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¿Cómo podría decirlo? por DAIKAI69

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Notas del fanfic:

Hola! Este es mi primer fic! he traducido algunos fics a español y actualmente ayudo en la corrección de otros también. Esta vez me he animado a intentar escribir uno ahora que tengo mas tiempo, espero sea de su agrado, disculpen las faltas de ortografía y la redundancia creo que eso me mata las buenas ideas siempre! me es muy dificil corregirme a mi misma asi que espero su retroalimentación! 

¿Qué les puedo comentar de este fic? pues, no será muy largo o eso es lo que creo por ahora.. veremos como va surgiendo, tengo la idea principal pero siempre salen cosas de camino! es divertido que sea asi !

Al comienzo iba a ser un songfic  full Angst, creo que le pega bien a esta pareja ¿ó  es que al fandom le gusta verlos sufrir?, pero soy muy indecisa asi que preferi que fuera un poco cursi también, eran muchas canciones para que fuera solo un songfic! asi que se los comento por si alguien lee alguna frase que le suene de alguna cancion no me acusen de plagio!! 

sin mas rodeos, disfrutenlo!

Notas del capitulo:

Disclaimer: todos los personajes le pertenecen a Eiichiro Oda.

Aquel inmundo lugar estaba atestado de gente por doquier. La música sonaba estruendosa y los bajos retumbaban dentro de todo el lugar producto de la mala ecualización de los viejos equipos de sonido. El olor a alcohol, tabaco, hierba y otras sustancias estaba impregnado en cada rincón y las voces se mezclaban en el ambiente como murmullos, sin poder realmente diferenciar una de otra.


Había muchos grupos de personas en el antro; desde fuera del recinto en la calle, en las terrazas, en los estrechos pasillos, en un viejo patio en el centro del lugar, hasta en la salida de emergencia; Pandillas, mujeres borrachas, viejos amigos intentando charlar a gritos animadamente, uno que otro sujeto vendiendo sustancias ilegales en alguna mesa alejada. Pero también había solitarios que bebían ensimismados, perdidos en sus pensamientos y ajenos a aquel bullicio del lugar.


Uno de ellos era Trafalgar Law. Él solía frecuentar algunos bares cuando tenía ganas de un polvo o algo rápido, siempre en busca de algo que no le demandara mayor tiempo, no era de los que se la pasaban ligando por ahí solo para coger una noche, tenía muchos asuntos más importantes que atender, para su ventaja siempre le había sido bastante fácil conseguir su objetivo, con su piel morena tatuada, su oscuro cabello, sus hermosos ojos grises, su buen porte y su aire misterioso solo bastaba con una frase barata o unas cuantas miradas sugerentes para que cualquiera quisiera un momento a solas con él. Pero en aquel antro donde ahora se encontraba solo podía distinguir las caras en un deplorable estado de los sujetos sentados a lo largo de la barra la cual estaba escasamente más iluminada que el resto de aquel sombrío lugar y no le entusiasmaba para nada la idea de coger con cualquiera de esos inmundos sujetos, menos aun con los que gritaban, cantaban y bebían cerca suyo. A pesar de ser de los de "una noche" era un tipo selectivo y no compartía cama con cualquier salido que se le cruzara.


—Este lugar es un asco— Pensó mientras apoyaba la mano en su barbilla y agitaba suavemente el hielo que se derretía lentamente en su vaso de whiskey.
—Mejor me vuelvo a casa en vez de perder mi tiempo aquí— Terminó por decidir al voltearse y observar como unos sujetos se golpeaban torpemente derribando mesas y todo a su paso.
Fue entonces cuando le vio.


Cabello rojo como el fuego, una piel tan blanca que llegaba a resplandecer cuando la escasa luz le tocaba, un cuerpo perfectamente moldeado por la mano de un dios... ese hombre era jodidamente perfecto y eso solo causo una molestia al moreno al sentirse ligeramente excitado por ver semejante cuerpo, ese hombre era tan diferente a lo que acostumbraba, tan diferente a él.


Eustass Kid entraba por la puerta principal del antro, caminaba lentamente hacia la barra, siempre imponente con su sola presencia y su mueca de pocos amigos. Era alguien conocido del lugar y por lo mencionado también respetado. La mayoría le conocía y sabían de sobra que era alguien con quien no debían buscar problemas.


Observó todo el entorno como siempre hacía cada noche que llegaba, ignorando el caos y esperando ver algo diferente al ambiente bohemio al que estaba más que acostumbrado y es que su amigo de toda la vida era el dueño y solía encontrarle trabajando en la barra cada noche, solo por esa razón es que frecuentaba aquel lastimoso lugar.


Avanzaba distraído sin fijarse realmente dónde pisaba, la gente se apartaba sola al verle acercarse y el solo miraba hacia los lados ajeno a la situación, solo dirigió su vista al frente cuando estuvo por llegar a un extremo de la barra y entonces sonrió, una sonrisa torcida y satisfecha, la primera en esa noche. El moreno le estaba mirando fijamente desde el otro extremo de la barra.
—He encontrado algo muy interesante esta noche— Pensó sin quitarle la vista al misterioso pelinegro.

