Salió del entrenamiento con los últimos, prácticamente cerrando la alberca con los entrenadores aunque estaba más enfocado en revisar un mensaje de Makoto donde le invitaba a acompañarlo a tomar algo junto con sus amigos, incluso le mandó la ubicación del bar donde estaban.
Inesperadamente uno de sus compañeros, Matsuda-kun, lo abrazó por los hombros para husmear en su celular.
─¿Ah? ¿Es tu novio? ─le gruñó por respuesta y bloqueó el celular pero él ya había visto.
»¡Entrenador! ¡Permiso para recrearnos! ─gritó sin soltar a Haru, sólo girando la cabeza hacia el entrenador.
─Nadie te está invitando a ti ─reclamó Haru.
El entrenador Watanabe pensó un poco.
─Bueno, mañana no habrá entrenamiento por mantenimiento ─razón por la cual esa noche salían tarde─ y es viernes, pueden ir.
─¡Genial! ─gritó otro y Haru suspiró.
«Mis compañeros se invitaron» envió a Makoto empezando a caminar sin esperar a ninguno.
«No te preocupes, entre más mejor ^^» respondió luego de unos momentos. Haru leyó el mensaje y guardó el celular esperando el autobús, sus tres compañeros, con quienes entrenaba el relevo, charlaban animadamente en torno a él. A decir verdad sí ponía atención a lo que decían pero no aportaba nada.
· · ·
─¿Que dice tu novio? ─preguntó una chica de nombre Kaede a Makoto que guardaba su celular.
─¿Eh? ¿Cómo saben que es él? ─preguntó con una sonrisita, ya con algunas cervezas encima.
─Por que sonríes de ese modo, bobo ─se burló otro de sus compañeros y todos empezaron a reír.
─Dice que sus compañeros de relevo vendrán también ─respondió luego de las risas.
─Oh, nadadores ─dijo Chiharu con cara ilusionada─ ¿se ven tan bien como Nanase-kun?
─Hey… ─empezó a reclamar Makoto pero fue interrumpido por Ryota.
─¡Hey! ¿Qué pueden tener ellos que no tengamos nosotros? ─para desgracia del grupo de amigos las chicas no perdían oportunidad de ir a ver los entrenamientos aunque tuvieran que trasladarse de universidad con el pretexto de acompañar a Makoto.
─¿Por dónde empezar? ─se burló Kaede.
─No les haría daño dar aunque sea una vueltas en la pista ¿saben? ─siguió Chiharu picando el estómago de Ryota, quien por cierto era su novio, con un dedo.
─¡Oye deja ahí!
─Niñas frívolas ─se quejó Kentaro rodando los ojos.
─Ah ¿pero si vinieran las chicas de gimnasia que dirían? ─siguió Kaede.
De algún modo terminaron enfrascándose en una discusión sobre los buenos atributos físicos de los deportistas.
Qué músculos, qué flexibilidad, qué resistencia, qué espaldas, qué piernas, qué brazos.
─Oye Makoto-kun ─dijo Ryota en algún momento─ ¿cuál es el mejor atributo de tu novio? ─preguntó alentado por el alcohol.
─¿Quéeeeee? No voy a contarte eso ─respondió medio riendo.
─¡Anda! ─las chicas insistieron también por saber ¿serían sus glúteos firmes, sus piernas fuertes, su abdomen… o algo más romántico como sus lindos ojos?
─¡Dilo! ─incluso Kentaro se unió, curioso─ No saldrá de aquí, nadie más lo sabrá.
Makoto ponía cada vez menos resistencia, riendo y pensando en lo que le gustaba del cuerpo de Haru, que en realidad era todo.
─Anda, anda ¿qué te gusta más?
─Está bien, está bien ─aceptó luego de un buen trago de cerveza.
La mesa entera quedó en silencio, Makoto los miró a todos.
─Es… un lunar que tiene en la ingle ─respondió con una sonrisa traviesa y un movimiento de cejas.
Los chicos rieron con picardía un solo instante pues un grito les interrumpió.
─¡Makoto!
Cinco cabezas miraron justo detrás de Makoto donde estaba un muy sonrojado Haru rodeado de tres chicos que trataban de aguantar la risa.
─¡Ha-Haru! ─Makoto también se puso rojo al verse descubierto y los borrachos volvieron a estallas de risas al ver su cara. Los nadadores no pudieron resistir y empezaron a reír también.
Makoto tuvo que llevarse a Haru fuera del bar para disculparse con él mientras los nadadores se acomodaban en la mesa, aquel desliz sin duda le saldría caro. Abstinencia hasta nuevo aviso.
Cuando volvieron a la mesa los amigos de Makoto tuvieron un nuevo motivo para reír pues con la cara que traía su amigo no les costó imaginar su castigo.