5 meses después.
Kate
Salgo de la oficina, bajo por el ascensor y antes de llegar a mi auto me toman desprevenida por la cintura.
-¿¡Te asusté!?- pregunta Ale ilusionada.
-Sueña. - Digo sin cambiar de expresión.
-¡Demonios!- susurra.
Creo que me la quiere cobrar desde que se lo hice una vez y llegó el guardia por el grito que pegó.
Me río sola.
-Y aún te burlas- Ale me mira un poco ruborizada. - Que mala ¡debería darte vergüenza casi matar a tu novia! - Se apunta creída.
-Pero si te lo recompensé muy bien- susurro frunciendo el ceño. Ale me mira y sonríe pervertidamente.
-Podrías hacerlo de nuevo, ya sabes, tengo traumas por tu culpa.
-No. – Digo llegando a mi auto.
-¡Kateee!- lloriquea en la ventana, hasta que saco el seguro; molestarla nunca pasará de moda.
Entra feliz, y me da un besito. Me gusta que no sea rencorosa.
Llegamos a nuestro departamento. Sí, decidimos vivir en el mío un tiempo a ver qué tal, en el suyo tiene las cosas básicas que no entrarían aquí; Y debo decir que nos va estupendamente, y es que ya hace tiempo no podíamos estar separadas la una de la otra, o era su apartamento o el mío. Así que me parece lo mejor.
Y me encanta tenerla conmigo.
Se recuesta en mi cama, he aprendido de Ale que siempre que llega se recuesta, se levanta en minutos o en horas, pero siempre lo hace, creo que la renueva.
Claro que no contaba con que yo me tire encima y la abrace.
-Esto es vida- susurra abrazándome también, me acaricia el cabello y me relajo poco a poco.
-Si- susurro besándole el cuello.
-Oye- se ríe pícaramente. Hasta que se gira y comenzamos a besarnos.
-Por cierto, siento que algo se nos olvida. –Miro a Ale que frunce el ceño pensativa y le doy unos besitos en el mentón.
Vibra su celular y gira la pantalla a nosotras.
‘’Perra no te olvides de ir decente para la boda con mi amor, pediste que te lo recordara’’… Fer.
-… ¡Mierda! - decimos a unísono. Pasado mañana es sábado, tenemos hoy y mañana para andar decentes, Sandra ama las formalidades.
-Amor ¿tienes un traje formal que me prestes? - pregunta coquetamente.
-Sí, pero no creo que te quede. – La molesto.
-¡¿Me estás diciendo gorda?!
-¡Soy un poco más pequeña que tu idiota!
-Hey, como que idiota ¡Bésame!
Y nos seguimos besando.
-Espera Ale, ¿de verdad no tienes?
-¿Tengo pinta de formal?- es verdad la muy desgraciada va con jeans a la oficina.
-No, casi llamé a la policía cuando te conocí- bromeo.
-Pero eso fue porque te robé el corazón- dice egocéntrica.
-Claro que no. – Me muevo para levantarme, pero Ale me sujeta y levanta las cejas seximente.
-Te tengo en mis garras, ahora dámelo.
-Ya lo tienes- si será…
-Oh cierto- dice feliz besándome la mejilla. - ¿Me acompañas?
-Sí, está bien…- Sólo espero que no sea como Caro. Hago una mueca.
Angie
- ¿Caro ya te decidiste? -Lloriqueo en la puerta del vestidor, ahora entiendo a Elisa cuando me dijo que acompañarla era una prueba de amor ¡No quiero más! ¡Lleva como 5 horas!
-Hmm– abre la cortina pensativa con un vestido negro puesto y uno azul en la mano. A pesar de mi cansancio, aburrimiento y hambre; quedo pegada con lo linda que es… Así como cuando me miraba afuera del bar la primera vez.
Me acerco y tomo sus mejillas.
-Cariño recuerda que no puedes opacar a la novia- estiro mi boca robándole un besito. Enrojece y me abraza.
-A veces eres la mejor- bromea.
- ¿Cómo que a veces? ¿Cómo que la mejor? ¿Hay otra?
- Pues, Elisa y Kate me dicen que elija cualquier cosa.
… yo también le diría eso. Pero no.
-El negro se ve muy elegante, y perdí el aliento cuando saliste, aunque siempre lo pierdo, pero ya me entiendes. - Termino.
