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Atrapados en un videojuego. por Glacia Hailstorm

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Notas del capitulo:

¡Hola chicos y chicas! Les doy la bienvenida a mi fanfic... Mi primer fanfic ¡ahhhh! Me siento feliz y nerviosa de que me estén leyendo, pero de todo corazón me siento más alegre que nada ♥

Primero que todo, primero que nada (no sé si habrán visto ese meme pero bueh XD), pues, verán, únicamente tengo dos parejas oficiales para esta historia las cuales son: Aioros x Shura y Milo x Camus, por supuesto que no solo serán esas parejas, el resto será decidida por votación de ustedes, así que si quieren que una pareja aparezca dejénla en un review ♥

Sin más que decir, gracias, espero que disfruten la lectura :)

Capítulo 1. Viaje al mundo desconocido.

Todos los caballeros dorados y hasta los jóvenes de bronce estaban reunidos en la casa del caballero de leo, era un día lluvioso, por eso decidieron que sería buena idea que se reunieran todos.

Shion preparaba las gomitas, también picaba fruta fría y las ponía juntas en un plato para acto seguido ponerles chile y limón, con la ayuda de Saga vaciaban las enormes bolsas de papas que había traído Aldebarán junto a Mu en platos hondos gigantes. Ikki ayudaba acomodando los platos en la mesa que centro para la velada de aquella noche. Mu y Aioria ponían velas para iluminar la habitación donde estarían todos. Aioros, Aldebarán y Kanon ayudaban a traer los sillones y sillas de otras habitaciones del templo del león.  Mientras Seiya los acomodaba bien. El pequeño Kiki ponía los vasos, platos, tenedores y cucharas desechables y ponía los refrescos helados en la extensa mesa de centro, esta última estaba frente a la gran televisión de plasma.

El tiempo transcurría, y llegó Shura junto con Afrodita, el capricornio cargaba con nieve y chocolates de distintas combinaciones y Afrodita cargaba con crema batida, jarabe de chocolate y chispas de chocolate.

-Sé que estas cosas hacen que salgan mil granos, pero, ¡son tan deliciosos! – Dijo el joven peli celeste mientras dejaba todo en la barra de mármol de la cocina sonriendo ampliamente.

-Dita, una vez cada cierto tiempo nunca hace daño – Sonrió Shura dulcemente a su amigo.

-Mmmm… ¿Por qué no ha venido Masky? – preguntó de repente Dita mientras veía a Shura.

-Ya vendrá – Dijo tranquilamente.

Pasado el rato, llegaron Camus, Hyoga, Milo, con una gran canasta cubierta con plástico, llena de macarons, de diversos colores, muy bien hechos por Camus con la ayuda de Hyoga. Dohko, Shaka, Shun, Shiryu llegaron casi detrás de ellos ya que les quedaba bastante cerca la casa del de leo, traían más refrescos y unos cupcakes muy lindos, ellos se habían organizado para hacerlos horas antes de dicha velada nocturna. Mientras acomodaban todo, Deathmask llegó con unas cajas de pizza.

Cuando todo estaba acomodado y preparado, comenzaron a conectar los cables de la televisión con el Xbox. La segunda razón por la que hicieron aquella velada a parte de la lluvia, era debido a que Aioria y Aioros habían comprado un nuevo juego, que había hecho estreno ayer, querían estrenarlo, y qué mejor que junto a sus compañeros de armas y amigos. Aioros se inclinó frente a la consola que estaba en el mismo mueble de la televisión, insertó el disco y lo cerró, la tele estaba en HM04, por lo que prendió la consola y cuando esta prendió, seleccionaron el juego, todos estaban ansiosos. Aioros se sentó entre Shura que le sonreía perdidamente y su hermano, quien se había sentado con Mu.

