Y entonces estaba ahi…
Mi cabeza me dolía, bastante, podía sentir una mano cálida sobre la mía, mi vista estaba un tanto borrosa pero al fin pude enfocar a quien estaba a mi lado.
-¿Papá?
-¿Cómo te encuentras?
Esa voz, no era la de mi padre…
Un flashback vino a mi y pude recordar todo lo que había pasado la noche anterior… Sangre… Itachi… El dolor en mi cabeza y mis ganas de vomitar volvieron.
-¡Enfermera! -Aquella voz se aleja y suelta mi mano, creo que me desmayaré de nuevo.
Cuando logro abrir mis ojos al fin puedo visualizar perfectamente el lugar en el que estoy, veo que ya es de noche al voltear a ver hacia la ventana y como es que la luz de la luna se asoma por la misma. Siento un peso al costado de mi cama que impide que mueva mis sábanas.
Es un joven, esta dormido. ¿Cuánto tiempo estuvo cuidando de mi? Le tocó sus rubios cabellos para despertarlo.
-¿Ehh? -Me mira, sus ojos son azules… creo haberlo visto alguna vez por la aldea. -¡DESPERTASTE!
-¿Donde…? -Apenas y pude articular una frase, supongo que el trauma en serio fue demasiado para mi cuerpo pero por alguna razón me sentía a salvo a pesar de todo.
-Tranquilo te traje al hospital. -Se alejó un poco. - Te traje un poco de comida debes estar muy hambriento, después de todo estuviste inconsciente por 2 días. -Me acerco un tazón de ramen instantáneo.
-Pero...a mi no…-Mi respuesta inmediata es decir que no me gustaba el ramen instantáneo pero al parecer decía la verdad y había dormido por demasiado tiempo, incluso aceptaría eso- Gracias. ¿Puedo saber qué pasó en qué momento termine aquí?
-¿Seguro que quieres saberlo? -Me dio los palillos, ¿me creerá estúpido? Ya que me está ayudando a sostenerlos. -Despacio, no vayas a quemarte la boca.
-Yo puedo solo -Empecé a comer lentamente tampoco es como si estuviera tan mal como para que me ayudaran aun en eso- Quiero saber...en serio no entiendo mucho.
-De acuerdo. -La mirada azulina de mi acompañante se torno muy seria. -Como ya sabrás… tu hermano exterminó a todo tu clan, por alguna razón, te dejo vivir. El equipo de rescate fue a verificar la escena, yo te encontré en medio de la calle principal del barrio Uchiha, fuiste el único con respiración…. Lo lamento mucho.
-No puede ser...realmente sucedió…-Tenía ciertos recuerdos en mi mente pero aun no podia procesarlos todos- Yo tengo que regresar...tengo que ir y verlo yo…-Traté de levantarme pero al final las fuerzas me fallaron y casi caigo de cara al suelo, nada de eso podía ser verdad.
-Tranquilo por favor. -Aquel joven ayudó a levantarme y me devolvió a la cama. -No puedes hacer nada en tu estado, te prometo que estamos buscando con todas nuestras fuerzas a Itachi, por ahora por favor descansa.
Esta persona me está sacando de quicio, ¿Como pretende que este tranquilo cuando asesinaron a todo mi clan y yo estoy aquí en el hospital como todo un inutil?
-Es que no puedo descansar no ahora y…-Guardé silencio unos momentos, la pregunta del millón era exactamente porque me estaba cuidando y se portaba de esa manera conmigo aun mas sabiendo que era el único que estaba aquí conmigo en estos momentos.
-¡Papá! -Azotarón la puerta de mi habitación. - ¿Comó esta Sasuke? -Tenía que ser obvio, es por eso que se me hacia tan familiar esta persona, es el padre de Boruto, mi compañero de clase en la academia. ¿Será que por Boruto, él me esta cuidando?
-Todo bien hijo, el esta mejor, al fin abrio los ojos. -Le acariciaba la cabeza, es un poco incomodo y me hace sentir triste, furico, nostálgico…. No quiero llorar frente a ellos.
-¿Seguro estas bien Sasuke? -Tomó mi mano. No podía rechazarlo, era con quien mejor me llevaba en la academia.