-¡¡Hey quien eres!! - me mira desconfiada.
-¿Ah?
-Angie generalmente me toma el pelo y me hace enojar ¿Eres un alien y tomaste su cuerpo? - ¡Aghr! ¡Carolina!
-Claro que te tomo el pelo enana, pero estas hermosa y eso no se puede negar- me enojo.
-Ahora si- me dice conforme. – Espérame un poco más.
-Ahhhhhg- mascullo. Tengo hambreee, ¡por eso odio los vestidos!, con un traje de pantalón y chaqueta sólo eliges uno lindo, la talla y adiós. Me golpeo un poco la cabeza con el muro.
-Oye, sé que es terrible pero no te mates. – Miro un poco hacia abajo y Kate esta con una media sonrisa al lado de Ale que se ríe.
-Así que ustedes también están a última hora ¿eh?
-Nah, yo ya tengo un vestido. - Dice Kate con superioridad- Es esta de acá.
-Uy. – Se queja Ale.
Sonrío mientras Kate le acaricia la mano, se ven tan enamoradas.
- ¿Y qué elegirás vestido o traje? - Ahora que lo pienso, no eh visto a Ale con vestido, salvo una vez en que nos fuimos de vacaciones a la playa con el grupo. Veo a Kate mirándola algo temerosa, Caro debió haberla dejado traumada y no me extraña.
-Hum no sé- piensa- el pantalón de tela resalta el trasero- pone cara de pervertida. – Sí, creo que será más cómodo, vamos Kate- dice feliz yendo al fondo.
-Uf- suspira Kate.
-Descuida, Ale es rápida para elegir ropa. – Me río quitándole el temor- ya verás que elegirá uno y no verá otro más, así como con la gente- la molesto.
-Más le vale. - bromea siguiéndola.
En 5 minutos.
- ¡Ya! - abre la cortina Caro feliz. - Me llevo este.- Mira el negro. - ¡Pero no porque tú dijiste!- me mira feo.
-Ajá- le sonrío burlona, me meto dentro y cierro la cortina, ya verás pequeñaja.
Alejandra
- ¿Qué tal ese? - digo viendo uno azul bastante bonito.
-Si… hace juego con tu cabello. Pero hay un problema.
- ¿Cuál? - la miro.
-Mi vestido es de ese color ¡y no vamos a andar iguales!
-Pero este es pantalón- Kate frunce el ceño. – Bueno está bien, a ver- sigo mirando.
Hasta que le veo, y mi corazón late más rápido.
- ¡Ese! - miro uno negro bien apegado. – saco uno de mi talla y voy a un vestidor emocionada.
No es que tenga un gran ego, ¡pero me queda hermoso! Me maravillo con mi sensualidad, hasta que escucho unos gemidos del vestidor de al lado, levanto una ceja y enrojezco. Luego oigo una risita, esa risa es la clásica de Angie ¡Malditas calenturientas! Le soy un puñetazo a la madera. Saco la cabeza por la cortina, sale Angie disimuladamente.
- ¿Qué? ¿Tú mamá no te enseño a no interrumpir? - me mira enojada.
- ¡Es un vestidor no un motel!
-Cierto- se ríe. –Caro, Ale nos echó a perder el momento.
-Lo siento Ale- sale arrepentida con su vestido en la mano.
- ¡Oye es muy bonito!
- ¡Gracias! - sonríe.
Kate me entrecierra los ojos de lejos.
-Bueno… me cambiaré- entro rápidamente, me saco el traje, me coloco mi ropa y salgo.
-Súbete el cierre- dice Angie mirando mi jeans.
-Uy- me río. – ¿Me la estabas mirando? - finjo que me sonrojo.
-Sí, no pude resistirme- me sigue. Nos miramos y reímos Angie me desordena el pelo mientras le pego en el hombro.
Caro y Kate se miran y rodean los ojos.
…
-Tengo hambre- se queja Angie mientras salimos con unas bolsas.
-Si…- lloriqueo- del almuerzo que no comemos.
-Puta Sandra- bromea Angie haciéndome reír.
-Sí, hubiésemos ido informales no más.
-Cuando me case no usaré esta etiqueta de mierda- continúa.
-Debe ser difícil organizar todo- pienso. – Que innecesario, no organizaría una boda ni a palos.
-Yo creo que es romántico. - Dice Caro.
