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A Mi Manera por Lubay Nue

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Notas del fanfic:

Esta idea está basada en la teoría de que si “Sans” (Undertale) nos enfrenta en la ruta genocida siendo el más difícil de todos, como el jefe final mas difícil que nos toca en las 3 rutas, es de suponer que su fuerza es tal, como para enfrentarse el mismo al subsuelo ¿no? Bueno, Fell!Sans no debería de ser muy diferente XD o al menos esa es mi idea

 

¡Advertencia! Muy súper mega sucio y vulgar lenguaje… bueno, con muuuuuuchas palabrotas he insultos, advertidos están ¬¬

 

Notas del capitulo:

¡Este fic está dedicado al mundo de Underfell y a Fell!Sans a quien, aunque no me agrada del todo su personalidad, cuando lo veo, me parece la cosita más tierna del mundo!! (Si, más tierna que Blueberry y no temo decirlo XD) bueno

 

¡A leer!

-¡inútil costal de huesos!-  escucho el grito de su hermano, obligándolo como de costumbre a saltar de su cama, sintiendo el terrible dolor en todos sus huesos, cerro sus ojos adolorido, gruño por lo bajo, soltando maldiciones mentales, solo hasta que escuchó como la puerta cedía y de esta entraba su hermano, el esqueleto más alto se veía como de costumbre, muy molesto por lo que se alcanzaba a ver, a Sans, eso ya no le parecía sorpréndete, de hecho, estaba acostumbrado

 

Y con su misma costumbre de siempre, su cuerpo tembló temeroso, sintiendo como era jalando del cuello, justo de aquel collar de perro que se le había otorgado como algo humillante; miro temeroso a su ahora jefe. Entre ellos se había olvidado el título de “hermanos” ahora solo eran el jefe y el subordinado… muchas veces, menos que eso… a veces, solo un esclavo, la mayor parte de las ocasiones, solo un mero objeto inservible y estorboso

 

La idea muy en su fondo le molesto demasiado, pero no podía evitar el temblar al sentir la mirada de su “jefe” viéndolo de ese modo inquisidor y esa forma llena de odios y rencores, como si de verdad le hubiera hecho algo tan grave como para que este le hubiese deseado asesinar… de todos modos, sus pensamientos son desvanecidos cuando siente que es lanzado al suelo desde la altura de su hermano y luego pateado por el mismo en sus costillas, crenado aun mas heridas y suponiendo que ya no faltaba mucho para que le rompiera una costilla o dos…

 

-¡levántate inútil montón de huesos!-  escucho de nuevo su rugido, pero no podía moverse de su lugar

-mírate nada mas, eres un inútil y débil saco de huesos… un día de estos te volverán polvo allá fuera y jamás volverás a este mundo-  le escupió cada palabra con odio y rencor

-haagg, es un asco saber que eres mi hermano…-  le escucho, aun cuando sintió que su alma vibraba con enfado, se mantuvo quieto, las heridas proporcionadas por los golpes de antaño aun seguían sin sanar… y sumándose a cada momento…

 

¿Cómo era que su hermano podía crearle semejante dolor cuando fue él quien le protegió del mundo que trato de matarlos a ambos? Sans se pregunta si Papyrus ya habrá olvidado eso, pero prefiere no prestarle mucha más atención, solo, intentar levantarse con cuidado, dejando de lado sus palabras humillantes hacia su persona. Sus costillas duelen más que antes, supone que es un milagro que sigan en su lugar aunque ya se imagina que no serán completas… recuerda que ayer que se vio mientras se bañaba le faltaban unos fragmentos de costilla… he ahí el por qué le dolían tanto las heridas…

 

-haag ¡eres lento como una tortuga vieja!-  escucho de nuevo sus gritos de enfado, no pudo responder, sintió como era tomado de la parte trasera de su ropa y ser jalado, ahora que lo notaba mejor, estaba siendo tomado como un gato, al frente suyo, el rostro molesto de su jefe se encontraba, Sans trago un poco, ni siquiera podía hablar después de todo… solo temblar y sudar nerviosamente al tener la penetrante mirada de su jefe frente suyo

 

-ha… yo…-  trato de decir con temor, sin embargo, Papyrus hizo caso omiso y salió de la habitación con Sans aun tomándolo de aquel modo, Sans por su parte aun se sentía bastante desorientado, recordaba que la ultima vez (la noche pasada) su hermano le había dado semejante golpiza que reamente llego a pensar que lo iba a matar, trato de sobrevivir y quedo inconsciente… ¿Cómo había llegado a su habitación? Bueno, suponía que aun debía de quedar algo de amabilidad de parte de su jefe, aun cuando fuera estúpidamente falsa la idea

 

-¡y esta vez no te duermas inútil pedazo de mierda!-  escucho el grito mientras era lanzado con fuerza contra la nieve, por fin espabilo encontrándose en su puesto de vigilancia… había estado tan metido en sus pensamientos durante todo el rato que no se había dado cuenta que ya estaba en aquel lugar; se sentó con trabajo, lo más rápido que pudo y vio a su jefe quien le veía como lo que él decía, un pedazo de basura inservible, Sans trago duro y vio como su hermano se marchaba del lugar amenazándolo una vez mas de que si se dormirá, lo mataría esta vez

 

Sans suspiro, no es que no creyera en sus palabras, pero lo más seguro es que, a como se encontraba en ese momento, muy seguramente no soportaría ni una patada mas antes de volverse por fin polvo barrido por el frio, soltó un cansino suspiro y con todas las fuerzas del mundo lucho por varios minutos hasta poder llegar a su caseta y sentarse con mucho trabajo, viendo hacia la nada, se permitió acostarse en aquel lugar, sintiendo el frio calar en sus huesos como pocas veces

 

Se enderezo un poco, solo para ver su maltrecha alma que ya incluso tenía varias grietas mas, cerro sus ojos, “lamentable” se dijo a si mismo desapareciéndola y volviendo a recostarse en aquel lugar… como odiaba su vida, eran más que una mera mierda patética… y lo peor es que a veces “la mayor parte del tiempo” eso le gustaba. Su Papyrus lo había vuelto un masoquista, pero hasta el tenia que admitir que su cuerpo tenía un límite… si bien, su cabeza muy posiblemente era un caso perdido sin esperanzas de recuperación, su cuerpo era cosa por aparte

