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Obsesionado Contigo por Neko_san

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Notas del fanfic:

¡Hola! De anticipado quería dar las gracias a vosotros por darle una oportunidad a este fanfic :'D ¡Muchas Gracias y espero que sea de su agrado! 

Los personajes son propiedad del gran Tadatoshi Fujimaki.

Notas del capitulo:

¡Hola de nuevo! He despertado de mi sueño de mil años :'v ahre xD De anticipado quiero advertirles que este fanfic tendrá algunas malas palabras :'v y "puede que hiera al lector" *voz aguda* Es broma :'v 

Espero que les guste 7u7r 

(Abajo habra una breve explicación for me 7u7)

¿Cuándo había empezado todo esto? Se preguntaba Aomine aún. ¿Aquella vez en la que sus miradas por primera vez chocaron? No, Aomine lo recordaba perfectamente.

Jardín de Infantes, todo había empezado en un lugar tan lleno de inocencia y juventud. Aomine no era como todos los niños que reían por cualquier broma o se asombraba por cualquier truco de magia. A Aomine no le interesaba en absoluto, él era un niño muy solitario y no porque sus compañeros lo aislaban, el mismo se aislaba. Pero… todo cambio cuando un nuevo compañero que… con solo una sonrisa, lo cautivo.

-Ahomine, ya sé que soy demasiado bello pero por favor disimula al menos.-Se despertó de sus pensamientos para ver a su amigo agitar su mano frente a sus narices. -¿Hay alguien en casa?

-¡Tsk! No seas idiota, si no hubiera sido por tal tonto ahora mismo estaría durmiendo. –Se quejó para seguir con su camino y dejar atrás al peli rojo.

-Encima que te invito a comer en Maji Burger y ahora vamos a jugar baloncesto… ¿Estas en tus días? –Pregunto para seguirle el paso y colocar su brazo en los anchos hombros del moreno.

-Bakagami, es solo que me aburre siempre ganar. –Alardeo con una sonrisa ladina y comenzar a correr. – ¡El que llega último es un huevo podrido!

-¡Ah! ¡Idiota! –Esbozo el doble cejas para salir junto a él.

Cada milisegundo que pasaba con su amigo, lo apreciaba y lo amaba aunque no lo dijese. Por qué… sabía cuál sería la reacción del As de Seirin si se enterase de sus sentimientos y de sus actos ¡Lo sabía más que nadie!

Ambos se conocieron en aquella sala de infantes. Los profesores habían hecho un espectáculo especial llevando a unos cuantos magos y entre ellos, unos cuantos trucos, Aomine murmuro solo la especulación de cómo funcionó ese truco a lo que Kagami, sorprendido al igual que los demás niños, lo oyó y lo contradijo enfurecido y así, ambos comenzaron una lucha de palabrerío hasta que fueron sermoneados.

Recreos y recreos y Kagami apreció el aislamiento de Aomine, el niño con quien peleaba, y un sentimiento de pena se incrustó en su corazón ofreciendo así su amistad para que su soledad se fuese y enseñarle la diversión pero como Aomine se negaba a relacionarse con otros niños, no quedo de otra para el pequeño Kagami que quedar a su lado, ellos dos solos.

Y con el pasar el tiempo y conocerse el uno al otro, ambos se volvieron amigos y… mejores amigos a pesar de sus peleas. Pero como dicen, sin bullying no hay amistad. Se volvieron tan unidos pero cabía decir que Kagami también era alguien social y le gustaba pasar tiempo con sus compañeritos lo que hacía que Aomine se molestara y luego lo dejase de hablar dejando a un confundido Kagami. Celos, era la palabra correcta y desconocida para Aomine.

-¡Ja! Hasta en eso te gano ¡Bakagami! –Comentó para rebotar el balón entre sus manos y ver al peli rojo llegar con la respiración agitada. Aomine le dio una sonrisa con doble mensaje… ¡A jugar! A lo que el bronceado entendió y ambos comenzaron un difícil pero divertido partido en la cancha del parque.

-Aomine, no puedes sentir algo así por un chico. –Reprochó una mujer para acariciar los finos cabellos azules del pequeño.

El día en que mamá vio accidentalmente que yo peleaba con Kagami porqué una niña se le había confesado. Al salir de la escuela me dijo aquello. “Sentir esos sentimientos por otro niño estaba mal, no debía estar permitido” y al final de un suspiro un… “Que papá no se entere”

Yo la mire confuso ¿Por qué estaba mal? ¿Acaso no es igual que sentirlo por una niña? El sentimiento era lo mismo. Pero papá no lo permitiría, era lo único que sabía.

Cada que veía a Kagami mi corazón se aceleraba, mi cuerpo se descontrolaba, mi pensamiento explotaba y mi mundo giraba en el.

 Siempre hacia una escena de celos cuando veía que una niña se le confesaba a Kagami o que él las ayudaba o inclusive cuando hablaba con otro compañero. Él no debía hacerlo, el era MI amigo… él era mío… pero Kagami siempre se disculpaba aún confuso, no sabía lo que hacía mal pero aún así se disculpaba para luego sacarme una sonrisa… y el darme otra.

-¡Ah! ¡No puede ser! –Ambas respiraciones se encontraban agitadas, el sudor resbalaba de sus rostros y cuerpos. Aomine lo miro al principio serio pero… no duro mucho para cambiarla a una sonrisa victoriosa. -¡No te burles! ¡Ahomine!

-¡Jaja! ¡El único que puedo vencerme soy yo!

-¡Ka-Kagami-kun! –El dúo giraron los rostros para encontrarse a un par de chicas que desde que habían empezado a jugar los estuvieron observando, en especial una chica de pequeña estatura que miraba entre nerviosa y avergonzada a  Kagami. – ¿P-puedo hablar con usted? –Kagami sonrió para asentir y seguir a la pequeña chica a un lugar más alejado.

