Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Desde Rusia con Amor por Ellie77

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

FANFIC DE YURI!!! ON ICE

Enfocándonos en lo que nos concierne, voy a aclarar dos cosas:

1.- Esto es un three-shot, ni más ni menos. No creo que se alargue, y si lo hace, tampoco será la gran cosa.

2.- La idea me vino luego del cap 6, más o menos, así que para ese momento yo no contemplaba que se besarían al siguiente capítulo XD. Por eso aquí se menciona que no se habían besado antes, fue un detalle que no pude cambiar.

Notas del capitulo:

Disclaimer: Todos los derechos de Yuri!!! on Ice pertenecen a MAPPA , a Sayo Yamamoto y a Mitsurō Kubo.

Advertencia: Yaoi (Boy's Love) ǀ Post-canon ǀ Situación crack ǀ Fluff ǀ OoC ǀ Three-shot ǀ Uso de sufijos honoríficos.

Pairings: Viktuuri (Viktor Nikiforov x Yuuri Katsuki).

N/A: La fiebre por este par no se me pasa (ni se me pasará). He aquí otro delirio sin sentido provocado por mi OTP del momento.

.

ǀ Desde Rusiacon Amor ǀ

.

Capítulo 1:

Entrada

 

—¿Quieres casarte conmigo?

Ante aquella inesperada pregunta, Yuuri Katsuki no pudo hacer más que quedarse mudo, pálido, estático en su misma posición; parpadeó un par de veces, confundido, y disimuladamente se pellizcó el dorso de la mano. Debía tratarse de un sueño.

Cuando vio que continuaba sentado en el suelo, con la mesa de frente y su tazón de katsudon sobre esta intacto, se percató de que, en efecto, se encontraba despierto. En ese caso todo debía ser una broma, sí, ¡una muy buena! Ahora esperaría a que el rostro de Nikiforov estallara en carcajadas.

Ambos se mantuvieron en silencio un buen rato. Bien, Viktor no reía, la idea de la broma quedaba descartada. ¡Entonces tuvo que haber escuchado mal! ¡Pero por supuesto que debía tratarse de eso! De seguro le mencionó alguna otra cosa y él ya se había armado toda una tormenta en un vaso de agua.

—Perdón, ¿qué dijiste? —Más valía rectificar.

—Que si quieres casarte conmigo.

Volvió a palidecer en cuestión de microsegundos. O sea que sí había escuchado lo que creía haber oído. Pero…

—¿Casarte? ¿Tú? ¿Conmigo? —rio luego de sus palabras, no sabía si por el bochorno, la incomodidad o las dos al mismo tiempo —. ¿Estás jugando?

—Por supuesto que no, Yuuri —mencionó de manera suave aunque esta vez usando un deje un tanto serio, algo que sonaba bastante inusual en su tono de voz —. Mi contrato contigo ha terminado así que partiré a Rusia en cuestión de días.

—¿Y qué tiene que ver una cosa con la otra?

Escuchó a Viktor reír, se carcajeó tan fuerte casi como si le hubieran contado el mejor chiste del siglo. Al parecer Nikiforov sí tenía conocimiento de una broma de la cual no lo quería hacer partícipe.

—Quiero que vengas conmigo —declaró el ruso, decidido.

Y la escena volvió a repetirse: Yuri permaneció mudo, con un montón de palabras atoradas en la garganta y su mente hecha un completo caos.

Vale, sabía que la relación que mantenía con Viktor no podría catalogarse bajo la etiqueta de amigos; las miradas, las caricias y las insinuaciones no eran propias de la amistad entre varones. No obstante, tampoco habían rebasado a la categoría de amantes, ¡por Buda! ¡Ni siquiera habían compartido un mísero beso!

Le debía muchísimo a Viktor. Lo admiraba, lo respetaba, y sí, también lo quería. Le ayudó en el momento en que más necesitaba de alguien y logró lo imposible: que tuviera un poco más de confianza en sí mismo. Además, siempre le estaría eternamente agradecido de que haya logrado engrandecer su nombre en el mundo del patinaje a tal magnitud.

Pero de que esa admiración hacia su ídolo se hubiera convertido en fortuito amor, y también de que Viktor lo viera como un cerdito al cual entrenar a su próxima pareja… Habían cientos de años luz.

—Vamos, Viktor, sería solo cuestión de visitarnos y ya. Puedes venir aquí cuando quieras y yo puedo visitarte un par de veces. No hay necesidad de ser tan extremos.

—No lo entiendes. Quiero que nos casemos para que vengas conmigo y nunca te separes de mí.

Fue capaz de sentir como la sangre subía hasta agolparse en sus mejillas. Si era fácil avergonzarlo, palabras de ese calibre lo lograron con mayor facilidad.

