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Solamente tú y yo. por hiruma chan

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Notas del fanfic:

estos hermosos personeges pertenecen a Eiichiro Oda-sama-sensei!!!!!!

Notas del capitulo:

como ya saben:

kidxLaw

KillGüin

HeatXShachi

la unica razon porque me desaparecí es: La tecnología me odia. no diré más. 7_7

Solamente tú y yo.

 

 

Capítulo 1: Prometidos.

 

 

—… Hace mucho tiempo se consideraba indignos de todo a los de raza ¨omega¨; Teniendo mujeres y hembras su existencia era innecesaria, además de molesta para los alfas.

Los días en que se mantenían en celo hacía que el más fiel de los alfas enloqueciera por un polvo pasajero con el omega en dicho celo, así en muchas ocasiones los omegas fueron marcados por alfas que terminaban rompiendo el fuerte lazo con sus parejas hembras o mujeres (mujeres = beta, sin olor / hembra = mujer alfa sometida por un macho alfa.)

Estos incidentes llevaban a la depresión y muerte de una o ambas partes de la pareja.

Así, sin razón coherente o valida los omega fueron culpados, agredidos y casi eliminados de la población, solamente algunos pocos pudieron sobrevivir a los excesivos maltratos a los que fueron sometidos.

 

Hoy en día, los omegas son una raza valorada por toda la población sin embargo, eso no ha impedido que sigan siendo víctimas de maltrato, extorción o venta en el mercado negro, incluso la prostitución de un omega puede ser suficiente remuneración monetaria para que un hombre se vuelva uno de los más ricos del mundo.

 

Con el fin de prevenir la creciente avaricia en las clases pobres y media baja; Cuando nace un omega se le es comprometido a un alfa de clase alta líder.

 

La clase alfa líder, es la clase natural, de ella descienden los alfa de sangre pura y por ende, los mejor preparados para proteger al ¨omega¨

 

Estas normas y prevenciones se han implantado en el mundo entero, siempre con el fin de evitar la extinción de una “especie” tan valiosa en nuestras ciudades.

 

Como ultimo detalle, el alfa líder y el omega NO deben conocerse hasta que el alfa sea capaz de proteger a su pareja tanto mental como físicamente… —

 

-Muy bien redactado joven Penguin, puede sentarse. Joven Shachi, continúe la lectura por favor.

-… Las leyes del…

 

 

***Pov´s Law***

 

 

Tal como lo acaban de escuchar, somos “especies” pueden decir que el protegernos es ahora nuestro derecho pero, desde que nacemos somos vendidos al mejor postor, incluso los pobres venden a sus hijos omega en algún hospital, hay otros que roban o secuestran a esos bebes y los entregan a desconocidos por dinero, incluso los que han sido prostituidos por toda su vida son comprados por elevadas cantidades de dinero.

¿Cómo lo sé?

Sencillo, mi propio pueblo fue aniquilado por el odio que nos tenía un ¨celestial¨ del gobierno, esos que se llaman puros de sangre y que en verdad tienen negra el alma entera. Con diez años ya era lo suficientemente maduro para saber lo que era el dolor y por azares del destino, fui criado por un hombre de negocios ilegales y el mismo tiempo que llevo en la ciudad de Dressrosa es el mismo tiempo que llevo comprometido.

Soy un leopardo de las nieves y aunque mi linaje es superior por el simple hecho de ser un omega no tengo derechos más que ser esposo de un alfa de ¨sangre pura¨ una de las razas más dominantes son los leopardos y los lobos. Como yo no soy un alfa no tengo esos instintos.

“Los lobos se distinguen por tener una sola pareja en su vida, aunque marquen a otra hembra siempre suelen morir a causa del abandono que les lleva a una depresión extrema, lo cual les ocasiona la muerte y con el tiempo la muerte terciaria de la nueva pareja marcada.”

Al menos eso fue lo que me dijo Cora-san.

 

-“Tendrás un esposo fiel”… — Quizá sea un lobo.

 

Un esposo fiel, no me interesa un esposo fiel, yo quiero mi libertad.

