Empujo la puerta de la azotea suficientemente duro como para que esta se abriera sin problema alguno y corrió, corrió mientras las gotas de lluvia golpeaban su cuerpo con furia, corrió y no se detuvo hasta estar al borde el abismo abrió sus manos, alzo su cabeza y cerro sus ojos, dio un largo respiro y dejo salir ese nudo que se había alojado en su garganta con un sollozo fuerte y desgarrador, por fin estaba solo y era libre para llorar, las lágrimas quemaban sus mejillas mientras se deslizaban y se confundían con la gotas de agua que caían del cielo, por un momento se dejo pensar que el cielo lloraba con él, que a el cielo le dolía tanto el alma como al él en esos momentos, que el cielo también quería olvidar todo y volver a empezar sin esa carga tan grande en su espalda, esa carga de saberse engañado por la persona que decía amarlo y al cual él había entregado todo lo que tenía y más, su pecho se sacudía con violencia con las oleadas de emoción que acribillaban su mente y su cuerpo. Grito tan fuerte como sus pulmones se lo permitieron en un intento desesperado de sacar toda lo que se lo estaba carcomiendo por dentro, la tristeza, el dolor y la decepción, pero por más que gritara, nada iba a cambiar, no cambiaría el hecho de que se permitió amar a la persona equivocaba, no cambia el hecho de que aun amaba al bastardo y no cambiaría el hecho de que no sabía cómo continuar viviendo.
Su llanto fue menguando a medida que poco a poco fue bajando sus manos y cabeza, miro sus zapatos como si fueran la cosa más interesante sobre la faz de la tierra y sintió como soplaba el indolente viendo con terrible fuerza haciendo que cuerpo temblara, tenía frio en más de un sentido, en realidad lo que menos le acusaba frio en esos momentos ere el estar bajo la lluvia mientras el viento soplaba, la verdadera razón de su frio venia de más adentro, venia del hecho de que las sabanas de su cama tuvieran un calor que no fuera el suyo o él de su pareja, un tercero, aunque en esos momento quizás él era el tercero, la persona que sobraba, él que bebía decir adiós. tenía mil preguntas en su mente, pero la que retumbaba con más fuerza y exigía sin cesar una repuesta era: ¿y ahora qué? Tres palabras que lo estaban volviendo loco porque todo su ingenio se quedaba corto a la hora de pensar en algo para contestarse.
Desde el día que él llego a su vida a revolver su corazón, su alma, sus sentimientos y su cama todo había cambiado, el hombre al que todo le valía una real mierda se enamoró, se enamoró como lo hacen los idiotas, de verdad, con el alma y a ciegas, ahora pagaba las consecuencias.
- ¿Tony? --- la voz del hombre que tuvo su corazón en las manos desde que lo conoció y que ahora estrujaba el musculo con fuerza arrancándolo de su pecho, se escuchó a sus espaldas --- ¿Qué haces?
-solo quería sentir la lluvia --- dice Tony y voltea para encarar al hombre, el rubio le sonríe y Tony siente como el alma le cae a los pies, ¿Cómo haría para alejarse?
-bajemos, tienes que secarte o te enfermaras --- la máscara de Tony era tan firme que hasta a un experto en lenguaje corporal fuera sido fácilmente engañado, ante Steve y ante el mundo el estaba perfectamente bien. Tony sonríe.
-te amo --- dice el moreno mientras sonríe y estira una de sus manos para acariciar un lado del cuello de Steve, justo el lugar en el que el rubio tenía una marca de beso que no era suya. Sin mucha prisa rosa sus labios contra la mejilla derecha de Steve y baja de la cornisa.
-sabes que no me gusta que te pares en se lugar podrías resbalar y caer --- Steve toma la cintura del moreno y lo ayuda a bajar. No era la primera vez que Tony hacia eso, no era la primera vez que dejaba salir sus lágrimas, se había vuelto un hábito desde que se enteró de lo que Steve hacia fuera del departamento que compartían hace cinco años.