-Yo creo que es lindo- dice Kate sin mirarme.
-¿Cierto?- exclama Caro emocionada y comienzan a conversar dejándome algo descolocada, Angie me mira.
-Prepárate- susurra.
-¿Qué?
-¿Y si quiere casarse?
-Dijo que era lindo, no que lo haría.
-Hmm- me mira- suerte.
Frunzo el ceño y en eso se escucha a Caro.
-Y mi regalo de bodas…
Nos miramos con Angie de golpe.
- ¡EL REGALO!
-Ya- Angie se toca el puente de la nariz- ¿después de comer sí?
-Podremos ver qué cosa elegir- Susurro pensativa.
…
-Que tal- dice Angie con una papita a medio camino. - ¿Algo para su casa? Un mueble no sé.
-Ya tienen- me quejo.
-Algo sexy- dice moviendo las cejas.
-No voy a comprarle lencería erótica a Fer- bromeo haciendo reír a Kate y Caro.
- ¿Qué tal algún adorno? -sugiere Kate.
-Suena bien- dice Angie echándose como 6 papas a la vez.
En eso las 3 me quedan mirando.
- ¿Qué? - digo sorbiendo mi bebida.
-Es tu mejor amiga- me mira Kate con el ceño fruncido- ¿Qué le gusta?
-Humm- Ay no sé.
-Te voy a acusar- Bromea Angie.
-Le gustan las cosas que tengan que ver con el agua- digo pensativa recordando una mini cascada que tenía la última vez que la visite. – Tiene pececitos, adornos de osos pescando y cosas así.
-Humm ¡una nutria! - dice Caro enternecida
-¡Una tortuga!- Digo de la nada.
-Nutria- asiente Kate.
-Tortuga- opina Angie.
Nos miramos con los ojos entrecerrados. Terminamos de comer y vamos a ver.
…
-Lo siento, pero sólo nos quedan de focas- dice la vendedora algo intimidada.
-¡Nooo!- decimos todas.
-Pero las focas son tiernas- agrego.
-Es verdad- asienten.
Miramos el perfecto tallado del animal, una madera oscura y lujosa, finalizando en un suelo adornado, de seguro se vería preciosa en su casa. Hasta que de la nariz se le cae el precio.
-Santa madre…- empieza Caro.
-Esas son muchas cifras- empiezo.
Kate está muda frunciendo el ceño con tragedia.
- ¿Qué tal entre las 4? …- Dice Angie.
-Sí, mejor- asiente Kate.
- ¿Y dónde lo guardaremos? - pregunto.
-Me da miedo que mi perro la orine- empieza Angie.
-A mí que mi gata la arañe. – Dice Caro.
-Que tal tu apartamento- me mira Kate.
-Siii, buena idea. - Pagamos con envío y todo. Por suerte entre las cuatro no nos salió tan horrible.
-Se vienen los fideos- bromea Angie mientras caminamos.
-Comámonos todo en esa boda. – me río.
-Oye es tu amiga- se enoja Kate.
-Es broma, me comportaré- gimoteo tomando su brazo. – ¿Oye y Gabi?
Flash back.
-‘’Personas como ella nunca están de más’’ – Dice Fer acariciándole el cabello como si fuese una mascota.- ¡No puedes faltar!
-Muajajaja- se ríe Gabi malvadamente abrazada a Fer.
Sandra y Kate ponen los ojos en blanco.
Presente
-No sé, no le he preguntado. - Me mira Kate.
A Fernanda le hace mucha gracia Gabi, debe ser porque la hace reír. Así que la invitó también, además nos acompañó un par de veces más y esta vez se portó bien.
-Ah, pero es simpática. – Comenta Angie, en eso su cara se deforma cuando Caro le pisa un pie.
-Aish Caro ya te dije que fue mi culpa- Kate hace una mueca de dolor.
-Ya te llegará a ti- se enoja esta.
-Descuida- dice Kate apegándose a mi brazo- Está ‘’fall in love’’ como dice ella. Aunque no eh visto a la chica.
-Es verdad, yo la vi- Digo rápido para no quedar viuda.
-Oh, en ese caso. Bien- dice orgullosa. - ¿Y cómo es?
-Ah pues es muy rubia- me río- y es menor que Gabi.
-Ah que ternura. – Dice Angie.
-Claro entre pedófilas- bromea Caro.
