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Cordero Asado (SasuNaru) por misaki hinata

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Notas del fanfic:

esta historia no es mía. la verdadera historia se llama cordero asado así que creditos al autor. yo solo lo tomé prestado y lo escribí a mi estilo, y...está de más decir que Naru tampoco es mío, sino las cosas que haría con sasukito (7w7)

Notas del capitulo:

espero que les guste

El rubio estaba sentado, esperando a que el amor de su vida volviera del trabajo.

Naruto Uzumaki amaba con todo el alma a Sasuke Uchiha. Para él lo era todo, se develaba por cuando el moreno llegaba a altas horas de la noche debido a su trabajo, y él lo entendía, después de todo debe ser muy difícil ser un policía ejemplo.

Se emocionó al escuchar la puerta abrirse; rápidamente se levantó del asiento y corrió en su búsqueda para darle la bienvenida.

_bienvenido amor-le dijo con los ojos brillantes

_gracias

Se entristeció un poco por el tono frío que usó, pero entendió que debía estar cansado; quizás había un caso muy difícil en su trabajo.

_sé que debes estar cansado, si quieres esta vez no cenamos afuera y te preparo algo ¿Qué deseas?

Siguió a sasuke quien ya había dejado sus zapatos en la entrada, y se dirigió a la mesa en donde hace poco lo estaba esperando. Vio como el pelinegro suspiró y le sirvió un vaso de wiski. El hielo golpeaba esos rosados labios que siempre lo hacían delirar.

_no tengo hambre-le dijo cuando terminó de beber

_pero amor, tienes que hacerlo. Estoy seguro de que en el sótano hay carne. Creo que no hay verduras, pero puedo ir a comprarlos; no te preocupes, podremos salir el otro fin de semana ¿sí?

_yo…tengo que decirte algo, por favor siéntate

Naru obedeció y se sentó. La ventana a su lado estaba cerrada y aun así sentía un escalofrío recorrerle el cuerpo.

_sasuke, habla ya…me estas asustando

Y sasuke le dijo lo peor que puedes decirle a tu pareja. El rubio lo miró fijamente, mas no hubo signo de que le estuviera tomando el pelo, e inmediatamente bajó la cabeza.

_sé que eres una persona comprensiva. Por favor mantén el tema con discreción, esto podría perjudicar en mi trabajo si haces un escándalo. Mi reputación está en tus manos

_siéntate, debes tener hambre

_Naru…no hagas esto más difícil

Un silencio incomodo fue roto por el rubio, quien se puso de pie y se dirigió al sótano. Mientras bajaba las escaleras procesaba la información: a sasuke nunca le habían gustado los hombres, él no era gay; eso no le importó cuando le dio el sí… pero su pesadilla siempre había sido perderlo, y que ahora su esposo le diga que tiene a otra persona en su vida…y con familia, hacían que se sintiera muerto.

Abrió el congelador y sacó lo primero que vio; desenvolvió el periódico que lo cubría y lo arrojó al suelo… una pierna de cordero: tan dura y fría como una barra de metal. Subió las escaleras con la pierna en mano, se dirigió hacia sasuke quien bebía otro vaso de vodka mirando hacia la ventana y, sin asco ni pena, lo golpeo tan fuerte que cayó al suelo.

El hielo rodó por el piso, manchándose del rojo de su sangre. Su cabeza estaba rota y al rubio no le importaba nada, al menos no en ese momento.

Le aplicarían la ley del talión sin ninguna pena. Le cortarían la cabeza delante de todos, y eso es algo que él no quería. No quería morir por algo como esto.

Con las manos temblorosas metió la pierna aún con hielo al horno y lo encendió. Lavó sus manos, su cara, se perfumó y se cambió de vestimenta. Inmediatamente puso su ropa a la lavadora y salió sonriente con las llaves en mano y una bolsa de compras, rumbo a la tienda.

En su mente repasaba lo que diría: Su marido había llegado cansado del trabajo, por lo decidió hacerle la cena y ya no salir a comer a cualquier restaurante.

_Buenas noches-le saludó la vendedora

_buenas noches, Ino-san. Mi esposo llegó cansado hoy, así que le prepararé la cena; usualmente solemos comer en restaurantes los fines de semana, pero se encuentra demasiado cansado como para salir-explicó para luego hacer su pedido- Me faltan verduras ¿tendrá algunas?