 

Por mas rota que estuviera su forma de pensar, su cuerpo no resistiría mucho antes de resquebrajarse y en todo caso, volverse polvo, sin lugar a dudas, tenía que hacer algo pronto… pero ¿Qué? Escapar de su hermano no era una idea ni por asomo, no había a donde huir en todo caso y no era un cobarde, le gustaba su hermano, lo amaba con locura y devoción, pero tampoco era tan idiota y sabia que la línea ya había sido cruzada hace mucho

 

No aquella línea que los limitaba como los hermanos que habían olvidado ser, sino la línea de lo que era moralmente correcto… ha no, espera, esa línea en el Underground no existe. Pero si que existe una línea para lo que Sans podía soportar y lo que no, he, incluso esa fue rebasada hace tanto, que ya no conocía de limites… solo el de su cuerpo que parecía caerse a pedazos. Suspiro cansado una vez más y con molestia observo al vacio de aquel lugar, valla que estaba molesto, no solo consigo mismo, sino con su vida como tal…

 

Mientras pensaba amargamente que los límites habían sido pasados en más de un sentido, sus ojos se cierran lentamente, procurara curar sus heridas más importantes con la poca magia que aún le queda…

 

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-¡maldito vago inútil!-  ho si, la encantadora voz de su hermano lo ha sacado de su ensoñación, junto a un golpe

 

Abre sus ojos asustado, viendo a todos lados, se encuentra una vez más en la nieve, viendo a todos lados se encuentra con su hermano molesto y señalándolo, no es sorpresa que también se pone asustado y nervioso, no se ha recuperado ni de chiste, traga duro, está cansado, cerrar los ojos he intentar dormir no es realmente dormir… no se ha curado y la magia necesaria es agotadora así que… esta en serios problemas

 

-P-Papyrus… yo…-  susurra asustado, no necesita más, un nuevo golpe va a sus costillas de nuevo, esta vez, le ha roto por fin 2 de un golpe, sus ojos se abren con sorpresa, observando la mirada inquisidora y molesta de su hermano, pero eso poco le importa, el golpe ha sido tal, que sus ojos se cierran, es cierto que no tiene fuerzas para nada mas, así que, ¿Por qué atrasar lo inevitable? Si lo van a seguir jodiendo bien pudiera desaparecer en una pila de polvo

 

Sonríe suavemente una última vez, no es que le sea de importancia, pero al menos sabrá que el nivel que dará ayudara a su hermano a ser aun más fuerte, así, al menos habrá ayudado en algo alguna vez a su fastidiante hermano menor, a ese pequeño bastardo hijo de puta del que tanto se había enamorado como para llegar a semejantes limites absurdos

 

Pero Papyrus no estaba de acuerdo, sus ojos se abrieron, su enfado desapareció cuando noto que lentamente su cuerpo comenzaba a perder forma, sintió un incremento de poder embriagarle por momentos y ver que el inútil montón de huesos cerraba sus ojos con una sonrisa tranquila no le lleno de alivio. Olvido incluso que estaba molesto cuando notó que soltaba un leve suspiro y su forma se volvía polvo, incluso, olvidando su propia y falsa rabieta, se arrodillo frente de su hermano, tomándolo entre sus brazos, observando que el único punto de vida que tenía bajaba dramáticamente con velocidad…

 

Papyrus lo estaba perdiendo ahí mismo. Pero se negó

 

Lo abrazo contra su pecho, suponiendo que el golpe que le había dado no había sido tan fuerte como para poder matarlo, descubre su pecho, haciendo a un lado la chaqueta negra mugrienta y la camisa maltratada y desgastada, encontrándose con la sorpresa del pasado y el presente, le ha roto varias costillas a Sans, varias de ellas están tan agujereadas que ni siquiera el queso grullet se vería tan abierto como lo estaba Sans y no solo eso, también tenía serias heridas en su columna y ni se diga de su alma donde por cierto, la punta de una costilla se encontraba enterrada. Estaba seguro que no lo había golpeado por esa zona pero no parecía ser de importancia, así que saco de la caja torácica el alma de Sans, observándolo fijamente, notando las grietas y la negrura que lo carcomía, trago un momento y envolvió su alma lo mas que pudo en sus poderes, luchando por recuperarlo, por salvarle la vida a su inservible pero aun así, único hermano

 

Ambos hermanos ignoraron el paso del tiempo, Papyrus lucho de verdad por mantener a su hermano entre los vivos, Sans, luchaba por correr en dirección a las sombras y dejar de sentir el agobiante dolor que lo embriagaba… el silencio es callado por los fuertes vientos, aun y en la situación que se encuentran Papyrus hace todo lo que puede, con cuidado y lentitud lleva a su hermano de vuelta a casa, aun usando su magia curativa, se niega a dejarlo morir. Camina con cuidado, lo lleva cargando en sus brazos, rogando muy internamente porque el esqueleto más bajo no muera

 

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El dolor es agudo, pero le parece extraño no escuchar sonido. Abre los ojos por fin, enfocando muy lento para su gusto, una vez más, se encuentra con las vigas viejas del techo de su casa, le duele todo el cuerpo como para poder moverse, pero reacciona rápido, si aun le duele el cuerpo significa que está vivo, lo que significa que cuando tenga una ligera señal de recuperación su hermano lo echaría todo por la borda asesinándolo a golpes sin matarlo realmente, dios, de tan solo pensarlo ya le parecía lo mas asqueroso del mundo

 

Con trabajo giro su rostro, encontrando una silla delante de su cama, estaba vacía pero le parecía confuso… no cree recordar tener algo así en su habitación, aunque bueno, en los últimos días había estado coqueteando tanto con la muerte que realmente no le parecía extraño que en su habitación hubieran cosas y al segundo desaparecieran otras diferentes… ¿importa? Nha… pera nada

 

Pasa un rato en silencio, pensando en sin fin de cosas sin sentido, el cansancio le vuelve a gana y cae dormido, rogando por ya no despertar otra vez, se siente cansado y molesto… si tan solo… si tan solo pudiera dormir y descansar correctamente por ¿una semana tal vez? Se recuperaría lo suficiente para poder hacer frente al mundo…

 