-Oye, no te veo reclamando- la molesta Angie.
-Hahaha- se ríe sonrojada tomándola del brazo.
Quedo mirando a Kate…
-Uno no es ninguno- me mira seria.
-Te amo- suspiro viendo su seriedad. Ya quiero llegar a dormir juntitas, calentitas y oliendo el rico olor de su cabello y todo su ser.
Charlotte:
Llevamos unos meses juntándonos aquí de vez en cuando, cuando se supone que debemos estudiar, pero lo necesito y Gabi también, pienso apenas mientras con suerte se puede distinguir cual cuerpo es cual de lo apegadas que estamos, aunque eso es porque la tengo abrazada de la espalda baja y alta con cada brazo. Y es que cada vez deseamos más proximidad.
En eso sin pensarlo mucho empiezo a bajar la mano que se encontraba en su zona lumbar y nuestras lenguas se acarician con más intensidad.
-Oye Char se me olvido pasarte… Ah- Nos separamos con Gabi mientras estábamos en pleno beso en una esquina del estante al que nadie viene. ¡Qué vergüenza, nunca nos había visto así y menos hoy que perdimos un poco el control! Me giro roja después de mirarla.
-Andi, ¡¿tenías que llegar ahora?!- se queja Gabi, luego me mira- Estas que ardes- pestañea coqueta.
-Eh hola- me separo rápido, Gabi se queda dónde está con cara de felicidad absoluta.
Admito que me gusta tener ese control sobre ella, pero no se lo diré.
-Lo siento- digo nerviosa caminando hacía Andrea y recibiendo el cuaderno que le presté.
-No te hagas, te la estabas comiendo viva- Me mira como si no me conociera, en eso sonríe- que apasionadas.
-Ahm, si- respiro complicada.
-Para que veas que no mentía- Dice Gabi aún apoyada en el estante.
-Es verdad. - Dice Andrea pensativa.
-Oye eres mi amiga. - Me quejo.
-Sólo un amigo dice la verdad tan dura. - Apunta Andrea feliz. - Bueno, las dejo pillinas, adiós. - Nos mira coquetamente.
-Adiós Andi- sonríe Gabi agitando la mano.
Me devuelvo a donde estaba.
-Deberíamos parar… ¿qué pasa si nos pillan así?
-Pues que mire o se joda - Bromea rodeando mi cuello con sus brazos y dándome cortos besos, pronto me dejo llevar y poco a poco nos seguimos besando hasta terminar en la misma situación de antes.
En eso Gabi se separa
-No creas que no note que querías tocarme el trasero- susurra mordiéndome la oreja.
-Lo siento.
-No lo sientas, soy toda tuya- repone coqueta lamiéndome el lóbulo, por alguna razón junto las piernas.
-Tan entregada- Bromeo acariciándola.
-Por cierto- dice besándome el cuello. - ¿Tienes ropa formal?
-Eh- me sorprendo y la miro dudosa- pues… sí.
- ¡Perfecto! Acompáñame a una boda.
- ¡¿Qué?!- me espanto - Estás segura… ya sabes- A mí aún me cuesta esto… a pesar de que me gusta… y mucho.
-Lo sé, pero- empieza a delinear mis labios con su pulgar- Es esposa y mujer. - bromea.
- ¿Enserio? - pregunto sintiendo curiosidad.
-Que no sabías que ahora se puede, ¿en qué año vives? - me mira sorprendida.
-…Es que en mi familia no se habla de estas cosas. - Gabi me mira un poco dudosa.
- ¿Debo suponer que no saben nada verdad? - Oh carajos, ¿se enojará?
-No.- La miro complicada.
-Entiendo- mira mi rostro. – No me enojaré- respiro aliviada- Pero cuando me lleves al altar no te quedará otra- se sonroja y pestañea traviesa, se acerca a mi oreja- No te salvarás la noche de bodas - Trago saliva recordando todas las veces en que ganas no nos han faltado… pero me siento tan nerviosa y un poco asustada. No porque me asuste Gabriela, sino porque sé que no habrá vuelta atrás; de todos modos, ella me entiende, y eso hace… que me guste más.
-Pero cumplí 18 hace poco. – Ok, no es la gran respuesta pero quería molestarla.
-No te veo muy traumada. –Acaricia mi estómago y siento cosquilleos. Se me sale un suspiro al mirar su rostro, la miro algo descolocada, estúpida Gabi- Charlotte…
-¿Hum?- digo un poco ida.