_claro que sí

_ ¿tienes zanahorias?

_no, pero tengo tomates. Según sé yo, esos son los favoritos de Sasuke-san

_lo son, pero no sé si estarán bien. Metí una pierna de cordero al horno sin descongelar; usualmente lo descongelo primero, pero esta vez no lo hice ¿crees que cambie el sabor?

_no lo creo, además, los tomates siempre son ricos en salsa. Puedo dárselos si quiere

_está bien-metió todo a su bolsa de compras y pagó-espero que a mi sasuke le guste

_usted siempre tan cariñoso-dijo con ternura en su voz- ama mucho a su esposo ¿verdad?

_como no tienes idea

Caminaba lentamente de camino a casa. Tarareaba cancioncitas y saludaba a cuanto vecino se encontraba; todo con una gran sonrisa en su boca. Cada vez que un vecino se acercaba a preguntar cómo estaba su esposo, este siempre respondía que se encontraba bien, alardeando de lo magnifico que era estar casado con el…como siempre lo hacía.

Sacó las llaves de su bolsillo y abrió la puerta.

Su bolso calló al suelo y el llanto no se hizo esperar.

Su esposo… su magnífico esposo estaba muerto, pero… ¿cómo? Naru no lo sabía… él solo fue a comprar y al volver esta horrible imagen apareció frente a él.

Lloró muy fuerte…lloró con verdadero sentimiento, dejando salir todo lo que estaba conteniendo.

Estaba muy impactado, mas no se acercó al cuerpo ya que sus huellas podrían dejar marcas. Algo básico que aprendes cuando eres esposo de un policía muy importante.

 Unos minutos más tarde, se levantó y fue al teléfono. Sabía el número de la jefatura de Policía, y cuando le contestaron al otro lado del hilo, él gritó:

_ ¡Pronto! ¡Vengan en seguida! ¡Sasuke ha muerto!

_ ¿Quién habla?

_Naruto Uzumaki, su esposo

_ ¿Naruto? ¿Quieres decir que Sasuke Uchiha está muerto?

_creo que sí-lloró-esta tendido en el suelo y tiene sangre

_iremos en seguida

El auto llegó en seguida. Naru abrió la puerta a los dos policías que conocía de sobra: Shino y Kiba. Corrió a los brazos del segundo y siguió llorando desconsoladamente. El castaño lo guio hacia una de las sillas para luego ir a reunirse con el otro, quien estaba arrodillado frente al cuerpo.

_ ¿está muerto?-preguntó Naru

_me temo que sí…. ¿qué ha ocurrido?

Brevemente, le contó que había salido a la tienda de comestibles y al volver lo encontró tirado en el suelo. Mientras él hablaba y lloraba, Kiba descubrió una pequeña herida de sangre cuajada en la cabeza del muerto. Se la mostró a Shino y éste, levantándose, fue derecho al teléfono.

Pronto llegaron otros policías. Primero un médico, después dos detectives, a uno de los cuales conocía de nombre. Más tarde, un fotógrafo de la Policía que tomó algunos planos y otro hombre encargado de las huellas dactilares. Se oían cuchicheos por la habitación donde yacía el muerto y los detectives le hicieron muchas preguntas. No obstante, siempre lo trataron con amabilidad.

Volvió a contar la historia, solo que esta vez desde el principio.

_ ¿a qué tienda ha ido usted?

Se lo dijo, y entonces el detective se volvió y musitó algo en voz baja al otro detective, que salió inmediatamente a la calle.

>>…parecía normal…quería cocinar algo para su esposo…cordero asado…él lo ama, eso es imposible…él no…<<

Transcurrido algún tiempo el fotógrafo y el médico se marcharon y los otros dos hombres entraron y se llevaron el cuerpo en una camilla. Después se fue el hombre de las huellas dactilares. Los dos detectives y los policías se quedaron. Fueron muy amables con él. Kiba le preguntó si no quería dormir en otro lugar, con un amigo o incluso en su casa, pero el rubio se negó.

No creía en la posibilidad de que pudiera moverse ni un solo metro en aquel momento. ¿Les importaría mucho que se quedara allí hasta que se encontrase mejor? Todavía estaba bajo los efectos de la impresión sufrida.

_Pero ¿no sería mejor que se acostara un poco? —preguntó Kiba.

_No —dijo él

Quería estar donde estaba, en esa silla. Un poco más tarde, cuando se sintiera mejor, se levantaría.

