Nunca deja de sorprenderme, desde la prime vez que lo vi patinar, no han cesado las sorpresas.
El simplemente es…….sorprendente.
~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~
Todo comenzó cuando un día decidí volver a Japón porque había pasado 1 año desde que había perdido el Gran Prix, ya no sabía qué hacer y estaba perdido, así que decidí volver a mi hogar.
Pensaba que si volvía a casa tal vez encontraría la respuesta a mis plegarias sobre poder abandonar esa vida tan vacía, sin sueños, aspiraciones, sin pasión a algo o a alguien. Es verdad que amaba el patinaje, pero por alguna razón ya no era lo mismo, sentía que algo faltaba en cada deslizamiento, en cada vuelta, en cada salto y en cada aterrizaje. Sin algo que me impulsara a ser mejor y a seguir adelante, era como un niño atrapado en una inmensa obscuridad. Y pensé que todo sería mejor cuando volviera.
Pero no, cuando quise volver lo único que encontré fue que mi primer amor se había casado y había tenido 3 hijas, y que mi mejor amigo “Vicchan” había muerto. Ni siquiera había podido despedirme de él, y tampoco pude darle el regalo de la victoria como regalo de despedida, había sido una completa decepción para todos.
Y no hacía falta que me lo dijeran, podía ver en los rostros de mis padres preocupación con un poco de decepción, y no era para menos, después de todo mi futuro era completamente incierto, después de todo aunque me había graduado, yo no quería trabajar y aparte de eso, me había separado de mi entrenador.
Cuando volví me encontré a la que alguna vez había sido mi entrenadora de ballet, ella con mucho entusiasmo me había recibido, se notaba que no importara si ganaba o perdía, ella seguiría ahí sintiéndose orgullosa de mí.
Ella gustosa me había llevado a mi casa, donde pude encontrarme con mis padres, ellos aunque un poco decepcionados se veían felices de tenerme a su lado otra vez. Después de eso mi madre me dijo que saludara/despidiera de Vicchan, y así lo hice. Y mientras lo hacía apareció me hermana, con la cual hable sobre las decisiones que iba a tomar a partir de ese momento, aunque al final no se llegó a una conclusión exacta
Poco después de eso decidí ir a practicar un poco para desesterarme, y de paso iba a ir a saludar a mis amigos. Cuando llegue a la pista vi a Yuko ahí arreglando algunos patines, la salude y ella me recibió con mucho afecto.
Cuando ya estuve listo para patinar me dirigí a la pista de hielo. Y cuando ya estuve dentro le dije a Yuko que mirara en lo que había estado practicando durante ese tiempo.
Comencé a patinar pensando en todo lo que me había pasado en ese año, y las cosas que hubiera deseado hacer y no hacer, pensando en que necesitaba un milagro para salir de esa rutina de querer ser mejor pero no poder lograrlo, y al final quedarte en el mismo nivel en tu vida preguntándote que te falta para poder ser mejor, para poder salir de ese vacío existencial.
Y sin haberlo siquiera soñado, ese milagro había llegado a mi vida.
Mientras pensaba en lo mucho que quería volver a patinar en la misma pista que Viktor y en la paciencia que debía tener, un mensaje había llegado a mi celular que decía “Yuri Katsuki intenta realizar el programa de Viktor hanarezymi soba ni ite” junto con una llamada de Nishigori diciéndome que sus hijas me habían grabado y luego habían subido el video, y para el colmo que se había hecho viral.
Después de eso decidí que era mejor apagar el celular para no recibir más llamadas ni mensajes, y que me dejaran de molestar aunque sea por un pequeño momento. Y mientras estaba encerrado en mi cuarto me preguntaba si alguien más en este mundo se sentía igual de ofuscado que yo. Quedándome sentado y pensando en la tranquila soledad.
Pero ese momento no duro mucho debido a que mi madre me había pedido que quite la nieve de la entrada, así que decidí ir y tomar un poco de aire fresco. Cuando abrí la puerta me encontré con un perro que si bien era parecido a Vicchan, no era él. Entonces le pregunte a mis padres y me habían dicho que le pertenecía a un extranjero muy apuesto, que estaba en las aguas termales.
Corriendo me dirigí a aquel lugar para verlo con mis propios ojos. No podía creerlo, es que era imposible que estuviera ahí, entre todos los lugares del mundo, simplemente no podía pasar, eso no le pasaba a personas como yo.
Sin embargo ahí estaba, tan relajado, tan natural, mirándome, sonriéndome, señalándome, guiñándome el ojo. Todo eso solo a mí, todos esos gestos dedicados a mí. Y al final dedicándome la frase que sin haberlo entendido en ese momento me había hecho muy feliz. “Yuri, a partir de ahora seré tu entrenador y haré que ganes el Gran Prix Final”
Después de eso mi vida cambio por completo.
