Una mañana con el sol cálido como siempre que impactaba en los grandes edificios de Japón, dando el aviso a un nuevo amanecer en la región. Dichos rayos de sol impactaban contra una de las corporación más famosas de todo Japón, dueños de muchos inventos que innovaron y crearon la nueva era Contemporánea. En dicha Corporación, habitaba toda una familia encargada de crear dichos productos. Vegeta Sayán era el esposo de Bulma Brief, la próxima heredera de dicha corporación, quienes tenían un hijo llamado Trunks Brief, un adolescente de 14 años quien estudiaba junto con Son Gohan de 15 años en el colegio.
-¡Ya me voy Mama! –Anunciaba el peli lila mientras tomaba su mochila para retirarse de dicha casa.
-¡Diviértete hijo! –Despedía alegremente su madre desde la cocina, sirviendo un plato de tostadas con mantequilla en la mesa. –Sera mejor que vaya a apurar a Vegeta, llegara tarde en su trabajo. –Dijo la mujer para quitarse el mantel en su cadera y subir las esclareas, encontrándose rápidamente con Vegeta quien tenía el saco en mano mientras bajaba a toda velocidad las escaleras, ignorando a la peli azul.
-¡Adiós! ¡Voy tarde! ¡Nos vemos! –Dijo sin más en un sofocado grito mientras tomaba su maletín y una tostada de la mesa y salía a gran velocidad de la casa.
-Ush… Ese hombre, siempre se despierta tarde. Mañana le dejare la alarma una media hora antes para que se despierte más temprano. –Reprocho la mujer bajando las pocas escaleras que había subido para sentarse de brazos cruzados en la mesa y tomar otra tostada.
Vegeta salió apresurado de su casa, sacando las llaves de su saco para abrir su auto de color negro bastante lujoso y adentrarse en la autopista a toda marcha.
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En uno de los bosques más profundos de todo Japón, conocido por sus múltiples suicidios en cierta parte de estos, donde las personas se pierden entre sus pensamientos para posteriormente quitarse la vida con más tranquilidad, la gente, por el miedo, no conoce a más allá del bosque donde los pinos se hacen mayores en número y lo único que te guía es un camino mal hecho de tierra por el suelo y los sonidos de los animales. Al final de dicho camino se encuentra una casa, bastante grande hecha de piedra y muy bien construida de dos pisos con sótano. Sus paredes grisáceas y las ventanas quebradas y otras con tablones en la parte de adentro le daban la impresión de que nadie vivía allí, peor no era verdad. Dentro de la casa se encontraba los secuestradores más buscados de toda la zona, una pandilla llamada “Sayayines” Conformado por un grupo de hombres, los más buscados en la lista de la policía. Estos los han buscado por todos lados y siempre terminan su búsqueda al principio del bosque por miedo a entrar en ella.
Bardock, un hombre de piel bronceada con un rasguño en su mejilla derecha, sus ojos negros al igual que su cabellera alborotada, líder del grupo, el encargado de decir quién es la siguiente víctima. Este, le tiene un gran rencor a Corporación Capsula, ya que antes, hace no muchos años, el solía trabajar allí, pero desde que lo expulsaron no ha tenido más que odio e ira, de una u otra manera vengarse de ellos.
Goku, el hijo de Bardock y heredero de este “trabajo”. A diferencia de su padre, él es un poco más corpulento de espalda ancha, ojos negros y cabellera alborotada del mismo color obscuro, su piel es pálida y por lo general anda con una sonrisa que se convierte en una sádica al ir y capturar a quien su padre desea.
Broly, un hombre de tés blancos y cuerpo corpulento con una espalda ancha músculos desarrollados, sus ojos de color negro al igual que su cabellera larga hasta la cintura de estilo salvaje. Sufre de un caso de esquizofrenia, donde su locura con las victimas supera los límites previstos, maltratando, torturando y hasta violando a sus víctimas hasta que ya no puedan más y terminan en un estado crítico, incapaces de moverse por varios días, meses o para siempre.
Gine, la única mujer que ha sido capaz de entrarse en esta pandilla ¿Por qué? Muy simple, es la esposa de Bardock y madre de Goku, ella mantiene el cargo financiero y las peticiones de recompensa por devolver cuerpos o personas a un callejón obscuro donde hacen el cambio. Es la más pequeña de todos, un perfecto cuerpo con una cabellera café obscura y unos ojos negros con un brillo alegre, característico de Goku, siempre le sonríe a la vida, pero desde que su esposo perdió su empleo no se le ve sonreír muy a menudo en público.