-no soy tan torpe --- dice el moreno mientras camina al lado de Steve para encaminarse a interior su departamento. Cuando los dos estas adentro de este el rubio vuelve a hablar.
-Tony…
- ¿si?
-mañana tendré que viajar… por negocios, ya sabes, por el contrato del que te conté la otra vez. --- otro estrujón en su pecho se hizo presente, eran tantas las mentiras de Steve que ya no sabía en que creer.
- ¿Cuándo vuelves? --- pregunta Tony con tono neutral escondiendo el infierno que tiene desatado dentro.
-en la noche si todo sale bien… si voy a llegar tarde te llamo --- dice el rubio --- voy a ir a listar mi maleta --- antes de que el rubio se dirija a la habitación que ellos dos compartían deposito un corto beso en la frente del moreno, cuando Tony sintió el contacto cerro sus ojos con fuerza, aun disfrutaba de sobremanera la cálida de piel de Steve sobre la suya. ¿era un estúpido por no ser casas de odiarlo? Eso no lo sabe.
Tomo asiendo en uno de los muebles que tenían en su sala de estar, apoyo sus codos en sus muslos y recostó su rostro en sus manos, ¿Cuándo tiempo era capaz de vivir? ¿Steve lo dejaría primero? ¿Por qué no había sido suficiente? ¿Quién le había robado el amor de su esposo? ¿Quién había robado su futuro? ¿Cómo le iba a decir a Steve lo que estaba pasando? ¿cambiaría algo? ¿le creería? ¿se quedaría con él por obligación? Cada pregunta taladraba fuerte en su mente una y otra vez sin darle tregua, sin obsequiarle un minuto de paz.
-tengo que comprar algo para el viaje, saldré por unos minutos… Tony ¿estás bien? --- el rubio mira a Tony y frena en su camino hacia la puerta, últimamente lo notaba un poco distraído.
-perfectamente --- Tony sonríe y mira a Steve --- solo un poco consternado por la noticia de hace unas horas.
- ¿lo del hombre que dio a luz en el baño de una gasolinera? --- Tony asiente con la cabeza --- tranquilízate, seguro es otro transgénero.
-nació hombre Steve --- todo en su vida en esos momentos era complicado, necesitaba que Steve creyera en esa noticia.
-un milagro entonces… --- dice el rubio con sarcasmo --- en fin, iré al mini súper vuelvo en unos minutos --- al rubio no le importaba en lo absoluto ese asusto, estaba totalmente convencido de que esa noticia era un simple timo, por el simple hecho de que tal cosa era imposible y nunca pasaría, así que continua con su camino, sale del departamento, toma su celular y marca un número.
-Steve, ¿si te dieron el día libre?
-sí, prepara tus maletas haremos un viaje.
Tony decide que es momento de darse una ducha y cambiarse de ropa, ya que la que tiene esta moja, y no estaba de ánimos para enfermarse, así que se levanta del sofá, pero antes de que entre en su habitación el teléfono suena, se devuelve por donde ha venido y levanta la bocina.
-hola
-hola…--- dice una mujer al otro lado de la línea, el moreno reconocía la voz, era la asistente de Steve, Natasha --- ¿está el señor Rogers?
-no acaba de salir por unas cosas, ¿quiere que le diga que lo llamo?
-no, solo llamaba para decirle que dejo en la oficina unos documentos en los que estaba trabajando, como mañana es su día libre no quería que se preocupara pensando en que los había perdido ¿quiere que se los lleve? --- y con esas simples e inocentes palabras el mundo de Tony vuelve a dar vueltas, Steve le había mentido… otra vez.
-no, él más tarde va por ellos --- Tony arrastra las palabras y cuelga el teléfono sin esperar respuesta alguna, definitivamente necesita esa ducha.
Cuando Steve llega de nuevo a su departamentito encuentra a Tony sentado en el borde de la cama, mojado y con una toalla enrollada en su cintura mientras miraba hacia la ventana que queda a la derecha de él. Era evidente que acababa de ducharse.
