Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Adopta una Serpiente por Aurora Araya

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Impulso irresistible, volver a la escritura cuando regresa la inspiración. Este fic lo escribo con el mayor de los cariños, espero les guste y dejen sus comentarios 

Notas del capitulo:

La primera historia de Melanie

Siempre me he considerado amante de los animales, me parece que son los seres vivos más llenos de bondad y pureza que existen en el mundo. Mientras que los humanos somos solo parásitos de nuestro planeta consumiendo cada recurso natural, causando guerras, políticos corruptos unos y otros (odio la política).

Si ya sé que existen animales “crueles” pero a mi parecer solo es su instinto de supervivencia, las leyes naturales, no lo hacen por maldad premeditada. Creo que me fascinan todos los animales, con excepción de: las serpientes.

Nunca he soportado las serpientes, siento maldad en ellas, no creo que sea por lo bíblico, si es por la religión yo sería considerada peor que una serpiente solo porque me han gustado personas con mis mismos genitales. Pero es algo en ellas que no me permite soportarlas, la manera en como solo comen animales vivos, que los pequeños animales son digeridos dentro de ellas, aquellos ojos vacíos y  afilados, sobre todo…su veneno.

Les tengo fobia, temor, odio, creo que todo empezó desde que tenía 13 años. Una tarde soleada fui con mi prima a explorar el bosque, buscando encontrar insectos o animales pequeños que añadir a mi colección (los coleccionaba vivos, jamás llegaba a matarlos, eran mis mascotas a las que cuidaba con mucho amor).

Mi prima por molestarme me llamaba Elmyra (como la de los Tiny Toons) pero de igual forma me seguía donde yo iba. Ella tenía 15 años recién cumplidos…y siempre he estado consiente que me gustan las chicas mayores que yo.

-          Hace mucho sol, creo que deberíamos volver a casa antes que nos volvamos papas fritas

-          No, aún es temprano, es mejor que haga sol a que llueva- le dije a mi prima entre risas mientras sin prestarle atención seguía avanzando por el bosque mientras ella me seguía

-          Que testaruda eres ¿qué no tienes suficientes mascotas ya?

-          No, todos son mis hijos, quiero tener más

-          No tienes remedio Elmyra -.-

-          ¡No me digas así!

-          Jajaja pero como no decirte así? Si están iguales, tu cabello- me dijo acariciando mi cabello que para ese momento era algo pelirrojo, mi cara con algunas pecas, mis ojos claros- te falta solo el lazo azul en la cabeza n_n

-          Ya para con eso- me sonroje cuando sentí que acaricio mi cara

-          ¿Por qué mejor no volvemos a casa? Podemos ver mi álbum de stickerts fluorescentes debajo de mis cobijas- me decía ella, yo sabía que cuando hacíamos eso ella me besaba en la oscuridad…y la verdad me gustaba, pero para mí eso no lo era todo, yo siempre pensaba que la pasaba mejor compartiendo pasatiempos juntas que solo metidas en su cama

Si la amaba, pero para mí el sexo no lo era todo, y siento que ella siempre buscaba eso aunque nunca llego a conseguirlo de mí.

-          Volveremos cuando yo consiga un nuevo bebé n_n. ¿Qué tal esa roca de allá? Si me ayudas a levantarla a lo mejor hayan algunos insectos o roedores

-          ¿Estás loca? Y si lo que encontramos es un nido de cucarachas ¡que asqueroso!

-          Que absurdo tenerle miedo a unos insectos que ni si quiera pican- reía, las cucarachas no me daban asco, me eran indiferentes

-          Está bien, te ayudare a levantar la roca, pero tienes que darme algo a cambio

-          ¿Qué cosa?

-          Tienes caramelos en tus bolsillos verdad?

-          Si, de fresa, limón y naranja- respondí distraídamente

-          Quiero los de fresa- ella sonrió de una manera que no había visto antes. Ese sabor era mi favorito, pero tenía que sacrificarlos

-          Está bien, te los daré, pero ayúdame con la roca- le dije mientras colocaba mis manos sobre aquella piedra que para nuestros tamaños se veía enorme

Lidia pronto se acercó y me ayudo a terminar de levantar la roca. La sacamos lo más que pudimos pero lo único que quedo fue una pequeña abertura. Eso era suficiente, allí buscaría lo que estaba buscando, sin dudarlo mucho metí mi mano en aquel hueco

-          Definitivamente estás loca! Saca tu mano de allí, te puede picar algo- me ordeno mi prima ya un poco asustada

-          No te preocupes todo estará b…- en ese momento sentí que mi mano había tocado algo, muy frío pero definitivamente vivo, porque se movía de un sitio a otro, antes de que me diera oportunidad de reconocer que era aquello, sentí como me mordió con fuerza haciéndome sacar la mano de golpe

-          ¡Una serpiente!- fue lo que grito mi prima cuando vio aquel reptil enredado en mi brazo y mordiendo uno de mis dedos. Su color era opaco pero recuerdo con perfección sus ojos eran rojos como tunas.  

