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Bloody dreams por Samy_DBS

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen.

Utilicé letra de canciones en algunas partes.

Notas del capitulo:

Espero les guste :D

 

Con cada paso que daba el crujir de las hojas secas se hacía notar por toda la extensión del silencioso bosque.

 

Siento un peso en mí, como si alguien me mirara, corro. No se porque ni como es que mis piernas reaccionan solas y comienzan a huir lejos de ese bosque que parece interminable.

 

De nuevo, lo veo parado justo a poca distancia de mí, yo estoy agitado por la carreara de segundos antes, me extiende su mano que es tan blanca como la nieve. Mi brazo se extiende lo suficiente como para poder tomarla.

 

-Naruto…- logro distinguir en la lejanía. –Naruto.- Mi nombre resuena como taladro en mis oídos. -¡Naruto! – suelto aquella mano tan fría siendo de nuevo separados.

 

Pego un grito al sentir el agua fría chocar con mi cuerpo que permanecía tibio bajo las mantas. -¡Ya es tarde mocoso! –el grito de mi abuela es peor aún.

 

-Ya voy, ya voy.- De un salto bajé de mi cama prácticamente huyendo a la ducha para librarme de alguna ostia de rabia por parte de mi abuela.

 

- - -

Realmente no era muy tarde, es solo que mi abuela exagera. Suspiro como casi siempre hago en las mañanas. Enjabono mi cabello, y continuo con el aseo de mi cuerpo en silencio solo escuchando el agua caer.

El mismo sueño ese que he tenido desde que tengo uso de razón, considero que no es normal, a esa persona que me extiende la mano en cualquier situación en la que me encuentro, es como si me ofreciera ir con el o ella a algún lado. Siempre he querido mirarle pero la mano es lo único que me ofrece.

 

Recuerdo que hace cinco años le comenté a Tsunade, mi abuela, sobre este sueño-pesadilla y como la mujer supersticiosa que es me obligó a dormir rodeado de amuletos extraños y algunas hierbas, fue una locura. Desde aquello decidí mentirle con que ese sueño había desaparecido, para que me dejara tranquilo.

 

Todavía recuerdo sus palabras; “Sueños como esos nunca son buenos, no sabemos quien o que es lo que asecha tu sueño” había sido tan raro y poco convincente pero no le encuentro otra “explicación”.

 

Rápidamente me visto y bajo a desayunar, en donde mis abuelos ya están engullendo sus alimentos.

 

-Buenos días Naruto.- me habló el pervertido de mi abuelo.

 

-Buenos días. –Le sonreí y luego a la mujer rubia.

 

-Tu almuerzo está ahí, apresúrate que ya es tarde. –Me dijo con mala cara pues la noche anterior había insistido en desvelarme a pesar de sus regaños.

 

-Oye muchacho. –Me llamó el  ero-sennin. -¿Qué pasa? –Le miré sin dejar de comer.

-Ten, es para ti.- Me extendió un extraño llavero en forma de sapo. –Gracias. –Lo miré, se veía viejo y dañado, pero si ero-sennin me lo daba era porque lo consideraba un tesoro, y no se lo rechazaría.

 

Después de eso salí como alma que lleva el diablo rumbo a mi instituto, tarde para mi desgracia.

 

Logré llegar antes que el profesor y eso era bueno. Las clases concluían tranquila y normalmente, eso hasta que el profesor literalmente como un zombie salió del aula invitando a pasar a un docente que nunca había visto. ¿era nuevo? No pude evitar mirarle con intriga.

 

Habló por media hora exactamente, cosas sin importancia, eso hasta que mencionó una excursión grupal en una montaña. Eso sonaba genial. Lo único que teníamos que llevar era la lista de cosas necesarias, como fósforos, linternas y comida, por ejemplo. Y un permiso de los tutores firmado.

 

Por alguna extraña razón antes de salir del salón aquel “docente” me miró fijamente como si tratara de convencerme, pero me dio igual yo necesitaba ir. Algo en mi interior me gritaba por aventuras y cosas nuevas.

 

La clase siguió su curso pero realmente la mayoría había perdido interés pues hablábamos de posibles hazañas que haríamos durante la excursión, como ver osos salvajes, escalar lo más alto posible, buscar nuestra comida, y cada quien hablaba sobre sus supuestas habilidades.

 

Cuando por fin terminó me apresuré a llegar a casa, y me sentí muy bien al oler la comida recién hecha. -¡Ya llegué!- entré haciendo mi usual alboroto.

 

-Bienvenido.- Me recibió el abuelo Jiraiya, se veía contento, más de lo normal.

 

-Tsunade no baachan.- corrí para abrazarla, si quería el permiso para ir a la excursión tenía que mantenerla contenta.