Cuando estaba en mi clan no tenía que responder a nadie, ni siquiera mi padre me prohibió estudiar la medicina, incluso me ayudaba y ahora solamente puedo estudiar ¨cómo ser un buen omega¨ ¨cómo tener un alfa feliz¨ ¨cómo ser un hermoso amo de casa¨

En verdad, si leo una palabra más de bordado y cocina le haré tragar todos estos libros al estúpido profesor de narizotas, aunque también debo aceptar que incluso él parece furioso con cada palabra (mentira) que lee Shachi en el estúpido texto.

 

 

***fin Pov´s Law***

 

 

-¡¡Suficiente!!... — Toda la clase guardo silencio ante el grito del profesor, un omega de piel clara, cabello largo azulino y una curiosa nariz de payaso que juraba era suya y era ¨perfectamente normal¨  un descendiente de los llamados ¨hieleros¨ hermosas aves de plumaje azulino que cantaban solo con la llegada del invierno —… No quiero seguirles lavando el cerebro con estas estupideces, saquen el libro de ¨primeros auxilios¨

 

Toda la clase suspiró sonriendo como si les hubiesen quitado una roca de la espalda.

El llamado ¨libro de primeros auxilios¨ solamente era una fachada y en verdad incluida toda clase de cuestionaros y verdaderas clases redactadas por su mismo profesor, hacía siete años que aún era ¨libre¨ y al lado de muchos amigos había estudiado todo tipo de libros, los cuales ahora estaban reservados para la exclusiva educación de los alfas y una que otra hembra de mucho dinero a la cual no podían excluir de ser un integrante de la sociedad letrada.

El profesor Buggy había sentido la verdadera libertad y aunque de alguna manera no había cambiado del todo pues su ¨alfa¨ le permitía dar clases, sin recibir sueldo por supuesto (por eso tenía un alfa, para mantenerlo) la verdadera razón que tenía era que no quería que aquellos jóvenes crecieran como dignos ¨omegas ignorantes limosneando todo a su alfa¨ se había resuelto al menos enseñarles un poco de su conocimiento para que no fuesen sometidos por la sociedad que los rechazó y que ahora les encarcela.

 

Una lectura silenciosa fue seguida por todos los estudiantes y luego de un rato uno a fueron pasando con su profesor al frente, resolviendo dudas de los variados temas.

Un chico de cuerpo delgado, piel morena y cabellos negro/azulinos; Un par de orejas blancas con la punta negra relucían entre sus cabellos cada una con un par de perforaciones luciendo unos arillos de oro, vestido con una camiseta de cuello en ¨v¨ de tres cuartos de manga color azul que apenas y le cubría el ombligo, un pantalón a la cadera con manchas de motas en los costados de igual azul y que no solo delineaba perfectamente sus piernas sino que a duras penas le llegaba debajo de las rodillas, sin calcetines y con zapatos ¨de piso¨ para evitar que se lastimara por caerse o algo parecido.

No solamente los trataban como ¨figurillas de cristal¨ también los querían hacer lucir de la misma manera.

Por suerte tenía una larga cola blanca  moteada que le ayudaba a ocultar un poco su trasero de los depravados alfas en celo, ya más de una vez les habían prohibido salir hasta que algún familiar (alfa, por supuesto) fuese a recogerlos a la institución.

Ya ni hablar de los calenturientos alfas que se colaban al colegio cuando algún omega estaba en celo.

A causa de esos incidentes, ni un solo profesor era alfa y el instituto estaba rodeado de parques y tiendas en las que ningún alfa entraría. Además de que el único modo de que un alfa accediera era con una tarjeta de identificación oficial, no solo de quien era sino de sus empresas y propiedades, si ese alfa lastimaba a un omega era desterrado y despojado de todo lo que poseía.

 

Literalmente, una pequeña sociedad omega.

 

 

El moreno se paró delante del catedrático y sonriendo levemente agradeció a su profesor y le entregó el empastado de unas quinientas hojas y un cuestionario de otras cincuenta.