Su mente le juega de un modo confuso, no puede decir que es sucio, pero se ve a el mismo caminando por Hotland, encontrando desde un camino secreto otra entrada al laboratorio secreto de Gaster, el bastardo que lo creo así de débil y “frágil” aun así, su sueño continua, se ve a sí mismo caminando, se ha fijado perfectamente, conoce la contraseña que ha tecleado en el aparato y la puerta se ha abierto, entra sin miedo y cuando la puerta se cierra detrás suyo, las luces se prenden en automático. Puede ver un intento de habitación, no hay nada, no hay nadie, solo una cama y un pequeño refrigerador… su sueño irónicamente concluye cuando llega a él y se recuesta en la cama sin más que hacer, cayendo nuevamente en un sueño pesado del que nadie lo despertara jamás

 

Sus ojos se abren, se encuentra de nuevo en su habitación, pero ahora tiene una idea en mente… se sienta con trabajo, puede ver que ya es tarde, la oscuridad invade todo el lugar, su cuerpo aun duele, juraría que ya no tiene costillas que le sostengan pero de algún vendito modo puede moverse aun, mira a todos lados, pasan de las 2 de la madrugada y por lo que supone, Papyrus no lo verá por lo que resta de la noche… eso le conviene

 

La lucha por ponerse de pie es ardua y dura varios minutos, para cuando se da cuenta ha pasado solo media hora tratando de salir de la cama y no es por pereza en esta ocasión. Camina por su habitación, sacando un trozo de papel y una pluma que apenas puede pintar decentemente

 

“Una semana… dame una jodida y puta semana y veras de lo que soy capaz

 

No intentes buscarme, eres tan idiota que no me encontraras de todos modos

 

Cuando vuelva, tú y yo nos arreglaremos bastardo

 

Sans”

 

Saboreo cada palabra y cada insulto, dejando el trozo de papel en la cama y usando toda la magia que podía para encontrarse en el mismo lugar que su sueño le había mostrado. Miro al frente, un largo puente de madera y sogas había frente suyo, debajo un mar de lava que alimentaba al núcleo, por el camino, lento, con cuidado y sintiendo que por momentos perdería su propia consciencia… usar su magia para tele transportarse había sido demasiado para el, pero prefería hacerlo, si no, estaba seguro que Papyrus lo mataría la próxima vez y valla… no está de ganas para eso

 

Siguió su camino, ignorando la hora, pero suponiendo que sería ya muy muy tarde, llego al panel que había visto en sus sueños, recordando vagamente no solo el código, sino la razón por la que conocía ese lugar. No, no lo había adivinado… el alguna vez vivió en ese lugar, daba gracias al cielo que alguien con tan buena memoria como él lo hubiera olvidado, suponía bien que el inútil cabeza hueca de su hermano jamar recordaría algo así… si ni siquiera podía recordar a su padre y creador, significaba que estaba a salvo en ese lugar…

 

Camino para entrar, detrás suyo se cerró la puerta y como en sus sueño, las luces se prendieron, todo estaba ahogándose en polvo y unas cuantas telarañas, no presto más importancia y se encamino por varios pasillos hasta llegar a su destino, la habitación que alguna vez tuvo Gaster para dormir mientras trabajaba en el laboratorio. Estaba más que seguro que ni siquiera la loca de Alphys sabría de ese lugar, así que estaba seguro.  Se dejo caer con cuidado en la ahora mullida pero vieja cama, tosiendo un poco, solo logro acomodarse un poco antes de caer perdidamente dormido por no decir, inconsciente una vez mas

 

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Papyrus leyó una vez más la nota, sintiendo su magia borbotear en cólera, arrugo el papel, despedazándolo al instante, grito y soltó maldiciones al viento, todas, dirigidas al inútil bastardo de su hermano quien con todo el gozo del mundo se había escapado de su prisión, sin haber pedido permiso, sintiéndose tan altanero como para atreverse a insultarlo ese modo, realmente lo mataría apenas lo volviera a ver, ese bastardo desagradecido de Sans…

 

Sin embargo, había cumplido su promesa… tardo una semana, donde aun con el mandato de Undyne por buscarlo por todo el Underground y la ayuda de Alphys con sus cámaras de vigilancia, no había nada, nada que dijera la ubicación del esqueleto más bajo, incluso, el mundo entero ya lo daba por muerto… todos, menos Papyrus… él se negaba… Sans… su Sans no pudo haber muerto aun… no sin su permiso, jamás

 

Ese día era como los demás, aburrido y cansino, donde fuera que se viera, había una brisa que llevaba consigo el polvo de algún pobre monstruo bastardo no lo suficientemente fuerte para poder sobrevivir otro día en ese infierno de hogar que tenían. Papyrus se encontraba comenzando su recorrido matutino, desde el puesto de su inservible y muy seguramente muerto hermano Sans, observo la caseta casi desbaratada del esqueleto más bajo, donde en más de una ocasión lo había golpeado y casi asesinado como la ultima vez… se quedo pensante un segundo, preguntándose si realmente había hecho lo correcto con su manera de tratarlo, sabía de antemano que la respuesta era no, pero no podía evitarlo, en ese mundo de mierda, era matar o morir y Papyrus no estaba dispuesto a ver morir a su propio hermano frente a sus ojos… así que, aun tenía esperanzas de que volviera a el

 

*que idiota, el ya está muerto*  se dijo cerrando sus ojos y comenzando su recorrido

 

-ho, te encontré antes de lo esperado-  para su sorpresa, junto a una burlesca voz que no creía volver a escuchar, frente a su camino se encontraba su inútil e inservible hermano menor Sans… Papyrus abrió sus ojos con sorpresa, muy dentro, su corazón se sentía aliviado, Sans no había muerto, incluso, se veía mucho mejor que nunca, como si se hubiese recuperado exitosamente sin problemas, sintió alivio en su corazón, se sintió contento y extasiado… y también… creciente de ira

 

-tu… ¡maldito bastardo de mierda!-  rugió mientras comenzaba a caminar en su dirección dispuesto a golpearlo y dejarlo una vez más al borde de la muerte, tenía que desquitarse… toda la preocupación, todo el tiempo que lo tuvo en vela rogando por que estuviera vivo… no comió, no durmió, estaba hecho más que mierda por su culpa y aun así, Sans aparecía como si nada, sonriendo burlescamente ante el… es cierto que Papyrus sentía alegría de verlo vivo y en una pieza, sin tantas heridas y cicatrices, pues muy descaradamente Sans se permitía mostrarse sin la camisa y solo con su chaqueta abierta dejando ver sus perfectas y completas costillas sin ningún tipo de rasguño… pero, de igual modo, Papyrus deseaba golpearlo por la humillación que le hizo pasar

