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déjà vu por Yewooki

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Notas del fanfic:

Este fic está dedicado a Camila Fabiola

Y ahí se encontraba aquella noche fría de invierno buscando donde pasar la noche, sus padres se habían ido de la ciudad y él estúpidamente había olvidado las llaves de la casa en su pantalón sucio, suspiró por doceava vez en los últimos veinte minutos, mientras subía más sus hombros buscando cubrirse mejor del frío.

 

Vio una pequeña cafetería abierta, cosa que le sorprendió viendo que eran casi las 10 pm, entró apresurado, sonriendo por lo tibio del lugar, se acercó hasta la mesa cercana a la chimenea y se sentó ahí, viendo el menú, lleno de cosas dulces con nombres peculiares.

 

- Bienvenido a Blue purple, ¿Qué va a querer?- preguntó una voz suave a su lado asustándolo.

 

-Un americano y un muffin de chocolate- pidió solamente, viéndolo asentir y marcharse a la cocina, suspiró calmando su agitado corazón antes de ver como el lugar lentamente comenzaba a llenarse, cosa que le pareció un poco extraña, los aromas de combinaban entre alfas, omegas y betas platicando y comiendo cómodamente- aquí tiene- dijo la misma voz, asustándolo de nuevo, mientras veía frente a él su humeante café y su muffin.

 

Estaba viendo a todas las personas ahí cuando el más dulce y deliciosos aroma atrajo por completo su atención, su vista rápidamente se fijó en un pelirrojo que platicaba con un enorme peli lila que portaba una filipina con el logo del lugar, era tan alto como él mismo, su cuerpo era fuerte, como el suyo propio, de pronto volteó y vio aquellos ojos rubíes fieros que lo vieron con desafío haciéndolo sonreír altaneramente.

 

- ¿Quién es?- preguntó a Murasakibara viendo al moreno quien lo veía al otro lado del lugar.

 

- No lo sé Kaga-chin, probablemente Tetsu-chin sepa- dijo en tono aburrido- ¿Se portaron bien?- preguntó regresando la atención del pelirrojo a su persona.

 

-Fueron un encanto como siempre Murasakibara- dijo sonriendo suavemente- aunque batalle para que Akira comiera hoy, al parecer que su hermano estuviera comiendo comida solida y ella no, no le fue de mucho agrado.

 

-Tetsu-chin siempre batalla por eso- dijo pensativo.

 

- ¿Hablaban de mi?- preguntó el pequeño peli celeste detrás de su esposo, viendo al pelirrojo, quien dio un pequeño salto.

 

-Más bien de tus pequeños- contestó, viendo al peli celeste asentir.

 

-Ya me voy entonces- anunció quitándose su mandil, dándole un tierno beso en los labios al peli lila- te espero en casa.

 

-Adiós Kur… Murasakibara, dios, es tan raro llamarte así.

 

- También será raro el día en que Kagami-kun se una a un alfa y cambie de apellido.

 

- No creo que eso pase pronto- murmuró antes de ser callado por aquel aroma hipnotizante era como el bosque y la leña quemándose, era cálido y familiar, hacía su corazón saltar en su pecho gritando a cada palpitación que ese aroma le pertenecía a su Alfa.

 

El moreno se levantó ignorando su café y su muffin, caminando hasta él, tanto el peli lila como el peli celeste notaron la tensión típica creada de encontrar a su pareja destinada, así que decidieron solos.

 

- Aomine Daiki- se presentó galantemente, causando risa en el pelirrojo.

 

-Kagami Taiga- contestó aún con una sonrisa adornando sus labios- ¿Prácticas básquetbol?- cuestionó viendo que portaba muñequeras como las utilizadas en el deporte.

 

-Así es, soy el as de mi equipo en la universidad- presumió recargándose en la barra, antes de ver su pedido sobre la misma.

 

-Ya veo, creo que mi universidad le pateara el trasero a la tuya- dijo coqueteando, dándole un suave empujón en el pecho.

 

-Bueno eso lo veremos pronto- dijo guiñándole un ojo, antes de beber su café- espero que nos encontremos de nuevo pronto- murmuró sobre su oído despidiéndose.

