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Una Situación Peculiar por Nekoboy mty

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Notas del capitulo:

Hola, yo aquí de vuelta con la continuación de la historia.  Gracias por los Reviews :) 

Capítulo 2: Nuestra Historia Juntos

Al siguiente día cuando Kuroko volvió a la escuela, sus nuevos amigos que ya lo estaban esperando se le acercaron rápidamente para empezar a jugar. Y a partir de ese día siempre se les podía encontrar a los tres juntos. A donde quiera que fuera Kuroko, Aomine y Kagami siempre lo seguían, estaban prácticamente pegados al menor y era una gran dificultad el separarlos al terminar la escuela.

Si bien su convivencia diaria era muy tranquila lo que el pequeño celeste no se daba cuenta era que cuando otros compañeros del salón se le acercaban terminaban recibiendo una mirada furiosa por parte de sus dos acompañantes haciendo que los demás se alejaran de él.

De cualquier forma al pequeño le bastaba convivir con sus dos amigos para sentirse feliz, durante los recesos siempre compartían su comida y jugaban al básquet en el patio. Lo que si alcanzaba a notar era que en ocasiones sus amigos se peleaban por estar lo más cerca posible de él, más lo dejaba pasar  pensando que no era nada importante, pues siempre volvían a estar juntos y en paz para cuando se daban cuenta.

Durante toda su etapa preescolar tuvieron la fortuna de siempre estar juntos en el mismo grupo. Pero entonces llego un día que ninguno de los tres deseaba, especialmente los dos mayores, el día de su graduación y por lo que entendían el ultimo día que se verían. Al finalizar la ceremonia y cuando ya era el momento de retirarse, ambos abrazaban fuertemente a Kuroko llorando y  negándose a soltarse de él.

-¡No quiero! ¡No! ¡No! ¡NOOOOOOOOO!

-¡No van a separarme de Tetsu Nunca!

-Taiga ya hay que irnos.

-Daiki ya suelta a tu amigo por favor, todos nos están viendo.

-¡No quiero no lo hare!

-¡No vas a separarme de Kuroko, Mama!

-¡¿Así?! ¡Eso ya lo veremos!

-¡Ya me hartaste Daiki, nos vamos Ahora!

-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Ambos niños se sujetaron lo más posible del menor mientras sus madres hacían uso de toda su fuerza para separarlos, logrando después de un gran esfuerzo que lo soltaran y dejando al pequeño Kuroko un tanto desarreglado luego de tantos estirones. Ambos niños fueron cargados por sus madres y luego subidos a la parte trasera del auto, lo único que podían hacer era asomarse por la ventana trasera mientras gritaban desesperadamente el nombre del pequeño que los veía alejarse.

-Adiós Aomine-kun…Adiós Kagami-kun.

-Hay al fin, ok mi niño, ahora que ya se terminó toda esta embarazosa situación podemos irnos a casa.

-Me siento triste mami.

-No te preocupes amor, te prepara algo en casa para que no tengas hambre.

-¿Qué cosa?

-Los onigiris que tanto te gustan.

-¡Ah! ¡¿Qué esperas?! ¡Vámonos, Vámonos!

-Jajaja, hay estos niños de ahora.

El pequeño Kuroko olvido rápidamente la tristeza que tenía luego de recibir sus onigiris, después de eso su mama le dijo que ahora iría a una escuela nueva donde haría nuevos amigos y que todo estaría bien, haciendo que el pequeño se ilusionara por la idea de ir a un nuevo lugar y conocer a más niños. Tras las vacaciones llego a su nueva escuela primaria y al entrar al salón reconoció sentados en la parte de atrás a dos niños los cuales se veían bastantes deprimidos.

-Aomine-kun, Kagami-kun.

-¿Ah?

-¿Qué?

-¡Kuroko!

-¡Tetsu!

Ambos niños se abalanzaron sobre su pequeño amigo tirándolo al suelo, los dos estaban bastante felices de volver a verlo, pues luego de saber que irían a una nueva escuela y que tal vez no volverían a verlo se pusieron muy tristes, su tristeza se convirtió en decepción tras notar que estaban de nuevo juntos el mismo grupo sin Kuroko, pero ahora todo era alegría, ya que nuevamente tenían al pequeño junto con ellos.

-Tetsu, no sabía que ibas a entrar en esta escuela.

-Es cierto Kuroko, no nos dijiste nada.

-Mi mama quiso mantenerlo como sorpresa, yo tampoco lo sabía.

-Bueno no importa me da gusto volver a verte.

-Como dijo Aomine, ahora estas con nosotros de nuevo y eso no puede ser mejor.

-Ya se, seguro que seremos mejores amigos por siempre.