 

-wow, oye amigo… tranquilo-  para antes de que Papyrus se diera cuenta, Sans lo había sujetado con su magia y lo había frenado, parpadeo sorprendido así como molesto…

 

-tu… estas muerto maldito-  rugió Papyrus viéndolo con odio, sin embargo, esta vez no había ganando una mirada temerosa y temblando, no había visto sumisión en su mirada, sino un sentimiento compartido… odio por el contrario, solo que el de Sans, mucho mayor al suyo propio, junto a una sonrisa retorcida y burlesca, su mirar cambio a uno de prepotencia y superioridad

 

-sep… pero no seré el único…-  sonrió mientras daba un par de pasos delante de su hermano y chasqueando sus dedos, Papyrus pudo sentir un dolor acunarse en su pecho, al bajar la mirada, pudo encontrarse con un hueso blanco atravesando su alma. Sans solo podía crear uno de daño, pero lo mortal en su ataque era que de uno en uno, bajaba tu vida hasta cero sin problemas y con una abrumante velocidad… lo que justo estaba haciéndole en ese momento

 

Papyrus sintió su vida desbordarse en ese momento frente suyo, pero no podía moverse, solo suponer que su hermano estaba tan putamente encabronado que lo mataría sin miramientos; pero en su lugar, dejándolo apenas con 5 de vida, el hueso desaparece y escucha una ligera risa de parte de su hermano mayor…

 

-hehe, vamos… hoy hay mucho tiempo de hermanos que tenemos que pasar… y me voy a divertir hoy-  dijo, elevando el alma y cuerpo de Papyrus y comenzando a caminar en dirección a Snowdin. El esqueleto más alto veía con sorpresa a su hermano, no parecía agotado, no parecía nada de lo que él siempre vio… estaba confuso ¿Ese realmente era su hermano? Podía ver entre la afelpada chamarra que era cierto, tenia aun el collar que le había entregado, pero no parecía para nada ser el mismo… ¿Qué mierda le había pasado al Sans sumiso que había criado todos esos años?

 

Entre la confusión de Papyrus, Sans tarareaba una melodía distorsionada he inventada por el mismo, sonriendo lleno de alegría y una abrumante energía vengativa que lo motivaba más que nunca, se encontró con el pueblo de mala muerte en el que había vivido toda su miserable y mierdera vida… el pueblo de Snowdin hoy sin lugar a dudas se volvería el campo de juegos de Sans sin importarle nada más. Camino con orgullo y prepotencia, como a un pavo, pavoneándose frente de todos los presentes. Llega al centro del pueblo sintiendo las miradas de todo encima de ambos hermanos, por primera vez, eso le está gustando. Tira como a una basura el cuerpo de su hermano, riendo estrepitosamente mira a todo el mundo con superioridad

 

-¡Inmundas mierdas de la sociedad!-  grita delante del ahora tumulto que los ha rodeado a ambos hermanos esqueletos, todos lo miran y Papyrus siente que sin lugar a dudas, este podría ser su fin, aun cuando se niega a aceptarlo, se retuerce tratado de liberarse de la magia de Sans, pero no parece dar resultado

-recuerden bien este día… por que hoy es “¡HUIR O MORIR!” -  tras aquel grito de guerra sin sentido, muchos monstruos se han lanzado directo contra ambos hermanaos. Papyrus no puede moverse ni hablar por la potente magia de Sans, el contrario con una gigantesca sonrisa impropia del mismo observa los ataques emocionado, riendo entre dientes levanta su mano izquierda, chasqueando sus dedos una holeada de huesos atraviesan a las primera y segundas líneas de enemigos. El momento se vuelve lento, el silencio es ensordecedor y nadie parece querer interrumpirlo en su shock, Sans ríe estrepitosamente mientras se hace hacia atrás

 

-¡Vamos mierdas! ¡Ataquen al más débil del subsuelo! ¡Los reto!-  grita en locura mientras se toma su rostro riendo maniacamente. Los más fuertes fueron los siguientes en atacar, ya saboreando el “amor” que recibirían cuando lo asesinaran, sin embargo, un hueso directo en su alma robando su vida hasta dejarlos en 1 de hp era algo que ni siquiera los guardias reales o Papyrus podían creer que alguien como Sans pudiera lograr sin mucho esfuerzo

-¡Vamos, ataquen putos cobardes que siempre me vieron como la presa perfecta! ¡Vamos! ¡Besa mi puto culo y lame mis zapatos!-  rio estrepitosamente mientras pisaba la cabeza de la pareja de casados, el hombre solo lo veía con odio pero ya no podía moverse más, estaba muy mal herido como para siquiera poder responder al insulto que estaba pasando justo en ese momento

 

-oye puta… creo que se te ha inflado el ego-  escucho una voz tranquila así como venenosa y con un toque de burla, Sans desvió la mirada a lo lejos, encontrando fuera del mismo bar de mala muerte a otro bastardo del cual valla que las ganas no le faltaban para mas que matarlo por todo lo que había pasado entre ellos… al más que una basura de relación insana…

 

-Grillby-  soltó con veneno mientras daba un paso, caminando encima de sus adversarios quieres se encontraban prácticamente inconscientes o algo peor. No hubo necesidad de decir más, las palabras no fueron necesarias y Papyrus solo pudo observar con sorpresa como Sans se lanzaba a una brutal batalla que acabo tan rápido como las demás. Al igual que a todo Snowdin, Sans había dejado a Grillby mas muerto que vivo, apenas con un mísero 0.001 a diferencia de los demás, ho, sin olvidar que desmembrado y otro poco sin cabeza de no ser que se detuvo a tiempo…

-yo que tu, soy cuidadoso… ¿Cuántos de ustedes bastardos idiotas saben lo difícil que es vivir con solo uno de vida?-  se burlo una última vez, volviendo a levantar el culo de su hermano y acercándolo peligrosamente a su rostro

