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Solo estamos jugando por SweetCupcake

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Notas del capitulo:

¡Advertencias! : Violación. Suffering. Y otras cositas raras...

 

 


¡Hola yo! Si conocen mi anterior obra "No puedo dormir" solo quiero decir que tardaré un poco más en actualizarla, pues aun estoy escribiendo los capítulos y necesitos estar totalmente a gusto hasta poder subir otro cap. Actualmente estoy un poco saturada así que de mientras traigo este oneshot que nadie me pidió. 

 

Sin más les dejo leer.

 

 

 

Capítulo único. 

 

Era como si pusiera todos sus sentidos a prueba.

 

Allen tropezó con descuido, demostrando así su talento para actuar más allá de todas esas sonrisas falsas, sonrisas pintadas en la cara como si fuera un payaso. Sus verdaderas intenciones eran caer en los brazos de Bookman Junior el cual actuó rápido, rompiendo con esa imagen de chico despreocupado y energético ante la persona que más amaba en el mundo. Y lo volvería hacer una y otra vez, desnudar al aprendiz de Bookman para dar paso al corazón que pertenecía a ni un de los 49 registros anteriores, solo era de Lavi. Había algo que lo empujaba a protegerlo de cualquier cosas, constantemente, no importaba si la causa era un resbalón tonto más propio de Miranda que del albino, que solo provocaría llenarse de polvo en el suelo puesto que el uniforme de exorcista se encargaba del resto amortiguando la caída, normal, estaba preparado para golpes mucho peores que esos. Sí, era algo tan tonto como caerse con una rama de tronco que surcaba de lado a lado, demasiado obvio y visible más tratándose de una caminata por el medio de un bosque. – ¡Cuidado! –  Exclamó pegándolo a su pecho. De por sí, ya se encontraba bastante nervioso, deseoso de salir de allí lo más pronto posible. Su deber ahora, era huir sano y salvo con Allen Walker.

 

–  No la vi. –  Solo un experto podría detectar la risa camuflada en la inocente voz de Allen, ese experto era Junior, y aun así él único engañado fue Lavi.

 

Y esas es la verdadera razón por la cual un Bookman no puede tener un corazón, aferrarse sentimentalmente algo solo suponía una desventaja, una cinta oscura atada a los ojos.

 

"¿Otra vez Lavi? Muy mal Lavi... " Escuchó esa voz dentro de su cabeza sin saber de donde provenía, y sintió un dolor punzante amenazando con romperlo todo desde dentro. Allen lo miró con indiferencia.

 

–  Perdón. –  Volvió a excusarse, desenvolviéndose de los brazos del mayor. Lo miro a los ojos, esas dos hermosas lunas encajadas en cada cuenca, competían a la perfección con el astro oficial que se hallaba en el cielo, y Lavi quería sumergirse en él. Hasta la belleza podía solo podía ser un engaño más en este podrido mundo, una ilusión efímera que moría con cada palabra.

 

–  Te dije que estaba muy oscuro. –  Le regañó demasiado protector, preocupado por el bienestar de su pequeño.

 

–  Lo sé. –  Allen tenía buena visión nocturna, pero en ese momento el Bookman Junior no podía recordarlo, es como si hubiera tomado sus propias memorias y las hubiera retocado a gusto para poder ser feliz por un rato al lado de su Allen, tachando palabras como Orden Oscura, Decimocuarto, Guerra Santa, Panda, etc,  todo por estar bien en su zona de confort un rato . Es increíble que hasta la belleza podía solo podía ser un engaño más en este podrido mundo, una ilusión efímera que moría con cada palabra.

 

–  Ni modo. –  El rostro de Lavi se puso enteramente rojo mientras miraba para otro lado y enseñaba su mano al albino. Todo el tiempo, Lavi gustaba demasiado de Allen. Demasiado. - Dame tu mano, así evitaremos que tú torpeza te supere.

 

–  Je, je. –  Rió con dulzura haciendo que la piel del chico parchado se erizara. - ¿Quieres que vayamos juntitos de la mano, en serio?

 

–  Solo cállate. –  Entrelazó sus dedos en un movimiento rápido para continuar adelante de una vez. - Allen. Tiene las manos muy frías. - Contestó con otra suave risa. El corazón de Lavi latía como loco, tanto que sentía que saldría de su pecho. Tenía miedo de que Allen lo oyera y se riera, también tenía miedo de voltear y notar que Allen ya no estaba ahí, a su lado. Apretó aún más fuerte su mano. –  Allen... –  Suspiró, como una doncella enamorada,  envuelto en ese velo de sentimientos.