El destino les había sonreído a los tres, pues nuevamente estaban el mismo grupo, cosa que no fue necesariamente una alegría para sus madres. Los pequeño siempre se encontraban juntos en todo momento, Aomine y Kagami se sentaban al lado de Kuroko quien estaba en medio de ellos. En los trabajos en grupo ellos siempre eran un equipo y en el receso se la pasaban jugando entre ellos. Algo que los mayores tuvieron que aprender a dejar, fue el ahuyentar a otras personas que se acercaban a su pequeño amigo, tenían que volverse más tolerantes con todos, sin embargo el miedo de que les quitaran a su pequeño tesoro permanecía latente dentro de ellos.

Los años comenzaron a pasar y ellos a cambiar con forme pasaba el tiempo, al finalizar su último año ya era apreciable una diferencia de altura notoria entre los mayores respecto al pequeño celeste. Sin embargo todo lo bueno en la vida, tiende a terminar en algún momento y al igual que en preescolar había llegado el momento de graduarse de la primaria. Ese día los chicos estaban despidiéndose lo más tranquilamente posible, aunque era obvio que los más altos querían llorar por separarse otra vez de su pequeño.

-Aomine-kun, Kagami-kun, no lloren.

-¡No estamos llorando!

-¡Lo que dijo Bakagami!

-Claro que quieren llorar, tienes los ojos llenos de lágrimas, hasta yo me doy cuenta de eso.

-Es solo que…Tetsu…

-Tal vez no te veamos, no sabemos a cuál secundaria vas a ir.

-Eso lo sé, pero mi mama siempre esconde en cuál es la nueva escuela en la que me inscribió. Pero descuiden, seguro que nos volveremos a ver, después de todo somos mejores amigos para siempre.

Aunque aún eran jóvenes y apenas estaban conociendo respecto al amor, los otros dos sintieron una especie de punzada en el corazón luego de las palabras que el menor menciono, por alguna razón, la palabra amigos ahora era extrañamente dolorosa. Tras despedirse los chicos se fueron cada uno en compañía de sus padres y fue entonces que estando seguros de estar fuera de la vista de Kuroko, los mayores comenzaron a dejar salir sus lágrimas.

Nuevamente transcurrió algún tiempo antes de entrar a la escuela secundaria. Aomine y Kagami se toparon en la entrada y descubrieron que les había tocado estar en el mismo grupo.

-No puede ser.

-Porque me toco estar de nuevo contigo y no con Kuroko.

-Yo tampoco estoy tan feliz de volver a verte.

-Tsk, la secundaria va a ser horrible.

-En eso estoy de acuerdo contigo.

Ambos chicos llegaron hasta su salón y vieron sentado en el último asiento junto a la ventana a un chico de cabellos celestes, cuando este volteo se reconocieron de inmediato.

-¡Aomine-kun, Kagami-kun!

-¡Kuroko!

-¡Tetsu!

Los mayores fueron corriendo hasta donde se encontraba el otro y terminaron tumbándolo del asiento por el impulso, la felicidad de volver a ver al pequeño hizo que olvidaran por completo el sentimiento de odio que tenían uno contra el otro.

-Chicos por favor quítense de encima, me están aplastando.

-No quiero hacerlo.

-Yo tampoco, estoy muy feliz de volver a verte Tetsu.

-Yo también me alegro, pero no me dejan respirar.

Los chicos estaban tan absortos en su mundo que no se daban cuenta de la vergonzosa escena que hacían frente al resto de los estudiantes, no fue sino hasta que el profesor llego que se separaron, sentándose Aomine enfrente de Kuroko y Kagami a un lado suyo, dejando al pequeño en la esquina del salón completamente aislado del resto de los estudiantes. Luego de una introducción rápida, el profesor dijo que a lo largo del curso los estudiantes deberían trabajar en equipos de tres, al pelirrojo y el peliazul les brillaron los ojos, pues sabían que podrían volver a hacer equipo y conservar a Kuroko solo para ellos durante todo el año escolar.

-Pero antes de nada, déjenme informarles que seré yo quien organizara los grupos en el salón.

Las ilusiones de los chicos se vieron destruidas tras escuchar esa última oración, y justo como se lo temían quedaron en equipos distintos, ninguno con Kuroko el cual se veía ya muy alegre con su equipo asignado.  

-(Esto no es justo).

Fue lo que pensaron ambos mientras conocían a sus nuevos compañeros. Al llegar el momento del descanso querían ir de inmediato con su amigo, puede que no pudieran estar junto a él como equipo en clase, pero por lo menos lo seguirían teniendo solo para ellos durante el receso, sin embargo cuando se dieron la vuelta notaron que el pequeño no estaba ahí.