-Estoy bien -Me aparté un poco tratando de hacer menos incómoda la situación- Gracias...a ambos, pero solo quiero salir de aquí y ver yo mismo lo que sucedió.
-La zona esta cerrada. -El padre de Boruto se levantó y al parecer guardaba unas cosas en una maleta. -Me tome la molestia de ir por tus pertenencias. -¿Aque se refiere con ir por mis pertenencias? -Te quedarás en nuestra casa, no quiero que te quedes solo.
Esta bromeando ¿Cierto? No quiero que nadie sienta lastima de mi y mucho menos la familia de Boruto.
-Si, te quedaras en nuestra casa, dormirás conmigo en mi habitación, seremos como hermanos. -Boruto recargaba su cabeza en mis rodillas mientras me sonreía con ilusión.
-Te hemos instalado una cama en su habitación, no hay problema con mi familia, creemos que serás una buena influencia para Boruto y Himawari. -Se giró de nuevo hacia mi. -Vístete y vámonos, te cargare en mi espalda.
Quizás eran demasiadas emociones para un día y no todas habían sido positivas...más bien ninguna lo habia sido, podia estar pasando por cualquier situación pero ciertamente no necesitaba de la lastima de nadie en estos momentos.
-En verdad gracias -Traté de sonar tan sincero como la situación me lo permitia- Pero no quiero ser una molestia para nadie, en serio puedo hacerlo bien yo solo mis…-La voz se me cortaba un poco- Mis padres me enseñaron a cuidar de mi mismo a muy temprana edad, estare bien en serio.
-No seas ridículo… -El joven me lanzo esas palabras en un tono fuerte -Nadie quiere estar solo en el mundo y yo no voy a permitir que lo estes… seremos tu familia y tu sustento, nada te faltara.
-Pero… señor Uzumaki. -Recordé el apellido de Boruto, al no saber el nombre de su padre era la única manera en la que me podía dirigir a él.
-Dios no.... señor no, me haces sentir muy viejo, soy Naruto, dime así. -Me sonrió, su sonrisa es mucho más cálida que la de Boruto.
-Es que mi...mi familia…-Ya casi no podia retener las lagrimas y esa situación de alguna forma no me hacía sentir mejor, claro trataba de ser tan fuerte como podía pero una que otra se me escapaban de los otros- Ellos no debieron morir...y mi hermano. -No pude evitar sentir mucha rabia al pensar en eso.
Mientras lloraba, los brazos de Naruto me rodearon con fuerza, recargo mi cabeza en su pecho, de alguna manera eso se sentía reconfortante y a la vez quería seguir llorando.
-Boruto… saca las cosas de Sasuke.
-Pero papá…
-Ahora.
Mi compañero obedeció y yo no pude más que soltar más llanto, creo que en el fondo quería desahogarme y Naruto me concedia ese deseo. Me aferre a su espalda y mojaba su camisa.
-Te prometo que esto tendrá solución… -Acariciaba mi cabello de la nuca - Por mientras, permíteme estar a tu lado y ser tu soporte, no estarás solo, lo prometo.
-Señor...no, Naruto -Logré recuperar la compostura unos momentos para saber si asi podia terminar con todo este teatro- Entiendo que quizás estés haciendo esto porque Boruto y yo somos compañeros, es verdad somos amigos pero...podemos terminar con todo esto. No es necesario que vaya a vivir con ustedes y se que quizas lo dijo porque quería sonar bien delante de el pero si eso no pasa no hay problema, puedo hacerlo bien por mi cuenta.
-Boruto no me lo pidió -Me sonrió nuevamente… Si no fue él entonces ¿Quién fue? -Yo lo decidí, puedo leer en tus pequeños ojos que crees que te tenemos lastima y o es nada de eso, te respeto y más aún por ser el último de los Uchiha, lo único que quiero es que crezcas de una manera sana, yo te ayudare a vengar a tu clan, una vez que te hayas hecho muy fuerte.
-¿Por qué te estás portando tan bien conmigo? Apenas y nos conocemos y...solo soy amigo de tu hijo.
