Capítulo I
El inicio del laberinto.
El paisaje que se mostraba era lindo para quien disfruta las pequeñas cosas de la vida, era la primera vez que salía de Hokkaidō. Dando un suspiro cansado mientras viajaba en el tren de Hokaido a Tokio, Misaki Takahashi de 22 años releía el mensaje de su hermano.
Misaki, Ven a visitarme hace mucho que no nos vemos. Además quiero presentarte a mi esposa.
Takahashi Takahiro.
Era el mensaje que le había enviado hace cinco días, no sabía ¿cómo fue que tenía su número? Por seguridad siempre los cambiaba cada dos meses, para estar protegido.
"Es ¿en serio? Han pasado 15 años desde que te vi y apenas te acuerdas que existo? Ni siquiera un Hola ¿Cómo has estado? O perdóname por no haberte contactado antes, Me acorde de ti"
Misaki no podía creer que su ingrato hermano solo le enviara aquel mensaje tan corto. Aun recordaba cuando Takahiro se fue de casa, con solo 6 años de edad vio partir a su hermano, por eso no recordaba mucho su cara. Al final él se tuvo que hacer cargo de la cafetería de sus padres ya que ellos murieron en un turbio accidente, precisamente cuando fueron a ver a su hermano hace 7 años no sabía que había pasado pero con solo 15 años supo que debía salir adelante y ocultar el dolor para que nadie se aprovechara de él.
"Mínimo me tendría que haber ido a visitar a mí, o ir al entierro de nuestros padres"
Desde que tenía 13 supo que algo le escondían sus padres. Por qué siempre le decían que no podía abandonar nunca Hokkaidō bajo ninguna circunstancia. Aunque poniéndose a pensar por qué tanto misterio de como murieron y luego la carta de sus padres.
Misaki no podía con todo, estaba consiente que existían cosas que aprendido por la mala y hasta escarmentado quedo, pero también estaban muchas más cosas que él ni idea tenia. Agradecía que el destino fuera benevolente con él, de no ser por Kanou-san que le ayudo y le enseño como manejar el negocio en el cual estaba involucrado por herencia de sus padres, no hubiera podido, y no precisamente era de la cafetería de lo que se trataba aquel otro trabajo, eso sabía que solo era una fachada.
Se le hizo tan rápido el viaje que ni lo sintió, hasta que escucho la voz del altavoz que ya habían llegado y de cuando bajo el tren.
-Las puertas se cerraran dentro de poco, por favor, no ingrese corriendo
Al llegar a Tokio, lo deslumbro tantas cosas que eran nuevas, personas nuevas, nuevo ambiente y nuevas aventuras que vivir, ya que nunca viajaba a la capital, siempre solo iba a los lugares que quedaran cerca para no descuidar de la cafetería. Aunque ahora solo le preocupaba que le estuviera yendo bien a Ayase.
"Conociendo a Kanou-san se que mando a Homare-san a cuidar los negocios jajaja"
***
En una de las habitaciones de un hotel, se encontraban los amantes en plena faena, más que amor se sentía pasión, calentura.
Akihiko disfrutaba de su amante Takahiro, aún después de que se casara y lo engañara diciendo que solamente lo amaba a él y no a su esposa, podía seguir disfrutando de los placeres de la vida sin culpa ni remordimiento.
- Taka- takahiro ahh
Gemía Akihiko al sentir como Takahiro le hacía sexo oral con maestría haciéndole sentir aquellas descargas eléctricas tan placenteras que siempre lo llevaba al límite del éxtasis. Amaba estar con él, aunque estuviera casado. Pero no se lo reprochaba, sabía que él lo hacía para cuidarlo, aunque ni el mismo se creía eso.
Takahiro aunque no se declaraba gay ni bisexual, el solo se autodenominaba heterosexual y amante del placer por placer. Y aun así el sexo oral que le hacía a Akihiko lo llegaba a excitar aunque no lo admitiera. Con su lengua recorría de arriba a abajo el miembro de su amante para luego saborearlo en su boca,
- Ahh… ya no ahh aguanto
Akihiko estaba ya en el límite, lo necesitaba como siempre. Como desde aquel día que le pidió ser amantes en su juventud.
Donde ambos vivían un amor secreto para no dañar la imagen, aunque poco le importaba a Akihiko, pero no quería tener a los medios encima de chismosos en su relación.
Quito a Takahiro de su miembro, no quería venirse en su boca hoy no, lo acostó en la cama sin reparo alguno, pudo ver que él también estaba excitado lo que lo hizo sonreír maliciosamente, lo que le hizo pensar si el también sentía ese amor con placer aunque para Takahiro no era así, simplemente por costumbre y porque creía estúpidamente que podía tener lo mejor de las dos partes.