-¿Te estás divirtiendo hermanito?-  pregunto tan burlonamente que Papyrus sintió un escalofrió recorrer su esqueleto entero, pero aun así, se negó a ser amedrentado por el contrario o por lo menos demostrarlo abiertamente

 

-¿Por qué si tienes el poder no nos matas?-  se le permitió hablar por fin y valla que quería primero esa respuesta. Sus huesos temblaron nuevamente en silencio cuando vieron una mano de su hermano acercarse a su rostro, aunque lo único que recibió fue solo una suave caricia en su mejilla que le hizo vibrar todavía más de lo que él deseaba admitir, vio la mirada perdida entre la locura y una extraña ternura dirigida únicamente para el

 

-por qué no necesito matarlos… solo enseñarles quien manda en esta mierda de vida-  aun cuando todo el mundo escucho la amenaza de Sans, solo Papyrus comprendió que Sans todavía tenía planes por cumplir y, ahora que lo veía, realmente ya no estaba seguro de que “tanto” era capaz el esqueleto que siempre vio con inferioridad y a quien siempre vio débil e inservible… ¿Ese era realmente Sans, el Sans que él conocía?

-vamos inútil bastardo de mierda… nuestro día de hermanos esta my lejos de acabar y te dije que me las arreglaría contigo más tarde-  dicho eso, salieron de Snowdin, Sans aun portaba a Papyrus con ayuda de su magia y el esqueleto más bajo continuaba tarareando una desconocida canción que distorsionaba con su voz

 

El camino a Watertall fue musical, entre los gritos de ira y guerra, incluso la poderosa y casi invencible Undyne fue vuelta una bonita decoración de pescado con estacas y una pose humillante. Sans no había reparado en situaciones, estaba todo tan fríamente calculado que le sorprendida cada vez más a Papyrus verlo sonreír tan tranquilo, era obvio que llevaba un buen rato calculando lo que haría… Undyne sin piedad fue obligada a lamer la suela del tenis de Sans mientras este, sentado en un trono de huesos, movía con su magia y bastante divertido un hueso que perforaba el alma de la guerra dejándola en menos que decimales a una cosa de nada de la extinción… Sans tuvo la delicia de humillarla y escupirle en la cara mientras la otra se arrastraba pidiendo misericordia… recordando con amargura como ella y Papyrus alguna vez llegaron a hacerle lo mismo. Le dio semejante placer que su rostro se enrojeció y un gemido de excitación broto de él antes de dejar inconsciente a la capitana de la guardia real, quien por cierto, admiro por la batalla que le entrego. Divertida, pero no duradera…

 

En Hotland no fue diferente que de Snowdin o Waterfall, muy por el contrario, Papyrus pudo observar en todo momento el poder de Sans en su máximo esplendor y lo aun más sorprendente es que el esqueleto más bajo ni siquiera parecía agotado aun cuando el camino era largo y el no había dejado de usar su magia para con su hermano y sostenerlo, así como evitar que hiciera alguna estupidez… o tan siquiera rezongar. Sans lucia fresco como una flor eco cercas de una hermosa laguna… incluso se atrevería a decir Papyrus que su hermano brillaba en ese momento haciendo denotar quien era en puto amo del lugar

 

Finalmente llego a su verdadero objetivo… el castillo del tirano rey Asgore, se relamió los afilados dientes que poseía, aferrándose al diente dorado que su hermano le obligo a portar, entro sin miramientos al lugar, saludando holgadamente al rey que apenas lo había visto, escudriño de arriba abajo, encontrando que aun traía de trasero a su hermano menor y segundo al mando de la guardia real, aunque también podía ver que este estaba bastante lastimado. Lo observo nuevamente, escudriñando cada detalle del esqueleto más bajo a quien, solo en muy pocas ocasiones había visto y valla, le había dado un interés genuino*

 

-¿Qué haces aquí y que quieres?-  pregunto el rey viéndolo como a un insecto, sin embargo, Sans no se amedrento como muy posiblemente en otras ocasiones habría hecho, solo sonrió divertido, tirando a su hermano al suelo sin ningún cuidado (no era mucha altura después de todo) y clavándolo con los huesos azules al suelo para que no se moviera del lugar donde lo había dejado comenzando así a caminar en dirección del gigantesco rey tirano

 

-realmente nada de interés… solo pienso vivir aquí un par de días y luego volver a la mierda de casa que tengo con el imbécil que esta por allá-  dijo señalando a su hermano, notando de inmediato la risa burlona del rey quien se retorcía hacia atrás con burla y sarna. Sans por su lado solo sonrió, la magia de su cuenca izquierda brillo con fuerza y antes de que el rey tirano dejase de reír y burlarse ya era una especie de capullo hecho de huesos que a una velocidad abrumante lo dejaron a solo .5 de hp sin que Sans se moviera de su lugar

 

El hombre cabra cayo arrodillado al suelo, jadeante y con sangre escurriendo de su hocico y todas sus heridas, creando un hermoso charco que a Sans le pareció fascinante. Sin embargo, riendo divertido se acerco más a su presa, pisando la cabeza del rey sin piedad… arrancando de la misma la corona que rodo lejos de ambos seres, Sans sonrió divertido, más divertido y enfermo que nunca, permitiendo después de un rato a Asgore levantar la mirada hacia el esqueleto más bajo quien seguía mostrando la diversión de por fin ver en el suelo humillados a todos los que alguna vez lo humillaron a él… y el rey tirano, no sería la excepción… nadie lo seria

 

-como dije, no me interesa matarte o volverme un imbécil y absurdo rey tirano como tu… solo quiero vivir aquí por cuatro días y luego tu basurero de hogar te será devuelto en una pieza y sin nada destruido, claro, mas allá de lo que tú ya hayas hecho… hasta entonces hehe que tengas una linda estancia allá fuera-  apenas acabó la frase chasqueo sus dedos y Asgore fue tele transportado fuera del castillo donde el gran tirano por primera vez en mucho siglos se sintió desprotegido y a merced del mundo que le rodeaba

 