-Bésame - Sube su mano a mi cuello, se acerca, sonrío haciendo lo mismo y termino con nuestra lejanía.
…
Gabriela.
Me arreglo la ropa mientras salimos de la biblioteca y nos vamos a nuestra clase correspondiente. Por desgracia ahora no tenemos ninguna juntas y es que yo… egresaré pronto y a mi amor le faltan 3 años, quizá algunas personas se desesperarían pero yo sé que 3 años pasan volando, además…ni que la fuera a dejar tranquila.
-Mi amor- digo.
-¿Hum?- me mira acomodándose el sujetador que desabroché sin querer (si claro). Sonrío traviesa.
-¿De qué color es tu vestido o traje?- la miro maravillada, espero que no sea el mismo que el mío.
-Es vestido, y es beige.
-¡Dios que hermoso!- me espanto imaginándola. Babeo mental…
-¿Y el tuyo?- pregunta ruborizada sin mirarme.
-Negro- Digo feliz. –Por suerte no eran del mismo.
-¿Qué tiene de malo?- Ay mi bebé es tan inocente a veces, me dan ganas de pervertirla más.
-Pues… Si andas igual que yo, no sabría si golpearte o violarte - Digo coqueta.
-Ya empezaste. – Saca su celular.
-Te amo- suspiro. Su celular vibra.
Mensaje Gabi: ‘’Te amo <3’’
-¿Cómo…- me mira sorprendida.
-El amor – suspiro más (Con el celular en mi mano izquierda) Se ríe mirando hacia el frente. Entra a su sala y yo a la de al lado, mi celular vibra.
Mensaje Charlotte mi amor: ‘’Y yo a ti…’’
Quedo con tragedia en medio de la clase con la boca abierta, mi corazón a explotado.
-Gabi siéntate te van a entrar moscas- dice Vane haciendo reír a los más cercanos.
Sigo petrificada…
…
Hasta que el profesor me da un golpecito con un libro.
-¡¡Estoy enamorada!!- Exclamo. Bueno, ya lo estaba pero yo me entiendo.
-La felicito, ahora siéntese enamorada, quiero hacer mi clase.
Mientras me siento escucho unas risas, ¡se joden! me preocupa más el hecho de que debo llevarle un regalo a las novias, es decir, Fer me invitó y me dijo que podía ir con quien yo quiera. Obvio, iré con mi amor, además quiero que se familiarice un poco con el ambiente.
-Psst Vane- susurro.
-Dime bitch.
- ¿Acompáñame a un lugar después de clases?
-Claro.
3 horas después.
- ¿¡A un sex shop!?- se queja sonrojada viendo la entrada.
-Ay no te hagas.
- ¿Esto es para divertirte con Charlotte? - me pregunta mientras entramos y mira unos látigos y antifaces con temor.
- ¡Nooo! se muere- me río con ganas, ni siquiera me la puedo imaginar. - Es para unas amigas.
- ¿Puedo atenderlas chicas? - pregunta una chica.
-Ahm no- Dice Vane algo cortada.
- ¡A mí sí! – digo feliz. – Mira amiga, imagínate esto…- la vendedora la mira sorprendida - Tienes unos 30, eres lesbiana y te vas a casar, ¿qué usarías para darle más azúcar a tus noches de pasión?
-Hmmm. -Dice pensativa, mientras Vane me mira negando con la cabeza.
-Depende- me mira curiosa- hay lesbianas que no tienen problemas en usar vibradores, otras son tradicionales, hay algunas que acompañan sus relaciones con consoladores anales. Otras con esposas, Otras con dolor y juegos que dominación y sumisión. Creo que depende de cuan abiertas a experimentar estén ellas. La miro y pestañeo. Pestañeo más.
- ¡No sé qué tan abiertas están! - lloriqueo haciendo reír a Vane.
- ¿Es para ustedes verdad? - nos mira picarona.
-¡¿Qué?! ¡¡nooo!! – se espanta Vane.
-No me eches a perder los gustos- bromeo tomando el celular.
- ¡Oye! - me pega un zape.
Alejandra.
Me encuentro a punto de bajar con Kate, este día nos quedamos leyendo ¡Aquí nos enamoramos! Mientras la veo guardar sus libros suena mi celular y mi amor me mira feo. ¡Se me olvidó ponerlo en silencio! Miro a ver quién me llama.
