Una vez en Diciembre.
¿Qué... es este lugar?
Pronunció al sentir unas manos sujetarle con delicadeza, cerró sus ojos al sentir el tacto de esa persona acariciar su cabeza, se calmó, la persona que lo cargaba no le haría daño, podía notarlo en la forma de levantarlo, sus manos, su pecho, todo era tan cálido. Sacudió sus orejas para escuchar atentamente la respiración irregular de su "salvador", se puso alerta al notar que sus latidos eran cada vez menos. El olor de la sangre lo mareó.
- S-Sangre... - murmuró, la mano que acariciaba su cabello se detuvo.
- Shhh... tranquilo - su voz era hermosa, Naruto se acurrucó más en su cuello-. No es mía...
El rubio se dejó llevar por el humano que lo había salvado de una segura muerte a manos de una manada de lobos, agradecido sus nueve colas brillaron y empezaron a expulsar energía, las heridas en su cuerpo se curaron y al ya no olfatear la presencia de otras manadas, decidió descansar.
- ¿Cómo te llamas pequeño? - alcanzó a escuchar antes de quedarse dormido.
- Naruto... Uzumaki Naruto.
- Mi nombre es Uchiha Sasuke, mi manada nos espera.
Esas palabras se convirtieron en suaves susurros que resonaron en su cabeza, una manada... él no tenía una, siempre había vivido solo, no recordaba a su familia, el amor de una manada era lo que siempre deseó.
Abrió sus ojos al escuchar una voz llamarle, miró en dirección a la puerta de su habitación y se encontró con la mirada de Sasuke quien se acercó para darle un beso de buenos días. Naruto movió sus orejas naranjas en señal de felicidad, Sasuke lo miró con amor, ese pequeño zorro había llegado a su vida para cambiarla, si no lo hubiera conocido seguramente se hubiera marchado de la manada y cedido el territorio a unos cazadores interesados en todos los animales que pueden ser atrapados, entre esos estaban las serpientes, los zorros y los lobos.
Naruto se estiró y entró en la habitación de baño para ducharse, hace diez años tuvo una pelea con una manada de lobos al pisar accidentalmente en su territorio, las marcas aún no desaparecían del todo, pero apareció un héroe en el instante que iba a ser devorado, Sasuke... su actual pareja y Alfa de la manada.
- ¿Naruto?
Salió de sus pensamientos al escuchar el llamado de su Alfa, tembló al sentir sus manos en su espalda, el aroma de Sasuke atontó todos sus sentidos, el calor comenzó a invadirlo. Necesitaba a su Alfa, necesitaba a Sasuke.
- Cálmate Naruto, recuerda que hoy no pueden hacerlo - se dijo a sí mismo.
- Naruto, no tardes mucho o llegaremos tarde - gritó Sasuke.
- ¡Si!
Se dió una ducha rápida y se vistió en poco tiempo, arregló su cabello y se reunió con Sasuke. Al salir tomaron el camino más largo, que los llevaría donde el Segundo Alfa de la manada, Uchiha Shisui, quien hace poco se había retirado de su manada para formar una propia al nacer su pequeño cachorro, seguían en contacto ya que en épocas de invierno las manadas más fuertes debían estar unidas para evitar perecer a manos de cazadores. Una fuerte alianza era la clave para sobrevivir.
Cuando llegaron a la mansión del Uchiha, Naruto sonrió al sentir una presencia correr en su dirección, un pequeno de tres años se lanzó a sus brazos, lo abrazó con sus ojos cristalizados, su pequeño hijo, Uchiha Menma, mitad lobo y zorro, que había estado en la manada de Shisui para pasar un tiempo con su tío, un Omega, Uchiha Itachi.
- Sasuke, Naruto. Bienvenidos - el primero en salir fue Itachi, detrás de él se escondía un pequeño de siete años-. Alfa Shisui los espera dentro.
- Buenos días, hermano - Sasuke le hizo una reverencia y se adentró en el interior de la mansión.
- Itachi, Kurei, es un gusto volver a verlos - Naruto puso a Menma en sus brazos y junto con Itachi entraron.
Pasaron las horas, Sasuke y Shisui preparaban un plan para acabar con los cazadores que se acercaran a sus territorios, Naruto e Itachi se encontraban en el jardín jugando con sus cachorros, de un momento a otro, el clima cambió, se volvió frío y Naruto pudo ver como Menma corría a sus brazos con miedo, Kurei se quedó mirando el cielo, cosa que extraño a ambos Omega, Itachi se levantó y caminó hacia su hijo.
- ¿Qué sucede, Kurei? - preguntó alerta.
- Nieve... - murmuró bajito-. ¡Está nevando!
Los pasos apresurados de sus Alfa se detuvieron al mirar como caía nieve por primera vez en muchos años, Naruto le dio un beso en la frente a Menma para que se calmara, era su primera vez viendo nieve, Kurei sonrió a la vez que tomaba su forma de lobo. Menma observó a su amigo transformarse, lo imitó para ir a jugar con él. Sasuke abrazó por la espalda a Naruto, su cabello rubio tenía un brillo inusual, sabía que su Omega era especial.
- Sasuke...
- ¿Mmm? - apoyó su mentón en el hombro de Naruto, viendo a su hijo correr a la par de su sobrino.
- Este tiempo con ustedes ha sido hermoso...
Sasuke cerró los ojos con dolor, Naruto... su Naruto se marcharía, en sus manos sintió un par de gotas frías caer, giró a su pareja que trataba de retener sus lágrimas en vano.
- N-No me quiero ir... - sollozaba.
- Naruto, nos veremos... no llores - lo abrazó, su lazo con Naruto no desaparecería, pero quedaría un vacío al no tenerlo a su lado.
- ¿Mami? - Menma alcanzó a escuchar lo que su papá decía, de sus ojos comenzaban a caer lágrimas-. ¿Te vas?
Naruto se arrodilló en el suelo y extendió sus brazos para recibir a su cachorro, Menma se aferró a su cuerpo como si no hubiera un mañana, acariciaba sus cabellos negros, lo que menos quería era ver a Menma llorar.
- Si... lo siento Menma...
- Mami se va por una temporada... regresará en unos meses - Sasuke le limpió la cara, ver a su hijo llorar le rompía el alma.
El cuerpo de Naruto brilló dando paso a su verdadera forma, un hermoso zorro amarillo, de porte elegante, con dos joyas en sus orejas y varios tatuajes en su cuerpo, ondeaba sus largas y esponjosas nueve colas, se ubicó frente a su familia.
- Nos vemos... les agradezco a todos este tiempo... Menma te amo...
Iba diciendo mientras su cuerpo iba desapareciendo con la brisa del viente y los pequeños copos que pintaban el suelo de blanco. Un "te amo" salió de los labios de Naruto al fijar su mirada con la de Sasuke.
El cuerpo de Naruto desapareció por completo, dejando en su lugar solo las huellas de sus finas patas. Menma lloró todo el día en el pecho de su padre, Itachi trataba de distraer a Kurei y evitar que recordara aquella escena, Shisui abrazaba la espalda de Itachi y Sasuke... él decidió esperar pacientemente a Naruto, lo esperaría el tiempo que fuera necesario.
Como aquella vez en Diciembre que sus miradas se cruzaron, el destino los ayudó a encontrarse. Ahora esperaría su regreso, en Diciembre podría volver a verlo, solo una vez...
Una vez en Diciembre...