 

Taiga suspiró sonrojado cuando lo sintió alejarse, viendo su espalda perderse tras la puerta en medio de la noche fría, volteó enfrente viendo el muffin y su número escrito en la servilleta, haciéndolo sonreír cual colegiala.

 

Aomine terminó entrando tras trepar el árbol junto a su habitación y saltando dentro por su ventana abierta, lastimándose un poco su hombro, pero eso poco le importó había encontrado a su pareja destinada, no era como había pensado, no era esa chica pequeña de grandes pechos y mirada inocente, pero no le importaba porque había algo en ese pelirrojo y en su mirada felina que lo había cautivado más que una mirada inocente.

 

Recordado la leyenda se desnudó buscando el tatuaje que compartiría por el resto de sus días con su pareja, viendo un tigre al estilo del arte japonés antiguo recorriendo desde su cadera hasta casi su hombro, era hermoso, se preguntaba en que parte había aparecido su pantera en el otro.

 

Al final de la noche terminó soñando con aquel pelirrojo de cejas extrañas, mientras Kagami entraba en celo estando solo en su departamento.

 

- E-Es muy pronto- gimió para sí mismo, viendo que apenas iba una semana de su último ciclo, pero había encontrado a su pareja y eso lo llevaba a entrar en celo para el apareamiento- d-debo llamarlo- gimió deshaciéndose de sus pantalones, comenzando a tocarse viendo su teléfono sobre la mesita de noche- A-Aomine- gimió introduciendo uno de sus dedos.

 

Cuando despertó algo picaba en su marca, la rascó un poco sintiendo como una erección rápidamente nacía, sorprendiéndolo tenía mucho sin despertar así, pero antes de poder atender su erección matutina, su celular sonó, rápidamente contestó quedándose tieso ante lo que oía.

 

- Ahh~, A-Aomine~ umm, te necesito- gemía el pelirrojo contra el teléfono, moviendo incansable su mano, tratando de encontrar alivio.

 

-Uhh, tu dirección- exigió con voz grave excitando un poco más al pelirrojo, quien apenas fue capaz de recitar la ubicación de su departamento.

 

Daiki apenas y fue capaz de controlar su instinto de Alfa, cambiándose para salir apresurado hacia la dirección del pelirrojo, una vez llegó abriendo la puerta, frunciendo su ceño al ver que cedía sin traba alguna, oyendo los gemidos de su dulce omega, cerró la puerta con llave y avanzó hasta la habitación, donde lo recibió una increíble imagen, el pelirrojo se encontraba con las piernas abiertas de par en par, mientras introducía y sacaba sus dedos.

 

Pasó su lengua sobre sus labios resecos, sacándose apresurado su ropa acercándose cual predador al pelirrojo, quien al verlo sacó sus dedos abriendo sus brazos para recibirlo, ya se había rendido a luchar contra su instinto, solo esperaba no quedar preñado a la primera.

 

Lentamente se posicionó sobre el pelirrojo quedando sus rostros juntos, besó tranquilamente su mejilla, acercándose hasta poseer sus labios en un beso suave que lentamente fue volviéndose más y más apasionado, mientras sus manos no perdían tiempo y comenzaban a recorrer su cuerpo acariciando su pecho, bajando a su firme abdomen.

 

- H-Hazme tuyo- suplicó cuando rompieron el beso, el moreno, bajó entre besos hasta su pecho tomando entre sus labios sus pezones oyendo encantado los gemidos suplicantes que salían de esos preciosos labios ahora rojos.

 

Su camino de besos y suaves mordidas continuó hasta tomar entre sus labios su miembro, haciéndolo gritar de placer puro, comenzando un lento vaivén, subiendo y bajando sin dejar de lamer y succionar, acariciando sus muslos.

 

-Ahhgm~- gimió con los ojos bañados en lágrimas, apenas conteniendo su orgasmo, terminó por explotar en los labios ajenos.

 

Al sentir aquel líquido caliente y viscoso chocar contra su paladar lo tragó sin pensar más, bebiéndolo todo, para después soltarlo, sonriendo divertido y maloso, lamiendo los restos en sus labios.