Raditz, el hermano mayor de Goku, un hombre de tés blanca con cabellera negra larga hasta la pantorrilla al igual que sus ojos de color, siempre disfruta del dolor, un Masoquista, para ser exactos, atrapa a sus víctimas con sus encantos para torturarlos y disfrutar de ello.
Y Gohan, el más joven de todos los de la banda, es un joven de secundaria el cual va a “La estrella Naranja” Sep., convive con Trunks Brief y mantienen una amistad muy estable. Nadie de los demás sabe lo de su amigo y no piensa contárselo, ya que si saben que convive con uno de Corporación Capsula…. No sería ningún final feliz, ni para él, ni para nadie.
La mañana por aquellas zonas era más gélida que la de la ciudad, era un trascurso de más o menos una hora de aquí a la ciudad, asi que Gohan salía desde muy temprano para tomar el tren y adentrarse a la ciudad, donde siempre tomaba el tren de ruta 23 para encontrarse con Trunks e ir y venir juntos. El joven estaba cambiado con sus pantalones de color café y su polera blanca, con su chaqueta de color negro y su botón de la escuela en un costado de este. Se miró en el espejo de su cuarto mientras con u poco de gelatina y agua se terminaba de levantar el pelo para salir con su mochila y una gran sonrisa de la casa.
A esa hora casi nadie estaba despierto, solo Bardock y Gine quienes se levantaban para servir desayuno y Bardokc para perder un poco el tiempo viendo alguna noticia que le mostrara interesante, ver algunas personas y decidirse, si estaba aburrido mandaría a secuestrar a alguien a l azar, era como jugar a la ruleta rusa, si te escogían, estabas más que muerto. Dicho azabache descansaba sus pies en la mesa de café mientras miraba televisión, era un plasma no muy grande pero lo suficiente para disfrutar de muchos canales.
-Aquí tienes. –Le dijo su mujer para servirle un plato de waffles con un jugo de naranja y un poco de miel a la par.
-Gracias. –Dijo sin más tomando el plato para dejarle en sus piernas y el jugo a la par de sus pies. –Hoy es el día, será un gran día para nosotros, Gine. –Decía el azabache con una sonrisa mientras tomaba un poco de waffles. -¿Agh, Acaso me ignoras? –Pregunto entre bocados llenos Bardokc a su mujer.
-¡Agh, Bardock! ¿Cuántas veces te tengo que decir que no hables con la boca llena? No te entiende ni Judas. –Exclamo la mujer con su ceño fruncido.
-¡Buenos días! –Saludo Broly bajando las escalares de la casa para encontrarse con ambos azabaches.
-Hola Broly, el desayuno estará en un momento. Siéntate. –Ordeno Gine mientras volvía a la cocían.
-Bughnos diahs! –Decaí trabado de comida Bardokc, haciendo que Broly arqueara una ceja, intentando entender al mayor
De repente, una sandalia salió volando desde la cocina hasta impactar directamente no al cuello de Bardokc, obligándolo a sacar de un chorro todo el jugo de su boca de un solo. El menor solo empezó a reír a carcajadas, mientras que la mujer se acercaba furiosa a la cornisa que conecta la cocina de la sala.
-¡Agh! Eso dolió ¿Por qué hiciste eso? –Pregunto Bardock sobándose la nuca.
-¡Para que aprendas a comer como se debe, Bardock! ¡A la otra dormirás afuera! –Escalmo furioso la mujer, haciendo que los carcajes de Broly aumentaran.
-Ya, ya… ¿Por qué tanto ruido? Uno ya no puede dormir sin escuchar una discusión. –Decía adormilado Raditz mientras bajaba con su pijama de cuadros solo el pantalón y unas pantuflas de perro con la lengua de fuera de color negro. –Buenos días, Broly. –Dijo para tomar asiento en la mesa.
-Haa, Fiu, de la que te has perdido. –Reía otra vez el Broly mientras se limpiaba una lágrima que salió de sus ojos de tanto llorar.
-Oye Raditz, ¿Tu hermano ya se levantó? –Pregunto la mujer dejando tres paltos en la mesa llenos de comida.
-Haa, buena esa, desde cuando Goku se levanta tan temprano ¿Eh? –Pregunto riendo burlonamente, haciendo reír a Bardock desde más allá de la sala.
