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THE BIJUU GAMES ON FIRE por Samy_DBS

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Notas del fanfic:

Historia inspirada en la obra de Suzanne Collins.

Personajes de Kishimoto-sensei

Notas del capitulo:

Adaptacion. No todo será igual, ¡REPITO NO SERA TODO IGUAL A LA PELICULA!

Espero les guste el primer capitulo.

Hoy es el día de la cosecha, eligieran a dos para llevarlos como tributos al Capitolio y competir en los juegos del hambre.

 Nuestro protagonista de nombre Uzumaki Naruto, tiene apenas  dieciséis años, ha vivido desde siempre en Konoha, una gran nación que está dividida en 12 distritos comandados por el Capitolio. El y su familia, Himawari su pequeña hermana, Kushina su madre y Minato su padre, un gran hombre que siempre vivirá en sus recuerdos.

 

Abrazaba con cariño a una pequeña ojiazul la cual solloza e hipea sin parar, nuestro rubio intenta transmitir seguridad. Esto después de una terrible pesadilla.

 

  -Era yo...- susurra Himawari entre los brazos aun llorando.  

 

-No, no. Fue solo un mal sueño- la consuela mientras juega con sus dedos en el cabellos negro-. Es tu primera vez Hima, tu nombre solo va a estar una vez. No van a elegirte- le aseguró abrazándola con mas fuerza.

 

 -Cántame una canción -pidió recibiendo un asentimiento de cabeza por parte del rubito, sintió su pequeña espalda chocar en la cama, Naruto se recostó a su lado listo para comenzar:  

 

"Al fondo de un prado, Cerca de un sauce, Una cama de hojas"  

La pequeña siguió en coro.

"Una almohada de fardo..."  

-No la has olvidado la canción- le comentó con dulzura.

  -¿Ya te vas?- pregunta triste al ver que su hermano se levantaba.

  -Tengo que salir, volveré pronto- le aseguró para darle un tierno beso en la frente.

 

>>> Pov Naruto <<<

 

Dejo a mi hermana para colocarme mis botas negras de caza, mi chaqueta de cuero y lavarme la cara. Un gruñido llama mi atención y es Buttercup el molesto gato de mi hermanita.  

-Igual te cocinare- le contesto de mala gana.

 

 Él y yo nunca nos hemos llevado bien, me dirijo a la alambrada que divide nuestro distrito con el bosque. En el camino puedo ver a distintas personas haciendo su vida cotidiana, me mata ver la miseria en la que estamos hundidos. Yo solo corro sin perder objetivo. Veo también a los mineros caminar rumbo a su trabajo. Al llegar cruzo sin problemas la alambrada. Ahora que estoy dentro recojo mi arco y mi carcaj de flechas, así como algunas otras armas que mantengo escondidas para poder cazar.

 

Con sigilo apunto a un siervo, el cual al parecer ha notado mi presencia, prefiero no disparar, el animal huye. Una hoja seca me ayudará a encontrar la corriente del suave viento, mi presa seguramente irá hacia ese lugar.

Sigo las pistas y guiños hasta encontrar de nuevo al enorme animal, ahora se encuentra en un ángulo en donde no puedo fallar de ninguna manera. Me preparo ya estoy listo.

 

-¿Qué piensas hacer cuando lo caces? –Una voz con potente me interrumpe, lo suficiente fuerte como para ahuyentar al siervo, en un desesperado intento por cazarlo disparo una flecha fallando en el acto.

 

-¿¡Cual es el problema Sai!? –Molesto me giro para enfrentar al causante.

 

-¿Qué piensas hacer con un siervo tan pesado Naruto? –Me quita una de mis flechas. –Hoy es día de cosecha, hay muchos agentes de la paz.-

 

-Iba a venderlo. –Le arrebato la flecha. –a agentes de la paz. –Finalizo aún molesto. –Es el primer siervo que veo en un año… ¡Ya no hay nada! –musito con resignación.

 

El coloca su pálida mano en mi hombro. –Tranquilo. –Lanza una roca a un montón de arbustos y salen despavoridas grandes y gordas aves, no dudo en matar a una antes de que escape.

 

Ambos reímos cuando vemos caer a nuestra presa. Pero nuestra pequeña burbuja de felicidad es invadida por el sonido de un transporte aéreo del capitolio, nos escondemos. Ellos ya han llegado.

 

 

Nos sentamos entre las hierbas en un lugar alto y despejado. Sai  saca un pan recién horneado.  

