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Lollipop por criss chan

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Notas del capitulo:

Advertencia:

Out of Character (OoC): fuera del personaje.

AU: Este fic se desarrolla en un universo alterno al de KnB

Este fic contiene Shota. Si este tema no te gusta, te recomiendo que dejes de leer.

Por su comprensión… muchas gracias!!!

 

Lollipop

I

Especial.

Todo comenzó cuando tenía siete años.

Recuerdo perfectamente el día, exactamente era el 12 de agosto, lo recuerdo porque mi hermano se rompió el brazo y mamá tuvo que llevarlo inmediatamente al hospital. Gracias a eso, es que yo me quede al cuidado de Kuroko, un agradable chico que de vez en cuando me daba dulces e incluso malteadas de vainilla.

Él era un buen vecino. Mamá me dijo que vivía sólo porque debía asistir a la universidad. La universidad era como un colegio para adultos, me dijo ella.

Mamá tenía confianza en Kuroko y solía dejarme a su cuidado cuando ella no podía cuidarme.

Si preguntas por mi padre y por mi hermano, cuando yo nací, mis padres se divorciaron, papá nunca venía a verme y mi hermano sólo venia los fines de semana. Después del incidente con su brazo dejo de visitarme, tampoco es que me afectara; él y yo no nos llevábamos bien. Quizás por la diferencia de casi diez años o quizás porque no nos veíamos como hermanos.

Él era muy aburrido, no quería salir al jardín y correr o jugar con la tierra y formar grandes castillos, tampoco tenía el poder de convertir una simple rama en una espada o la varita mágica que liberaría a la princesa de las garras de la bestia maligna.

Él prefería los videojuegos. A mí también me gustaban, pero cuando mi hermano estaba en casa no me dejaba jugar con él.

En fin, nos salimos del tema principal.

Ese día, Kuroko no estaba sólo.

—Mira, él es Akashi-kun. — Akashi parecía ser amable y lo era. Tenía una bonita sonrisa y el color de sus ojos se asemejaba a las joyas que mamá tenia, eran rojas, un profundo escarlata que me atraía.

Tenía curiosidad, pero era demasiado tímido para preguntar, simplemente me abrace a mi oso de felpa, y me escondí tras Kuroko. A él le pareció gracioso.

—Vamos, Kouki… no tengas miedo, Akashi-kun no te va a lastimar.

Kuroko tenía razón, Akashi nunca me lastimo.

Incluso aunque mamá, Kuroko o los psicólogos digan lo contrario.

Akashi nunca me lastimo, él sólo me amo.

—Exacto, no voy a lastimarte. — Akashi se agacho justo a mi altura, extendió su mano y me dio un caramelo ¿De dónde lo había sacado? No tenía ni idea, yo siendo atraído por el dulce simplemente lo tome.

Si me daba dulces no debía ser una mala persona, y era amigo de Kuroko.

Recuerdo que le sonreí y él alboroto mi cabello.

—Kuroko, ¿Iras a alguna parte? — Señale las dos maletas que estaban justo en la entrada de la sala, no quería que Kuroko se fuera, era un buen vecino y solía jugar conmigo. Él al contrario de mi hermano podía ser un buen monstruo o un gran héroe.

Pensaba en Kuroko como un buen y amable hermano mayor.

—No. — Respondió Akashi. — Yo voy a mudarme.

—La renta de este lugar es cara, así que no tuve otra opción más que compartir los gastos. — Mi interés en ese tema se perdió cuando supe que vería más seguido a Akashi.

De alguna manera esa idea me agradaba.

A él también, me lo dijo dos meses después, cuando me beso.

I

La primera vez que me quede parcialmente a solas con Akashi, fue como dije dos meses después de su llegada al vecindario, mamá solía decirme que era un buen tipo, siempre era atento con todos, siempre sonreía amablemente.

No fue difícil para él ganarse la confianza de todos.

Por eso, esa tarde, cuando mamá tuvo una emergencia en el hospital donde trabajaba, no dudo en pedirle a Akashi que cuidara de mí.