 

-Ya esperaba que terminaras esta semana, ¿Te ha gustado el tema?

-Mucho, incluso Cora-san me dejó practicar con un ratón que mató sin querer cuando se calló en el jardín.

-… Al menos su sacrificio fue de utilidad…

-Sí, eso dijo Doflamingo-ya.

-Bien, ya tengo el siguiente texto, estúdialo mientras reviso tu cuestionario. El texto es un poco más corto, pero debes aprenderlo de memoria y de ser posible transcribirlo, te ayudara bastante cuando lo tengas en práctica.

-Bien.

 

Aunque el moreno odiaba las órdenes por instinto, aceptó las recomendaciones con una sonrisa, sabía que no volvería a tener ese texto en sus manos.

El resto de las clases fueron de la misma manera, lectura, dudas, cuestionarios. Siempre en silencio, sin levantar sospechas que ahí se educaba a los siguientes ¨Omegas libres¨

 

Antes de una hora para finalizar la jornada escolar, un omega de linaje de los lagartos, los cuales se decía que eran horribles, malsana mentira, la única señal de una vida horrible en aquel hombre era la cicatriz que cruzaba su rostro de izquierda a derecha y el guante negro que disimulaba la falta de su mano izquierda, por lo demás, era un hombre hermoso, hermoso y peligroso, por esa razón era uno de los pocos omegas solteros con derecho a elegir a su propia pareja, su derecho fue ganado al asesinar a su esposo alfa y sobrevivido luego de que la muerte cortase el ¨lazo¨ que los unía.

Se presentó en la clase, sin tocar siquiera (todo lo contrario a su clase de ¨buenos modales de un omega¨) se adelantó hasta quedar delante del profesor y con un murmullo hizo suspirar con resignación al peli-azul que levantándose informó a sus curiosos alumnos del porque  la abrupta interrupción.

 

-Guarden todo… — La orden fue ceca y con bastante desdén —… El día ha llegado.

-¿Tan pronto?

-Yo no quiero.

-No hay de otra, debemos salir.

 

Toda la clase estaba molesta y triste a la vez, luego de soñar con su futura libertad eran despertados tan cruelmente por su destino marcado.

-¡¿Qué LE HE DICHO SIEMPRE?!... — Exigió saber el recién llegado profesor Sir. Crocodile.

-Los modales son lo primero que debemos fingir… — Respondió Law. Y como si el moreno fuese un líder de escuadrón todos los demás le siguieron, guardaron sus libros y cada uno sacando un ¨quid de maquillaje¨ e incluso el mismo Law se dispuso a cumplir su ¨deber de omegas¨ debían estar presentables.

 

 

**Día de la presentación** se leía en un cartel sobre la entrada del instituto. Ese mismo día serian presentados y conocidos por sus futuros esposos. Ya era demasiado saber que ese día podrían ser dejados en cinta y ¨adiós colegio y vida social porque me debo dedicar a mis crías y alfa.¨ La verdadera denigración para todos esos chicos era la forma en que serían reconocidos.

Como una ¨prueba de amor¨ el alfa los reconocería entre todos los omega del instituto, los que corrían con la suerte de no ser identificados eran dejados en el instituto hasta que el alfa madurara lo suficiente, no había que decir que el no reconocer el olor de tu prometido era una deshonra para el alfa.

¿Cómo reconocerían su olor?

Fácil, desde el momento en que habían sido comprometidos a cada uno les fue entregado un frasco de no más de un centímetro de altura y con menos de medio mililitro con la sangre de su pareja.

Lo único que el alfa tenia para reconocer a su pareja era eso, menos de un mililitro de sangre ceca de hacía años.

Ya muchos alfas habían sido humillados por fallar en la prueba, reconocer aromas era una de las habilidades que más presumían, sobre todo a la hora de perseguir a un omega ¨prófugo¨

Solo otra manera de decirles que no tenían escapatoria.