Pararon los días donde Viktor intentaba acercarse a mí, trataba de saberlo todo de mí. Apreciaba ese gesto, pero él iba muy rápido conmigo, simplemente no podía abrirle paso a mi vida privada así de fácil, y yo sin poder evitarlo, lo alejaba de mí, causando silencios incomodos entre nosotros.
Era de noche y yo estaba pensando en Viktor, en que no podía ser verdad que él estuviera ahí, y que mucho menos estaba ahí por mí, pero…….el simple hecho de pensar que eso podía ser verdad, eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Entonces fue cuando lo comprendí, yo estaba feliz, estaba emocionado, después de muchas tristezas yo estaba feliz.
Pero en ese momento alguien interrumpió mi felicidad, y aunque en ese momento pensaba que era sorprendente, talentoso y mi enemigo, termino siendo mi amigo, y un gran apoyo para mí, en muchos sentidos de la palabra y esa persona era Yurio.
Entonces se decidió que Viktor se quedaría en Japón o se iría a Rusia en base a una competencia entre Yurio y yo, con distintos temas, él iba a tener el tema de Agape y yo el de Eros. Ambos estuvimos muy en desacuerdo con la elección, pero queríamos sorprender al público, así que era necesario.
Yurio y yo pensamos mucho sobre nuestros temas, y no podíamos encontrar nada que nos ayudara. Hasta que pensándolo muy a fondo me di cuenta que mi Eros eran los tazones de cerdo, porque me hacían sentir pasión. Y, con el tazón de cerdo en mi cabeza, me dispuse a practicar mi coreografía de Eros.
Pero mientras practicaba no podía pensar en el tazón de cerdo, solo podía pensar en que no quería Viktor se vaya de Japón, que quería que se quedara a mi lado, que no iba a soportarlo si él se iba a Rusia de nuevo.
Mientras pasaban los días Yurio y yo nos habíamos vuelto más cercanos, incluso al nivel que ya lo consideraba un buen amigo mío, y creo que él también me veía de esa manera, porque después de todo, los dos pasamos mucho tiempo juntos.
Y, sin darme cuenta, el día de la presentación había llegado, y yo solo tenía en la cabeza ser la mujer más bella del mundo, para, así hacer que se quede el galán a mi lado, y que no se vaya como en la historia del Eros que me tocaba.
Fue el tuno de Yurio, y él había desarrollado su coreografía de una forma perfecta. Eso hizo que yo me sintiera desconfiado e inseguro, y comencé a imaginarme el peor de los casos, si Yurio ganaba, si Viktor se iba, si el me dejaba. Fue entonces cuando lo vi, parado enfrente de mí, mirándome y sonriéndome.
Lo abrace y le suplique que me viera, que yo iba a ser el tazón de cerdo más delicioso que el haya visto, el acepto gustoso, y de esta forma fui a la pista de patinaje, sabiendo cual era mi verdadero Eros, cual era mi verdadera razón para patinar en ese momento.
Era el, era la persona enfrente mío, era la persona a la cual en este momento le sonreía y guiñaba el ojo, era la persona que intentaba acercarse a mí con tanto afán, era Viktor.
Y con Viktor en mi cabeza termine mi coreografía, escuchaba como todos me aplaudían y me halagaban, pero no me importo, solo quería ver si a él le había gustado mi presentación, si él se iba a quedar a mi lado. Cuando volví él me había dicho que yo había sido el tazón de cerdo más delicioso que había visto en su vida, me alegré al escuchar esas tan ansiadas palabras.
Para mi sorpresa el me escogió como ganador de esa competencia, significando que me iba a entrenar a mí y no a Yurio, entonces hablamos enfrente de las cámaras acerca de nuestros planes de ganar el Gran Prix Final juntos.
Después de ese evento Yurio había vuelto a Rusia, pero aun nos hablábamos, las cámaras aun nos seguían pero se habían calmado un poco, y Viktor y yo habíamos comenzado a practicar las coreografías, los movimientos, y los saltos que aún me faltaban.
Por sugerencia de Yuko y de Nishigori yo intente abrirme más a Viktor, dejar que él se acerque a mí, y yo acercarme a él, dejar que las cosas fluyan naturalmente y que ambos nos conozcamos, después de todo él iba a ser mi entrenador e iba ser mejor si nos conocíamos.