 

-Te haré mío para la eternidad- anunció dándole vuelta y elevando sus caderas dejándolo con el pecho pegado a la cama, masajeó un poco su propia erección introduciéndose lentamente, jadeando ante lo apretado que estaba- Tan bien- murmuró besando su espalda, antes de comenzar a moverse despacio, viendo hipnotizado como era absorbido por un ansioso pelirrojo quien básicamente era ahora una masa de escalofríos y gemidos, que se aferraba a las cobijas, sonrió orgulloso al ver la pantera recorriendo su espalda, la besó con amor, muestra de su compromiso entero ante su unión.

 

Las estocadas empezaron lentas y constantes, aumentando poco a poco la velocidad, sintiendo como el nudo comenzaba a formarse, volviéndole un poco difícil poder moverse con comodidad, anunciando también que su orgasmo estaba cerca, sus colmillos bajaron y comenzó a besar su nuca, uniendo sus manos a las ajenas, entrelazando sus dedos sin dejar de moverse hasta llegar al orgasmo, mordiendo su nuca con la marca de apareamiento.

 

- ¡Ahhh~!- gritó al sentir aquellos dientes atravesar su piel, al tiempo que sentía como era llenado, sabiéndose emparejado de por vida, se corrió nuevamente manchando las sábanas.

 

Dejó de morderlo, lamiendo la herida cerrándola, viendo con orgullo la marca de su unión, para después besarla, besando sus hombros también.

 

- ¿Estás bien Kagami?- preguntó suavemente contra su oído.

 

-M-Mi cadera duele- murmuró sincero, en tono cansado y adormilado.

 

-Lo siento- dijo acariciando la cadera lastimada por su anterior agarre.

 

Negó suavemente apenas pudiendo mantenerse despierto, estaba agotado, su cuerpo debía recuperar energías, porque a pesar de que la unión se había llevado su celo duraría una semana entera.

 

~.~.~.~.~.~

 

- ¿Aún no sabes nada de Kaga-chin?- preguntó Atsushi a su pequeño esposo, quien estaba cuidando a sus pequeños.

 

-No responde mis llamadas, ni mensajes, y el aroma de alfa en su departamento me impide ir más lejos- respondió, levantando a su pequeña peli lila en brazos, mientras su pequeño continuaba pintando en su cuaderno- supongo que cuando pase su celo sabremos de él- dijo justo antes de que el teléfono sonara, alertando a ambos adultos, Atsushi fue quien tomó el aparato contestando.

 

- ¿Bueno?- murmuró en tono precavido.

 

- ¿Murasakibara?- preguntó Kagami en tono bajo y algo seco, extrañando al grandote.

 

- ¿Todo bien Kaga-chin?- preguntó atrayendo la atención de su esposo.

 

-Si, ¿puedo hablar con Tetsuya?- pidió, antes de oír la voz de su amigo al otro lado- ¿P-puedes traerme pruebas de embarazo, gasas, vendas y desinfectante?

 

- Por supuesto- dijo colgando, tomando su bolso- ya regreso- anunció besando a sus pequeños y a su esposo, corriendo a la farmacia consiguiendo lo pedido por su amigo, para ir a su departamento, tocó y la puerta se abrió dejando ver al pelirrojo, vistiendo una bata.

 

- Perdón por las molestias- dijo avergonzado dejándolo pasar, el lugar estaba frío por tener todas las ventanas abiertas - Aomine tuvo un pequeño accidente y yo no puedo salir aún.

 

- ¿Quién?- preguntó viéndolo, sonrojarse, antes de darse media vuelta mostrando su marca de apareamiento- ¡Kagami-kun está emparejado!- dijo feliz por su amigo, su vida había sido muy triste desde que llegó a Japón, y parecía que la cosa estaba mejorando para él- ¿Qué accidente tuvo?- preguntó curioso dándole la bolsa.

 

-Accidentalmente me convertí en tigre y lo mordí- dijo apenado por completo- ahora está tomando una ducha, no fue profunda, pero sangra mucho.

 

- Tan impulsivo como siempre Kagami-kun- regañó suavemente, antes de ver al peli azul saliendo del cuarto con una toalla cubriendo su mano, mientras portaba solamente unos pantalones.