 

Todos fueron formados en el jardín de la escuela, las flores que cultivaban en la clase de jardinería y las especias que usaban en la clase de cocina, disimulaban su olor natural, Law juntó a sus amigos estaban felices de estar entre todos los demás jóvenes, aunque eso también los inquietaba, pues eso solo delataba que sus ¨prometidos¨ eran de una línea ¨superior¨ y por tanto su olfato estaba mucho más desarrollado.

 

-¿Quién pagaría tanto por nosotros?... — Un castaño no dejaba de mirar alrededor nervioso por que pronto iniciarían los alfas el ¨cortejo¨

-Tranquilízate, solamente le facilitaras el encontrarte.

-Tiene razón Law-sempai. Relájate Shachi… — Recomendó un moreno.

-Lo intentaré… — El castaño zorrito suspiró y elevando sus orejas se puso alerta y preparado para huir de ser necesario.

-Así está mejor… — Felicitó el moreno con orejas de pantera negra que ocultaba con un gorro y enrollando su cola en su cintura trató de no sentirse asechado.

 

Por su parte Law no dejaba de mover la punta de su cola indicando abiertamente que quien se le acercase estaba en peligro de muerte, una actitud poco aceptada en un omegas que le haría ganar el desprecio de cualquiera y sin embargo todos los alfa le miraban disimuladamente, algunos menos discretos que otros.

 

-Hoy, les será presentado su prometido… — El director Shanks, parado sobre un improvisado escenario (en realidad era el borde de la fuente del jardín) —… Les pido a todos los alumnos que se relajen y guarden la calma, su prometido DEBE demostrar que es merecedor de ustedes.

 

Ese había sido un comentario poco propio de un omega, pero, sin duda el pelirrojo profesor no quería que cualquier engreído alfa rondara a sus preciados alumnos.

 

-Así es… — Un hombre alto de piel clara se paró frente al pelirrojo y sin mucho esfuerzo la mirada dorada cubrió de carmín las mejillas del rebelde pelirrojo —… Nunca le faciliten NADA a un alfa… — El profesor Dracul Mihawk, único descendiente de los halcones de sangre pura subió al escenario (fuente) y parándose al lado de su esposo observó a todos sus alumnos —… Espero, que no me decepcionen… — Una clara amenaza de que asesinaría a quien fallase en su deber.

-Inicien el ¨cortejo¨… — Shanks estaba más que seguro de que la palabra adecuada era ¨cacería¨

 

Uno a uno, cada alfa fue avanzando hasta rodear al grupo de omegas, caminaban sin mirarlos y ni uno solo demostraba si estaba rastreando a una presa con su olfato, la mirada seria en el rostro de cada uno ponía nervioso a más de un omega, sin embargo tal como se les había enseñado conservaron la calma.

 

-¡¡WAAAHHH!!

-¡¡…!! — Law giró la mirada un poco detrás de él, ahí sin ningún reparo una comadreja cobarde de pelo rosa era acosado por un alfa rubio, su alfa le había encontrado y lo peor era que en menos de dos segundos ya estaba olfateando descaradamente su cuello.

Los murmullos aumentaron.

De la misma forma más de uno era olfateado por un alfa de un momento a otro.

Law se alegraba de estar al centro y al lado de sus amigos, Shachi detrás de él y Penguin a un par de metros delante.

 

Un escalofrió.

Solamente un escalofrió fue el que anuncio a su cuerpo de que había sido encontrado.

Law miró detrás de él y vio perfectamente al hombre detrás de Shachi, alto e imponente, el azulino y largo cabello ondeaba con el viento.

Un zorro azul de sangre pura, quizá un único descendiente.

Shachi seguía de pie sin darse cuenta del hombre que casi en cámara lenta elevaba sus manos para tomar la cintura del castaño.

 

-¡¡…!!... — Un susto de muerte. Esa fue la primera impresión que Shachi tuvo de su prometido.

-Un gusto conocerte, Shachi-kun.

-… ¿Heat…san?... — Preguntó el castaño levemente, tal vez con miedo a equivocarse, después de todo cualquier descripción de ellos les era desconocida.