 

-¿Qué es lo que buscas niño?- como supuse no se tragaría eso, me descubrió. Suspiro derrotado.

 

Comencé a hablarles sobre la excursión en la montaña sin poder siquiera ocultar mi entusiasmo por ir.

 

Mis abuelos se miraron entre sí, estaban decidiendo. –Naruto, lamento decírtelo pero no creo conveniente que vayas.- dijo finalmente la vieja. Me entristecí, realmente creí que me dejaría ir.

 

-¿Pero porque?- la miré tiernamente tratando que cambiara su decisión.

 

-Es muy peligroso, nunca has salido a un terreno como ese, ¿y si te lastimas? ¿o te enfermas por el clima de esas zonas? Ni hablar. –Finalizó cruzada de brazos.

Mi única esperanza, ero-sennin, le miré buscando apoyo y gracias al cielo me sonrió, supe que trataría de negociar.

-Vamos Tsunade, Naruto casi nunca sale y por lo que escuché sus calificaciones van bien, yo creo que merece un pequeño viaje con sus amigos.- se acercó a la abuela buscando convencerla.

 

-Eso no tiene nada que ver con el hecho de que podría salir herido.- tras decir lo ultimo le dirigió una mirada extraña como si le estuviera diciendo algo con sus ojos de miel.

 

-Confía en el, además trae consigo el amuleto del sapo y dicen que da buena suerte.- mencionó, había olvidado eso del sapito, lo traía en mi bolsillo.

 

-Es cierto.- alegué agitando mis brazos de arriba abajo. –Hoy encontré dinero gracias al sapo.- tal vez exageré.

 

Tsunade no baachan suspiró rendida. –Está bien, pero si no vuelves ileso te daré una paliza para completarte ¿entendido? –me miró de forma muy seria y molesta.

 

-¡si! –Daba miedo realmente. –Iré a preparar mis cosa – Corrí como loco a mi habitación por si acaso cambiaba de opinión.

 

Me dejé caer sobre mi cama con los brazos extendidos. Miré por la ventana a la hermosa luna que se alzaba por el cielo.

 

-  - -

 

-Señor. –Se inclinaba ante el personaje encapuchado. –Todo está listo. –Se tensó al oír los pasos de su superior.

 

-Perfecto. –Se limitó a decir con suma dificultad, su garganta parecía estar seca y su voz rasposa. –Estoy ansioso. –Esto ultimo lo dijo para sí. –retírate.- y el subordinado desapareció en un suspiro en el manto nocturno.  –Por fin nos encontraremos, después de tanta espera- apretó con fuerza su garganta tratando de amortiguar el molesto dolor.

 

Le sonrió a la hermosa luna que lucía más resplandeciente que antes. –Hasta usted sabe lo que se aproxima, verdad? –Le miró con reverencia a la enorme esfera plateada.

 

- - -

Después de mucha preparación, Naruto ya estaba en el camión que lo llevaría junto con sus compañeros a la montaña. El rubito iba más que emocionado, toda la noche se puso a investigar cosas que debía saber para esa experiencia.

 

Ansiaba ponerlas en practica. Al llegar todos miraban atonitos pues realmente la montaña era hermosa y muy grande.

 

-Vamos Naruto.- gritó uno de sus amigos.

-Ya voy. –Se había distraído fotografiando el paisaje. Se detuvo en seco al sentir una respiración pesada cerca de su cuello. -¿Q-que demonios? –giró rápido y a la defensiva más su sorpresa fue grande al no ver a nadie. –Seguro fue la brisa-ttebayo. –Le restó importancia, tratando de ignorar la terrible sensación que le causó. Inconscientemente se colocó una bufanda.

 

-Huele tan bien, no puedo imaginar su sabor. –Mencionaba hambriento entre las sombras, sin poder evitarlo sus ojos se tintaron de rojo intenso.

 

-Tranquilicese mi señor. –Hablaba desde atrás una voz femenina. –Debemos esperar el momento adecuado para que pueda degustarlo.- sonaba seria y sin ganas.

 

-Eso ya lo sé, y si vas a decir cosas estúpidas mejor cierra la boca si no quieres que te arranque la lengua. –Le dirigió una mirada asesina que bastó para hacerla bajar la cabeza de inmediato.

 

-Lo lamento, ruego sus disculpas mi señor. –se inclinó reverenciando.

 

-Muévete. –Le pasó a un lado a una velocidad sobrenatural ante ojos humanos. La mujer le siguió.

 

-Uzumaki Naruto, he esperado siglos por ti. –Sus ojos carmesí se contrajeron al sentir el dulce aroma del rubio cerca, estaba dispuesto a seguirle.

 

CONTINUARA

Notas finales:

Gracias por leer bye bye

Necesito tus rw para seguir con esta cosa xD nah mentira comenta si quieres (tengo galletas :v)


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