-¡¿Qué?!

-¡¿Dónde está Kuroko?!

Ambos jóvenes voltearon por todos lados en el salón sin verlo, luego de eso salieron y comenzaron a buscarlo en cada rincón de la escuela, el tiempo paso rápidamente y sonó la campana del regreso a clases, los dos volvieron completamente decepcionados de no encontrarlo y al entrar al salón lo vieron sentado tranquilamente en su asiento comiendo un último omitir.

-Ah, chicos.

-¿Cómo es que?

-¡Tetsu! ¿Dónde estabas?

-Pues cuando sonó la campana tuve sed y fui a comprar una botella de agua, regrese aquí pensando en encontrarlos pero nunca volvieron.

-Ah…

-Ah…

-Ahora que lo pienso no parecen haber almorzado ¿No comieron nada en todo este tiempo?

Los mayores apenas recordaron eso y sintieron sus estómagos pidiendo comida, pero antes de que pudieran hacer algo el profesor en turno llego.

-Muy bien estudiantes, todos tomen su asientos y retomemos la clase.

Sin ninguna opción, tanto Aomine como Kagami volvieron a tomar asientos enfrente y al lado de Kuroko, completamente hambrientos y tristes, tan perdidos estaban en su mente lamentándose que apenas sintieron cuando el otro les hablo y les ofrecía a cada uno un pequeño onigiri. Sobra decir que sus ojos volvieron a iluminarse al recibir un regalo del pequeño.

-(Es más lindo que un Ángel).

Era lo que pensaban ambos al mismo tiempo, para después comerse el onigiri de un bocado y evitar que el profesor los descubriera. Su vida en secundaria fue una buena época para los tres jóvenes, ingresaron al club del básquet, salían a divertirse juntos, eran desde la perspectiva de Kuroko los amigos perfectos. Aun así, quedaba un asunto que el menor de los tres no contemplaba y era que a diferencia suya, los mayores no sentían una simple amistad por él, esos años de secundaria fueron justo lo que necesitaban para comprender que estaban perdidamente enamorados del de ojos celestes y así como sabían que Kuroko  no era consciente de esos sentimientos, si sabían que el otro tenia los mismos sentimientos por el menor. Por lo tanto estaban en una especie de conflicto por quien llegaría a tenerlo para él.

El único problema era que la inocencia de Kuroko hacia muy difícil para cualquiera de los dos el conseguir algo con él. Sin darse cuenta, los años de secundaria pasaron en un instante y ya estaban de nuevo en la fecha de graduación. Afortunadamente, los más altos ya sabían controlar sus emociones, por lo que no lloraron ni hicieron un escándalo al respecto como ocurría anteriormente.

-No se preocupen chicos, estaré bien, lo más seguro es que nos veamos de nuevo.

-¿Cómo no quieres que nos preocupemos Tetsu? Eres tan pequeño y lindo que muchos querían hacerte daño.

-Estaríamos más tranquilos si tan solo supiéramos a cual preparatoria entraras.

-Ya saben que mi madre siempre mantiene eso como un secreto, pero les reitero, todo estará bien, siempre tenemos la fortuna de volver a estar juntos y puedo apostar que así será nuevamente. Bueno ya debo irme, nos vemos pronto amigos, cuídense, los quiero mucho, adiós.

Kuroko dijo esas palabras simplemente como cariño, pero para Aomine y Kagami esas últimas palabras, fueron como entrar al cielo, pues soñaban muchas veces con el día en que las dijera. Fue entonces que ambos decidieron algo, si volvían a encontrarse con Kuroko, esta vez no descansarían hasta que estuviera con uno de ellos. Finalmente llegó el momento de entrar en la preparatoria, ese día el sol brillaba intensamente sobre la ciudad y los estudiantes llegaban tranquilamente a su nueva escuela. Un alto moreno de cabello azul ingreso con una presencia que asustaba a otros a su paso, no mucho después otro chico de estatura similar solo que de cabello rojo llego también provocando impresiones entre otros estudiantes. Al final llego un pequeño chico de cabello celeste al que no le importaba mucho que los demás no se dieran cuenta de su presencia, este chico solo entro a la escuela con una sonrisa en su rostro, sin tener la más mínima idea de lo que sucedería dentro de poco tiempo. 

Notas finales:

Hasta aquí el capítulo de hoy. Quise mostrarles como fue la convivencia de estos chicos desde pequeños hasta adolescentes, ahora está por desarrollarse un evento importante, que romperá con toda la relación entre ellos. Pronto averiguaremos lo que sucederá. Nekoboy mty se despide. 


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