-Sí, ¿Cómo has estado?... — Cuestionó al tiempo que se inclinaba para poder aspirar el aroma del cuello de un nervioso Shachi.

-Bie… ¡¡…!! — Las palabras del castaño murieron en su garganta al observar de cerca el rostro de su prometido.

 

Dolorosas cicatrices cruzaban sus mejillas, era como si hubiese sido cocido para que sus pómulos no denotaran la extrema delgadez pasada de su cuerpo, incluso sus labios de donde brotaba una reconfortante voz, mostraba la presencia de crueles costuras que le obligaron a guardar silencio durante mucho tiempo.

No hacía falta decir que obviamente los hilos habían rajado la piel cuando por fin la voz decidió brotar libre.

El peli-azul desvió la mirada temiendo provocar el terrón en el pequeño zorro delante de él.

Sin embargo el castaño no se apartó y aún con la duda en sus manos tomó delicadamente el rostro de Heat y con las mejillas levemente sonrojadas unió sus labios a los de su prometido en un primer beso.

 

Era inevitable, su misma naturaleza de omega le hacía un chico sumamente amable.

Todo un elixir de sanación para un joven que solo había conocido el tormento en su vida.

Con un poco más de pena Shachi trató de volver a la charla mientras Heat unía sus frentes sonriendo levemente y por supuesto mucho más enamorado de aquel chico que revivía  su congelado corazón.

 

El profesor Shanks suspiró, muchos de sus alumnos no volverían la siguiente semana.

 

El moreno giró la vista al frente luego de ver como el castaño comenzaba una leve charla con el peli-azul, sabía que Shachi mantenía contacto con su prometido por medio de cartas perfumadas con la más estridentes colonias, era un pedido de Heat para que no ¨hiciera trampa¨ por si el aroma del castaño se impregnaba en el papel.

Law sabía tanto de Heat como el mismo Shachi, siempre le contaba todo lo que el alfa le escribía en sus cartas, lo cual no solía pasar de un par de renglones comunes.

“Fue un día tranquilo.”

“comimos arroz y estofado en los días fríos.”

“¿Cómo fue tu día?”

 

Law no sabía si admirar la inocencia de las cartas o reírse de lo poco comunicativo que parecía el alfa, quizá solo fingía. Pero ahora, la charla que sostenían era casi como si se conociesen desde siempre y aunque por una parte le alegraba que su amigo tuviese un buen inicio con su pareja, también le entristecía la posibilidad de que se fuese y nunca volvieran a encontrarse.

Suspiró con pesar, tal vez hoy mismo él quedaría en cinta luego del ¨apareamiento¨ en algún hotel barato y no podría volver al instituto y ni siquiera vería la luz del sol a causa de las enseñanzas de los libros de texto: ¨un buen embarazo se pasa en la cama.¨

No quería ni imaginar qué clase de alfa le había tocado.

Muchos de sus compañeros al menos sabían el nombre de sus prometidos pero él ni siquiera sabía de qué raza era y ahora q lo pensaba, abundaban las razas caninas y él era un felino, tal vez le tocase un arrogante león o una parlante hiena.

 

Un aire frio le hizo temblar y tal como a los demás pudo ver como Penguin era asustado por un rubio.

No pudo distinguir de que raza era, pero el frio que dejaba a su paso incluso alertaba a los omegas, ellos no eran capaces de sentir el ¨aroma¨ de otro alfa que no fuera SU alfa y sin embargo ya había logrado percibir la presencia de ese peli-azul y ahora del rubio, sin duda eran descendientes únicos de sus linajes.

 

Penguin era un descendiente de panteras, elegante y orgullosa especie, aun así nunca había mostrado esa actitud con ningún omega en clases o fuera de ellas. Pero ahora, justo en el momento en que se percató de que el rubio iba a tocar su hombro para llamar su atención el chico levantó la mano golpeando la de su prometido que por única respuesta tomo la mano de Penguin para besar el dorso y presentarse como todo un caballero de la antigüedad, incluso realizó una reverencia ante un desconcertado Penguin.

