Mis padres siempre me han dicho que la adolescencia es la etapa más difícil; con ellos vienen cambios hormonales y prácticamente no sabemos que deseamos en esta vida. Así fue como pensé que iba a ser la mía cuando al cumplir mis 15 años e ingrese a una de las preparatorias más prestigiosas del país, y ¡sí!, mis padres casi vomitan dinero pero realmente eso me tiene sin importancia; de hecho yo deseaba entrar a una preparatoria publica pero ellos prácticamente me obligaron a entrar a aquella; bueno eso no es lo que deseo contarles, quiero que sepan mi historia y como a mis 15 años quede atrapado en algo que todo mundo llama “amor”.
Bueno todo comenzó como el los shoujo mangas; en la primavera y con pétalos de cerezos revoloteando por doquier, me encontraba tan nervioso, asustado y pesimista de que tal vez nunca haría amigos, que en primer lugar, no pude dormir en toda la noche y por lo consiguiente, cuando al fin había conseguido pegar el ojo, mi madre entró a la habitación toda emocionada y me sacó a tirones de mi cómoda cama pero ¡equis! El chiste es que, en mi primer día de clases conocí también a ¡mi primer amor! Bueno en esa época aun no sabía que él había sido mi primer amor y si, leyeron bien ÉL; me enamoré de un chico aunque no lo supe hasta más adelante, cuando poco a poco ese hermoso joven de piel tan blanca como la nieve, de cabellos tan negros como una noche sin estrellas y con los ojos más hermosos que haya visto en mi vida y eso que los míos son también muy hermosos; bueno eso dicen. Cuando vi a mi hermoso muñeco parado frente al mural donde se encontraban las listas de los grupos, mi corazón latió como nunca lo había hecho y como todo manga shoujo, mis mejillas se tornaron rojas y todo se volvió color rosa a su alrededor y justo en ese instante el joven y hormonal Eren Jaeger se enamoró; ¡ah! Disculpen, ese es mi nombre, Eren Suicidas Jaeger como me llaman ahora mis amigos y todo por las cosas locas que hice durante toda la preparatoria y que aún sigo haciendo, pero eso es lo que soy; regresando al tema de mi muñeco de porcelana, él se veía tan perfecto ahí parado buscando su hermoso nombre, aunque en ese instante no lo supiera, pero él era hermoso así que su nombre tendría que ser por igual; era de una estatura baja pero eso lo hacía aún más adorable y no me importaba que su rostro no mostrara mucha expresión, ¡ósea! Era mi primer amor, todo en él era perfecto pero el momento se rompió cuando el inútil de Jean alias cara de caballo, chocó conmigo y su trasero cayó justo en mi espalda, haciendo que todos nos voltearan a ver, incluso mi hermoso muñeco nos miró con su perfecto ceño fruncido para luego se diera vuelta y desapareciera de mi vista. Esa fue la primera razón por la cual odie a Jean. El idiota no se dio cuenta de mi presencia porque venía jugueteando con su “novio” Armin, un chico bajito, rubio y quien se volvió mi mejor amigo en cuestión de una semana; a Jean lo toleraba por Armin pero nunca entendí que vio mi rubio amigo en ese cara de equino pero como dicen por ahí, el amor es ciego y saben que, es verdad porque a la edad de 15 años juzgamos apariencia pero aun siendo un mocoso en esa época, mis sentimientos reconocieron el amor en un gruñón, bajito pero hermoso chico que puso mi mundo de cabeza.
Por aquel chico hice cosas increíbles y también sentí cosas increíbles pero también no realice cosas que, ahora, me arrepiento como nunca; pero tal vez, solo tal vez no sea demasiado tarde para que haga y esa persona regrese a mí una vez más. Esta es mi historia, la historia de Eren Jaeger.