Akihiko lo beso apasionadamente mientras movía las caderas simulando que lo penetraba, pero lo que en realidad hacia era que ambos miembros se tocaran haciendo que Takahiro llegara a su límite de querer que Usagi dejara de torturarlo.
- Ya hazlo… de una maldita vez… ahh ya no aguanto Usa..Usagii
Esta vez Usagi-san no tomo en cuenta la cara de enojado ni el reclamo de Takahiro, ahora sería él quién llevaría el ritmo, haciéndolo sufrir un poco de lo que el sufría, se estaba cansando de que pareciera simple y vacío sexo, le haría delirar aun en contra de si, a pesar de que era el seme siempre le hacía caso a su uke sobre las posiciones y él no estaba feliz con eso quería a alguien dócil, sumiso que él pudiera guiar.
Akihiko, besaba el cuello de su amante y sin que se diera cuenta atrapo con su otra mano las manos de Takahiro para que no quisiera ponerse terco y quisiera hacerlo rápido.
Fue bajando sus besos por todo el cuerpo de su uke Takahiro para empezar a prepararlo.
-¡Ya basta Akihiko, si lo vas a hacer hazlo!
Takahiro se desesperó de ver que Akihiko se tardaría mucho, solo eran pequeñeces sin importancia, según él, pero la calentura no lo dejaba pensar, porque el día de mañana le dolería el orgullo por así decirlo.
Akihiko, se cansó si así lo iba a querer así sería, lo penetró lentamente, a lo que takahiro suspiró sintiéndose extasiado.Las embestidas eran lentas luego fueron subieron de velocidad ya casi estaban cerca del clímax, Akihiko empezó a masturbarlo mientras lo embestía sentía mucho placer tenía que descargarse de todo lo que no estaría con él.
Justo en la cúspide del éxtasis cuando ya lo empezaba Akihiko a sentir su orgasmo, sonaba el celular de Takahiro, pero ambos ignoraron la llamada, cuando llegaron al clímax Akihiko quiso estar un tiempo así con él a solas, sin prisas, donde había quedado aquel muchacho alegre e inocente.
"Desearía que fuéramos una pareja normal, que te quedaras conmigo y me amaras solo a mí, pero sé que yo decidí esto..."
Eso pensaba Akihiko observando el techo de aquella habitación de hotel, hasta que vio como takahiro se iba, se debatió de quizás seguirlo, puesto que siempre se quedaba con el asta la noche.
Se iba a bañar cuando vio que le llegaba un mensaje
Por unos días no me busques estaré ocupado yo te llamare cuando nos volvamos a ver Usagi.
Y como siempre, una despedida muy seca y fría. Sin un "cuídate amor, que tengas un buen día" sabía que era un estúpido por dejarse llevar así por el pero no lo podía dejar lo amaba con locura.
"¿Porque no lo veré? ¿Me engañara? Hahaha ya seriamos 3 los engañados pero aun así lo amo. Además aun me acuerdo que será el cumpleaños de su esposa a fin de semana así que no será extraño visitarlos casualmente."
Aunque odiara algo la idea, era aún más doloroso no estar cerca de su amado, a pesar que sabía que ese amor que sentía nunca lo llevaría a ningún lado.
***
- Después de todo, no me perdí aún.
Se dijo a si mismo feliz. Al menos ganó la apuesta de Homare de que no se perdería.
Una vez que salió de la estación se dirigió al Hotel Teito para hospedarse y darse un refrescante baño, la habitación que haba elegido tenia lo que mas le gustaba una cabeza de leon en la bañera, descanso un poco, Misaki estaba feliz de los pequeos lujos que se podia dar gracias a que trabajaba.
En la tarde se dirigía a la dirección donde vivía su hermano. Esperaba al menos recordarlo físicamente.
"Se supone que aquí debe ser, pero al final para que vengo si no creo que me quiera más que para ver la herencia o que se yo, por alguna razón estoy ansioso"
Era un edificio muy bonito y alto, se dirigió al recibidor y toco el interruptor perteneciente al departamento de su hermano pero nadie respondía. Se iba a rendir después de 15 minutos y eso para que no pensaran que era sospechoso.
Cuando de pronto al estar tan concentrado no se dio cuenta que alguien lo miraba con recelo.
- ¿Quién eres? Y ¿Qué buscas aquí?
Y pensar que solo sería el inicio de esta aventura.
Continuara...