 

-Oh, Hola- saludó sin ganas, se sentía un poco mareado por la pérdida de sangre.

 

-Siéntate- dijo Tetsuya, quitándole la bolsa al pelirrojo, sacando todo para comenzar la curación de su mano.

 

- Tu eres el mesero fantasma de la cafetería- murmuró al reconocerlo.

 

- Murasakibara Tetsuya- se presentó limpiando la herida- soy esposo del dueño pero a veces le ayudo- aclaró, colocando la gasa, y después vendando- listo, ahora solo debes limpiarla cada seis u ocho horas, dependiendo como te sientes, si vez que empieza a hacer infección o algo así, ve directo al hospital- dijo simplemente.

 

-Gracias, Tetsuya- dijo Kagami suspirando con alivio al ver su mano vendada- me asusté mucho cuando desperté después del celo con él abrazándome- confesó apenado.

 

-Es normal, yo también traté de morder a Atsushi- dijo sonriendo apenas- Ve a hacerte la prueba, quiero saber- dijo empujándolo al baño.

 

- ¿Prueba?- preguntó viendo su vendaje, era realmente bueno.

 

-De embarazo- dijo como si nada sentándose, mientras el ya pálido moreno perdía más color.

 

- ¿P-Puede quedar tan pronto en cinta?- preguntó algo preocupado, aún no tenía un trabajo, así que no tenía una manera de solventar fácilmente los gastos que un bebé significaban.

 

- Bueno, los embarazos en hombres son muy escasos, así que la naturaleza hizo a los omegas muy fértiles, pero aún así un embarazo masculino representa muchos riesgos para ambos- dijo viéndolo- yo casi muero al dar a luz a mi pequeña, por eso decidimos no tener más hijos.

 

- ¿Eso puede pasarle a Kagami?- cuestionó preocupado.

 

-Bueno, supongo que el riesgo disminuye considerando que sus alturas y familias son similares, mi esposo es un oso y yo soy can- dijo pensativo- aunque igual, el cuerpo de Kagami-kun podría no estar preparado para gestar.

 

Aomine se tensó ante la posibilidad de que su pareja no pudiera gestar o que ambos murieran durante el parto, mientras tanto Kagami observaba aquellas pruebas sin abrir sobre el lavabo viéndolas con una mezcla de miedo y ansiedad, quería hacerlas, porque siempre deseó tener una familia grande con quien resultara su pareja destinada, pero también era consciente de que al igual que el moreno aún eran demasiado jóvenes para ser padres.

 

Tomó una gran bocanada de aire antes de abrir los paquetes, leyendo las instrucciones haciendo todo lo que pedían, sentándose en la orilla de la tina a esperar, sus manos jugaban nerviosas con una de las cajas cuando recordó como conoció a Tetsuya, lo había salvado de ser violado cuando su celo llegó antes de lo esperado y un grupo de alfas lo estaba persiguiendo, y el peli celeste se arriesgó ocultándolo en su casa, donde estaba su bebé de pocos meses y él únicamente.

Suspiró alejando aquellas imágenes que aún le causaban pesadillas, viendo su reloj, ya habían pasado los quince minutos necesarios, tomó una gran bocanada de aire y se paró para ver las tres pruebas, viendo en todas ellas marcas de dos rayitas, sonrió nervioso, y las tomó saliendo del baño hacia el comedor donde estaba el moreno y el peli celeste estaban hablando de las posibles complicaciones.

 

- ¿Qué salió?- preguntó Aomine sin poder pararse, sintiendo como comenzaba a sudar.

 

-V-Vamos a ser papás- dijo mostrando las pruebas positivas.

 

- ¡Felicidades Kagami-kun!- murmuró abrazándolo- no olviden ir al médico lo más pronto posible, entre antes comience el seguimiento menor será la probabilidad de alguna complicación.

 

- Gracias Tetsuya- murmuró el pelirrojo correspondiendo el gesto.

 

 Aomine estaba pensando cómo le harían, solo le faltaba un semestre para terminar su carrera, así que debía comenzar a trabajar de inmediato, para tener algo de dinero cuando llegara su bebé. Tetsuya notó el ambiente y se despidió silenciosamente, mientras Kagami se acercaba tocando la mano sana del moreno.