Sostuvieron las intensas miradas durante más tiempo del que pudieron notar. La mirada ámbar y llena de deseo del pelirrojo le ponía a mil, era casi salvaje, se sentía como una presa a punto de ser devorada y aquella adrenalina le estaba excitando cada vez más pero no por eso le respondería enseguida aquel barato juego.
Por fin le estaba entusiasmando la idea de no quedarse en casa esa noche. Había encontrado algo con que divertirse.

 

Law hizo uso de sus extraños dotes y sonriendo arrogantemente, desvió su felina mirada hacia su trago casi vacío y entonces como por arte de magia el pelirrojo caminó sin dudarlo hacia el moreno.
Cuando estuvo al lado de él apoyó su fuerte brazo en la barra y sentado al borde del negro banquillo, con una voz masculina, profunda y sensual que estremeció al moreno al instante, dijo
—Hey, te invito un trago.
...
Hubo un pequeño silencio antes de que Law contestara.
—¿A cambio de...?— Respondió con un tono bajo y sensual, casi saboreando cada palabra que salía de sus labios, muy propio del moreno.
Y eso a Kid le volvió loco. En un segundo supo que quería escuchar esa sensual voz del tatuado gemir su nombre bajo él. Nunca le habían atraído los hombres, nunca sintió tal deseo por alguno, pero ese ojigris que le sonreía engreídamente y ahora tenía frente a él le había puesto a mil y le deseaba en ese instante.
—Tu nombre— dijo con una seriedad un tanto arrogante y examinando atento cada movimiento.
Law se terminó de un solo trago el alcohol que quedaba en su vaso. El sonido de este en el mesón y el tintineo del hielo chocando contra el vidrio hizo sonreír torcidamente a Eustass.
Law le miro burlón. Aquellas personas como el pelirrojo era con las que más detestaba lidiar.


—Lo mismo— exclamó quitándole importancia a la situación.
—Oye Killer! dame dos whiskeys del mejor que tengas— Gritó a su amigo quien atendía la barra en esos momentos.
—Enseguida — respondió sin rodeos el hombre rubio tras el mesón.


Tras unos instantes Killer volvió y le extendió los dos tragos a Kid. A pesar de todo el trabajo que implicaba ser el dueño y barman del lugar, Kid era prioridad, Kid siempre le había ayudado y aun lo hacía, eran amigos hace años y conocía de sobra la poca paciencia de este.
—Gracias— dijo el pelirrojo haciéndole un gesto con la cabeza a su amigo.
. . .
Bebían en silencio entre ellos, solo se escuchaba el ajetreo del lugar. A pesar de ser desconocidos a ninguno de los dos le incomodaba ese silencio, se sentía tan natural, era cómodo para ambos que ninguno de los dos forzara una conversación.
—Law— Soltó finalmente el moreno luego de unos minutos. —Trafalgar Law— bebió sin siquiera mirarle ni esperar una respuesta a aquello, dando a entender que aquel nombre era la respuesta que el pelirrojo esperaba hace un rato ya.
Kid sonrió y bebió satisfecho.
Al estar ambos sentados cerca del otro, gracias a la iluminación de los focos en la barra, Law se dedicaba a observar al pelirrojo lo más detalladamente que le era posible en aquella posición.
Sus gestos eran de lo más divertido para Law, la manera en que miraba a todos con desprecio, su mueca de enojo era notable, tenía una arruga entre sus casi inexistentes cejas, probablemente era un amargado y es por eso que se la pasaba con esa cara de pocos amigos concluía el moreno. Luego comenzó a notar otros detalles, como la forma en que su pelo estaba peinado hacia atrás pero no del todo le daba un toque rebelde y atractivo pero unos mechones que caían suavemente sobre su frente le daban otro toque de sensualidad varonil, sus ojos eran tan brillantes, tan similar a aquel whiskey que bebían sus finos labios, y su nariz recta y afilada le hacían aún más masculino.
Law comenzó a sentir su sangre calentarse rápidamente producto del alcohol y la excitación que nacía en él a medida que delineaba el trabajado cuerpo del contrario con la mirada.
Se terminó su trago y se levantó de su lugar tranquilamente sin dejar notar un rastro al otro del estado en el que ahora se encontraba.
—Gracias por el trago... ¿ehm?— dijo con un tono interrogante.
—Eustass Kid— respondió a secas y ahora serio. — ¿Ya te marchas? —
Law ya de pie junto al pelirrojo, acomodo su chaqueta y le miro intensamente con aquellos felinos ojos cargados de deseo.
—¿Tienes tiempo Eustass-ya?.

 

Notas finales:

Nos leemos en el próximo cap!


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