Pero en el paso del tiempo fue acercándose más y más a mí, comenzamos a hablar muy seguido, empezamos a pasar todo el día los dos juntos. Hasta el punto donde nos bañábamos juntos y el peinaba mi cabello, o al punto en el que dormíamos en la misma habitación (obviamente que tuve que quitar mis posters de Viktor).
Comencé a conocer más sobre su vida personal y profesional, como cuantas parejas había tenido, cuanto practicaba una coreografía, sus gustos, cuantas horas pasaba en el hielo, su familia, sus horarios de práctica, etc.
Y en este periodo donde nos conocíamos mutuamente, no sé cómo ni porque, pero me había dado cuenta que me había enamorado profundamente de él, que no importaba que hiciera él estaba en mi mente todo el día, estaba metido en mi cabeza en cada segundo, de cada minuto, de cada hora del día. Él era mi Agape y mi Eros al mismo tiempo.
Estaba metido tan profundo dentro de mi cabeza que no sabía qué hacer. Estaba asustado, era la primera vez que sentía eso, ni siquiera cuando me había gustado Yuko había sentido algo tan profundo. Estaba tan confundido que recurrí a la única persona que me iba a ayudar: Yurio.
Los dos hablamos y el me reclamo, me dijo que era un idiota por enamorarme de un idiota. Pero luego de que se calmara me hizo dos preguntas que me hicieron reflexionar sobre Viktor: ¿sabes cuantas parejas ha tenido? ¿Estás seguro que no serás uno más del montón?
Él tenía razón, yo ya sabía cuántas parejas había tenido, sabía que eran muchas, mejor dicho eran demasiadas. Y yo no estaba seguro si yo iba a ser especial o iba a ser como el resto que el abandono, y dejo en el olvido. Muy seguramente él pensaba en mí como un amigo o un alumno solamente, no como alguien para tener una relación romántica.
Comencé a pensar que fue un error haberme enamorado de él, que era mejor que abandonara todas mis esperanzas de que yo podría gustarle o que yo podría ser especial en su vida de una forma no profesional, que fuera del hielo yo no era nada para él.
O eso creía hasta que un día mientras practicábamos, yo (por estar distraído con ese tema) me caí tratando de hacer un salto, entonces Viktor me cogió antes de que terminara de chocar contra el piso, y aprovechando la cercanía que había entre nosotros, Viktor se acercó a mí y me beso.
Fue en ese preciso momento que sentí que ese vacío que tenía había desaparecido, que esa obscuridad dentro de mí se había dispersado, sentí que al fin todo cobraba sentido en mi vida, que al fin tenía un motivo para seguir adelante. Nunca olvidare la frase que me dijo en ese momento: no quiero que nuestra relación siga siendo de alumno-maestro, quiero que avance a algo más fuerte que simple amistad. ¿Tú no?
No sabía qué hacer, yo no era como Viktor, no tenía tanta experiencia en el amor como el, yo no sabía qué hacer si alguien se me declaraba o si yo amaba a alguien. Pero tomando toda la fuerza y el valor que tenía dentro de mí le respondí: si quiero.
Él me sonrió como nunca lo había hecho, parecía feliz, aliviado y entusiasmado. Después de eso todo cambio, los dos comenzamos a salir, y todo se volvió distinto, no sabría cómo explicarlo con palabras. Viktor se volvió más romántico conmigo, pero sin ser coqueto, es decir, intentaba ser cariñoso no seducirme. Parecía que quería que fuéramos con calma, a paso lento, sin exigirnos a ninguno de los dos más de lo que pudiéramos dar.
Apenas comenzamos a salir le dije a Yurio lo ocurrido, recibiendo como respuesta una sarta de insultos por parte suyo, aunque después (de mala manera) nos dio su aprobación y nos deseó mucha suerte en la relación, y también dijo que la íbamos a necesitar.
Mi familia lo tomo de la mejor forma posible, después de todo a ellos les agradaba Viktor, recibiendo mucho apoyo de mi madre (que estaba encantada con que yo saliera con Viktor), mis amigos no protestaron, al contrario, ellos dijeron que ya era hora de que formalizáramos nuestra relación.
Y un día me di cuenta que desde que Viktor y yo habíamos comenzado a salir, cada salto, cada deslizamiento, cada vuelta, todo eso ya tenía sentido, que yo al fin había encontrado eso que me faltaba, que hacía que sintiera pasión por algo. Más feliz no podía estar, yo realmente era feliz, con o sin medallas yo era completa y realmente feliz.
Los dos comenzamos a ir a lugares, a tener citas, a hablar de cosa un poco más “privadas”, los intentábamos ir lento, porque yo no podía ser muy romántico y expresivo, y él no podía evitar ser coqueto y seductor, entonces esa parte de nuestras personalidades chocaba mucho, por eso intentábamos buscar un punto medio donde ambos diéramos de nuestra parte pero sin excedernos.