El juego dio inicio, mostrando criaturas fantásticas, caballeros y seres mágicos combatiendo. El juego se llamaba: "Dragon Age: The Revenge" (por supuesto inventado) aquel juego consistía  en dominar reinos, derrotar a las fuerzas oscuras que amenazaban con conseguir el poder absoluto, esto solamente se lograba al dominar todos los reinos, los cuales contenían líderes/jefes/militares que tenían el mismo objetivo, por lo que también se luchará con ellos. Cuando esto sucediera aparecería un ser divino, aparentemente el creador de todo, nunca antes visto, pero este aparecería solamente ante el grupo de caballeros/guerreros que dominaron todo, este dichoso ser, les otorgaría poder para que ellos pudieran seguir brindándoles paz a todos los demás reinos. Pero algunos guerreros no querían ese poder para la paz, sino para tener control de todo el mundo, como un guerrero, en peculiar, que dominaba las sombras, junto con sus increíbles bestias, preciosas para el ojo humano, pero llenas de ira y maldad. El juego estaría lleno de desafíos y muchas batallas complicadas para los guerreros que dominan solamente la magia, cada quien con un acompañante asignado, que es una criatura de apoyo que con el camino va madurando, creciendo, obtenido habilidades de combate, ataques y un lazo especial con su amo, también se puede obtener más, pero es complicado debido que se debe crear un vínculo entre la persona y la criatura. Al menos eso decía en la introducción que estaba leyendo el león a sus amigos.

Shura recargó su cabeza en el hombro de Aioros mientras veía el juego, este por su parte pasó un brazo por la cintura del capricornio y la estrujó levemente sacándole una risilla a la cabra.

Después de la introducción, se veía la modalidad de juego, les pareció interesante, se podía jugar hasta con 4 jugadores en el modo historia, podían personalizar a su "héroe" y elegir a una criatura basándose en las estadísticas y habilidades que naturalmente poseía el personaje.

Después de eso, comenzaron a jugar, en cuánto terminó la típica persona que te explicaba como atacar, saltar, hacer ataques especiales, etc. Unos simplemente veían y se divertían por los comentarios y quejas de los que estaban jugando (como Shun, Shaka y Mu), otros esperaban su turno para jugar y ponían atención a lo que debían hacer (Hyoga, Seiya, Shura, Aldebarán, Milo, Dohko, Shiryu, Ikki, Deathmask), otros no le daban mucha importancia por lo que se limitaban solamente a ver o estar en el celular (Afrodita, Shion, Camus) y los 4 jugadores que estaban con su atención a la pantalla gigante de plasma en medio de la sala (Saga, Kanon, Aioros y Aioria).

-Maldición, ¿cómo se supone que les de apoyo si ni siquiera me dejan pasar para atacar? – Se quejó Aioria mientras miraba enfadado la pantalla.

La lluvia parecía no cesar y comenzaron los truenos, los chicos no prestaban atención a aquello, ya que estaban centrados en comer pizza, papas, chocolates, dulces, nieve entre las demás cosas que habían traído para disfrutar aquella noche, más los chistes, risas y abrazos.

-¡Mi turno! – Dijo Seiya al ver que habían completado la misión.

-¡Si, si! Yo también quiero jugar – Exclamó el dragón.

-Bueno, he esperado bastante para esto – Dijo Shura mientras Deathmask le pasaba el control.

-Afrodita, ¿por qué no juegas también? – Preguntó Seiya  mientras miraba al de piscis.

-No soy muy bueno con los videojuegos – Aclaró mientras acomodaba su melena celeste – Tengo mucha estática. Qué raro – Dijo mientras miraba su cabello electrizado – En fin, no quiero sonar grosero, pero no gracias – Con un tono sutil.

-Anda juega  -Dijo Deathmask sonriendo, mientras lo levantaba a que tomara el control de forma algo brusca.

-Langosta tengo el refresco en la mano – Dijo Dita temeroso, no queriéndola volcar sobre la consola o la conexión que estaba en el suelo cerca de ellos, ya que en esta estaba la tele y la consola conectados.

-Es cangrejo – Gruñó- Pero no pasa nada, juega un poco, te divertirás – Dicho esto lo empujó más fuerte, haciendo que Afrodita se fuera hacia adelante, tropezó con el pie de Kanon y volcó su bebida sobre la conexión.

Cuando esto pasó, Dita tenía cara de asustado, pero aliviado porque no se había electrocutado. Este estaba tendido en el suelo, frente a la conexión y el charco de la bebida gaseosa. Se alarmó cuando la tele se había apagado de repente.

