En la oscuridad de una habitación se observaba, mirando por la ventada a un alma atrapada en este mundo de mortales. Tiene algo pendiente, pero no sabía que era ese asunto, hasta conoció cierto moreno de ojos negros.
-Hola ¿Quién eres?- saludo y cuestiono el azabache viendo el joven estado por la ventana mirando en un punto fijo.
-Hola, no tendrías que estar aquí, tu pequeño- pregunto curioso el joven de unos quince años, mientras veía al pequeño desde el umbral de la puerta.
-No soy tanto pequeño, tengo ocho años- reclamo el menor haciendo un puchero haciendo reír al fantasma.
-Claro, me llamo Wolfram Von Bielefeld – se presentó el rubio con una sonrisa, no recordaba cuando fue la última vez que hablo con alguien.
-Mucho gusto Yuuri Shibuya- se presentó el menor con una sonrisa- eto eto ¿ Qué haces en mi habitación?-indago el menor sabiendo que su madre, le había dicho que esa casa no se vendía porque según esta poseída por un espíritu maligno, pero si el espíritu era ese chico no lo creí parecía un ángel, se ruborizo pensando eso ultimo el moreno.
-Bueno debilucho, esta fue mi habitación hace algunos años atrás- contesto Wolf volviendo su mirada hacia la ventana viendo las estrellas de la noche.
-Eh que quieres decir Wolfram- cuestiono el menor sintiendo como su pequeño corazón se estrujaba.
-Bueno estoy muerto Yuuri, me asesinaron en esta alcoba- intento explicar el oji esmeralda, pero se arrepintió al último minuto, ese pequeño no tendría que saber de la crueldad humana, se veía ingenuo que prefiero mejor callar, además recordar su pasado no es nada bonito tampoco.
-Eh, pero porque te puedo ver.- cuestiono el oji de ónix.
-Bueno creo debilucho que tú siendo un niño sea más fácil ver a los del otro lado.- contesto no tan convencido lo que sabía que ese pequeño debía ser especial.
-Ah, pero quien te asesino- pregunto el azabache.
-Fue mi padrastro, quiso……….. bueno eres muy chaval para algunas cosas debilucho- contesto el rubio temblando inconscientemente, pero de nuevo se detuvo en su relato era lo mejor después de todo.
El pequeño curioso iba a preguntar algo cuando su mamá lo interrumpió desde la puerta
-Yuu-chan ya cuéstate a dormir tienes clases mañana- decía una castaña viendo a su hijo sin estar listo para ir a dormir.
-Claro mamá, buenas noches- dijo el oji negro mientras se dirigía la baño a cambiarse.-Buenas noches Wolf- se despidió antes de caer al Morfeo cuando estaba en su cama viendo como el rubio le miraba dulcemente, pero aun esos ojos reflejaba triste.
-Buenas noches para ti Ue- susurro el doncel mientras veía a su amor de otra vida dormir plácidamente, él había reencarnado antes y por eso sufrió en esta vida que lo toco vivir, aun sin saber porque se dio ese fenómeno, por lo menos estaba feliz por ver a su amor aunque sea en esa circunstancias.
Amanecía el menor veía el espíritu observando como el alba hacia su aparición.
-Buenos días Wolf- saludo perezosamente el menor mientras se levanta de su cama.
-Ah buenos días debilucho- devolvió el saludo el oji jade, con una sonrisa el saludo haciendo que el oji ónix se sonrojo violentamente, el pequeño no sabía porque su corazón se aceleraba de esa forma, además también porque sentía con nostalgia de ese ángel.
-Que no lo soy- reclamo sonrojada el menor como si eso lo hubiera vivido antes.
-Jajajaja- se rio el rubio porque recordaba su viejos tiempos con Ue, hacían esas peleas amistosas, para llamar la atención del otro.
-De que te ríes- recrimino con el ceño, aunque en realidad le gustaba esa sonrisa.
-De nada, ve a vestirte para la escuela enclenque- se salió por la tangente el oji esmeraldas.