—No sabes lo que dices. —Apenas fue capaz de balbucear —. Te estás dejando llevar por el momento. Cuando pase la emoción te aseguro que te arrepentirás de lo que dices.

—No suelo arrepentirme de mis decisiones.

—Pues de esta lo harás, y mucho.

Viktor suspiró, cansado. Internamente Yuuri se alegró; quizá ya se había quedado sin argumentos y por fin le dejaría en paz.

—¿Cómo puedo demostrarte que voy en serio? —Había obviado el detalle de lo obstinado que podía llegar a ser Nikiforov.

Se hubiera golpeado contra la madera de la mesa de no haber estado su cena ahí.

—De ninguna manera —se cruzó de brazos, intentndo parecer lo más firme posible. Esperaba haberlo logrado —. La cena va a enfriarse, anda, come.

—En verdad estoy enamorado de ti, Yuuri.

El aludido estaba por decir algo mas en ese instante Viktor se acercó a donde él. Yuuri no tenía idea de cómo había llegado a su lado tan pronto, lo único que pudo hacer fue contener la respiración cuando Nikiforov tomó su rostro por el mentón para obligarle a que lo mirara. Delineó sus labios con el dedo pulgar, justo de la misma manera en que lo había hecho hacia tanto tiempo, aunque a diferencia de esa vez ahora terminó plantándole un beso. 

Por más que quiso no pudo cerrar los ojos, la situación era demasiado irreal como para terminar de creérsela. A pesar de sentir una mano de Viktor acariciando su cintura y la otra acunando su rostro, todo era como un sueño… un sueño hecho realidad pero sueño al fin y al cabo.

El movimiento de labios fue suave, nunca se hubiese imaginado que el ruso fuese capaz de besar con tanta delicadeza. Sin embargo, cuando apenas iba a comenzar a disfrutar verdaderamente del contacto, Nikiforov se alejó, por suerte tan lentamente que fue capaz de sentir por varios segundos más el cosquilleo que provocaba su respiración.

—Sé que te sientes como yo —comenzó a decir en un ronroneo, todavía sin soltarle —. Vamos, no me creo que la idea de venir a Rusia te resulte desagradable.

No, no lo hacía ni un poco, pero Katsuki debía mantener los pies sobre la tierra y no ilusionarse demasiado. No quería volar y que después la caída fuese demasiado dolorosa.

—Aquí está mi familia y mis amigos —quiso intentar con ese argumento.

—Puedes visitarlos. No seré un esposo opresor, te daré libertad.

—El ruso no se me da muy bien.

—Terminarás aprendiendo, no es tan difícil como parece.

—Mereces algo mejor.

Aquellas palabras dejaron sin habla a Viktor. Frunció el ceño, se le notaba molesto a pesar de que aún no lo apartaba de su lado.

—Creía que ya tenías ese tema superado.

—Es la verdad, y lo sabes. —Aún en contra de su voluntad Yuuri tuvo que apartarse, de esa manera sería más fácil enfrentar la situación —. Hay mejores opciones; otras patinadoras, modelos, actrices. Sé lo que te digo, si te casas conmigo acabarás arrepintiéndote y para ese momento será demasiado tarde. Por eso te pido que dejemos las cosas tal y como están.

—¿Este lazo de más que amigos menos que amantes? —Tal vez se encontraba molesto, tal vez no. Eso era lo negativo de que Viktor solo supiera mostrar sonrisas en casi cualquier situación —. Esa opción no me gusta —hizo una especie de puchero —. Detesto los puntos medios, es todo o nada.

—Nada, entonces.

—Eres demasiado terco. —Terquedad que aparentemente había podido con su paciencia —. Yuuri, cuando quiero algo, lo consigo, creía que ya lo sabías.

—Por favor, no pongas esto como un reto, Viktor. Olvidemos esto y vamos a comer.

—Déjame terminar. —Levantó el dedo índice, como si le estuviera explicando a un niño pequeño su plan —. Te demostraré que voy en serio, que lo que siento por ti no será pasajero y que puedes confiar en mi palabra.

—Lo que digas.

—Y ese día aceptarás compartir tu vida conmigo, Katsuki Yuuri.

—¿Podemos comer ya?

—Ahora sí. Andando, se va a enfriar.

Palabras más, palabras menos. Ese día el tazón de cerdo no le supo tan bueno como tantas veces.

.

.

.

Notas finales:

¡Hola!

Como ya mencioné, la obsesión con YOI está en su mayor punto, además con todo lo ocurrido en el anime… ¡CÓMO ESPERAN QUE NO LOS SHIPEÉMOS!

Espero les haya gustado, intentaré no demorar en la continuación.

¡Gracias por leer! Son amor :3 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).