-Les juro que no fue mi intención – Volteó mientras bajaba la mirada apenado – Pero tengo una idea, iré por algo de arroz, leí que absorbe perfectamente el agua – Dijo intentando levantarse.

Pero cuando puso una mano sobre el charco de refresco accidentalmente, y Dita tenía estática, esta reaccionó en la conexión, haciendo que muchos rayos eléctricos recorrieran la habitación y que uno por uno de los caballeros fueran electrocutados, causándoles un afro divertido.

Todos abrieron la boca al mismo tiempo sacando un poco de humo grisáceo de estas. Afrodita con la cara contra el suelo la levantó con expresión de: "¿Por qué a mí?". Trató de volverse a levantar esta vez con la otra mano, pero no se había fijado que había refresco en ese lugar también, volviendo a hacer la reacción de la conexión, pero esta vez encendió la tele mientras salían rayos eléctricos al alrededor de todos.

-¡Ay por Zeus! – Gritó Afrodita mientras se lanzaba a abrazar a Deathmask, queriendo que la langosta dorada se friera con las descargas eléctricas en vez de él.

– ¿...Q-Qué...? – Dijo sorprendido el cangrejo al tener encima de él a Dita, lo que le causó un leve sonrojo.

Los rayos eléctricos se acercaban como serpientes a los caballeros atemorizados por una segunda descarga eléctrica. Lo que desconcertó a Aioros fue cuando al parecer una de esas "serpientes" abrió la boca y emitió el típico sonido de los reptiles sin extremidades.

-¡Demonios! ¿Vieron eso? Parece como si tuvieran vida – Dijo asustado.

Todos los caballeros se habían hecho bolita en un solo lugar, unos abrazando a los otros para protegerse o proteger a los demás. Una de las serpientes amenazó a Shura quien trató de retroceder, haciendo que se pegase más a Aioros a quien estaba abrazando.

-¡AHHHHHHH! – Gritaron Aioros y Shura al momento que son tocados por aquella serpiente, su cuerpo se fue deshaciendo como si fueran de píxeles y desaparecieron.

-¡Hermano! ¡Shura! – Gritó el león mientras las lágrimas invadían su rostro desesperado.

En cuanto Aioria se levantó a hacerle frente a una de las serpientes, Mu lo tomó del brazo.

-¿Qué crees que haces? – Dijo muy preocupado la ovejita.

–Iré por mi hermano – Zafándose del agarre de la oveja y lanzándose a una de las serpientes.

-¡No! ¡Aioria! –Chilló Mu, mientras veía como este desaparecía.

Mu se la pensó mucho para ir junto a Aioria, pero decidió hablar a una de las serpientes, se puso firmemente frente a una de ellas:

– ¿¡Dónde están!? –Gritó Mu, preocupado.

Una de las serpientes de acercó peligrosamente a Mu.

–Eso lo sabrás cuando te transportes con ellos – Dijo sin dar mucho detalle.

– ¿Qué dices? – Mientras se ponía frente a su pequeño discípulo, a quien veía como su hijo, estaba dispuesto a protegerlo como a nadie.

En cuanto el “reptil” eléctrico quiso atacar a Mu y Kiki, este puso su muro de cristal haciendo que la criatura al contacto con este se esparciera por todo el cristal hasta que parecía que se había desaparecido. Mu suspiró, cargó al pequeño Kiki y lo puso cerca de sus compañeros, faltaban más serpientes que amenazaban a sus compañeros, cuando vio como una de ellas estaba recibiendo corriente eléctrica y haciéndose más grande.

– ¿Pero qué...? – Dijo incrédulo de lo que veía.

– No tenemos opción – Habló rápidamente Camus – Tarde o temprano nos atraparán y nos transportarán a alguna parte según dicen, no podemos abandonar a Aioria y los demás –

– Pero Kiki... – Dijo muy preocupado Mu.

– Yo iré con ustedes maestro – Dijo firmemente y tratando de mostrarse lo más serio con este último.