 

-Tan rebelde como os recuerdo… — Susurró el rubio elevando la vista cubierta por los dorados mechones de su fleco. Aunque para el chico era claro que relucían con un azul eléctrico hechizante.

-Sigues sin aparecer delante de mí… — Alegó Penguin sin retirar la mano que aun sostenía el rubio y disimuladamente consumía el aroma del menor con su olfato.

 

Penguin era el único en toda la escuela que conocía a su prometido, por azares del destino se encontraron en un parque y luego de charlar un rato en que despertaron algunos sentimientos tuvieron que decirse adiós dando sus nombres y reconociéndose como prometidos.

Killer, como se llamaba el rubio, se mostró comprensivo y afectuoso, a él tampoco le gustaban las nuevas leyes que en verdad eran una forma global de comerciar con los omegas.

 

-¨… Aunque le les maltrataba tenían el derecho de aprender cuanto quisiesen y no ser considerados como úteros andantes.¨… — Esa había sido la opinión del rubio luego de escuchar los murmullos de Penguin que solo proferían maldiciones hacia las nuevas leyes.

-¨… Espero que mi prometido no sea un idiota retrasado como la gran mayoría.¨

 

Penguin no había detenido su voz como muchos omegas lo hacía ante un alfa, solamente a los desertores se les había escuchado decir algo así.

Tal vez, esa gran rebeldía oculta en una persona de apariencia tan sumisa fue lo que llamó la atención del rubio y terminó por cautivarlo.

Quizá su encuentro previo fue para que no tuviesen problemas al conocerse formalmente como prometidos.

 

-¿Por qué no te presentaste antes?

-Debía disimular un poco ¿No crees?

-¿Y a qué se debe esa presentación tan fuera de lugar?

-A que soy todo un caballero.

-¡¡Hahahahaa!!... — Penguin era afortunado, su prometido era amable y no quería crías a tan temprana edad, al menos eso decía.

 

Law miró alrededor, prácticamente todos sus compañeros habían sido ¨encontrados¨ él era el único que seguía solo, por un instante se sintió afortunado.

Solo un instante, el viento cambio de dirección y una espantosa opresión se apodero de cada uno de los alfas presentes, un líder, un líder de linaje puro estaba cerca y ni siquiera se preocupaba en ocultar su presencia.

La mayoría se puso en guardia y más de uno abrazó a su pareja como si fuese a ser arrebatado de sus brazos.

Law podía sentir la presión en el ambiente, incluso el peli-azul y el rubio habían tomado a Shachi y a Penguin de la cintura demostrando que eran ¨suyos¨

Law sintió su piel erizarse al apreciar de donde venía tal presencia y aun así no se giró siquiera a mirar quien era, sabía que era un altanero alfa y eso era más que suficiente para no mirar en esa dirección.

Se relajó cuanto pudo dando a entender que no se había percatado de nada, solo era un ¨insignificante omega¨ cómo eran llamados por todos los alfa.

Sin embargo, aquel alfa no se detuvo, incluso pareció acelerar el paso al notar que era ignorado.

Unos momentos después pudo escuchar como un hombre se paraba detrás de él, era moreno, mucho más alto que Law y despedía una peste a mugre además de que le faltaban algunos dientes.

Un cazador de omegas.

Aquel alfa que no encontraba a su pareja era despojado de sus riquezas materiales y cualquier otro alfa podía marcar a su omega sin problema, era una manera de demostrar la superioridad de las razas.

Por supuesto, el omega no tenía voz ni voto en la decisión.

Law ignoró al hombre cual si fuese un cadáver sin vida, no se movió, un omega no debía responder a otro alfa que no fuera el suyo, al menos las reglas de etiqueta le ayudaban en este momento.

El cortejo terminaría en cualquier momento y ese sudoroso hombre podría llevárselo a menos de que su alfa lo enfrentase y reclamara como suyo, pero, quien rayos se enfrentaría a tal alfa, Marshal D. Teach líder de uno de los distritos más peligrosos de la ciudad, asesino y practicante de toda perversidad habida, incluso se rumoraba que luego de abusar continuamente de los omega que conseguía los devoraba vivos y con peste a sangre pútrida que poseía no hacía más que afirmarlo.