Lo dejaron mientras deambulaban por la casa, cumpliendo su misión. De vez en cuando uno de los detectives le hacía una pregunta. También el castaño le hablaba cuando pasaba por su lado. Su marido, le dijo, había muerto de un golpe en la cabeza con un instrumento pesado, casi seguro una barra de hierro. Ahora buscaban el arma. El asesino podía habérsela llevado consigo, pero también cabía la posibilidad de que la hubiera tirado o escondido en alguna parte.

_Es la vieja historia -dijo Kiba- encontraremos el arma y tendremos al criminal.

Más tarde, uno de los detectives entró y se sentó a su lado.

_ ¿Hay algo en la casa que pueda haber servido como arma homicida? —le preguntó—. ¿Le importaría echar una mirada a ver si falta algo, un atizador, por ejemplo, o un jarrón de metal?

_No tenemos jarrones de metal —dijo el rubio

_ ¿Y un atizador?

_No tenemos atizador, pero puede haber algo parecido en el garaje.

La búsqueda continuó. Naru sabía que había otros policías rodeando la casa. Se notaba por las luces de la linterna traspasando las cortinas. Ya era demasiado tarde y los policías se sentían fatigados.

_kiba-le dijo al castaño- ¿podrías servirme una bebida?

_sí, claro ¿quiere wiski?

_sí, pero poco. Me hará sentir mejor… ¿Por qué no se sirve también? Seguro está cansado de esto

_bueno… no está permitido beber en hora de trabajo, pero creo que lo haré, solo para no quedarme dormido.

Uno a uno, fueron llegando los otros y bebieron whisky. Estaban un poco incómodos por la presencia del viudo y trataban de consolarlo con inútiles palabras.

El sargento Kiba, que rondaba por la cocina, salió y dijo:

_oye, Naruto. ¿Sabes que tienes el horno encendido y la carne dentro?

_ ¡Dios mío! —Gritó el rubio— ¡Es verdad!

_ ¿Quiere que vaya a apagarlo?

_ ¿Sería tan amable? Muchas gracias.

Cuando el sargento regresó por segunda vez lo miró con sus grandes y profundos ojos.

_Kiba—dijo.

_ ¿Sí?

_ ¿Me harán un pequeño favor, usted y los otros?

_Si está en nuestras manos...

_Bien —dijo él—. Aquí están ustedes, todos buenos amigos de Sasuke, tratando de encontrar al hombre que lo mató. Deben de estar hambrientos porque hace rato que ha pasado la hora de la cena, y sé que Sasuke, que en gloria esté, nunca me perdonaría que estuviesen en su casa y no les ofreciera hospitalidad. ¿Por qué no se comen el cordero que está en el horno? Ya estará completamente asado.

_Ni pensarlo —dijo el castaño.

_Por favor —pidió Naru- por favor, cómanlo. Yo no puedo tocar nada de lo que había en la casa cuando él estaba aquí, pero ustedes sí pueden hacerlo. Me harían un favor si se lo comieran. Luego pueden continuar su trabajo.

Los policías dudaron un poco, pero tenían hambre y al final decidieron ir a la cocina y cenar. El rubio se quedó dónde estaba, oyéndolos a través de la puerta entreabierta. Hablaban entre sí a pesar de tener la boca llena de comida.

_ ¿Quieres más, Shino? –dijo Kiba

_No, será mejor que no lo acabemos.

_Pero él quiere que lo acabemos, eso fue lo que dijo. Le hacemos un favor.

_Bueno…dame un poco más.

_Debe de haber sido un instrumento terrible el que han usado para matar al pobre Sasuke —decía uno de ellos—, el doctor dijo que tenía el cráneo hecho trizas.

—Por eso debería ser fácil de encontrar.

—Eso es lo que a mí me parece.

—Quienquiera que lo hiciera no iba a llevar una cosa así, tan pesada, más tiempo del necesario.

—Mi opinión es que tiene que estar aquí, en la casa.

—Probablemente bajo nuestras propias narices. ¿Qué piensas tú, Kiba?

En la otra habitación, Naruto Uzumaki empezó a reírse entre dientes.

Esos idiotas no tenían ni idea de que se estaban comiendo la evidencia…

Notas finales:

deja tu hermono y Sexy RW (°w°) eso me haría más que feliz XD

bye bye-..-


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