-Es verdad. –Afirmo Bardock volviéndose a recostar en el sillón.
-¡Tú te cayas! –Grito la mujer. -¿Por qué no vas y lo despiertas? Dile que el desayuno ya está listo. –Le ordeno la mujer, obligando prácticamente a Raditz para ir otra vez y despertarlo.
-Ah… De acuerdo. –Suspiro pesadamente mientras se levantaba con la tostada en la boca las escalares.
Llego al segundo piso, una habitación que conectaba con varias habitaciones. Tomo la segunda a mano derecha, tocando levemente la puerta para girar la perilla. Una habitación de paredes blancas y negras, posters de cantantes famosos por todos lados, un grafiti pintado en una de las paredes a la par de un mapa con señales rojas en ciertos puntos de este, en medio de la habitación apegado a una de las paredes estaba la mesa de noche y pegado ella estaba la cama de Goku que entre las cobijas no se sabía dónde estaba, ni si quiera si estaba allí. Raditz suspiro pesadamente entrándose en la habitación de su hermano, llego hasta la cama y extendió sus brazos para caer encima de Goku despertándolo de un susto. El menor empezó a agitar sus extremidades, tratando de quitarse a su hermano de encima.
-¡Oye! ¡Pero qué te pasa! Estaba teniendo un hermoso sueño. –Dijo el menor finalmente logrando tirar a Raditz de la cama.
-El desayuno está listo, será mejor que bajes. –Le dijo sin más Raditz para colocarse en el umbral de la puerta. -¿Qué clase de sueño? –Le pregunto algo curioso mirándolo por encima de su hombro derecho. -¿No será acaso, aquel de ese hombre que se sentaba en la pradera a la par tuya pero que no le veías al rostro?
-Si… Ese otra vez, cabellos en forma de flama, piel morena y una voz ronca, su cuerpo es pequeño, pero jamás habla, solo contempla el horizonte. –Dijo Goku sentándose a la orilla de la cama.
-Hmp… Como sea, ten cuidado no se te pase la esquizofrenia de Broly. –Rio el mayor para cerrar la puerta detrás de él.
Goku se levantó del todo de la cama, solo con unos boxers puestos salió de la habitación para bajar las escaleras a unos metros atrás de Raditz, quien se sentó en la mesa para poder disfrutar del desayuno.
Gine y los azabaches disfrutaban del desayuno hecho por la mujer, conversaban un poco y decía grandes cosas que habían hecho en el trascurso de los días.
-Oye Bardock, desde hace tiempo que no capturamos a alguien. Dime ¿No será que nos tienes algo guardado para nosotros? –Pregunto Broly inclinándose en la mesa para empezar a tambalear todo su peso en las patas traseras de la silla.
-Claro, siempre les tengo algo guardado. Pero esta vez. –Dijo el mayor para levantarse de su sillón, apagando el televisor para acercarse con un mapa en su mano y extenderlo en la mesa. –Es un pez gordo. Su nombre es Vegeta Sayán el…
-¿¡El esposo de Bulma?! –Dijo asombrada Gine, asombrando al resto de la mesa.
-Correcto. Lo secuestraremos y pediremos una fortuna que ni Corporación Capsula pudiera pagar. –Dijo Bardock sonriendo con milicia mirando la marca de un marcador rojo algo desgastado sobre el mapa en forma de “X”
-Y…. ¿Quién será el “encargado” de ese pez gordo? –Pregunto Raditz cruzándose de brazos en la silla.
-Pues tu hermano, mi querido hijo mayor. –Dicho esto Goku trago fuerte, no había tenido a un “inquilino” desde…. Hace ya meses, tal vez el año, se le había olvidado que era el torturar y sentirse placentero al escuchar aquellos gemidos venir de sus víctimas. Bardock lo volteo a ver con una sonrisa mientras se acercaba a revolver su cabellera. –No te preocupes, estoy seguro de que lo hará bien, hijo.
-Ya lo creo. –Dijo emocionado Goku para devolverle la sonrisa a su padre.
-Bien… ¿Qué esperamos? Cuando Vegeta salga de su trabajo lo llevaremos hasta donde estemos, allí será nuestro momento. –Afirmo Bardock sonriéndole a los de la mesa para que todos los hombres se levantasen de ella y se alistaran.
CONTINUARA…