-¡¿pero qué mierda acabas de hacer Sans?!-  grito Papyrus apenas fue liberado de los huesos, sin embargo Sans no contesto, solo tomo de nuevo el alma de Papyrus y lo azoto contra el trono donde quedo sentado sin problemas, Papyrus supuso que Sans por fin lo mataría aunque ese pensamiento se desvaneció con la misma velocidad que había llegado, Sans no había asesinado a nadie aunque las oportunidades nunca le faltaron en todo su trayecto por el Underground, no podría fallar con su poder, sin embargo, mientras Papyrus se hacía cruces y se trataba de explicar vagamente lo que había sucedido en el camino, el esqueleto más bajo tomo la corona tira en el suelo, colocándosela encima. Se acerco a su hermano y delineo sus caderas con un único dedo

-¿Recuerdas que te dije que tu y yo nos las arreglaríamos mas tarde maldito bastardo? Bueno, te llego tu hora hijo de puta-  ronroneo frotando su mano en la entrepierna de Papyrus. Un sonrojo apareció en el esqueleto más alto mientras veía confuso las acciones del contrario

 

Sans abrió el pantalón de Papyrus y saco su lengua hecha de magia roja, comenzando a lamer las caderas del mismo, Papyrus se vio obligado a agarrarse de los brazos del trono para soportar lo que su hermano le hacía, por supuesto no tardo mucho para que un pene de magia apareciera en Papyrus erecto y húmedo. Sans divertido comenzó a lamerlo, torturando a su hermano se negó a meterlo en su boca, siguió jugando aun pese a los reclamos de Papyrus, aun cuando sintió que quería obligarlo a tragar su pene, la magia de Sans le impidió moverse más allá de lo que él le permitiera

 

El tiempo paso tortuoso para Papyrus quien se corrió ensuciando el rostro de Sans con su semen rojo, a Sans no le molesto en absoluto, sino que le pareció divertido, fue entonces que decidió pasar a su siguiente nivel… quitándose frente de su hermano sus prendas de vestir, Sans subió en las piernas de Papyrus y con cuidado envió el pene del mayor a su pelvis, una capa roja de magia ya se había creado ahí y con cuidado fue sentándose hasta tener el falo entero de su hermano en su interior. Soltando maldiciones que excitaban a ambos, Sans comienza a cabalgar de un modo lento y tortuoso en su hermano quien solo jadea levemente olvidando lo demás

 

-hehe ¿y ahora quien es la puta de quien bastardo?-  pregunto sonriendo burlesco, observando como Papyrus lo veía con cólera al no poder moverse, Sans se acerco y lamio los dientes del contrario, permitiendo después de un rato que Papyrus abriera su boca para intensificar el beso, por supuesto, siendo el esqueleto más bajo quien tuviera el control en todo momento. Aun cuando para ambos no era secreto saber que a ambos les excitaba la relación retorcida que tenían de odio y amor, de sexo y golpes, siendo Sans quien recibiera todo mientras que Papyrus era quien lo propinaba, estaba más que claro que esta vez Sans no estaba dispuesta a ser la pequeña puta que recibía todo sumisamente suplicando por mas, aun cuando en este momento, deseara ser golpeado por el más alto… estaba tan molesto, tan furioso, que se aseguraría de no ser “solo por esta ocasión” la puta que gime por mas

 

Sonrió con superioridad aun viendo la molestia de Papyrus, con ayuda de su magia y sus filosos dedos, ha comenzado a desgarrar las ropas de su hermano para dejarlo prácticamente desnudo, se ríe divertido al ver los ahora harapos vueltos girones y la mirada sorprendida y molesta de su hermano, puede suponer perfectamente como lo maldice y le desea algo peor que la muerte, eso le divierte, le agrada la idea, quiere que siga esa mirada llena de ira en su ser… que solo lo mire a el de ese modo retorcido que siempre ha sentido… esta vez se va a asegurar que le de buenas, irrefutables razones para que lo odie de ese modo… pero las cosas, a gusto de Sans, debían de seguir por otro poco mas

 

Volvió a subir encima del pene de su hermano, notando sus escalofríos y los gruñidos de placer y desesperación al no poder moverse, Sans solo podía reír entre dientes, sintiendo gustosamente en su magia el pene de su hermano, subiendo y bajando de un modo placentero, relame sus dientes de nuevo y se acerca, lamiendo sus mejillas, su frente, su rostro entero, bajando hasta su cuello, muerde sin piedad, con esos afilados y peligrosos dientes puntiagudos, clava sus dientes con todas sus fuerzas en su cuello, pasando por sus omoplatos, por sus hombros, costillas, lame las heridas que crea, puede ver las pequeñas rupturas que crea y siente su excitación crecer abrumadoramente, sentándose de golpe, con más fuerza y velocidad dentro de su hermano

 

Los gritos de Papyrus cambian y se combinan entre el placer de sentir de un modo desenfrenado a Sans moverse y el dolor de sentir sus heridas en su cuerpo, aun cuando sabe que su vida no bajara ni un solo punto, el había hecho lo mismo a su cuerpo tanto tiempo que suponía que en algún momento Sans debió de aprender cómo hacerlo sin lograrlo realmente, pero ahora, podía sentir en su cuerpo las rupturas de sus huesos, Sans no se estaba conteniendo, incluso fue capaz de romper un pico de costilla solo por diversión, enderezándose en su lugar, claro, aun moviendo sus caderas, pero mostrando en su lengua la punta de la costilla que le había arrancado y por si no fuera suficiente, tragándolo sin más, delante de sus ojos

 

-estás loco maldito-  susurro Papyrus con las pocas fuerzas de voluntad que tenia, aun así, la estridente y burlesca risa de Sans le hizo suponer que tal vez esa elección de palabras no habían sido las más adecuadas en la situación en la que se encontraba. Sans solo se ocupo de seguir con el movimiento de caderas, ya no saltando, sino moviendo sus caderas de un modo circular, en dirección a las manecillas del reloj y de reversa, cuando se cansaba, de delante hacia atrás, pero sin romper en ningún momento el contacto visual… incluso Papyrus podía sentir la penetrante y por primera vez, intimidante mirada burlesca de su hermano mayor

 

-hehe, bueno… en mi defensa, no vivimos precisamente en un mundo blanco y puro Papyrus… comenzando por ti bastardo… si lo hago, es porque tú me lo has mostrado imbécil-  se burlo mientras se inclinaba para seguir lamiendo y mordiendo sus huesos, lamiendo las heridas que crea y moviéndose, contoneándose gustoso en sus caderas, notando la desesperación de su propio hermano, Sans sonrió aun más divertido, desapareciendo un momento la magia, pudo observar la confusión en su rostro, pero no bastando eso, cuando Papyrus iba a poner sus manos encima suyo, la magia vuelve y su alma vuelve a ser tomada y negado su movimiento, una vez más, Sans estalla en risa