 

Daiki levantó su mirada sonriéndole un poco tembloroso, apretando su mano, entrelazando sus dedos.

 

- Espero que tus padres no se molesten- dijo y vio como la mirada ajena pasaba de nerviosa y alegre a una llena de tristeza.

 

-M-mis padres murieron cuando estaba en secundaria, fue un accidente en auto, fue mi culpa, yo no dejaba de llamarlos porque era mi cumpleaños y ambos estaban fuera de la ciudad por trabajo, y ese día llovía mucho, mi padre derrapó cayendo en una barranca, después de eso fui obligado a venir a Japón a vivir con un tío al que no conocía de nada, el tipo intentó en más de una ocasión abusar de mi, así que en cuanto cumplí los 18 años compré este departamento con el dinero que me dejaron mis padres, empecé a trabajar para los Murasakibara hace unos cuatro años.

 

- Nadie volverá a tocar en contra de tu voluntad, ni siquiera yo- dijo besando sus manos unidas, Kagami sonrió mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

 

-P-Pensé que eras un idiota insoportable- dijo riendo, mientras tallaba sus ojos con su otra mano.

 

-Generalmente lo soy, pero dgamos que tu sacas mi lado bueno- dijo guiñándole un ojo con coquetería.

 

- ¿Qué hay de tu familia?- preguntó ya más calmado.

 

-Bueno, vivo con mis padres, mi madre es ama de casa y mi padre trabaja como director creativo de una marca de electrónicos, digamos que soy un niño mimado, soy hijo único- dijo pensando qué más podía decirle sobre sí mismo- estoy estudiando administración, aunque mi sueño era ser policía.

 

- Ni se te ocurra- dijo aterrado el tigre- no quiero estar todo el día con el miedo de que algo te pase durante tu turno- murmuró avergonzándose ante la mirada que le daba la pantera.

 

-Tranquilo, mi madre dijo que era probable que mi pareja no aceptara tampoco que fuera policía a menos que ella misma lo fuera.

 

-Lástima que estoy estudiando para ser chef- dijo altivamente, antes de reír avergonzado.

 

-Bueno, supongo que tendré que salir mucho a jugar con nuestros hijos para no engordar- dijo besando su vientre en un gesto dulce, que enterneció y derritió al pelirrojo, quien acarició su cabello.

 

-Supones bien, no quiero que mi pareja pierda su espectacular cuerpo, aunque pensando en todas y todos los que se te acercarán queriéndote engatusar, no estaría mal- dijo pensativo.

 

-Tranquilo tigre celoso, solo tengo ojos para ti- dijo riendo- y no solo es porque seamos pareja destinada- dijo besando sus manos.

 

El resto del día se la pasaron hablando de sus planes, donde trabajarían, cuando le dirían a los padres del moreno sobre la unión y bebé, y demás cosas importantes, al final del día Daiki se despidió del pelirrojo.

 

- Mañana a las once- le recordó besando sus labios- te enviaré la dirección más tarde.

 

-Tranquilo Daiki, no soy un idiota- se quejó rodando sus ojos.

 

-Bueno, de eso no estoy tan seguro- dijo antes de recibir un golpe en su hombro lastimado.- ¡Oye eso fue cruel!- murmuró sobándose el área afectada mientras el pelirrojo reía divertido- que malo eres, yo lastimado por tu culpa- dijo y vio la vergüenza y pena embriagar a su pelirrojo- lo decía en broma- dijo de inmediato besando sus labios y mejillas.

 

-Te volveré a morder y está vez una nalga- le riñó cruzándose de brazos.

 

El moreno levantó sus manos en son de paz con una sonrisa divertida en sus labios, se despidieron con un último beso, antes de que el moreno se fuera, al llegar a su hogar sus padres estaban hablando con la policía.

 

- ¡Daiki!- dijo su madre llorando, corriendo a abrazarlo, mientras su padre suspiraba con alivio y los oficiales se marchaban- ¿Dónde diablos estabas metido? ¿Por qué no contestabas?

 

-L-Lo siento mi batería murió y no pude avisar- dijo sonriendo nervioso.