- ¿encontrarte lo que necesitabas? --- dice Tony sin dejar de mirar la ventana, alcanzaba ver gran parte de la ciudad desde ahí y los colores del crepúsculo le daban la tranquilidad necesitaba.
-si… vamos Tony vístete, te enfermaras si no te pones algo con este clima tan frio --- dice el rubio mientras busca en el armario algo más cómodo para ponerse.
-es verdad hace frio --- dice Tony y se pone de pie --- mucho frio --- camina hasta donde se encuentra el rubio y deja caer la toalla que cubría su desnudes.
- ¿Qué haces? --- Steve mira de arriba abajo el cuerpo ante él, aun le parecía bastante atractivo no podía negarlo.
-voy a vestirme --- Tony sonríe y levanta una de sus manos para acariciar la mejilla derecha de Steve. Las yemas de sus dedos ardieron al acto, sabía que con lo que está haciendo se arriesgaba a ser regazado y despojado del ultimo gramo de dignidad que le quedaba, pero tenía que hacerlo. Con movimientos pausados acerca su rostro al del rubio hasta que estos están a unos centímetros de distancia, cerró los ojos si Steve no lo besaba él no lo haría.
Soltó un suspiro de satisfacción cuando sintió por fin los labios de Steve contra los suyos, correspondió el beso y paso sus manos por el cuello del más alto pegándose más a él y profundizando el contacto, volviéndolo más agresivo y apasionado, ignoro el pensamiento de Steve besando a otra persona de la misma manera en que lo besaba a él.
Sintió las manos de ese Steve recorrer su cuerpo desnudo y agarrar con fuerza su prominente trasero, para poder alzarlo del suelo, Tony por instinto envolvió sus piernas en las caderas ajenas, el moreno gimió dentro del beso y estrujo las hebras doradas con sus manos mientras era conducido a la cama, su mente le jugo una mala pasada mostrándole imágenes de Steve haciendo lo mismo, pero, en otra cama y con otra persona.
Cuando su espalda choca con las suaves sabanas dejo de besar al rubio y lo miro a los ojos mientras guía sus manos al cierre de su pantalón, lo bajo y desabrocha en botón, no quiere perder tiempo así que comienza a acariciar la erección de Steve por debajo de la tela de los Bóxer, escucha un gemido ronco en su oído y su mente vuelve a hacer el papel de bruja, recordándole que ese hombre ya no era solo suyo y que otras manos lo habían acariciado y que otros oídos habían escuchado sus gemidos.
-estoy listo hazlo --- dice Tony al odio del rubio, Steve se levanta en sus rodillas y lo mira.
- ¿seguro?... no te he…
-yo lo hice --- antes de que Steve llegara Tony se había preparado --- hazlo.
Steve asienta con la cabeza y baja sus pantalones hasta la mitad de sus muslos, se toma a si mismo con la diestra para guiarse al interior de Tony y empuja con sus caderas.
Tony suelta un gemido-quejido y llora cuando se siente totalmente lleno, no llora porque doliera aun que, si lo hacía un poco, no llora por la excitación, aunque estaba evidentemente excitado, lloraba por la traición, porque más que deseo en los ojos ajenos veía lastima, Steve estaba haciéndolo con él por lastima.
- ¿te lastime? ---“SI, CUANDO TE REBOLCASTE CON ALGUIEN MAS” Tony respiro profundo para no decir lo que estaba pensando.
-no, sigue --- como él no iba a dejar que Steve se retratara meneo sus caderas para auto penetrarse y tiro en cuello del rubio para que el rostro de este quedara oculto en su cuello y no pudiera ver la verdad en sus ojos. --- sigue, mas.
Una de las manos de Steve viajó hasta su entrepierna y comenzó a masturbarlo con fuerza y rapidez al mismo tiempo en que sus estocadas también aumentaban el ritmo, al parecer el rubio quería terminar con todo rápido, Tony solo lloraba y gemía mientras se aferraba la espalda ajena, se sentía tan miserable.
