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OktoberDrabbles por DraculaN666

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Notas del fanfic:

Por sorprendente que parezca, el primer tema de la pareja Kageyama x Hinata es "zanahorias". Vayan a saber ustedes porqué, pero así me lo pidieron. 

 

Los temas y parejas fueron al azar, pero mi inspiración también es muy caprichosa.

Notas del capitulo:

De momento ninguna advertencia. Me siento rara...

Los personajes no son míos, blá, blá. No está beteado, todos los errores son míos.

Octubre es mi mes ¿saben? Estoy a un paso de ser más vieja y falta, en realidad, menos de un mes para ello. Me hubiera gustado hacer algo diario, porque sería bonito y no todos los años se cumples 25. Pero no creo poder, así que acepte un reto por parte de una amiga que está igual de loquita que yo por Haikyuu -celebrando la tercera temporada, también-. La dinámica es publicar un shot o un drabble cada segundo día comenzando desde hoy, osea, cada día impar del mes hasta terminar el 31 de octubre, mi cumpleaños. Ella puso las parejas y los temas. Yo la hueva. Este es un drabble pero, si se deja, podría salir algo más largo.


 


 


 


Kageyama es caprichoso. Nunca lo va a admitir, obviamente. Pero realmente lo es, por algo es "el rey de la cancha". No sólo por egoísta y tirano, sino por egoísta, tirano y caprichoso. Kageyama quiere, Kageyama tiene. Así de simple. Si no puedes seguirle el paso, te haces un lado y a tomar por culo. No debes detenerle por nada. Si a Kageyama no le gustas, también te vas. Punto.


Enfrentarse al duro golpe de la realidad al verse desbordado por sus caprichos, por exigir más, más y más cuando el no daba un poco de sí, no fue impedimento para seguir siendo egoísta.


Pero… Ah vaya, el gran pero.


Se vio interrumpido por alguien mucho más caprichoso que él mismo.


Hinata.


Quizás los deseos de Hinata no sean tan egoístas como los suyos, pero Hinata quiere, Hinata desea con cada fibra de su diminuta humanidad, ser un as, una estrella. Brillar por sobre los demás. Lo anhela con tanta fuerza que el mismo Kageyama se vio arrastrado por sus caprichos, a cada uno de sus deseos. Kageyama responde sólo para hacer de Hinata el mejor. Con sus carencias, con su horrible carácter (que sólo él no tolera), con su horroroso cabello color zanahoria, con esa vitalidad tan contagiosa. Con su estúpida sonrisa haciendo todo más brillante, más divertido, más... Más todo. No recuerda, ni una sola vez, que jugar con alguien más voleibol fuera divertido.


Y lo terrible es que, a pesar de no pensar sólo en él todo el tiempo, en estar haciendo algo, por fin, por alguien más, Kageyama se está volviendo también codicioso. Quiere más de Hinata, más de sus elegíos sin segundas intenciones, más de sus brillantes sonrisas y sus labios húmedos que desea mordisquear hasta dejar rojos como cerezas. Quiere recorrer las gotas de sudor que se pierden entre el uniforme del equipo, recorrer con sus manos dentro de los muslos firmes de Hinata y explorar más allá de lo que resalta a simple vista, allá donde nadie, nunca mientras viva y sea el rey, permitirá que alguien explore a parte de él.


Porque Hinata es suyo. Punto. Aunque éste no lo sepa. Aún.


Kageyama es caprichoso. Es un tirano. Un egoísta y no le importaría pisotear a quien sea para mantenerse dentro de la cancha.


Pero Kageyama, también, es un estúpido adolescente enamorado.

Notas finales:

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