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Abracadabra por MisagiRyuk

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Notas del capitulo:

Hola. Ahora si, inicia la historia,  como vea com progresa todo por acá, estaré subiendo los capítulos. Esperelo les guste...nos vemos abajo :)

Capítulo 1: “Los usuarios de la magia”


No, No se trataban de varios personajes que supieran controlar a su merced “cosas” que los humanos no. No se trataban de sujetos que fueran agraciados por la naturaleza, que les permitiese formar parte de ella y que ésta les retribuyera con “poder”. No solo eran eso.


 


Los usuarios de la magia siempre existieron. Desde la época más remota habían surgido estos seres: a simple vista como un común humano, pero dentro de sí albergaban una “chispa”…magia. Al principio estos seres fueron despreciados, pues debido al miedo que les tenían los seres humanos “normales”, solían desterrarlos de las aldeas y acusarlos de ser “gente mala”. Con el tiempo fueron tomando la importancia y el respeto que se merecían, y las personas los calificaban como personas sabías, que tenían la oportunidad de conocer el pasado y el futuro y también cambiarlos. Y a menudo acudían a ellos por ayuda o concejos, cuidaban de las aldeas, de los niños, de los extensos bosques…


 


Pero como no todo es perfección y bondad surgió un día un grupo de “usuarios de las magia” los cuales empezaron a tener problemas con todos los demás, y por convención acordaron reunirse, no hubo poder de ningún tipo que evitara el gran cambio que ocasionó esa reunión ese día. Una parte de ellos discutía el asunto del poder y que por naturaleza deberían pelear entre ellos para así acordar quien era el más fuerte y quien dominaba sobre los otros; la otra parte de ellos estaba en contra de ese ideal, ellos pensaban que no deberían usar para mal su don sino para ayudar a los demás. Finalmente nunca pudieron llegar a un acuerdo, y estos “sujetos” se dividieron en 2: los que utilizaban la magia oscura y los que utilizaban la magia blanca. La magia blanca eran los magos, hechiceros y guardianes, y luchaban por la paz; La magia negra eran los brujos, quienes lo hacían para sus propios fines.


 


Por mucho tiempo estos dos grandes y poderosos grupos no se atacaron entre ellos, los problemas llegaron cuando “los humanos” avaros se metían entre ellos. No era mentira que cualquiera disfrutaba también del dinero… “el oro”, y que los humanos pedían “favores” a los brujos a cambio de dinero; y como encargados de mantener el orden en las aldeas los magos se enfrentaban por pedido de sus protegidos a los brujos. Las situaciones siguieron repitiéndose y entonces hubo que hacer algo urgentemente.


 


Muy a pesar de algunos integrantes de ambos bandos, se decidió convocar nuevamente a otra reunión, ésta vez se decidirían ciertas reglas que ninguno de los dos bandos deberían corromper. Entre brujos y magos se decidieron por elegir a un líder, un líder que ambos bandos respetaran por igual, un líder que fuera imparcial y que no favoreciera a uno u a otro, y posiblemente el más poderoso también. Se trataba de una reunión para evitar problemas entre ellos y enterarse de los “planes” y de lo que pasaba por todos los reinos. Desde entonces, cada 2 años, sin excepción alguna, todos y cada uno de los usuarios más poderosos de la magia tenían que acudir al llamado de su líder acompañado de un “sirviente” o aprendiz, si lo tenían.


 


…………………………………………………………..


 


-otra vez –bufó frunciendo el ceño mientras caminaba tras su “maestro”- otra vez a este extraño lugar, no me gusta para nada venir acá Mino-san, no hay que ser un “mago” para darse cuenta que el ambiente es denso cuando nos encontramos con los brujos- bufó fingiendo una mueca de terror, el aludido no lo regresó a ver solo soltó una pequeña risita.


 


-calma tus nervios Yoshino-kun- sonrió como siempre el mago de cabellos castaños –no ocurrirá nada, “otra vez”- dijo haciendo énfasis en la última palabra utilizada también por su aprendiz, éste solo bufó deteniéndose un momento, pues su “maestro” también lo había hecho-hemos llegado…-sonrió Mino con su típica sonrisa.


 


-ya lo veo- declaró así el castaño de ojos azules oscuros, aun algo nervioso- ésta mansión es horriblemente enorme-


 


-Mason no escatima en recursos hee…-sonrió Mino, mientras ambos magos se encontraban en medio del bosque justo en el centro de un claro de altos árboles. Y ante sus ojos la ilusión desapareció, y un enorme castillo se dejó ver. El portón principal estaba abierto y podía ver como otros magos y brujos también llegaban en ese momento mientras caminaban el extenso pasillo para llegar a la entrada. Donde se encontraron con un mago de edad cuestionable, con cabellos rubios, ojos mieles y una sonrisa por demás falsa.