 

-Mira, es para ti- me dice enseñándomelo.  

 

-¡Por Dios!- lo tomo sin creerlo-. ¿esto es real?- le pregunto.  

 

-Eso espero, me costo una ardilla- musita gracioso al verme abrir el pan y olerlo-. Felices juegos del hambre- me dice, yo divido el pequeño alimento y le entrego una porción. 

 

-Y que la suerte esté siempre de su lado- termino imitando la voz irritante de la presentadora-. ¿Cuántas veces está tu nombre hoy? –le pregunto después de un largo silencio.

   

 -42, creo que la suerte no está muy a mi favor- dice algo decaído, yo lo miro afligido sin saber que decir, coloco mi mano en su hombro para intentar reconfortarlo.

 

Al llegar a casa veo como mi madre esta con mi hermana.

 

 Himawari está preciosa lleva una sudadera delgada color amarillo pálido, una falda rosada. Ella simplemente luce adorable, me niego a creer que realmente su nombre esté ya en la lista. Juro que la protegeré.

 

-Mira eso, quedaste muy hermosa - comento a mi hermana mientras me agacho para estar a su altura.

 

-Gracias- me responde con una sonrisa. Nuestra madre sonrió mientras preparaba algunas cosas.

 

Entré al baño para enjuagarme rápido, al salir al frente de mi cama veo mi ropa.

 

 Sobre mi cama está la ropa que usaré, cosiste en mi chaqueta negra la cual me cubre lo suficiente para este frío clima. Y un pantalón anaranjado. Veo a Hima parada en la puerta observándome.

 

-Déjame peinarte- me pide y yo obedezco.  

 

Realmente con el cabello rebelde que tengo es imposible hacer algo pero no le impido seguir, después de peinarme un poco con el cepillo empezó a tejer una pequeña y discreta trenza la cual se veía graciosa debido al tamaño. Cuando terminó me dejó libre y yo me miré al espejo.

 

  -Desearía tener un cabello tan lindo como tu- comenta algo temerosa.  

 

- yo desearía verme tan adorable como tú- le digo y ella corresponde una débil sonrisa. Escuchamos la alarma que indica que ya es hora de partir. –Mira, se lo compré a una anciana esta mañana. –Le digo suavemente mientras le muestro una pequeña insignia. Ella la toma entre sus manos mirándome sin entender. Era la figura de un zorro con nueve colas encerrado en un circulo.

 

 

-Es un zorro, para que te proteja- Le sonrío. –En cuanto lo conserves no te pasará nada malo. ¿oíste? Lo prometo. –Termino tratando de brindarle seguridad.

 

  Es la hora de presentarse en la plaza principal donde Sakura Haruno la presentadora del 12 siempre le los tributos.   Me separo de Himawari para que ella se instale con los chicos de su edad mientras que yo con los de 16 años. Veo en otra fila a Sai quien me sonríe alentador.  Compartimos gestos que solo nosotros dos entendemos, sin embargo nos vemos interrumpidos por Sakura quien golpea el micrófono para comenzar con su aguada voz.

 

-Bienvenidos, Bienvenidos amigos míos. –Nos sonríe a todos.- Felices juegos del hambre y que la suerte esté siempre de su lado. –Termina con alegría y un tono cantarín. –Ahora es tiempo de elegir a dos valientes jóvenes para el honor de representar al distrito doce en los septuagésimos cuartos anuales juegos del hambre. –Cada ciudadano temblaba al saber que pronto se haría la elección. –Primero las damas. –Metió su mano en la urna para sacar el papel.

 

-¡Himawari Uzumaki!- escucho a la escandalosa mujer con el trozo de papel entre los dedos.   -¿dónde estás nena?  - oigo a Sakura llamar a mi hermana.

 

 Mi hermana lentamente sale de la multitud encaminándose al frente, puedo ver que está temblando, agentes de la paz  la guían suavemente, hasta que logro reaccionar.

 

-¡Hima!- reacciono, saliendo de mis filas-.¡Himawari!- grito angustiado y ella me voltea a ver con sus con la mirada temblorosa.

 

Rápidamente aparecen los guardias a reprimirme usando la violencia pero yo me resisto gritando mas.

-¡No! ¡No! ¡SOY VOLUNTARIO! ¡SOY VOLUNTARIO!- empujo con fuerza al guardia para que me puedan ver-.¡Me ofrezco como tributo!- grito decidido.  