Los ojos turquesa de Mu se posaron sobre los morados de Kiki, sin tomarle importancia a las serpientes que los amenazaban, estaba preocupado, realmente preocupado, no se perdonaría si algo le pasaba a su pequeño Kiki, pero tenía que ser fuerte por él, así que le asintió, y el pequeño sin temor asintió con una enorme sonrisa.

–Prometo que no lo defraudaré maestro – Dijo el pequeño mientras tomaba la mano de Mu.

– Creo en tu palabra Kiki – Sonrió Mu, cuando levantó la mirada a sus compañeros, los miró a todos, se habían levantado para enfrentar a las criaturas eléctricas – Sería buena idea que todos nos tomáramos de las manos –Agregó tratando de sonar lo más tranquilo posible.

De inmediato todos se tomaron de las manos. Y las serpientes se acercaron para atacarlos, Mu cerró fuertemente los ojos y Kiki vio como todos se hacían de pixeles, incluyéndolo y desaparecían.

Aioros estaba recostado bajo un árbol solitario y sin personas a su alrededor, parecía como si estuviera en medio de un bosque. Este despertó lentamente, se sentía algo cansado y mareado, miró a su alrededor, no conocía aquel lugar.

– ¿Dónde está Shura? – Preguntó en voz alta para sí mismo mientras estaba pensando en su amada cabra.

De repente detrás de él, escuchó un crujido, entre los arbustos, Aioros volteó creyendo que sería quizá Shura. Cuando salió un hermoso pegaso blanco, con crin y cola del mismo color que iban aumentando el color hasta que las puntas terminaban en un tono dorado intenso, tenía los ojos del mismo color que Aioros, pero más brillantes, ya que entre las sombras de los árboles se veían más intensos. Portaba con una armadura dorada con algunos rasgos de color plateado que empezaban desde su cabeza, cubriendo la parte de arriba y dejando libre la de abajo, esta dejaba ver los ojos y orejas de aquel corcel con alas, la misma armadura también cubría el cuello de la parte de arriba, que tenía pinchos muy finos como cuchillos dorados y tenía una especie de colchón enplásticado en la parte de abajo color morado oscuro. Tenía unas grandes alas blancas con terminaciones doradas igualmente. En el pecho tenía armadura también, con una gran gema del color del cielo en el centro, con grabados griegos en la armadura, esta estaba conectada con el cuello y seguía en el lomo de la criatura, tenía una silla de montar acolchonada color morado oscuro y las orillas de esta eran doradas, haciendo juego con la parte de la cabeza. Poseía pesuñas doradas tan resistentes como el diamante y pesadas como el oro, estas estaban cubiertas por la armadura dorada un poco arriba de las pesuñas, cumpliendo el papel de un calcetín al cubrirle la parte baja de la pata, que tenía esa especie de rayos que tenía la armadura de sagitario en la parte de la cabeza en cada pata.

Aquella criatura sorprendente a los ojos de sagitario se acercó a él y apoyó su cabeza en el hombro del de cabellos castaños, luego se alejó e hizo una seña con la cabeza para que le siguiera, pero Aioros no se movió, estaba pensando: ¿Qué es esto? ¿Por qué aquella criatura le trataba como si lo conociese? ¿Dónde estaba Shura? ¿Dónde estaba?

El pegaso comenzó a caminar a donde quería llevar a Aioros, pensó que sería buena idea porque quizá lo seguiría, pero el sagitario solo logró quedarse en el mismo lugar.

–Un minuto... – Dijo en un susurro mientras recordaba todo lo sucedido en la casa de leo, las serpientes, como salió electricidad casi de la nada, como él y Shura desaparecían en pixeles, el videojuego; todo era tan raro, era como un rompecabezas imposible de armar. El pegaso lo miraba desconcertado, cuando Aioros construyó una conclusión algo tonta, pero no perdía nada en preguntar a un ser sin voz humana – ¿Tú eres mi acompañante? –Preguntó finalmente mientras se acercaba firmemente.

El pegaso asintió, mostró una sonrisa y reanudó la caminata pensando que habían acabado las dudas, pero no fue así.

– ¿Dónde está Shura? – Esta vez preguntó con un tono preocupado.