 


-bienvenidos, Mino-san ,Chiaki-kun- saludó el chico poniéndose enfrente-el amo Mason los espera-dijo al fin haciéndose a un lado y dejando pasar a ambos.


 


-lo sé, Tsumori-kun- sonrió Mino pasando sin prestarle mucha atención al rubio- vamos Yoshino-kun- apuró a su discípulo, mientras el rubio solo refunfuñaba en su mismo lugar.


 


Cruzaron los extensos pasillos en silencio, donde veían a uno que otro mago o brujo, y continuaron con su habitual calma recorriendo todo el camino que por costumbre conocían muy bien. Mino cruzó la entrada de la inmensa habitación sin inmutarse un poco por las muchas miradas dirigidas hacía el y su aprendiz, que seguramente estaría en esos momentos muriéndose de los nervios.


 


Chiaki giró la cabeza mirando hacia algunos rostros ya muy conocidos para él, que parecían matarlo con la mirada. Ciertamente era eso lo que temía el oji-azul oscuro, el denso ambiente que suscitaba en cada una de esas extrañas reuniones, y eso que apenas era la segunda vez que acompañaba a Mino a una; pues hacía poco el sonriente mago lo había encontrado abandonado y lo adoptó como su aprendiz. Sus ojos azules recorrieron el lugar recordándolo exactamente igual como la última vez : la enorme mesa hecha de Onyx y Zafiro con detalles de oro, alrededor una cantidad muy grande de sillas de cristal. Había ya la mayoría de los hechiceros citados, algunos estaban sentados, algunos parados, pero todos iban acompañados de sus cetros o varitas mágicas, y detrás de ellos sus aprendices. Todas las sillas eran iguales, a excepción de una, la cual era más grande y estaba al extremo de la mesa, se trataba de una silla hecha también de mármol, pero con incrustaciones de oro y piedras preciosas, en esa silla se encontraba él , si claro como no recordarlo –pensó rodando los ojos Chiaki –Mason. Él era el actual líder, según Mino-san, desde hace ya casi una década. Mason parecía un personaje cualquiera, aunque la realidad estaba muy alejada de eso, ciertamente era él el mago más fuerte y aquel al que se había designado el liderato. Como siempre permanecía sentado cómodamente en su silla recargado en el respaldo y de brazos cruzados, tenía el cabello totalmente obscuro, de un negro brillante, un poco largo y alborotado que le cubrían la mayor parte de la frente, tanto que casi le cubrían sus ojos azules agua, su piel era clara y tersa, y lucía un atuendo azul y plateado de mangas largas y cuello descubierto, lo que le hacía ver parte de su pecho. De su cuello colgaba un collar con una estrella azul y una M mayúscula en el centro y en la oreja izquierda tenía una arracada de plata. Era extraño el asunto de su edad, pero nadie tenía la curiosidad de preguntar por ella…ni el valor, aunque el azabache lucía como un joven de no más de 17…en fin, no era algo de mucha importancia.


 


-empecemos entonces…-se escuchó la voz del líder, Chiaki no se había enterado que hacia un poco de tiempo ya se encontraban todos, solo logró ver la media sonrisa que le dedico Mason divertido, al perecer le había descubierto observándole…el castaño solo regresó a ver hacia un lado avergonzado, sin darse cuenta que un par de ojos grises le miraban no muy contentos.


 


La reunión se suscitó sin contratiempos y sin retrasos, cada uno expuso en lo que “trabajaba”, o simplemente se presentaban a anunciar que hace mucho que no hacían nada. Era extraño que tuvieran contacto con los humanos, después de todo, los usuarios de la magia no tenían permitido vivir en los reinos, sino a las afueras o mucho más lejos de éstos. Todo parecía concluir en calma, hasta que una conocida bruja habló, entonces Mino sí que no pudo mantenerse en silencio.


 


-entonces, aun tienes al príncipe Akihiko contigo…-comentó casi en un susurro el chico aun manteniendo su sonrisa cruzado de brazos, sin embargo el comentario alertó también a los demás magos y brujos. Y la muy conocida bruja pelirroja frunció el ceño.


 


-pues ya lo vez, yo cumplo lo que prometo…siempre- respondió ella respondiéndole insolente al castaño, Chiaki solo miraba sorprendido lo que se pintaba como una discusión.


 


-lo veo…aunque, posiblemente puedas dejar de tenerlo contigo- respondió de igual manera Mino, la bruja rugió, los demás presentes solo viajaban su vista de uno a otro.