-¿Qué pasa hermano? ¿Un poco “atado”? ¿Estás en una situación muy “apretada”?-  se burlo, Papyrus se mostro molesto, irritado de la situación, pero no pudo hacer nada, solo seguir sintiendo los movimientos de su hermano sobre su falo, observando ahora como le daba la espalda y continuaba auto penetrándose hasta que finalmente ambos se corren con fuerza, claro, Sans gritando el nombre de su hermano

 

Hay silencio en el ambiente, un viento fresco quita del ambiente al aire a sexo que es llevado lejos de la sala del trono, Sans se endereza, se quita de encima de su hermano y se estira dándole la espalda, aun negándose a quitar la magia de su alma, observándolo fijamente como una encrucijada difícil de leer, sonríe de medio lado. Un chasquido es lo último que escucha Papyrus, Sans desapareció de su vista gracias a su tele transportación y con ello, la magia que lo apresa por fin lo ha liberado, pero ninguno esta vestido…

 

Sans desgarro todas sus ropas así que no tiene nada que ponerse y las ropas del mismo están muy pequeñas para el… sin contar que lo ha dejado muy lejos de casa… Papyrus por fin se levanta, tomando la chamarra de Sans observa fijamente la textura pues ahora parece lo más interesante del mundo… aun cuando la realidad es que su mente vaga a lo que ha vivido en menos de un par de horas…

 

No es fácil de sopesar todo lo que ha pasado. Sans ha acabado y humillado a todos y cada uno de los monstruos del Underground, incluso fue capaz de acabar con el rey tirano como si nada, tal cual le había hecho a él, no había representado realmente un problema para el acabarlos a todos. Como Sans había dicho, si él quería, podía matarlos a todos, si él quería, podía volver el subsuelo sus sirvientes sin problemas, volverlos los sumiso de un muy posible rey aun mas tirano de lo que es Asgore. Un escalofrío le recorrió en sus desnudos y adoloridos huesos, Sans podía ser peligroso si realmente se lo proponía. Se supone que debería de estar asustado, pero en su lugar se sentía realmente orgulloso, su hermano era poderoso, tan poderoso y tan superior a todos los demás que sentía una gran adrenalina, felicidad y orgullo por ello que deseaba llorar…

 

Cuando se levanto aun observando la chamarra sintió el dolor en sus costillas y los huesos alrededor de su caja torácica, al bajar la mirad observo por fin la obra de arte de su hermano, todos sus huesos estaban seriamente lastimados, todos estaban agujereados con la forma de los dientes de su hermano, las mismas marcas que él solía dejarle en su cuerpo, ahora él las portaba como el objeto de placer, se sintió humillado por aquello, Sans nunca lo hubiera hecho, pero era cierto que todos en algún momento tendrían un límite, supone que hizo llegar a Sans al suyo, eso le pareció divertido aunque también interesante… incluso sentía que alguien como Sans no tendría limites

 

*pero hoy me demostró lo equivocado que estaba*  se dijo, volviendo a sentarse con cuidado y algo adolorido por las heridas, observando aun la chaqueta, se quedo pensando otro poco

*si ese bastardo siempre tuvo todo este poder ¿Por qué nunca lo utilizo contra sus enemigos o contra mí?*  porque era cierto que razones al más bajo de los hermanos no le faltarían… Si, habían muchas cosas de Sans que no eran comprensibles… él sabía que Sans tenía un temperamento confuso, que era un perezoso holgazán y descuidado, que no era alguien peligroso en realidad, que era inútil, tímido y lo había criado para que le temiera, para que siempre le perteneciera y le obedeciera… pero hoy le había mostrado un lado que nunca imagino verle realmente

 

Un lado donde Sans tenía el poder para burlescamente “conquistar al mundo y tenerlo a sus pies” y aun así ¿Por qué no lo había mostrado antes? Aun cuando su vida siempre peligro, el solo agacho la cabeza, nunca se intento defender… ¿Por qué entonces hasta ahora? No tenía sentido, no habían razones reales ¿Sería por que estuvo a punto de morir? Aun así, con todo su poder, tenía la habilidad para sobrevivir por si mismo

 

*hagg… Sans, padre tenía razón… eres una mierda indescifrable… creí conocerte bien y hoy me di de cara con la sorpresa de que en realidad no te conozco en absoluto*  pensó colocando la chamarra de su hermano en su frente y cerrando sus ojos un momento para poder seguir pensando un poco más tranquilo, prefirió dejar de lado lo que hoy había visto y mejor recordar el pasado… no aquellos donde el siempre lo sometía y cogía donde quiera que el más alto quisiera, sino aquellos del pasado antes que su padre muriera*, esos momentos agradables donde Sans siempre lo protegía aunque fuera tan débil que no aguantaba nada… era agradable ver que siempre le sonreía, siempre le protegía incluso de los mayores y de los adultos… le gustaba ver la valentía de Sans, lo veía como su héroe, aun cuando con el pasar de los años esa mascara se cayera lentamente y finalmente dejara en claro que no era en absoluto lo que él había visto en el pasado…

 

-estoy de vuelta imbécil-  escucho de repente la voz de su hermano, Papyrus salto en su lugar y observo que su hermano, aun desnudo se veía tan jodidamente sensual con su puño en la cadera y con un collar nuevo de color negro con pinchos rojos en su otra mano. Supuso hacia donde iba todo eso, pero quería pensar que era otra situación

 

-¿Qué pretendes Sans?-  pregunto desconfiado, sin embargo, la magia de su hermano lo volvió a dejar inmóvil, viendo cómo el contrario se acercaba, subiendo de nuevo a la silla y sobre sus piernas, colocando con cuidado el collar en su cuello y una pequeña soga, era turno de Papyrus para observar que el collar que le había puesto esta vez desaparecía dejando libre su hermoso y perfecto cuello ajeno a las lesiones y cicatrices que el resto tenia

 

-por 4 días tu serás mi jodido perro-  sentencio determinado

-es tu turno de aprender modales imbécil

 

 

 

 

 

 

 

FIN

 

 

 

 

Extra:

 

-------4 días más tarde-------

 