El pegaso trató de usar la telepatía con Aioros, cerró sus ojos y se concentró en el vínculo que llevaba con este, el corcel alado podía escuchar los latidos de sagitario y los suyos, cuando abrió los ojos miró a sagitario tratando de contestar a sus preguntas.

– Me temo que Shura, está muy lejos de nosotros, amo –

– ¿Qué dices? – Dijo incrédulo más que por la forma telepática de comunicarse, era por el de Capricornio, suponía que era porque estaba acostumbrado a que solía hablar vía cosmos – ¿Dónde está?

– Según he escuchado últimamente, se encuentra en Dragnor, el reino de las sombras –

– ¿Quieres decir que realmente estamos en un videojuego? –

– Si – Mientras asentía lentamente.

– ¿Y cómo puedo salir de aquí? ¿Mis demás compañeros están aquí también? – Preguntó recordando como las serpientes los rodeaban.

– Todos sus compañeros se encuentran aquí, respecto a la salida, quizá el creador de todo tenga el suficiente poder para devolverlos a su mundo –

– Pero eso solo se obtiene conquistando todos los reinos... – Dijo más para sí mismo que para su acompañante cuadrúpedo, este interrumpió sus pensamientos para darle una declaración más.

– Con respecto a sus compañeros – Le dijo mentalmente el pegaso – Es muy probable que ellos no recuerden que vienen del mundo real, debería aclarar que es muy cierto que no recuerden absolutamente nada ninguno, más que su papel de dominar y proteger sus reinos, como si este fuera su lugar de origen –

– ¿Qué acabas de decir? ¿Entonces cómo es que tú y yo sabemos esto? –

– Ya que tú, tienes una voluntad más fuerte que antes, ya que no tienes miedo ni culpa que puedan cegarte, es muy probable que tus compañeros con el paso de los meses recuerden pequeños fragmentos de su vida al hacer ciertas cosas, yo sé esto porque, bueno, soy un ser mágico, yo sé la vida de mi amo aunque sea de otra dimensión – Dijo simpáticamente el pegaso.

– Aioria... – Susurró bajando la mirada – ¿Y Aioria dónde está?

– Según mis informes se encuentra en Lionlight, él está bien, es el líder de aquel lugar, al igual que... Shura en Blaikaros, amo – Bajando la cabeza, sabía que no le gustaría saber que Shura era el líder de Dragnor, ya que este se convertiría en el antagonista.

– ¿Shura? ¿Líder de Blaikaros? Quieres decir que... ¿Él quiere el poder para el mal? –

– No tenemos tiempo, debemos irnos a Winglysus (léase Wing-laisus) – Mientras se acercaba rápidamente a Aioros y se ponía a su lado para que le montara.

El castaño le miró confundido, para acto seguido subirse a su pegaso, con algo de desconfianza. Este al tener a su amo encima comenzó a correr para tomar vuelo sin problemas, extendió sus alas y saltó, acto seguido empezó a aletear y se elevó en el cielo. Esto le recordaba de algún modo a la armadura de sagitario.

Estaban lo suficientemente arriba para que este pudiera contemplar el paisaje debajo de ellos, pasaban por un extenso bosque en el que se encontraban tierra abajo anteriormente, luego, aparecían indicios de población humana, donde vieron un pueblo, lleno de personas, puestos y pastizales, cuando al final vio un enorme castillo, el pegaso descendió en el puente gigante de madera. aioros miraba embelesado aquel lugar.

Continuará...

Notas finales:

¡Hola! ¿Qué les ha parecido? Me gustaría saber qué es lo que piensan y si quieren darme ideas para que sea más cómodo leer.

¿Han pensado más parejas? ¡Me encantaría saber de quienes se trata!
¿Les gustaría aportar en ideas sobre las criaturas que acompañarán a nuestros queridos caballeros? Por ejemplo, Deathmask con un Cerbero, Kiki con un gato telequinético, etc. O también en las habilidades de combate y vestimenta de los caballeros... En fin, cualquier idea que aporten será leída y tomada en cuenta.

¡Nos leemos luego! ¡Besos! :)


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