 


-¿a qué te refieres Mino?... ¡habla!-


 


-no tienes por qué gritar…Aikawa, te escucho perfectamente, y en cuanto a tu pregunta… te recuerdo que tú misma propusiste solución al secuestro del príncipe…¿o es acaso que piensas ahora retroceder a ello?-


 


-claro que lo recuerdo ¡imbécil!- gritó la pelirroja afilando su ojos verdes -…¿pero qué te importa a ti si retiro la posibilidad de rescate para el príncipe?- retó la bruja.


 


-…yo pensé que siempre cumplías lo que prometías…Aikawa- se escuchó otra voz burlona, enseguida todos regresaron a ver al mago de apariencia joven que vestía apenas unos pantalones ligeros en color café y únicamente un chaleco de colores verdes diversos abierto cubriéndole el pecho, de cabellos castaños, ojos carmín oscuros y jugaba con una pequeña flor violeta que antes adornaba su cabello.


 


-deja de meterte en lo que no te incumbe, ¡Yanase!- le gritó al “metiche” la pelirroja.


-me meto donde quiera, pienses que me incumba o no- respondió tranquilo el chico quien miraba de reojo a Mino –y si , realmente deberías considerar que no siempre tendrás contigo al príncipe-


 


-¡¿de qué rayos hablas ahora tú?!- exigió la pelirroja levantándose de su lugar. Los demás magos solo miraban el espectáculo, igual que Mason, que solo mantenía sus ojos cerrados.


 


-lo sé, en poco tiempo aparecerá la persona indicada, no sé cuándo…no sé cuánto tiempo pasará…pero esa persona aparecerá- empezó Mino captando la atención de todos- la que atravesará todas las pruebas y la que regresará al reino Usami su príncipe-


 


-¡mientes!...-exclamó la pelirroja levantándose de su asiento, mientras sacaba una pequeña y torcida varita apuntando hacia Mino- y si tu disparatada premonición es real…¡lo impediré!...¡le hare la vida tan imposible al pobre que se atreva a retarme que se arrepentirá de inmediato!-


 


-no puedes hacer eso Aikawa…el juramento te lo impide deliberadamente…como usuario de la magia te comprometiste con cierta sentencia y diste cierta solución a ella- habló otro personaje, los ojos de los presentes viajaron al oji-gris que se encontraba allí vistiendo solamente unos pantalones en su totalidad blanco, unas aterciopeladas botas del mismo color y una bufanda blanca con adornos grises, quien miraba con el ceño fruncido a la mujer-


 


-¡¿quién te crees para juzgarme Hatori?!...si yo…-


 


-baja tu varita Aikawa y siéntate…- se escuchó la voz cansada y seria de Mason, muy a su pesar la pelirroja le obedeció y tomó asiento nuevamente –he escuchado suficiente…y ciertamente, lo que indica Hatori es verdad, no puedes contradecirte…sin embargo tú sabes que puedes retrasar viajes…¿o no?- Aikawa suspiró rendida, pero no dijo nada, magos y hechiceros se regresaron a ver entre ellos, hubiera tregua temporal entre ellos o no, no les quitaba su rivalidad; era más que obvio que los brujos apoyarían a Aikawa y los magos a Mino- como sea…váyanse, esto ha terminado- exclamó Mason antes de retirarse de la sala.


 


-no estés tan confiado de tus palabras Mino- le susurró la pelirroja Mino cuando todos los magos y brujos se disponían a salir del lugar.


 


-no solo confío en ello Aikawa, estoy completamente seguro…y créeme que tendrá toda mi ayuda para traer de vuelta a Akihiko- le respondió el castaño con su típica sonrisa, Chiaki solo escuchaba todo detrás de su maestro. Aikawa se puso roja de coraje.


 


-pues atente a lo que te pueda pasar a ti…y a tu…aprendiz- dijo despectivamente mirando a un sorprendido Chiaki por las crueles palabras, pero enseguida dos sujetos más se encontraron junto a ellos.


 


-sé que no será necesario, pero los guardianes tampoco permitirán que te salgas con la tuya y estamos de lado del futuro librador- aseguró Hatori poniéndose enfrente de Chiaki- las montañas nevadas estarán disponibles para su travesía-


 


-al igual que los extensos bosques, que son custodiados por mi…- dijo Yuu poniéndose a un lado de Mino- tendrás entonces que atenerte tú a las consecuencias Aikawa…- la pelirroja frunció el ceño más pronunciadamente, pero seguido sonrió hipócritamente.


 


-pues ya veremos quien vencerá al final…- dijo la mujer y se fue de allí, dejando un ambiente denso… no podían esperar ya para conocer al que rompería la maldición, saber por fin por quien habían arriesgado tanto…definitivamente… eso sería interesante…


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.


.


Continuará…

Notas finales:

comentarios? :) ..... .-.

Que tengan un lindo día...nos leemos.


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