-Que no lo soy- volvió reclamar el azabache cuando escucha la voz de su madre llamándolo interrumpiéndole lo que iba a decir.
-Yuuri, ya levántate vete a duchar para que bajes a desayunar o se te hará tarde después para ir a la escuela- decía la oji café detrás de puerta de su hijo.
-Si mamá – contesto el peli negro alegre.
El pequeño moreno se dirigió al baño a ducharse y cambiarse al estar listo se dispuso a despedirse del espíritu de ese chico que le intriga en sobremanera.
-Bueno Wolf me tengo que ir- se despedía el moreno.
-Ve anda con cuidado – aconsejo el rubio.
-Ok- afirmo mientras se dirigía a desayunar y seguir sus actividades.
Desde ese día se hicieron amigos inseparables, llegando incluso que el moreno propusiera al piel clara en acompañarlo y este con gusto acepto, cuando recordó quien fue y que era lo que le falta era volver a ver a Ue aunque no puedo entender porque aún no pasa completamente al otro lado.
Desde había pasado ocho años, Yuuri ya era un joven bien atlético, y ya comenzó experimentar lo que era el amor, aunque se encontraba en una encrucijada se había enamorado de su mejor amigo eso no sería tan mal si no fuera fantasma, el sospechaba que Wolf le ocultaba cosas de su pasado como su muerte, o quienes fueron sus amores, y esto lo podía algo molesto.
Mientras el doncel no sabía que hacer se moría de celos cada vez una chica se acerca a su Ue, aunque sabía, no tenía derecho a reclamar ya que era ser del otro lado y no podría evitar nada, pero cuando vio a Yuuri besar a esa muchacha se fue violentamente que hizo hacer un viento repentino que advirtió al azabache que por ahí había estado Wolf, se despidió de la muchacha y se fue a su casa tendría que aclarar ciertas cosas con el rubio.
-Wolfram- decía el oji negro mientras entrando a su habitación.
-Vete Yuuri no quiero hablar contigo- respondió el rubio sin mirar a su acompañante.
-Porque lloras- pregunto con preocupación el moreno cuando se percató del estado vulnerable de su ser especial
-No te importa- le reprocho el espíritu a la defendida.
-Si me importa eres importante para mí- reclamo dolido el peli negro por la actitud arisca del rubio.
-Lloro porque ella te va a dar cosas que yo no puedo- dijo solloza mente el espectro.
-Que quieres decir- cuestiono el moreno curiosamente, a la vez emocionado porque podría ser que su sentimientos sea correspondidos también.
- Te amo y me duele estar aquí cerca de ti y lejos, y más desgarrar mi ser que no me recuerdes Ue- confeso el oji esmeraldas.
-Ue que quieres decir – quiso continuar Yuuri, pero de repente un dolor de cabeza le vino, y así recupero su memoria de su vida pasada-auch.
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Flash back
-Ue miraba son tan monos- decía un rubio mostrando a unos unicornios.
-Ah Ángel si son lindos- le dio razón el azabache acercándose al doncel y abrazando entre sus brazos ese cuerpo frágil y delicado.
-Te amo- confeso el oji esmeraldas mientras pasaba sus brazos por el cuello a escaso milímetro de esos labios tan apetecible.
-yo también te amo mi hermoso y único dueño Ángel.- dijo antes apresar los labios de sakura de su amante, fundiéndose en un beso lento, dulce y sobre todo se transmitía mucho amor.
Fin de flash back
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-Ángel, porque no me lo dijiste- reclamo llorosamente el azabache, por la impotencia que sentía.
-Te reconocí desde el primer momento Yuuri que nos volvimos a ver- le conto con una sonrisa muy triste.
-Porque no renací el mismo tiempo que tu- pregunto confundido tal vez hubiera sido otra su vida, recién el comprendía el oji negro que siempre se sentía vacío y ese vacío había desaparecido cuando conoció a Wolfram.