 

–  ¿A dónde vamos, Lavi? – El exorcista poseedor de las memorias de Noé se detuvo de golpe, jalando consigo de forma brusca el brazo del otro, impidiéndole seguir caminando. Cuando Lavi volvió la vista atrás sintió un mal presentimiento, pero no podía decir con exactitud de donde provenía... no podía responder a aquella pregunta. Simplemente de repente Allen estaba demasiado lejos, no sabía en qué momento se había alejado tanto y lo oyó gemir. –  Lavi... duele...

 

Unas gotas de algo cayeron al suelo.

 

–  ¿¡Allen!? –  Dijo aún más preocupado, sintió que los dedos del albino se deshacía y traspasaba su mano, cuando miró su mano aun más alterado notó que aquel líquido era sangre... sangre negra. Como tinta, como la de un Noé. El otro comenzó a tocer sosteniéndose del estómago, tenía una gran herida y tenía un aspecto terrible mientras manchaba poco a poco el atuendo blanco que portaba como fugitivo de la Orden... Los cabellos plateados cubrían su rostro. Algo mal iba en todos esto, recordaba haber hecho la misma ruta por el bosque un sin fin de veces con él, pero no lograba recordar el porqué. ¿Cuánto tiempo llevaban dando vueltas entre altos árboles?

 

–  Duele... –  Volvió a gritar su nombre aun más desesperado, la tierra que estaba bajo sus pies se convirtió lodosa y oscura como el azabache.  Mira... es mi corazón. – Y levantó sus manos mostrándole un órgano vital aun palpitando... –  Es el que Tiky me arrancó. –  La respiración del aprendiz de Bookman se cortó, intentó buscar múltiples excusas a aquellas acusación...

 

–  ¡Eso fue porque... no teníamos más remedio... habías perdido tu inocencia, ya no eras más un exorcista! –  No podía creer que había repetido exactamente el mismo argumento que le dio a Lenalee, no quería haber dicho eso, su lengua se movió sola, no intentaba quedar mejor parado que Allen en esa discusión, solo... –  ¡De eso se trata las malditas guerras!

 

Estaba tan asustado de seguir haciéndole daño a Allen con sus palabras, corrió hacia él, pero al estar cada vez más cerca de esa mano extendida con el corazón ajeno, arrancado de cuando, aún latiendo, luchando por su vida, asfixiándose de no tener el oxígeno de la sangre... lo aterraba, sentía náuseas, podía siquiera en un momento así acercarse a la persona a la que más amaba.  En cuanto Lavi reparó en el rostro de Allen, tenía dibujada en su rostro una sonrisa sardónica, con los hilos de sangre pediendo de la comisura de sus labios, y sus ojos parecían dos agujeros vacíos. El rostro se contorsiona  de dolor antes de gritar de forma desgarradora. –  ¡LAVI! ¿¡POR QUÉ MATASTE!?

 

Obviamente se refería a aquella vez en la destrucción de Arca, cuando golpe tras golpe, el "verdadero" Bookman intentó aniquilarlos a todos... porque ellos no eran compañeros. Esa era la única verdad. –  Lavi... –  El rostro normal del albino había regresado, y las la dulces lágrimas no paraban de caer. –  Pensé que eras amigos...

 

Tan solo fue una puñalada.

 

–  Te... –  Dijo confuso, pestañeando, cayendo de nuevo en el engaño. –  Te amo Allen, te adoro, yo... no llores, por favor. –  Por fin, todo lo grotesco había desaparecido, y se acercó a consolarlo, pero Allen fue más rápido, con su inocencia lo ató dejándolo contra el suelo, y con la garra desgarró su ropa.

 

Allen no lo creía nada a un mentiroso. Porque eso es lo que él era, un hipócrita mentiroso, un débil, quien había quedado completamente enamorado de uno de sus registros. Esto era tan alarmante como el escritor que se enamora de los personajes de sus libros, una fantasía imposible... y lo peor es que la trama argumental de la historia no podía él decidirla. No podía escribir "Y vivieron felices".

 

Porque Allen Walker solo era tinta sobre el papel, conocía la realidad y no le bastaba con solo ser correspondido superficialmente, nunca llegaría a nada con ese sentimiento tan superficial y efímero. Sonrió con dulzura una vez lo tenía a su merced, pasó la lengua recogiendo una de las lágrimas que salían del aterrado Lavi. Ya no podía decir nada, ya no podía hacer nada... –  No voy a perdonartelo nunca... Bookman Junior. Tú fuiste el primero que tiró la piedra y escondió la mano. –  Y besó sus labios de forma casta y superficial, como suponía, la boca del albino estaba fría, y sus manos, todas su caricias quemaban heladas. Sabía lo que iba a hacer a continuación, sabía que Allen lo violaría y no iba a poder impedírselo.