Mi prima se apresuró a ayudarme a quitar al reptil de encima, lo único que se le ocurrió fue cortar su cabeza con una navaja que cargaba en su bolsillo (¿Qué hacía una chica de 15 con una navaja en su bolsillo? La respuesta solo ella la sabría). El cuerpo cayó y la cabeza seguía pegada a mi mano, con sus ojos que se iban apagando sin perder aquel aire aterrador.

Lidia me quito con el mayor cuidado posible la cabeza de la serpiente

-          Vaya Einstein parece que dimos con un nido de serpientes, solo por tu ambición de tener más “bebes”- me dijo ella en un tono no muy simpático

-          Y si estoy envenenada?- dije totalmente asustada

-          No lo creo, sino no estuvieras hablando en este momento, pero sí que tenemos que ir donde los adultos a que te curen- dijo ella mientras tomaba mi mano sana y me llevaba de vuelta a casa

No sé si era por el excesivo sol, por el miedo, o porque la serpiente si era venenosa y me estaba muriendo, pero lo cierto es que empecé a sentirme mareada, y que todo se veía de forma muy psicodélica, el tiempo empezó a cambiar, no sabía ni a qué ritmo íbamos.

Cuando finalmente llegamos a casa, Lidia le conto a mi tía lo que había pasado y ella inmediatamente llamo al médico de la familia. Me examino bien, pregunto por las características de la serpiente y mi prima simplemente saco la cabeza de aquella alimaña de su bolsillo. El médico suspiro aliviado, pues el veneno de aquel animal no era lo suficientemente tóxico para matar en minutos, solo había que tomar el antídoto y todo estaría normal en unos días. Así le dijo a mi tía, yo me quede en cama y mi prima se quedó sentada al lado de mi cama

-          ¿Te sientes bien Elmyra? Para la siguiente aventura mejor no meter la mano en huecos que no conoces- me dijo con cierta jocosidad, no entendía algunos de sus chistes

-          ¿Tú si sabes en que huecos meterla?- pregunte incoherentemente

Ella se río, tapándose la boca para que sus risas no llamaran la atención de mi tía

-          Claro que sí, y eso me hace recordar que me debes mi premio

-          ¿Qué premio?

-          ¡Los caramelos de fresa!

-          Joder que mala eres, me ha mordido una serpiente y vas a quitarme mis caramelos favoritos- le reclame mientras notaba que sacaba los dichosos caramelos de mi pantalón

-          Pero los compartiré contigo, no te podrás quejar- me aseguro mientras colocaba uno de los caramelos dentro de su boca.

Yo aún me sentía muy débil y delirante así que lo único que podía hacer era observarla. Ella se subió sobre mí en la cama, y de repente me empezó a besar en los labios, metiendo despacio  su lengua dentro de mi boca, haciéndome sentir el sabor a fresa con su saliva…y extrañamente sabía muy bien, incluso mejor que los caramelos de fresa solos.

Empecé a sudar ¿sería la fiebre? Lo cierto es que el calor de mi cuerpo aumentaba cada minuto y mi prima no paraba de besarla y como bien podía yo le respondía. Así siguió hasta que sus manos bajaron hasta donde aún no me habían salido bien las tetas, pero que a pesar de eso eran bastante sensibles.

En ese momento sentí el impulso de moverme a la izquierda no quería que intentara tocarme de la forma que lo hacía cuando dormíamos juntas…no aún, no al menos saber que me amaba de verdad y que no me dejaría botada… ya desde niña sospechaba que las cosas funcionaban así. La gente obtiene lo que quiere y luego simplemente se va.

-          Uumm aún tan débil te opones, bueno no te voy a obligar- me sonrió ella con suavidad mientras depositaba un último y suave beso en mis labios

-          Me gustas pero…

-          Sí, ya sé que aún no es el momento….pero yo siempre te permito hacérmelo a mí cuando tú quieres ¿verdad chiquilla malcriada?- me dijo ella recordando esas veces cuando nos bañábamos juntas y yo tocaba sus pechos que si ya estaban bien desarrollados. Eran grandes y con pezones algo rosados y duros, me gustaba mucho la sensación de hacer eso….me daba mucha curiosidad. Incluso una vez llegue a tocarle en aquella pequeña ranura que teníamos entre las piernas y recuerdo que un leve “quejido” había salido de sus labios, me sostuvo la mano y quiso que siguiera, pero como me gustaba verla enojada simplemente quite la mano y me reí.

Adoraba a mi prima, sobre todo porque ella fue la primera chica con la que salí…luego en mi vida vendrían muchas más. Siempre la recordaré porque gracias a ella me di cuenta que adoro a las mujeres y que ¡odio a las serpientes! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).