-Puede ser cuando fallecí en el parto al nacer nuestro pequeño y tú no soportaste la pena y moriste, fue el castigo que puso el destino- explico el doncel con tristeza.
-Pero, porque estas brillando- iba a decir algo cuando noto que su amado comenzó brillar.
-Al parecer lo que me faltaba experimentar era el desamor- notifico con una sonrisa feliz al fin podría descansar y encontrarse en otra vida.
-Pero no fue mi intención aunque no recordaba te amo- explico apenado el moreno aunque no mentía era verdad amaba a su amigo, pero no podía ser ese amor.
-Yuuri este amor no va a poder ser simplemente estoy muerto y tu vivo- comento triste el fantasma sabía que era la cruel realidad.
-Pero yo puedo seguirte- sugirió el azabache mientras cogía un estilete para cortar sus venas.
-No lo hagas – impidió Wolfram antes que su amado comenta una locura y puede originar otro castigo
-¿Por qué?- preguntó el oji negro con lágrimas entre sus ojos.
-Es nuestro precio .se feliz, vale nos volveremos encontrar y nos amaremos eternamente- dijo con una sonrisa de felicidad de la piel clara.
-Pero- quiso contra rebatir el oji ónix.
-Shh- puso un dedo Wolf, interrumpiendo a su amante- te amo Yuuri nos volveremos a ver- termino de decir firmemente mientras terminaba de desaparecer
-Nos volveremos a ver en otra vida mi amado Wolfram.- aseguro el azabache con una sonrisa, le tocaría esperar pero no importaría, en algún tiempo volvería estar juntos eternamente.
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Esa historia paso de generación y generación haciéndose muy popular entre la gente que un amor puede reencontrarse siempre, y que los errores son cobrados y pagados, si no en esa vida es en otra.
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Tres siglos después
-Mamá es verdad la historia que me contaste- pregunto un adolescente de unos 13 años.
-Si mi niño, mi antepasado se encargó de pasar esa historia quería asegurar que sus otras vidas no olvidaran su amor, mi niño ve a comprarme unas cosas para el almuerzo.- respondió una castaña mientras veía lo que le faltaba para la cena
-Claro- dijo el azabache mientras cogía la canastilla para ser los encargos iba el moreno tan distraído por esa historia que la sentía como suya que no se dio cuenta que tropezó con alguien-Auch perdona- se disculpó apenado ayudando recoger algunos libros a un niño de unos 10 años.
-No te preocupes también andaba distraído- le resto la importancia el rubio cuando vio quien era su acompañante recordando sus recuerdos de sus vidas pasadas y una sonrisa apareció al fin se volvía a ver después de tanto tiempo.
-Eto, Yuuri shibuya- se presentó el oji ónix hasta sintió una ráfaga de recuerdos comenzaba inundar su mente.
-Wólfram von Bielefeld, mucho gusto- dijo el oji esmeraldas mientras extendía la mano cuando sintió como el moreno la cogía y lo jalaba hacia a él.
-Me alegro encontrarte- menciono feliz el mayor, hundió su nariz en la abertura del cuello de su amante de otra vida.
-Yo también, te acordaste- comento con lágrimas de felicidad el menor mientras reprimió un gemido cuando sintió siendo besado por el oji ónix.
-Claro prometí no olvidarme de ti- aclaro el azabache mientras su manos se dirigía a la cintura del pequeño y lo pegaba más a el- me hiciste esperar bastante- reclamo fingiendo estar enojado.
-Tú también – rebatió el oji esmeraldas mientras alzaba sus brazos y las pasabas en el cuello de su amor y entrelazaba su manos detrás de este.-Te amo- musito el rubio a unos centímetros de los labios de su amor.
-Yo también te amo Wolfram- dijo el oji ónix antes de besarlo como el primer beso que ellos se dieron en su primera vida.
Un amor es capaz de superar de cualquier barrera incluyendo las de la muerte siempre se buscara la formar de poder estar juntos sin importar el modo, nuevo comienzo, nueva vida y nuevas promesas
Fin…