Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dulce ronroneo. por Anonimouse

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno esta idea me surgió entre mis tantos insomnios y me pareció un tema bastante atractivo y por su puesto, ficticio, espero lo disfruten.

Un nuevo día de una nueva semana totalmente monótona, frustrado avanzaba por las calles casi vacías a esas horas de la madrugada, así lo prefería, el contacto físico o humano no era lo suyo, es más lo detestaba. Podían catalogarlo de frío, cerrado, amargado, etc.. Y esas opiniones se las pasaba por la verga.
 
La mañana estaba demasiado frígida, pequeñas gotas caían desde las nubes cargadas de agua, seguramente en menos de 30 minutos la lluvia comenzaría, por suerte su vehículo estaba estacionado en fuera de su trabajo, ya que el día anterior había ido a beber y con su pésima tolerancia al alcohol lo mejor fue que su cómplice y siempre buen amigo lo fuese a dejar, innecesariamente por que no bebió tanto como para perder la conciencia, pero si le dolía la cabeza, así que estaba más irritable que de costumbre. 
 
Ingresó al alto departamento saludando de mala gana a aquellos que eran sus conocidos y los que no, más malhumorado se puso cuando ingresó al elevador y tuvo que ir a su piso de destino apretado con todas esas personas, se dedicó a maldecir todo el transcurso del pequeño viaje hasta salir de la apretada cabina, fue hasta el departamento donde trabajaba y al ingresar vio como todos laboraban muy concentrados en sus referentes tareas. 
 
No saludo a nadie, no miró a nadie. Sólo avanzó hasta su escritorio y quiso empezar su trabajo... Pero..
 
"¡Spency!." Le gritó de pronto una voz femenina muy chillona, si no hubiese sido por el absurdo y penoso sobre-nombre él no se habría girado. 
 
"¿Cuantas veces te eh dicho que no me llames así?." Gruño demasiado molesto, pero ya hace años que aquella expresión no le afectaba en lo más mínimo a su mejor amiga. 
 
"Perdí la cuenta " Dijo ella con una pequeña sonrisa traviesa, él sólo puso los ojos en blanco e iba a proseguir con su trabajo, pero la chica rubia no lo dejó, puso una mano en su escritorio e intentó llamar su atención. "Debo pedirte un favor muy grande..."  El otro movía sus papeles en su escritorio denotando poco interés, pero muy en el fondo haría cualquier cosa por ella.
 
"Te escucho." Soltó finalmente.  La chica comenzó a aplaudir en su sitió muy excitada por su respuesta. 
 
"Te lo contaré apenas acabemos el turno."
 
 
Y tan rápido como apareció, desapareció,  Spencer quedó perplejo ante aquella escena tan extraña, seguro su favor no sería nada fácil como para querer tratar con el después del trabajo, ya comenzaba a mentalizarse sobre que disparate querría ahora. Katherine era su amiga desde la segundaría, ella se sentó a su lado el primer día de clases a pesar de que todo el mundo intentaba evitarlo, fue amable y divertida, por ello ahora (aún que no lo demostraba mucho) le tenía un cariño enorme. 
 
 
A lo largo del día se sentía cada vez más irritado, sus compañeros de trabajo no paraban de hablar sobre aquel absurdo tema que últimamente movilizaba a la sociedad: "Los Pets" criaturas alteradas físicamente para parecer un animal y un humano. Con sus orejas y sus colas... Spencer en lo particular no podía soportarlos, creía que su único objetivo era ser el juguete sexual de asquerosos millonarios zoofilicos y quizá pedofilos. Asco. 
 
En lo particular el odiaba todo, pero aquel tema lo ponía aún más molesto, sus compañeros sin duda eran unos cerdos, hablaban abiertamente de los atributos pertenecientes de sus "pets" realmente parecía confesiones de un adolescente que acababa de follar con su primera novia, y claramente ahí no había ningún adolescente, de hecho él era uno de los más jovenes con 26 años, la otra era Katherine con 25. 
 
Su trabajo se dio por finalizado rodeando las 18:30. No tenía más papeleo, ni informes, ni nada. Tampoco tenía interés de quedarse a charlar, así que tomó sus cosas y se dedicó a salir de la oficina, echando sus cabellos negros hacía atrás, aún le dolía la cabeza, en ello paso por el costado de una maquina de cafés...Supuso que sería buena idea tomar uno, el americano siempre había sido su favorito, pero hoy extrañamente tenía la gana de tomar café con leche, encogiendo sus hombros optó por ese. 
 