 

Iba a doler, siempre dolía... y al final acabaría gustándole, y pediría por más. Todo el tiempo ocurría lo mismo, tan contradictoriamente placentero, con el cinturón de payaso apretando sus muñecas, sus pies para que nada quede a la imaginación y todo su cuerpo esté expuesto, lleno de viejas heridas, de marcas de propiedad amoratonadas, ensangrentadas. Era inútil pedirle que parara... hacía mucho tiempo que había dejado de intentar luchar. Las cosas volvería a transcurrir una vez más




. . .





Tiky Mikk estaba fumando cuando atravesó la puerta en forma de corazón de Road Kamelot, todo estaba oscuro a excepción de las bellas y los regalos que flotaban iluminando el espacio hacia otro mundo. - Road ¿qué estás haciendo? - Ella estaba quieta, muy tranquila pero sonriente, sentada sobre el regazo de Bookman Junior. - Deja de meterte el la pobre mente del chico parche. - Suspiró realizando que el pasatiempos de la mayor de los Neó era mucho más retorcido de lo que su apariencia dulce e infantil lucía.

 

Ella hizo un gracioso puchero mientras abrazaba el cuello de Lavi, frotando ambas mejillas. –  Eh... pero es tan divertido. –  Cruzó una pierna sobre otra. –  Juega tú también, Tiky.

 

–  Ah... –  Gimió Lavi, su estado era reprobable gracias a los parásitos de Fiidora, su ojo verde esmeralda estaba apagado, la piel se tornaba enfermizamente grisácea y un hilo de saliva se escapaba de su boca a lo cual Road no reparaba en limpiar con sus dedos, escena la cual hizo endurecer la espalda de Tiky en repulsión.

 

–  Lo siento, no me gustan esos rollos gays.

 

–  ¡Con lo bonita pareja que hace Lavi y Allen! – Dijo ella sorpresiva. Luego contempló a su víctima con ternura. - Mira, está llorando...  

 

–  Pensé que era tu rival en el amor. - Dio una calada a su cigarrilo mientras cerraba los ojos indiferente.

–  Lo és. Pero no se puede comparar... al amor frustrado que siente Lavi por Allen. Él se engaña a sí mismo, creyendo que fue capaz de ayudarlo, que fue capaz de decirle todo lo que siente... –  Lavi continuaba gimiendo por lo bajo, mientras las lágrimas no para me emanar, cada vez tiritando con más fuerza.

 

Tan grande es su amor que por él haría lo que fuera, y tan débil es su corazón que moriría

Road acarició uno de los mechones pelirrojo. –  Al principio, como él ya había descubierto mis métodos se daba cuenta enseguida que era yo, tardaba horas y horas en torturarlo, ahora se deja violar y destrozar sin rechistar ¿no te parece ese un amor perfecto? Donde el dolor siempre está presente conjunto con el placer. –  Acarició su entrepierna notando su erección. –  Sus emociones son tan honestas.

 

– Solo no lo mates. –  Tiró el cigarrillo al suelo pisando. –  Por cierto, el Conde te reclama.

 

–  No te preocupes Tiky

 

–  ¡Nhg...! – Lavi abrió sus ojos con el pecho convulsionando, abrió su boca unos segundos antes de que un grito desgarrado naciera de su garganta, completamente aterrorizado. –  ¡Aaaaaaah!


–   Solo estamos jugando. –  Concluyó Road mientras notaba que los pantalones se Lavi se manchaba producto de una nueva eyaculación.

Notas finales:

- La herida que sufre Allen en el vientre es la apuñalada de Kanda, obviamente Lavi no estaba presente cuando eso ocurrió, pero Road sí y lo reprodujo.

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Sí has llegado hasta aquí y te ha gustado el fic solo diré que eres un ser torcido… ¡No, espera vuelve!

Mh ¿qué tal? Siento que la narrativa flojean un poco casi en el final, normal, apenas la escribí del voleo sin relectura, perdonen, cuando lo edite avisaré arriba.

No me gustó escribir la violación, no estoy a favor de la violaciones en él yaoi ¿entonces por qué lo escribí? Bien, fue algo más que un abuso psicológico, y quería experimentar un poco con el terror de la mente humana, Lavi es perfecto para ello pero no supe usarlo muy bien. Además me faltó algo de más ganche para que se sienta más verosímil, no cuidé demasiado el cambio de tono, así que juro que volveré a escribirlo. Aun tengo mucho que aprender.

Por otro lado metí algunos elementos que sí me gustan en la historia: bosques, corazones fuera de sitio, sangre, me faltó una jodida bañera (?) Allen haciendo uso dictador de su inocencia, y… su lado seme ¡En serio! ¿Por qué no hay historias donde Lavi se el uke? ¡Desde aquí hago un llamado al mundo! Qué remedio, tendré que ir a rebuscar entre los fic en inglés.

¿Review?


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