Ya sabía lo que sucedería.

-Aomine… me mudare a los Estados Unidos.

Todo iba bien hasta que… Kagami tuvo que mudarse a los Estados Unidos y dejar a un lastimado y abatido Aomine. Tendría que volver a la oscuridad, a la soledad, a la tristeza nuevamente. Kagami ya… no estaba con él…

Allí fue cuando… la mente de Aomine, se rompió como una vidrio, en miles de pedazos.

Aomine… ya no era él. Cambió por completo.

Siempre esperó una carta de su mejor amigo, que nunca llegaba. “Seguro todavía no ha llegado” “Tal vez tiene mucha tarea” “¿Y si… estaba con una chica?” ¡No! ¡No podía estar sucediendo eso! ¡El no haría algo así! Cada hora… cada minuto, cada segundo un “¿Qué estará haciendo Kagami?” Lloraba por las noches por no poder estar a su lado. Reía por recordarlo y se enfurecía por acordarse de los estúpidos de sus amigos y las niñas que se le confesaban. Pero jamás se olvidaría de la promesa de un “Volveremos a vernos” Que lo mantenía aún vivo y con esperanzas.

-¿Y qué tal? –Preguntó con desinterés Aomine mientras anotaba algunos puntos y veía a su amigo regresar. 

-Bueno… yo, le dije que no. –Confesó sonrojado Kagami.

-No te entiendo imbécil ¿Ya cuantas chicas se te han confesado este año? –Aomine fue hacía una banca para sentarse, abrir las piernas y suspirar.

“¿Ya cuantas zorras se te han confesado este año?” –El ojo de Aomine dio un tic incapaz de ver Kagami.

-No pensaras en eso del “Amor verdadero” –Reparo con voz de aguda Aomine para ver la vena de Kagami y recibir un golpe en su hombro.

-Ya cállate. Oye… tengo ganas de ir a tu casa ¿Vamos? –Kagami se sentó de cuclillas al frente de Aomine para regalarle una sonrisa haciendo que el moreno no pudiera resistirse a aquel gesto.

-¡Tsk! Está bien, pero no te puedes quedar a dormir. –Aclaro para comenzar a caminar.

-¿Por qué?

-Tengo cosas que hacer. Me haces de comer, jugamos videojuegos y te largas.

-¿Crees que soy tu sirvienta? Idiota.

Pero todo, todo empeoro cuando se volvieron a reencontrar en aquel partido de Seirin vs Tôô… ambos jugaban baloncesto y eran los As de cada equipo… Aomine se enamoró completamente…

Fue allí que los pedazos de vidrios… desaparecieron. Igual que la cordura de Aomine.

-Y hoy en las noticias, ayer por la noche la jovencita Ami Sawako se reporto como desparecida tras ser vista por última vez por sus amigas en un antro que asistieron juntas, luego de esa la joven desapareció. Los padres de la jov-

El televisor se apagó drásticamente mientras los sollozos femeninos se hacían escuchar y las lágrimas ensuciaban el suelo.

-Qué hermosa te veías en la televisión, Ami. –El rostro de un moreno apareció detrás de su cabeza para dar una sonrisa tan macabra como espeluznante y lamer la mejilla de la joven. -¿Ahora sabes lo que pasa cuando te metes con mi Kagami y luego andas de golfa? –La chica asintió rápidamente solo para molestar más a Aomine. –Qué respuesta más errónea.

Sangre, sangre era de lo que se escurría por el ojo derecho de la chica… incrustado por un cuchillo. Cayó al suelo mientras la sangre y lágrimas se mezclaban.

-¡Kagami es solo mío! ¡Jajaja!

Fue allí… donde Aomine, desapareció. Donde sus manos se mancharon de sangre por primera pero no última vez y… su mundo… giraba totalmente alrededor de Kagami.

Los dos llegaron al departamento de Aomine para esté echarse en el sofá y encender la tele.

-¿Qué no vas a preparar la comida? –Pregunto burlesco para recibir una patada de Kagami.

-Luego, primero juguemos a los videojuegos. –Suplico para recibir un suspiro de Aomine.

-Está bien… pero me debes una Maji Burger. Iré a la habitación de atrás para coger la Play. –Se fue casi corriendo siendo observado por un sorprendido Kagami.

“¿Tanto ánimos tiene de jugar?” –Se pregunto.

-¡Aomine, dejare mi chaqueta en tu habitación! –Gritó para ir a paso lento a la habitación del moreno que como siempre, se hallaba oscura. Giro la manija y la empujo para poder introducirse a la pieza y encenderla luz pero en cuanto lo hizo…

El suelo recibió una chaqueta, el cuerpo de Kagami temblaba, no reaccionaba. Su boca se abrió tanto como sus ojos. El olor era nauseabundo, sus piernas perdieron fuerza, tanto así que se dejo caer en el suelo.

Había una mujer desnuda en su cama, bañada toda de sangre, tanto las sabanas como el suelo…

-Aomine… ¿Qué has hecho? –Murmuro con lágrimas en los ojos.

-No tuviste que haber entrado… -Giró en sí para solo chocarse con un golpe tan fuerte que todo a su alrededor… se volvió negro. –No tuviste… Kagami…

"El principio"

Notas finales:

Holos 7u7r espero que les haya gustado y... aquí la breve explicación xD 

En lo que se desarrollará más de la historía tambien lo hará el pasado de Aomine y y voi a herir vuestros sentimientos! Muajaja! *se ahoga* raios :'v Podeis mandadme algún reviews si lo desean 7u7r los espero beibi 7u7r

Nos leemos!


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