 
"¡Spency!." Escuchó otra vez, había olvidado que debía hacerle un favor a Katherine, por ello agradeció el hecho de que ella le alcanzara. "¿Planeabas irte así nada más?."
 
"Lo olvide.." Contestó simplemente, tomando su baso térmico con la bebida.
 
"Eres un caso.." Suspiró la chica con sus brazos cruzados. "¡En fin!, vamos, quiero mostrarte mi favor..."
 
"¿Mostrarme?."
 
 
Spencer se dejó jalar mientras a duras penas lograba beber uno que otro sorbo de su café, Kat lucía muy contenta y eso lo desencajaba, bueno ella siempre estaba contenta, pero ahora más de lo normal. Se extrañó cuando al subir al elevador bajaron al ultimo piso, el estacionamiento para ser exacto, en realidad lo prefería, su vehículo estaba ahí mismo, pero por ahora se dejó guiar por la chica al de ella.
 
"Bueno para comenzar sé que vas a decirme que no pero.." Mencionaba ella un tanto más inquieta, le había soltado y ahora buscaba las llaves de su auto en su bolsillo. 
 
"Ve al grano." 
 
La chica lo miró mal, tras encontrar las llaves abrió la puerta de atrás, de dentro del auto sacó una pequeña caja un tanto húmeda y con muy mal aspecto, Spencer claramente no entendió nada, sólo la miró con el ceño fruncido, bebiendo un par de sorbos de café, lo poco y nada que le quedaba.
 
"Hoy...Al venir al trabajo me encontré con esto.." Sonreía nerviosa y parecía que dentro de la caja había algo que se movía, Spencer comenzó a sospechar. "Y yo no puedo tenerlo en el departamento.."
 
"¿A que te refieres?.." Y apenas terminó su pregunta, de la caja salió un suave maullido. 
 
 
Spencer quedó perplejo, en blanco, intentaba procesar la información. Kat por su parte rió con fuerza y abrió ambas tapas de la caja, de dentro salió un pequeño gatito color chocolate, tenía unos ojos verdes muy lindos y para especificar más estaba horriblemente sucio, parecía hambriento y asustado, él hombre pelinegro no esperó ni a que su amiga comenzara con la explicación para dar su respuesta. 
 
"No." Sentenció. La sonrisa de Katehrine se volvió una mueca nula. 
 
"¡¿Por qué?!, dijiste que me ayudarías, no puedes retractarte." Y ahí estaba la pataleta que se veía venir.
 
"No puedo cuidar a tu bola de pelo inmunda." Suspiró, tras dar un ultimo sorbo de café arrojó el vaso a cualquier parte, Kat alzó una ceja. 
 
"Más puerco eres tu." Spencer rodó los ojos." ¡Anda!, di que si, no tiene hogar y sabes que en mi departamento no me aceptan con mascotas..."
 
"Como no, ¿Y Alex?."  Kat frunció el ceño.
 
"Já, já. Muy gracioso." Aquel chico era su novio, pero a eso no iba el tema. " Tú puedes tenerlo en casa, no te causará problemas."
 
"No."
 
"Por favoooor." Cada palabra la alargaba demasiado. 
 
"No, además...Yo tengo a Bobby."  
 
"Bobby aún es un cachorro, seguro que si le llevas al gatito se llevaran muy bien." 
 
"O será su desayuno..." 
 
 
Se llevaron discutiendo por el dichoso gatito un largo rato, lo que no imaginaban era que la pequeña criatura estaba muy al tanto de lo que estos decían y era incluso un tanto gracioso y tortuoso, puesto que su vida estaba en juego por la decisión de ambos, pero la joven contraataco con un llanto de desesperación totalmente fingido, logrando que las miradas acusadoras de las personas a su alrededor se captaran en Spencer quien avergonzado la levantó del piso.(Puesto que se había arrodillado) 
 
 
"Bien bien, sólo será por un par de semanas, ¿estamos?." La chica se levantó de un salto sin siquiera rastro de lagrimas en su rostro. Spencer bufó. 
 
"¡De acuerdo!, cuando le encuentre nuevo dueño lo recogeré."
 
 
 
Y así fue estafado por su mejor amiga, ahora la observaba irse mientras mantenía la mugrosa caja en sus manos, la chica se despedía con su mano desde la ventanilla y Spencer aún podía alcanzarla y meterle el gato por esta misma, pero no lo hizo, sólo bajo la cabeza y miró a la criatura, la cual dormía plácidamente acurrucada en una esquina. 
 