Los dos habíamos planificado una coreografía hermosa para el Gran Prix Final, era una coreografía acerca del desamor y lo mucho que duele cuando tu primer gran amor no sale como tú lo habías planeado, cuando las cosas no son de color rosa y todo se vuelve frio y roto.
Por eso Viktor y yo habíamos practicado tanto, porque no sabía cómo moverme, debido a que no sabía cómo se sentía esa sensación de que te rompan el corazón de una forma cruel y despiadada.
°°°°°°°°
Él tiempo paso volando y en un parpadeo estábamos en el aeropuerto para ir al Gran Prix Final, Viktor y yo estábamos emocionados, y sentados a lado de Yurio y el antiguo entrenador de Viktor, esperábamos ansiosos la llamada del personal para que subiéramos a nuestro vuelo.
Y mientras esperábamos me dieron ganas de ir al baño, así que me despedí de Viktor con un corto beso en los labios, avisándole a donde iba, y luego fui junto con Yurio (él también quería ir), en el camino los dos hablábamos sobre lo bien que habíamos entrenado y que no importaba quien ganara seguiríamos siendo amigos.
Y el momento de volver Yurio y yo escuchamos una conversación de Viktor y de su antiguo entrenador, que decía así:
- Creo que tu broma de entrenar a un mocoso sin talento ha ido muy lejos Viktor –
- Lo sé, pero estoy muy cerca de acabar con esto, ya verás que esto hará que Yuri quede totalmente fuera de la competencia –
- ¿Estás seguro de eso? –
- Claro, después de eso no nos tendremos que preocupar más, él es el único que puede hacerle competencia a Yurio, si lo destrozamos seguro que Yurio gana – en ese momento se me había roto el corazón, Viktor solo me había utilizado. Mire a Yurio con lágrimas en los ojos, él tenía cara de que no sabía nada de lo ocurrido.
- Comprendo que quieras que Yurio gane, pero ¿no piensas que exageraste con lo de enamorarlo? – no quería seguir escuchando así que decidí afrontarlo
- Sobre eso……-
- ERES UN MENTIROSO- grite lo más fuerte que pude, provocando que muchas personas voltearan a ver.
- Yuri, yo ……-
- NO, ERES UN MENTIROSO, MANIPULADOR. ME ENAMORASTE PARA PODER ENAMORARME, ERES UN ASCO, NO PUEDO CREER QUE ME LLEGUE A ENAMORAR DE TI –
- No, yuri, escúchame –
- NO, TODO SE TRATA DE TI SIEMPRE, PERO NO ENTIENDES QUE NO SOLO TU IMPORTAS –
- YURI – había gritado mi nombre
- T-tu, solo eres un manipulador, fui un tonto al pensar que iba a ser alguien importante para ti, por un momento pensé que yo iba a ser especial para ti. Ahora entiendo que fue un error el haberte amado – se me había cortado la voz por las lágrimas.
“Pasajeros del vuelo 234 por favor abordar al avión, última llamada”
Mire a mis lados y vi al antiguo entrenador de Viktor con una cara de sorpresa y culpa, y a Yurio mirándome con tristeza y empatía, por su cara podía deducir que él no sabía nada.
- Yuri escúchame, yo…..-
- No Viktor, ya no te escucharé nunca más, porque si lo hago, caeré otra vez en tus mentiras –
- Yuri….-
- do svidaniya*
cogí mi maleta y corrí lo más rápido que pude al avión, una vez que había entrado me di cuenta que solo Yurio y yo habíamos entrado, al parecer Yurio me había seguido, los dos nos sentamos en los asientos correspondientes, y en todo el vuelo llore en las piernas de Yurio, sintiendo como el me consolaba en silencio. Acariciándome el cabello como si eso fuera a calmar mi dolor.
Después de algunas horas de vuelo Yurio y yo llegamos a nuestro destino, nos instalamos en las habitaciones y Yurio intentaba calmarme porque yo aún tenía ganas de llorar. De vez en cuando sonreía un poco cuando Yurio se ponía a insultar a todos los que nos miraban raro porque habíamos llegado sin nuestros respectivos entrenadores. (https://www.youtube.com/watch?v=k8pkhKWA3lY )
Yurio me dijo que no debía pensar en Viktor, y que me concentrara en mi presentación, que había trabajado tanto por eso y que no debía tirarlo a la basura solo porque un idiota no sabía apreciar lo que tenía enfrente de él. Que debía darlo todo, porque esta vez yo si tenía posibilidades de ganar. Paso una semana y no había rastro de Viktor ni de el antiguo entrenador de Viktor.