Las puertas del palacio se abrieron sin problemas, de estas salieron Sans muy erguido y con sus ojos cerrados, sus manos en su chaqueta y con la cara muy arriba, Papyrus por su lado, se veía realmente magullado, herido de todos lados, con mas cicatrices de la última vez que lo habían visto… pero lo más llamativo, era que esta vez, era Papyrus el que iba encorvado, con la mirada baja y observando únicamente el suelo, su bufanda roja serbia como una especie de collar y correa que tenia por final uno de los bolsillos de la chaqueta de Sans

 

-heya viejo!-  sonrió Sans al ver a un costado del castillo al maltrecho rey que se encontraba en posición fetal, recargado en uno de los muros del palacio y apenas cubierto por un harapo de lo que alguna vez debió de haber sido una manta… sin embargo era quien lo veía con sorpresa

-como te lo prometí, te regreso tu puto castillo, gracias por el hospedaje amigo cabra-  dijo comenzando a caminar aun jalando suavemente a Papyrus que en ningún momento durante la charla de Sans se movió de su lugar, solo hasta que se le había dado la orden silenciosa de parte del mas bajo

 

Por su parte, luego de que Asgore perdiera de vista al par de hermanos corrió de vuelta a su castillo para encontrar que estaba casi destruido, huesos y huecos habían en el lugar, trozos de tela que reconocía perfectamente como sus capas y ropas, la corona se encontraba cuidadosamente acomodada en medio de su trono pero lo más llamativo era ver las manchas blanquizcas y rojizas oscuro que había en este. Un leve rosa apareció en sus mejillas mientras se sentaba de vuelta, sintiendo el placer de volver a su lugar, acomodando de inmediato su corona en su cabeza y volviendo a mostrar un rostro serio

 

-voy a Grillby ¿quieres venir?-  le pregunto a su hermano apenas llegaron a Snowdin, Papyrus lo miro por un momento con molestia y luego se negó suavemente sin decir una sola palabra o insultarle mentalmente

-bueno, nos vemos en casa al anochecer entonces-  dijo soltando por fin la bufanda de Papyrus y desapareciendo antes de que este dijera nada. Una vez el más alto se encontró en libertad fue a ver a Undyne y ver si seguía viva ya que, por lo que había escuchado, lo había logrado de algún modo

 

Por su parte, Sans se sentía pavo, pavoneándose del temor que engendraba en todo el mundo que ahora le dejaba un muy ancho camino para que este pudiera pasar, incluso le divertía lo que pasaba, así que solo entro en el bar de mala muerte como si nada, encontrando a Grillby y saludándolo vagamente, como si casi asesinarlo y destazarlo no hubiera sido realmente nada de importancia para nadie

 

-hey hijo de puta… sírveme un bote de mostaza-  dijo sentándose en su lugar de siempre y comenzando a beber

 

--------------

 

Con la llegada de la noche ambos hermanos ya se encontraban en la casa, todos saludándose como si nada, esta vez Papyrus se mostraba más callado y quieto que de costumbre, Sans quien estaba a su lado bajo la mano hacia las caderas de su hermano comenzando a acariciar la zona sin dejar de ver la televisión donde Mettaton aun seguía mostrando su nueva película sangrienta

 

-vamos, quiero tener sexo-  demando Sans levantándose y encaminándose a su habitación, Papyrus lo siguió calladamente observando cada imagen del mismo, incluso, ahora observando el contonear elegante de su cuerpo en especial de sus caderas. No aguantando las ganas lo ha cargado de un modo nupcial y llevado a su habitación…

 

------------

 

-¡Sans huesos flojos despierta mierda!-  el “encantador” grito de Papyrus despertó al aun cansado y adolorido esqueleto más bajo quien se encontraba aun en la habitación del mayor, cubierto por las sabanas desgastadas del mismo, viendo a todos lados solo sonrió de medio lado, sintiendo de nuevo en su cuello, el collar de perro

 

Bajo desnudo a la sala donde veía a su hermano quien con un mirar molesto le escudriñaba

 

*hehe, volvimos a empezar*  se dijo mientras se acercaba a su hermano quien lo recibía con un lujurioso beso y con sus manos inquietas comenzando a marcar su cuerpo una vez más antes del desayuno…

 

Notas finales:

Datos:

-XD Sans tararea megalovania pero es mala su voz para eso XP

*En la parte de Asgore y Sans… como que me salió algo raro no? Digo, pareciera que Asgore tenía “intereses” por Sans de otro modo ¬u¬ XD lo bueno es que no dura mucho hahaha, se me hizo raro hasta para mi

*Lol, Papyrus si recuerda vagamente a Gaster, no recuerda todo, solo algunos fragmentos que se combinaron con su imaginación sobre algún “borroso” pasado con algún padre que ya no recuerda en verdad… de hecho, los recuerdos que tiene son mayormente con Sans, Gaster ya no tiene realmente nada que ver

-Bueno y por ultimo. Se supone que al final las cosas “medio” cambiaron en todo el Undergound, la razón es que luego de la “maratón XD” que hizo Sans todos le temen y respetan como el puto amo XD pero, aunque Papyrus lo sigue tratando de un modo “humillante y de insultos” la verdad es que le respeta y admira una vez más (teniendo el collar Sans y no Papyrus), aunque claro, si ponía eso, esto no sería un oneshot sino un fic y bueno, la idea era oneshot…

-Y si, Sans si que se desquito en esos 4 días, todo lo que Papyrus le haya hecho en años y años de maltrato, el contrario se desahogó en 4 hermosos y perfectos días ¬u¬ dejo a su imaginación lo que el más bajo le haya hecho a su hermanito muajajaja XD

 

Ahora sí, este fic es basado a que, por los que yo veo, realmente es (perdonen la expresión) una mierda lujuriosa pero mierda, su vida, así que yo me pregunte ¿y es que el cabro masoquista no se cansaría de ese miserable intento de vida? Con ese pensamiento en mente y que, cuando comencé la idea estaba encabronada yo también XD pues me salió esto XD ojala les haya gustado, perdonen el mal lenguaje pero estamos hablando de Underfell, estoy segura que en ese lugar lo que no debe ser pronunciado por ser “mala palabra” es el por favor y gracias… en fin

 

¿Les ha gustado?

Que tengan un buen día

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