 

- ¿Dónde estabas Daiki?- preguntó su padre en tono severo y con el rostro molesto.

 

-B-Bueno, y-yo amm, encontré a mi pareja- dijo sonriendo apenado- y… amm… pues ya estamos enlazados- dijo sus padres lo vieron como si hubiera perdido la cabeza.

 

- ¿Cuándo y dónde se conocieron? ¿Cuándo lo traerás para conocerle? ¿Cómo es? ¿Usaste protección?- preguntaron ambos señores preocupados.

 

-N-Nos conocimos en el café Blue purple, la semana pasada, mañana le invité a cenar, es alto y lindo, no…- susurró lo último, antes de que su padre le pegara en la cabeza - Auch- se quejó cubriéndose.

 

- ¿Qué te pasó en esa mano Daiki?- preguntó su madre, tomándola.

 

- Taiga me mordió- dijo y su madre lo vio mal.

 

- ¿Qué clase de inestable pareja tienes?- preguntó molesta.

 

-No es inestable, solo algo impulsivo, nada malo- defendió, viendo las malas caras de sus padres.

 

-Mañana veremos si merece ser tu pareja- decretó su padre y él sabía qué pasaría si no convencía a sus padres, lo alejarían del pelirrojo.

 

Asintió subiendo a su habitación, mandándole un detallado mensaje de que decir y cómo comportarse frente a sus padres.

 

A la mañana siguiente había despertado temprano raro en él, y ayudó a su madre a preparar la mesa y cuando sonó el timbre fue a atender respirando hondo antes de abrir la puerta viendo al pelirrojo vistiendo semi casual, le sonrió dejándolo pasar.

 

-Al menos es puntual- dijo su padre bajando las escaleras- Aomine Daishi- se presentó, mientras el pelirrojo hacia una reverencia respetuosa.

 

-Kagami Taiga- se presentó, antes de ofrecerle la botella de vino que había llevado.

 

- Pasa- dijo tomando el presente con una pequeña sonrisa, era de sus vinos favoritos.

 

Taiga pasó al interior de aquel cálido hogar, y fue conducido por ambos morenos a la cocina donde una peli azul terminaba de preparar el almuerzo, se sentaron y sirvió la comida.

 

- ¿Qué estudias?- preguntó el señor de la casa, viéndolos fijamente.

 

-Estudio gastronomía y trabajo medio tiempo como niñero- contestó en tono calmado aunque estaba sumamente tenso.

 

- Ya veo, ¿Qué piensan tus padres de tu unión con nuestro hijo?- preguntó la mujer, sintiendo el ambiente pasaba de tenso a uno melancólico.

 

-S-Soy huérfano señora Aomine- dijo suavemente.

 

-Oh cariño lamento haber hecho esa insensible pregunta- se disculpó de inmediato- ¿Dónde rentas departamento?

 

-Compré un departamento con mi herencia, así que Daiki no debe preocuparse por ello- dijo tomando la mano del moreno.

 

-Ya veo- dijo el señor Aomine, volteando a ver a su hijo- ¿Cuándo planean mudarse juntos?

 

-Lo antes posible- dijo Daiki apresurado- ya que pronto seremos padres- dijo bajito.

 

- ¡AOMINE DAIKI!- gritaron sus padres molestos- ¿Cómo te sientes Taiga? ¿Necesitas algo?- preguntaron curiosos.

 

- ¿A mi me regañan y a él lo consienten?- se quejó cruzándose de brazos.

 

- Por supuesto, es responsabilidad del Alfa- dijo su padre rodando sus ojos- además Taiga es el nuevo miembro de esta familia- dijo su madre sonriendo.

 

- G-Gracias- dijo con los ojos llenándose de lágrimas.

 

- Oh cielo- dijo la mujer parándose para abrazar al pelirrojo- no llores cariño, ya no estarás solo- prometió.

 

- Hablaré con nuestro abogado para que prepare la acta de matrimonio, los quiero casados lo más pronto posible- dijo su padre, parándose tocando el hombro de su hijo- necesitamos hablar.

 

Daiki dejó un momento a solas a Taiga con su madre, quien le estaba tips para el embarazo, mientras él y su padre entraban en su oficina.