Yurio me aconsejo lo mejor que pudo hasta que fue su turno de patinar, vi su presentación completa y me encanto, había sido tan perfecta en todo su sentido que hasta me daban ganas de llorar porque sentía que no estaba a su altura. Su canción trataba acerca de una pareja que se amaba hasta que uno de los dos mure en las manos del otro, y este en la locura por haber perdido a su amante, se suicida.
Apenas termino su presentación me llamaron para que yo vaya, y cuando iba a ir sentí que Yurio me abrazaba y me deseaba buena serte, le abracé de vuelta, le agradecí por todo el apoyo que me había brindado todo ese tiempo y luego entre a la pista de patinaje.
Y fue entonces cuando mi canción comenzó a sonar, y comencé a deslizarme, encontrando que me pasaba lo mismo de antes, ya no sentía gusto ni tenía sentido los saltos, vueltas y deslizamientos que hacía, todo se había ido, todo había desaparecido en el momento en el que Viktor me rompió el corazón.
Intentaba desarrollar la coreografía, pero no podía, solo recordaba cuando Viktor apareció en las aguas termales. (Era el momento de hacer mi primer salto) recordaba cuando me dijo que me iba a entrenar (falle el salto, me caí y me lastime el brazo) recordaba cuando me dijo que yo iba a hacer Eros (era momento de hacer mi segundo salto) recordaba cuando nos comenzamos a hacer cercanos (también falle) recordé cuando me beso (me caí de cara) y recordé cuando me rompió el corazón (di un par de vueltas) no podía seguir con la presentación, tenia que retirarme en ese momento o me lastimaría permanentemente.
Me volví a levantar, y cuando lo hice escuche un grito proveniente de las gradas
- YURIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII – lo mire
- ¿Viktor? –
- TE AMO, PERDON POR LO QUE ESCUCHASTE, TE PROMETO QUE NO ES LO QUE PARCE, SOLO TERMINA RAPIDO LA PRESENTACION PARA QUE TE LO EXPLIQUE TODO –
Viktor había asistido solo para decirle eso, le importo poco su reputación y grito que lo amaba, y el, la persona más manipuladora de la vida, había pedido perdón. Eso había sido suficiente para ponerme de pie y seguir patinando.
Seguí con la presentación logrando terminarla sin ninguna otra caída, al finalizarla escuche muchos aplausos y halagos, todos gritaban mi nombre y me lanzaban flores ¿Así se siente la gloria?
Llegue hasta la salida de la pista, encontrándome con Viktor esperándome con una cara de culpa y una sonrisa de arrepentimiento. Cuando él iba a hablar le golpee en la mejilla, Viktor solo se rio y dijo que se lo merecía. Me pidió disculpas de nuevo y me beso.
Nos separamos y me quede con la cabeza apoyada sobre su pecho escuchando cada palabra que salía de su boca (diciendo lo tonto que fue y lo mucho que me quería) hasta que comenzamos a escuchar que iban a dar los resultados del Gran Prix Final.
- Y el ganador del Gran Final Prix es……-
~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~
- Es…………..-
- Jajaja ya sabes el resto de la historia, para que quieres que siga –
- Vamos, no te cortes así dime –
- Ya sabes cómo termina esto, porque quieres que siga leyendo -
- Eres malo tío Yurio – dijo un pequeño niño pelinegro
- No soy malo, es que tú siempre quieres que te lea el diario de tu padre –
- Es que me gusta su historia –
- Hijo ven, la comida ya está lista –
- Ya voy Papá –
- Significa que la historia queda para otro día –
- Eres malo tío Yuirio –
- Si como sea, ve a comer Adrik – el niñito asintió con la cabeza y se fue sonriendo al comedor
- De que hablabas con Adrik – pregunto un hombre ruso
- Le estaba leyendo el diario de Yuri –
- Mejor que no se entere o se enojara –
- Si, tienes razón –
- Y dime ¿Cuándo comenzará a practicar patinaje? -
- Cuando tenga suficiente edad, él quiere iniciar lo las pronto posible –
- Claro, si todos los días entra a su cuarto y mira el trofeo del Gran Final Pix que está en el closet –
- Lo sé –
- Vik, Yurio vengan a comer, Adrik los espera – dijo un pelinegro que acababa de entrar
- Claro, ya vamos – dijo Viktor acercándose a Yuri y besándolo, Yuri solo sonrió y le devolvió el gesto
- Vamos Viktor, nuestro hijo espera –
- Si Yuri-