—Kuroko está durmiendo… sus turnos en el trabajo son muy pesados. — Él dijo, observándome a mí, sonriéndome sólo a mí, mi madre no le importaba en lo más mínimo, mis mejillas debieron enrojecerse, mi cara estaba muy caliente. Tome la mano de mi madre con más fuerza, me sentía realmente apenado.

—Akashi-kun, lamento tanto molestarte, pero no quiero que Kouki se quede en casa sólo… ¿Crees que podrías vigilarlo? Él es un niño muy bueno y no te dará problemas. — Ella insistió. En el hospital había una guardería, donde yo fácilmente podría quedarme, sin embargo desde que tengo memoria, el olor a antiséptico me ha provocado nauseas y vómitos.

Pisar un hospital era como pisar el mismísimo infierno.

—No tengo problemas, Kouki es un niño muy obediente. — Mi madre sonrío, le agradeció y dejo mi pequeña mano en las manos de Akashi, eran grandes obviamente, muy cálidas y suaves.

Mi madre me dio un beso en la mejilla y después en la frente, alboroto mi cabello con gentileza, agradeció una vez más a Akashi y después se fue.

— ¿A qué quieres jugar, Kouki? — Su voz era suave, paciente al hablarme. Tenía un tono casi paternal.

Mi corazón latía muy fuerte y supongo que Akashi se dio cuenta.

— ¿Estas asustado de mi? — El pregunto, inclinándose hasta que ambos tuvimos la misma altura, él lucia un poco decepcionado y triste.

Le dije que no.

No estaba asustado, estaba nervioso, en ese tiempo, cuando tenía siete años no sabía que eran todas esas emociones que despertaban en mi cuando veía a Akashi.

—Bien, yo no quiero que me tengas miedo…

—No te tengo miedo. — Volví a decir.

Akashi me beso.

No en la mejilla o en la frente. Él me dio un beso en los labios.

—Sabes… tenía mis dudas sobre mudarme con Kuroko, íbamos a probar esto por dos meses y si no me sentía cómodo me iría, pero desde que te vi, supe que me quedaría. — Akashi sostuvo mis hombros con suavidad, deslizo sus manos sobre mis brazos con cuidado, como si yo estuviese hecho de cristal, aunque supongo que él sólo estaba probando hasta que punto le permitiría avanzar. — La idea de verte todos los días me encanto.

— ¿Akashi-san? — Lleve mi mano hasta mis labios. — ¿Qué fue eso? — Le pregunte.

—Eso fue un beso. — Yo ladee mi rostro.  — ¿No te gusto?

—Es raro… mamá no me besa así. — De hecho nadie me besaba así.

Akashi sonrió.

—Este beso es especial, porque sólo yo puedo dártelo. — Especial, especial, era lo único que resonaba en mi mente. —Tú tampoco puedes darle este beso a alguien que no sea yo.

— ¡¿Por qué es especial?! —Akashi asintió y acaricio mi mejilla.

—Así es… y como es especial, es un secreto también. No puedes decirle a nadie. — Su tono de voz y su mirada cambiaron ligeramente, sonaba más autoritario y su mirada penetraba hondamente en mi alma.

No quería decepcionar a Akashi. Akashi era bastante genial.

—No le diré a nadie, te lo prometo.

Ese beso especial sólo para mí, no me disgustaba la idea, tampoco me disgustaba sentir los labios de Akashi sobre los míos.

Akashi sostuvo mis manos de nuevo.

—Te daré una paleta. — Él dijo mientras me llevaba con él a su habitación. — Siempre que seas un buen niño te daré una.

Siempre me gustaron las paletas de caramelo, pero desde que conocía a Akashi estas tuvieron un significado completamente diferente.

¿Fin?

Notas finales:

Quiero dejarlo así, pero también quiero continuarlo…. ¿Alguien que me diga que hacer?

PD: De continuarse, aviso que habrá lemon.

Y será lemon con Koukishota, así que ustedes decidan.

Muchas gracias por leer, se les quiere.

Besos!!!!


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