¿Gabi?
-Voy al baño- susurro, asiente odiándome.
- ¿Aló? - Digo ya dentro.
-Ale mi amor ¿cómo estás? - me río.
-Bien estaba a punto de irme con Kate ¿y tú?
-Bien, y hablando de irse- escucho una risita- Estoy en un sex shop.
-Ya…- digo sorprendida para que siga. ¿Qué diablos trama?
-Y bueno, ya sabes que voy a la boda y te llamo para preguntar, ¿Qué tan abierta está Fer o Sandra? - escucho la risa de otra chica.
- ¿Qué? - digo enrojeciendo.
-Vamos no te hagas, seguro te cuenta todo ¿Son mejores amigas no?
-Sí, si- digo reponiéndome. – ¿Le vas a regalar cochinadas?
-Por supuesto, ¡me amaran la noche de bodas!
-Humm- pienso, miro la puerta del baño un poco cohibida, sólo faltaría que entre Kate.
-Regálales un dilatador anal y un vibrador para lo mismo, así que no tan grande. - susurro. Sandra, ¡lo siento!
- ¿Qué? - se queja Gabi.
-Regálales un dilatador anal y un vibrador mediano.
- ¡¿Ale puedes hablar más alto?!- escucho enojada. ¡Puta madre Gabi!
-¡¡Un puto dilatador anal y un vibrador mediano!! ¿¡Qué estás sorda!?
-Tranquila, te compraré uno también a ti si sigues- se ríe Gabi. – Bueno gracias, y adiós Ale.
Corto con la cara de todos colores viendo a Kate frunciéndome el ceño sorprendida en la puerta.
Gabriela
- ¡Listo! - digo feliz, veo a Vane mirando más al fondo. Maldita pervertida. - Quiero un dilatador anal y un vibrador tamaño mediano.
- ¿Con lubricante? - pregunta.
-Eh seeh- digo levantándome de hombros.
-Okey, espera. - Me trae unos modelos, elijo uno rosado, seguro que a Sandra le gusta ese color.
…
-Estamos okey- digo metiendo una bolsita negra en la mochila. – No creas que no noté que compraste algo.
-Jejeje- se ríe Vanessa colorada. - ¿Le dirás a Charlotte lo que es?
-Claro que no. – me espanto. – Saldría corriendo avergonzada.
-Entonces, ¿aún no pasa nada?
-No- miro al suelo- y siempre me deja en las últimas- lloro acumulada ¡tiene tanto talento!
-Sólo dale confianza- sonríe.
- ¡Claro! Nunca me aprovecharía- aunque ganas no me faltan…
-Así se habla amiga- sonríe.
Alejandra
-No me gustan esas cosas- Aclara Kate - ¿o te gusta usarlos? - me mira considerándolo.
- ¡NOO!- exclamo haciendo una mueca adolorida agarrándome el trasero.- Tú hermana me llamó.
- ¿Qué haces hablando de esas cosas con Gabi? - dice mientras bajamos las escaleras.
-Quería darles un regalo de bodas a Fer y Sandra.
- ¿Y a quien le gusta por detrás? - se ríe. Miro a otro lado. - Vamos no le diré a nadie- Me da un golpecito con el hombro.
-A Sandra- digo bajito.
- ¡Wow! ¿No se enojarán verdad?
-Pronto lo sabremos- me río. Es verdad, mañana es el gran día para mis amigas.
…
-Ale, ¿de verdad no te gustan esas cosas? si quieres puedo…
-¡¡¡No me gusta por atrás!!! – me enojo.
-Eh…- Nicole me mira sorprendida. – No escuche nada. - Entra a su auto.
Abro la quijada hasta el suelo.
-Genial – Digo entrando a mi auto avergonzada, Kate se sienta al lado aguantando la risa.
-Maldita sea Kate, no te rías.
-No me río- se ríe.
-Te estas riendo.
-No- dice cerrando la boca, suelta una risita se acerca y me besa la mejilla. - Ya pasó, vamos.
…
-Pero ya sabes que si quieres algo fuera de lo que hacemos…
- ¡Kate!- digo un poco cabreada.- El sexo contigo es fabuloso, además te lo diría ¿está bien?
-Bien. - Se levanta de hombros.