 
"Espero no me causes problemas." Susurró casi con hostilidad. 
 
 
Se fue hasta su auto y una vez adentro arrojó la caja a los asientos traseros sin ningún cuidado, no tuvo en interés de preocuparse por el gatito, si se despertó o si le hizo daño, nada. Ya fuera llovía sin piedad, el viento azotaba los arboles y las calles estaban inundadas, Spencer disfrutaba ver como las personas corrían buscando un refugio, tenía un pensamiento ligeramente macabro. 
 
Por otro lado se exaltó al oír un chillido cuando el primer relámpago, seguido del trueno se hicieron presentes. Viró su mirada hacía atrás y vio como el gato ya no estaba en la caja, temblaba entre los cojines, su pelaje estaba erizado y lo único que podía pensar era...Que le mancharía las fundas. 
 
"Que gato más cobarde." Soltó al aire. 
 
Cuando llegó a su casa estacionó en vehículo en la acera y descendió, seguía lloviendo pero no creía mojarse tanto por esperar un par de segundos, ahora avanzó hasta la puerta de atrás y sin ningún cuidado tomó al gato por el pelaje, haciendo que este se quejara por el dolor que le causaba, no tenía ninguna intención de ser suave con el en cualquier caso, apenas  ingresó por la puerta se escucharon ladridos. 
 
El gato del susto se quedó quieto, las pisadas eran pesadas y potentes, más los ladridos. Spencer soltó al gato y se agachó para recibir a su querida mascota y su única compañía en el mundo. 
 
"Ven aquí Bobby." Silbó y el perro apareció  tras la puerta muy contento, moviendo su cola de lado a lado. 
 
 
 Bobby era un cachorro Malinois, tenía 5 meses, pero era tan grande o más que un perro adulto, el gato estaba estático en su lugar, asustado y en guardia (por si las dudad) Cuando la mirada del animal se posó en él comenzó a ladrar de manera desenfrenada, Spencer recordó al gato. 
 
"Tranquilo Bobby,  es un amigo..Repite conmigo 'Los gatos son amigos, no comida'." Parecía de cierto modo que el perro le comprendía, puesto que se sentó y sólo espero la siguiente indicación. "Ve por tu plato, te alimentaré...y tú.." Ahora miraba al gato. "Más vale que te comportes o te echaré a la calle." 
 
 
Spencer no tenía ningún tipo de intención de encariñarse con el pequeño minino, pero mentiría si dijera que no le causaba gracia el comportamiento de este mismo, iba de lado a lado por la casa evitando a Bobby, olfateaba y maullaba constantemente, el cachorro ya comía su alimento desenfrenado e iba por más a cada instante con su plato entre sus dientes, Spencer no lo frenaba y quizá por esto mismo el perro era tan extremadamente grande.
 
Ahora que lo pensaba...¿Qué diablos comían los gatos?, no era tan cruel como para dejarlo morir de hambre, pero tampoco iba a ser tan considerado como para ir a comprar un poco de comida, ¿qué clase de dilema era ese?. 
 
 
"Supongo que un poco de leche bastará..." Exclamó para si mismo y sirvió un poco de leche en un plato, estaba fría recién sacada de la nevera y supuso que el gato no la bebería así, por lo tanto hizo el gran esfuerzo de ponerla en el microondas. 
 
 
Por otro lado el gato tras sentir el aroma de la leche corrió en busca de esta, esperaba ansioso, estaba hambriento y aún que Spencer no lo tratara de manera nada afectuosa se sentía muy agradecido, este le había tirado el plato prácticamente.  
 
 
"Me iré a bañar, debes cuidar de ti mismo ahora, si Bobby te come...Kat me matará a mi." Fueron las pocas indicaciones que dio, tenía claro que el gato podría no entenderlo, pero se sentía conforme con saber que lo advirtió. 
 
 
 
La ducha era lo que más le gustaba, el agua fría le causaba una gran relajación, a pesar de que afuera la temperatura probablemente estuviese bajo 0. Se tomó su tiempo, una media hora para ser exacto y abría sido mucho más, pero lo sacaron de su trance los constantes ladridos de su perro en la sala, Bobby jamás ladraba cuando por nada, y ahora imaginaba que quizá habría matado al gato...El resentimiento no lo carcomía para nada, por ello salió muy tranquilo con una toalla enrollada en su cintura...Pero lo que vio no fue lo que se esperaba..
 
"Pero que diablos..." 
 
Notas finales:

Esta un tanto aburrido para iniciar, aún así espero lo disfruten. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).