Law quería girarse y golpear al estúpido que pretendía hacerlo de su propiedad, pero el simple hecho de mirarlo sería aceptar el cortejo.

Estaba por echarse a temblar cuando un pelirrojo se paró delante de él, le miró a los ojos… eran dorados, casi como el mismo sol.

Piel clara que relucía con las hebras de su cabello rojizo, labios pintados de un oscuro borgoña, ojos delineados con negro y un par de cicatrices sobre su ojo izquierdo.

Un par de orejas alzadas en punta lo delataron como un lobo rojo, y el abrigo negro que cubría su cuerpo cual capa de valiente caballero, ondeó con el aire cuando dio un paso hacia delante alcanzando a Law e inclinándose un poco clavó sus afilados colmillos en el moreno cuello.

 

-¡Umgh!... — Law ahogó un gemido de dolor en su garganta, aquel pelirrojo lo marcaba como su pareja en pleno cortejo.

 

El lobo rojo pudo ver como el hombre que hostigaba a su pareja enrojecía de coraje. Aun cuando era conocido y temido seguían existiendo algunos estúpidos que no creían temerle. Ese era el pensar del asqueroso hombre.

 

-Purrrrrr…~ — El ronroneo de Law fue claro para ambos alfa, sin ser muy consiente el pelirrojo lamía la herida que le había hecho al moreno y este al sentir la caricia había respondido con uno de los actos más sinceros de su especie, el ronroneo.

Así decía el moreno que aceptaba a su pareja.

 

Vencido por las leyes que regían al mundo, aquel desagradable hombre se dio la vuelta soltando su esencia colérica, sin embrago ya no obtuvo la esperadas reacciones de temor en los otros alfa, ahora todos estaban dispuestos a proteger a sus parejas, al igual que el pelirrojo, la mayoría había marcado a su omega para despertar su instinto de protección y no pensar en huir de aquel hombre.

Con la ira creciendo porque un omega marcado no sobreviviría sin su alfa; Ya ninguno de esa escuela le servía, además de que no le convenía meterse en problemas… por ahora… ya se las cobraría luego a ese lobo.

 

 

Cuando Law recupero el sentido se dio cuenta de que abrazaba al pelirrojo delante de él y este descaradamente apretaba con ambas manos su trasero.

Eso fue suficiente para que luego se escuchara por todo el jardín el sonido de un puñetazo que dejó en el suelo al pelirrojo.

 

-¡¿CÓMO TE ATREVEZ DEGENERADO?!

-¡¡EL ¨DEGENERADO¨ ESTABA POR PARTIRTE EL CULO!!

-¡¡PUES TÚ NO ME DAS UNA IMPRESIÓN DIFERENTE!!

-¿QUÍEN ES EL QUE SE PUSO A RONRONEAR COMO GATITO SIN DUEÑO?

-¿Qué?

-Así es…

-¡¡¡ALEJATE DE MÍ, IMBESÍL!!! ¡¡Y NO VUELVAS A TOCARME!! Bueeh~ — Law se alejó caminando hacia atrás tomando su cartera con un nuevo volumen de medicina y elevando el brazo derecho mostrando en alto su dedo corazón mientras le enseñaba la lengua al pelirrojo.

-¡Khe! Para nada un ¨obediente omega¨… — Sin poder evitarlo el pelirrojo sonrió al ver esa vivacidad en un chico de apariencia tan débil.

 

Era bueno saber que su pareja poseía la misma ferocidad que él.

 

Notas finales:

espero que les guste y creo que habrá continuacion!!

cuidence mucho!! mata-nee!!

°w°)7 les dejo la imagen que inspiró esto, si no puedenver pasence por mi facebook, aunque no este yo.

https://www.facebook.com/photo.php?fbid=383627282001085&set=a.135553130141836.1073741828.100010614484130&type=3


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