-Porque es mi deber como un camarada de Konoha ayudar a los que más lo necesitan. -Me acarició de nuevo los cabellos, sus manos se sentían tan reconfortantes. -¿Nos vamos a casa?
-Está bien supongo -Quisiera seguir preguntando pero mi estado no me lo permite, creo que ahora solo puedo sonreír y bajar la cabeza.
La casa de Naruto se encontraba muy céntrica en Konoha, es grande y el ambiente se siente muy vivo.
-Tadaima… -Ambos rubios gritaron y por consiguiente una niña llegó corriendo a saludos.
-¡OKAERI! -Le dio un beso a Boruto, quien de inmediato se lo limpio. Corrió hasta Naruto y el la cargó y le dio un beso en la mejilla. -¡Papá! ¿El es Sasuke? ¿Vivirá con nosotros?
-Si Himawari, hazlo sentir en casa y tratalo bien. -La bajo y la colocó frente a mi.
-Hola Sasuke-niichan, soy Himawari Uzumaki, espero nos llevemos muy bien. -Sin pensarlo dos veces la niña me dio un beso en la mejilla. Me sonroje demasiado, ninguna niña más que mi madre y no creo que cuente como niña, me habia besado la mejilla. Supongo que el ser muy impulsivos es de familia.
-Si...muchas gracias. -Aun trataba de sonreír, la verdad en estos momentos solo quería irme a dormir de nuevo no me encontraba con muchos ánimos y menos para cosas que no estoy acostumbrado.
-Llegaron… -Una mujer de pelo azulado como el de Himawari salió de lo que creo que es la cocina, Naruto se acerco a ella y le dio mis cosas.
-Buscales un buen lugar en la habitación de Boruto. -Esto es extraño… Por como son en esta familia creí que Naruto sería muy efusiva con su esposa, pero al parecer… no es así, es muy raro. -Sasuke, sigueme… -Su tono de voz cambió totalmente al hablarme -Te mostrare tu nueva habitación.
Lo seguí hacia la parte de arriba de la casa, donde únicamente una luz estaba encendida y es donde creo que será mi nuevo cuarto. Al entrar encontramos a Boruto arreglando una cama.
-¡Oh! Ya estás aquí… yo ehmmm… la estaba arreglando para ti… para que te sientas más cómodo.
-Vaya hijo… tu no eres acomedido, pero me da gusto, sabía que Sasuke sería buena influencia para ti. -Naruto se inclino hasta mi altura -Por favor, siéntete en casa, esta será tu casa de ahora en adelante. Si necesitas algo, duermo en mi despacho que está a lado de esta habitación. ¿De acuerdo?
-Si, de acuerdo -En cuanto se fue por fin pude dejar de fingir que me sentía bien con todo eso, bueno, solo estaba Boruto pero él podría decirse que estaba acostumbrado a mis expresiones y no tenia porque esconder lo que sentia con el nos conocíamos hace ya bastante- Tus padres, ¿Es que no duermen juntos?
-Vaya… finges bien cara extriñida. -Se ponía su pijama -Desde que tengo uso de razón nunca lo han hecho, no se por que, pero no lo hacen, mi papá se siente más cómodo en su despacho ya que tiene misiones largas y varios reportes que hacer, es su zona de confort. Toma -Me lanzó una pijama - Mamá va a limpiar la tuya, usa esa por mientras.
-Yo también puedo hacer eso…-Baje la mirada, es imposible no recordar cómo solía ser mi vida y cómo de pronto había cambiado tanto- No te molestare, ni siquiera vas a notar que estoy aquí.
-Sasuke… entiendo que es un momento difícil, pero por favor, no lo hagas más difícil y acepta lo que mi papá está haciendo, no me molestas en lo absoluto, vivirás aquí y serás un hermano para mi. -Me sonreía tranquilo, sus palabras eran bastante sinceras, pero es difícil aceptar una nueva vida de la noche a la mañana. -¿Vas a querer ir mañana a la escuela?
-Si, no puedo abandonar mis deberes. -Suspire pesado y empecé a acomodar la que sería mi nueva cama a partir de ahora- Supongo que...tu y tu padre son más hermanos para mi que el verdadero -Apreté las sábanas al decir eso pero aun para esos pensamientos me sentía muy cansado, tenía que reponer tantas energías como pudiera ya que a la mañana siguiente me esperaba un crudo despertar en la escuela con todos hablando, sentía nauseas de solo pensar en eso.
