos como antiguamente hacían antes de que pasaran por todo lo malo.
Paso una semana en lo que todo volvió a la normalidad, los estudios, el entrenamiento mortal de la entrenadora, etc...
Todo muy normal.... Excepto para un chico llamado Kagami Taiga, el cual un día despertó llevándose una gran y desagradable sorpresa....
Era un Domingo por la mañana cuando todo empezó...
Era una mañana soleada y fría, según la chica del tiempo seria un día de mucho frió a pesar de que el cielo estuviera despejado.
Kagami no percibió nada en un principio cuando se despertó en su cama, claro que estaba con los ojos cerrados, ya que aun estaba medio adormilado, y por eso no percibió lo que sucedía con el.
Kagami intento apartarse la colcha de su cuerpo con los ojos cerrados, pero frunció el ceño molesto al darse cuenta de que por algún motivo no podía apartarlo.
Molesto por eso abrió los ojos y nada mas abrirlos dio un grito de pánico.
-¿¡Que cojones!?- Grito Kagami horrorizado al ver que su habitación se había agrandado de forma bestial.
-¿¡Por que mi habitación se agrandado!?- Volvió a gritar mirando como su cama era como para un gigante.
Entonces se dio cuenta de que su voz había mas suave e infantil de la que tenia. Su mecanismo cerebral se puso en marcha y con la cara pálida comprendió lo que en verdad había sucedido.
-¡EL APARTAMENTO NO HA CRECIDO! ¡HE ENCOGIDO YO!- Grito con pánico por la situacion.
*Pov Kagami*
¿Por que? ¿Por que? ¿¡Por que me ha pasado esto!? ¿¡Por que demonios me había transformado en alguien similar al cuento ese de la niña que nace de una semilla!?
Esta frustrado y asustado ¿Que iba hacer con este tamaño? ¿Volvería a la normalidad pronto? ¿Seria un sueño o quizás una pesadilla?
Me pellizque los brazos y me golpee la cabeza para intentar despertar de esta pesadilla, pero el dolor que sentí me convenció que no era ninguna clase de sueño.
Me lleve por el pánico nuevamente.
¿Me quedaría por este tamaño para siempre? ¿Nunca podría salir de casa? ¿Nunca mas podría ver a mis compañeros y amigos?
Y lo que mas me preocupaba....
¿No podría volver a jugar Basket?
El pensar que no podría volver a jugar al baloncesto me llevo a la desesperación absoluta.
-Haber Taiga, cálmate, no conseguiré nada si sigo en este estado- Me dije a mi mismo en voz baja, mientras cogía aire para tranquilizarme.
Una vez que me tranquilice analice la situacion en la que me encontraba y buscaba soluciones a mis problemas que mas me urgían.
Veamos los puntos mas importantes;
1- De alguna forma misteriosa soy como un muñeco pequeño del tamaño que cabía en una mano.
2- Estaba desnudo, exceptuando los calzoncillos, que de alguna forma se habían encogido también.
3- En algún momento tendría que comer y hacer mis necesidades ¿Como lo haría?
4- Estábamos a Domingo, y si mañana era día de instituto y practica de baloncesto ¿Que haría con ello si aun seguía de este tamaño?
Bien esa era mi situacion, ahora necesitaba pensar en las soluciones a mis cuatro problemas mas urgentes;
1° Solución: No tenia ni idea de como volver a la normalidad, así que este punto lo dejaría en blanco por el momento.
2° Solución: Tenia que buscar algo con lo que vestirse, ¿Pero el que me pondría? No tenia ningún muñeco lo suficiente pequeño para que me quedara mas o menos bien.
3° Solución: No podía apenas bajar de la cama, con un salto lo conseguiría, o con las sabanas, para no hacerse mal al saltar, pero el problema era el salir de mi cuarto. ¿Como demonios abriría la puerta del dormitorio? Estaba demasiado alto y me seria imposible abrirla con mi fuerza actual. Ademas de cocinar o abrir la nevera si salia de alguna forma milagrosa de la habitación. Era algo imposible.