 

-Ahora que ya comienzas a formar a tu familia debo darte esto- dijo sacando un viejo libro algo roto- es el diario de tu bisabuelo, ha pasado de Alfa en Alfa en esta familia cuando un nuevo miembro se agregaba a la familia- dijo entregándole el libro- ahí vienen todas las respuestas a las preguntas que puedan llegar a surgirte a lo largo de los años, tu abuelo y yo mismo le hemos agregado unas cosas, así mismo se que también tu le agregaras cosas que te sucedan con tu cachorro.

 

Tomó el libro asintiendo a sus palabras, antes de sentir la mano de su padre sobre su hombro, haciéndolo levantar la mirada.

 

-No hiciste las cosas como me hubiera gustado, pero no evita que sigas siendo mi hijo, aún recuerdo al pequeño cachorro que corría a recibirme en las tardes, ahora tendrás a tu propio cachorro que te espere- dijo sonriéndole levemente- cuida mucho de ellos, ellos serán tu luz y mayor motivación ahora.

 

-Gracias papá- dijo dándole un abrazo, para después salir viendo a su pareja riendo ante las anécdotas que contaba su madre- podrías evitar dejarme completamente en evidencia, hay cosas que él debería descubrir él solo.

 

-Bueno eso es cierto- dijo su madre sonriendo misteriosa- te deseo mucha suerte Tai-chan, mi pequeño Daiki en muchas ocasiones es un completo desastre, aunque tiene un corazón de oro.

 

- Se le nota- dijo sonriendo suavemente, tomando su mano.

 

-Bueno, mañana creo que nuestro abogado tendrá el acta de matrimonio, así que pueden ir y disfrutar del día- dijo el señor de la casa, y ambos jóvenes asintieron despidiéndose de ellos.

 

- ¿Nervioso?- preguntó Taiga cuando estaban fuera de la casa, Daiki asintió jalándolo suavemente a un pequeño parque.

 

-Obvio, seré padre, aunque creo que no haremos nada mal- murmuró seguro, besando sus manos unidas- aunque debes anunciar tu retirada temporal del equipo, no quiero que nada malo les pase.

- Relájate Daiki- dijo rodando sus ojos- estaremos bien, somos fuertes- dijo guiñándole un ojo, antes de sonrojarse.

 

-Tan lindo- se burló inclinándose para besar sus labios.

 

Pasaron parte de la tarde hablando de mil y un cosas, conociéndose un poco más, hasta que la noche cayó Taiga logró convencer de que el moreno pasara la noche con él y así terminaron ambos durmiendo abrazado.

 

Cuando despertó estaba solo en la cama, extrañado se levantó viendo que el lugar estaba solo, entonces buscó entre sus contactos su nombre sin encontrarlo, pero al querer salir a buscarle recibió un mensaje de Tetsuya pidiendo que cuidara a los pequeños, así que sin tener más tiempo se cambio saliendo del departamento llegando a la casa de los Murasakibara cuidando a los pequeños, luchando contra sus malos hábitos de comer muchos dulces, hasta que llegó la madre del peli celeste, entonces se fue, decidiéndose a pasar por el café, antes de ir a buscar al moreno.

 

Al entrar el lugar estaba ya repleto, pero aquel aroma varonil y dulce lo llamó viendo al moreno, achicó su mirada antes de regresar su mirada al peli lila, preguntando por si lo conocía ya que eso le sonaba mucho.

 

- No lo sé Kaga-chin, probablemente Tetsu-chin sepa- dijo en tono aburrido- ¿Se portaron bien?- preguntó y entonces fue que el pelirrojo comprendió.

 

- Fueron un encanto como siempre Murasakibara- dijo sonriendo suavemente- aunque batalle para que Akira comiera hoy, al parecer que su hermano estuviera comiendo comida solida y ella no, no le fue de mucho agrado- recitó tal cual, pensando que tal vez aquello había sido un extraño deja vú, pero no le dio mayor importancia cuando el moreno se paró para hablar con él, porque al final de todo, ese moreno era su pareja destinada y tendría una familia a su lado.

Notas finales:

Gracias por leer~


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