Cuando cantó el gallo mis ojos se abrieron lentamente, esperaba encontrarme en mi habitación, pero solo pude visualizar a Boruto en su cama contigua a la mía, suspiré hondo y me levante pesadamente y baje las escaleras.
-Buenos días Sasuke-kun. -La esposa de Naruto me saludo y se acerco a mi. -Soy Hinata, espero podamos llevarnos muy bien. -Me sonrió - Tengo lista tu ropa ¿Si querrás asistir a la academia hoy?
-Si, estoy bien. Muchas gracias por preocuparse pero puedo retomar las clases sin problemas.
-De acuerdo, el desayuno está listo. ¿Puedes levantar a Naruto y Boruto, por favor?
-Si, no es problema.
Volvi a subir al segundo piso, era obvio que tenia que acostumbrarme a ese tipo de vida, a no ver a mi madre haciendo el desayuno y tener una especie de hermano de mi misma edad, en serio quería sentirme bien después de todo el esfuerzo que hacían por mi pero no es algo que desaparece de la noche a la mañana. Ya en el cuarto sabia que tenia que cumplir con mi tarea.
-Oye...despierta. -No tenía ni idea de que debía hacer así que hice lo mas obvio que fue moverlo y hablarle en voz alta.
-Hmmmm no… No quiero ir a la escuela -Se cubrió con la sábana Boruto, primer atentado no funciono, voy con Naruto.
Entre a su despacho y ahí estaba, en un sofá cama y el verdaderamente desparramado en el colchón. Me acerque y lo mire, creo que esta mas lindo que Boruto… ¿Que demonios? Reacciona Sasuke…
-Supongo que…-Eso fue un momento que aproveché para hablar conmigo mismo, si no podia despertar a otro niño a un adulto menos- Me...enviaron a despertarlos, Naruto...levántate por favor -También lo movía un poco, quizás algo patético pero realmente no sabía qué hacer.
-Nunca lo despertaras así… -Era Boruto, quien se rascaba un ojo y bostezaba. -Es algo que aprenderás con el tiempo. -Boruto tomó impulso y saltó sobre su papá, despertandolo enseguida y sacándole todo el aire.
-¿Esta bien que hagas algo así? Habia que despertarlo no…¿Aun respira?
-Estara bien… -Boruto se bajo de encima de Naruto mientras él tosía y se retorcia de dolor. -Vamos a vestirnos, se nos hara tarde.
Mi rutina no cambió mucho a cuando aún estaba en mi casa, después de todo mis padres me habían enseñado bien y sabía bastantes normas de educación como no dejar que la comida se enfriara, ayudar con los deberes de casa cada que podía y demás. Era obvio que no muchas de esas costumbres se daban en esta familia pero no por estar en un lugar nuevo iba a olvidar todo lo que mis padres me habían inculcado con tanto esfuerzo. Una parte de mi no quería salir de la casa y tener que enfrentar todas las miradas curiosas y lastimeras en el camino y en la escuela, después de todo las noticias viajaban demasiado rápido.
Por su puesto no me habia equivocado con nada de eso, posiblemente no había sido una buena idea ir a la escuela pero según mi perspectiva habría sido mucho peor el quedarme en casa. Tuve que soportar que hablaran a mis espaldas de lo que sucedió y comentarios inapropiados por parte de los ignorantes, aun los comentarios apropiados me hacían sentirme incomodo, todo eso habría sido mucho mas duro de no tener un amigo que me ayudara con eso, no es como si necesitara que me defendiera o algo así pero Boruto estuvo ahí cada vez que algo ocurría y me ayudaba a distraerme y pensar en otras cosas, por momentos eso me relajaba.
Después de varios meses, los rumores acabaron y me sentía un poco mejor gracias a Naruto y su familia, una tarde, después de la academia, Naruto se encontraba fuera esperándonos. Boruto y yo fuimos con él, ambos sorprendidos de su visita, ya que había salido de misión una muy larga.