4° Solución: Era la mas sencilla de resolver. No iría. Diria que estaba enfermo u algo. El problema era ¿Hasta cuando estaría en este ridículo tamaño?
Resumiendo: ¡No había resuelto nada! ¡Estaba totalmente en problemas!
Por el momento decidí quedarme donde estaba sentado en la gran almohada, que ahora me parecía como una gran cama blandida, intentando encontrar con desesperación soluciones a mi problema.
Segundos después de el inútil esfuerzo de encontrar soluciones, mi móvil, que tenia en la mesilla de al lado de mi cama, empezó a sonar con gran estruendo, para lo que eran ahora mis oídos.
*Fin POV Kagami*
10 minutos antes... en una cancha callejera se encontraban seis chicos de cabellos coloridos saludándose y hablando entre ellos animadamente.
-¡Aahh que alegría es volveros a ver a todos, tenia muchas ganas de veros y jugar con vosotros un partido!- Exclamo un alegre rubio, que abrazaba muy animadamente a un peli celeste.
-Kise-kun, me aplastas, apártate por favor- Murmuro Kuroko, el cual se intentaba soltar del agarre asfixiante que le estaba dando el modelo.
-Mooo, que frío eres Kurokocchi- Dijo con un puchero el rubio, pero obedeció y se aparto del peli celeste.
-Bueno que, ¿Empezamos ya el partido? ¡Tengo muchas ganas de jugar al baloncesto!- Exclamo impaciente el moreno con una media sonrisa, el cual era muy característico en la secundaria, antes de que su carácter cambiara bruscamente.
-Tranquilízate Daiki, Atsushi deja de comer dulces- Ordeno Akashi, pero con una sonrisa, el cual indicaba que ya no era ese emperador frió de antes.
-Pero Akachin.... Quiero comer dulces...- Se quejo mientras miraba con pena a sus dulces que tenia en una bolsa, listos para comerlos en cualquier momento.
Midorima suspiro ante la actitud infantil del peli morado.
-¿Empezamos a jugar o que?- Pregunto el de gafas harto de esperar.
-¿Que haces Tetsu?- Pregunto Aomine, mientras se apoyaba al ver que el peli celeste estaba marcando un numero.
-Voy a llamar a Kagami-kun para preguntarle si quiere jugar con nosotros- Respondió con expresión neutra sin dar mas explicaciones.
Cierto rubio había oído la idea de Kuroko y troto alegremente hasta ellos entusiasmado por la idea del peli celeste;
-¡Eso! ¡Que venga Kagamicchi! ¡Sera divertido!- Exclamo entusiasmado el rubio.
Aomine sonrió con una sonrisa de medio lado el cual significaba diversión ante la perspectiva de que el pelirrojo apareciera;
-Me parece una fantástica idea, así podre burlarme de Bakagami una vez que lo derrote- Exclamo entusiasmado por la idea de esa perspectiva.
-Umm no me parece mal la idea, sera interesante jugar nuevamente con Taiga, ademas hace días que no lo veo- Comento conforme Akashi con la idea.
-Decirle a Kaga-chin que traiga muchos dulces....- Exigió el peli morado mientras babeaba pensando en sabrosas golosinas.
-Solo piensas en comer dulces Nanodayo- Recrimino el peli verde mientras negaba con la cabeza.
-Callaos todos, no oigo- Les dijo molesto Kuroko.
-Pon el altavoz Kurokochi- Comento el rubio con una amable sonrisa, que estaba fastidiando ya a Tetsuya.
-De acuerdo, pero callaos de una vez- Les ordeno molesto por que ya estaba marcando y no oia con todos a su alrededor hablando.
1 minuto después y Kagami no cogía el teléfono....
Kuroko probo a llamar nuevamente.
Otro minuto después y Kagami seguía sin coger el móvil.
Kuroko empezó a fruncir el ceño, ¿Acaso su actual luz estaría durmiendo o en la ducha?
Volvería a llamar por ultima vez y si su luz no lo cogía ya no insistiría.
De nuevo un minuto paso y Kuroko iba a cancelar la llamada cuando se oyó que finalmente la linea del otro lado era descolgado.