-ahhggg ah ah… --- Tony termino entre sus abdómenes y la mano de Steve mientras arqueaba su espalda y aprieta inconscientemente su esfínter rendido al ritmo enloquecedor que había impuesto el rubio, el cual termino también unas pocas embestidas después dentro de Tony, saliendo del moreno al instante y tirándose a un lado en la cama. Ninguno de los dos se miraba o decía palabra alguna, algo dentro que Tony se quebró, ya no había dolor, solo un jodido vacío el cual Tony estaba seguro lo acompañaría por siempre. El silencio fue interrumpido por el sonido del celular de Steve, el rubio de inmediato lo saco de su bolsillo leyó el nombre y colgó.
-me daré una ducha --- dice Steve mientras organiza parcialmente sus pantalones, se para de la cama y se dirige al cuarto de baño con el celular en la mano.
Tony se queda en la cama mirando al techo mientras lagrimas silenciosas se derraman de sus ojos, había comprobado lo que quería, Steve ya no lo amaba, o quizás nunca lo había hecho. Cuando escucho que el agua de la ducha comenzaba a correr respiro profundo ya no había nada que hacer así que tomo ánimos se levantó de la cama, fue al armario se vistió con lo primero que vio y empacado rápidamente una maleta con ropa, dinero y unas pocas cosas más. Fue hasta el buró y saco unos papeles que estaban bien guardados en el fondo de este para que el rubio no los viera por equivocación, tomo un esfero y por el reverso de unos de los papeles garabateo rápidamente unas palabras, dejo todos los papeles encima de la cama, limpio sus mejillas con el dorso de su brazo y se dirigió hacia la salida del departamento antes de salir miro hacia atrás saco la llave que tenía en su bolsillo la tiro despreocupadamente, después de todo ya no la necesitaba y cerró la puerta tras él.
Lleva 1 hora conduciendo sin rumbo alguno cuando su teléfono sonó, parqueo a un lado de la carretera y saco su celular de su bolsillo, era Steve, no dudo, no pensó, solo contesto.
-Tony, Dios que es todo esto… --- la voz del Steve sonaba bastante alterada --- en donde estas, vuelve tenemos que hablar, ¿es verdad lo que dicen estos papeles? ¿Por qué no me lo dijiste? te juro que todo tiene una explicación, las cosas no son como piensas… --- después de eso Tony colgó el teléfono, no estaba dispuesto a escuchar más mentiras. Su teléfono volvió a sonar al instante, no dudo, no pensó, solo tiro el maldito aparato por la ventaba del auto y se dispuso a ponerse en marcha de nuevo.
Lanzo su celular con fuerza contrata la pared por la impotencia, Tony ya no quería contestar. Volvió a leer la nota que Tony le había dejado en el reverso de uno de los tantos papeles que tenía sobre la cama.
STEVE:
Con el tiempo se hizo evidente que tú eres la persona por la que yo daría todo, pero también se hizo evidente que yo no soy esa persona para ti, te amo y por eso me duele tanto tener que irme, pero es necesario, lo siento creí que sería lo suficientemente fuerte como para quedarme a tu lado aun sabiendo que me engañabas, pero no lo soy, soy débil y tus mentiras me han hecho mucho daño, quiero que seas feliz Steve y por eso me voy y me llevo todo lo puedo con migo así que no te preocupes en guardar nada, espero que ese persona con la que estas sea la que has estado buscado y no encontrarte en mi.
Con cariño
Tony
Steve en esos momentos sintió como si fuera dañado algo hermoso y único, que había arruinado una gran oportunidad. dio la vuelta al papel en el que Tony le había escrito la nota y se quedó mirando las imágenes que mostraban, era una ecografía, una ecografía del moreno en la cual se veía con claridad a un feto de más de 3 meses de gestación. Su hijo.
Desvió la mirada al resto de los papeles que había dejado Tony y las palabras: Anthony Edward Stark caso 157 de embarazo masculino, le cortaron nuevamente la respiración, tenía que hablar con Tony, pero este se había ido sin dejar el más mínimo rastro o indicio de su paradero