-¿Como les fue? -Boruto lo abrazo.
-Excelente papá, ganando como siempre, Sasuke y yo somos los mejores.
-Genial… ¿Y tu Sasuke? ¿No habrá abrazo para mi?
-Si de por si, se ve raro que un niño de 8 abrace a su papá de 26, podrias ser mi hermano pero no, no esperes que yo también lo haga.
-Tan lastimero como siempre. -Se reía -¿Boruto puedes ir a casa? Quiero hablar a solas con Sasuke.
-De acuerdo… no lleguen tarde, los esperaremos en la cena.
Se me hacia muy extraño que Naruto quisiera hablar conmigo a solas, nos fuimos hasta el rió de la aldea, se sento en la orilla y me pidió que lo acompañara.
-Dime Sasuke… ¿Como te haz sentido en los últimos 4 meses?
-He estado bien -Respire profundo para seguir hablando- No ha sido fácil pero creo que con todo esto ha sido más fácil de lo que pensé que seria.
-Genial, espero te sigas sintiendo cómodo y pienses en mi casa como tu familia, aunque mi promesa sigue ahí, iremos tras tu hermano, hazte fuerte, entrena y yo mismo te acompañaré.
-¿Realmente puedes prometer eso?
-Si… realmente puedo. -De verdad le creo, ya que creo que Naruto es un ninja bastante fuerte. -¿Volvamos a casa si?
Casa, suena bastante bien, en verdad tener un lugar a donde llegar ,me hace sentir infinitamente feliz, de verdad puedo acostumbrarme a esto.
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Han pasado 5 años, desde que vivo en casa de Naruto y estoy a punto de graduarme de la academia junto con Boruto. Posiblemente suene cursi o algo así pero en estos años, gracias a todo lo que me han ayudado puedo decir que he podido sobrellevar lo que le sucedió a mi familia y a mi clan sin mayores sobresaltos, aún pienso en ellos y los recuerdo con cariño pero ya me acostumbre a esta nueva vida. Se que hago sentir orgullosos a mis padres por cómo me comporto porque siempre tengo presentes sus lecciones, sin falsa modestia puedo decir que soy mejor hijo de lo que es Boruto pero no se lo diré directamente solo porque no quiero empezar alguna pelea de lo contrario puedo molestarlo con eso para pasar el rato. Ahora, y con ánimo de que todos sepan de mis logros me graduó con honores de la academia, sobre todo, quiero que lo sepa Naruto, quien ha sido un gran apoyo y si me atrevo a decirlo un gran padre para mi.
Llegó la hora de la cena y era momento de decirlo, es obvio que Boruto se siente celoso, pero igual muy orgulloso como hermano. Al bajar las escaleras es la misma pelea de siempre, ambos queriendo tener el mejor puesto y más cerca de Naruto y esta vez gane yo.
Naruto llego un poco tarde a la cena, pero siempre tiene tiempo para oirnos a todos, lo cual me hace muy feliz, incluso en algunas ocasiones yo lo busco en su despacho para que me de consejos o solo charlar de nada o sus misiones.
-Hoy me dijeron que de los proximos a graduarse soy yo quien obtuvo las mejores calificaciones de todos los alumnos, soy como el mejor de la clase.
-¡Muchas felicidades Sasuke! -Todos dijeron menos mi "hermano" envidioso, Naruto me sonreía complacido, eso es lo que esperaba ver.
-Festejaremos tu graduación y la de Boruto junto con un anuncio especial que yo tambien les traigo. -Algo no sonaba bien. -¡Me nombraran Hokage en una semana!
Todos empezaron a festejar y a felicitarlo, se que yo también tenía que estar haciendo lo mismo y sentirme feliz por él pero algo dentro de mi me lo impedia, quizá porque de alguna forma estaba sintiendo como si me quitaran algo. Ese puesto era realmente importante y eso implicaba que tendría menos tiempo libre y menos tiempo para estar en casa...yo sentía como si mi nuevo padre se alejara simplemente de mi y me ponía algo triste, después de todo estaba hablando de la persona que cuida de mí desde la tragedia, aunque claro disimulaba bien mi decepción.