 

La mujer de cabello rosa queda conmocionada al igual que todos ahí. – Al parecer tenemos un voluntario. Señor alcalde…- busca la aprobación del hombre mencionado.

 

-¡No! ¡No!- mi hermana esta atrás de mi, tomando mi pantalón negro con fuerza-.¡NO! ¡NO!  

 

-Ve con mamá. –Me agacho a su altura tomando su rostro con fuerza. –Lo siento de verdad pequeña, ¡ve con mamá! –le ordeno. Sai aparece llevándosela en brazos yo le agradezco con la mirada y comienzo a avanzar hacia el frente.

 

Sakura me recibe. –Las reglas dicen que solo una mujer y un varón pueden ir. –Me afirma mientras coloca sus manos en mis hombros. -¿Verdad señor alcalde? –El hombre asiente.

 

-Yo soy un doncel.- murmuré mirando el suelo tratando de contener mis lagrimas.

 

-¡Oh, ya veo! ¿Cual es tu nombre?-me pregunta colocando el micrófono al frente de mí cara.

 

-Naruto Uzumaki - digo con la voz entre cortada.  

 

-Apostaría a que ella era tu hermana, ¿no es así?- me dice sin dejar de sonreír.  

-Si.- afirmo.

-Démosle un gran aplauso al primer doncel voluntario de este distrito. –Ella comienza con las palmas pero nadie más la sigue.

 

Incomoda por la falta de animo de los ciudadanos decide sacar el papel del varón. –Ahora veamos quien será el hombre afortunado.- exclama tratando de contagiar su emoción. Mete su mano hurgando entre los cientos de papeles. -¡Uchiha Sasuke! –musita mientras leía.

 

Las personas alrededor del mencionado comienzan a dispersarse mirándole, sin dar oportunidad de esconderse. Pero aquel muchacho no tenía la intención de esconderse, solo estaba sorprendido y nervioso al escuchar su nombre, cualquiera en su lugar estaría así. Es escoltado por los agentes hasta llegar al podio.

 

-Aquí están nuestros tributos – Sakura exclama emocionada.  –Que esperan salúdense- Ordena quitándose de en medio de ambos.

 

  Me volteo para verlo a los ojos. Al cruzar miradas recuerdo como aquella vez me salvo la vida.  

 

Flash Back  

 

Era un día lluvioso en el que buscaba algo de comer para mi hermana y madre quienes llevaban al igual que yo 2 días sin comer. El pasaba por ahí realmente se veía que regresaba de su trabajo, lo supe por el olor a pan que desprendía. Cerré los ojos sin darle importancia eso hasta que el me dejó justo frente a mi una gran pieza de pan, no era de la mas alta calidad pero no me importó estaba muriendo de hambre. Agradecí con la mirada y corrí hacia mi casa para poder alimentar a mi familia.

 

Fin del Flash Back

 

Me encuentro en una sala y en ella mi madre junto con Himawari entran asustadas. Hima la mas afectada me ve angustiada sin dejar de derramar lagrimas, me agacho para estar a su altura y la abrazo.

 

-Escúchame Hima- pido serio-. Sai te dará carne y tu vende leche y queso de tu cabra.  No dejes que te den comida extra, no quiero que pongan tu nombre más veces-

 

-Trata de ganar, tal vez puedas lograrlo- me dice conteniendo el llanto.  

 

-Claro- aseguro mintiendo. –Tal vez lo haga. –Reafirmé.

 

-Eres inteligente y sabes cazar. –Yo asiento a cada palabra que ella dice

 

Ella tiende su puño cerrado hacia mí, lo abre y veo al zorro kyubi.   -Para que te proteja- me dice dulcemente.

 

  -Gracias- le doy un beso para abrazarla con fuerza.  

 

  Mi madre se me acerca la tomo de los brazos y seguro le miro a los ojos  

-Escúchame no debes volver a irte- le ordeno.

  -no lo haré…  

-No la dejes sola, no puedes  hacerlo como antes y dejar a Hima sola...no importa lo que sientas tienes que apoyarla ¿entiendes? - le digo preocupado para después abrazarla con fuerza-. No llores- le pido mientras la recargo en mi pecho.

 

De repente un guardia entra para tomarlas bruscamente a las dos y llevárselas:

  -Se acabó el tiempo- Rápidamente apresó a Himawari.  

-¡No! ¡no!- Himawari me abraza de nuevo pero es arrebatada. 

-Te prometo ganar- le digo antes de escuchar la puerta cerrarse.  

 

Me acerco hasta la puerta para notar que no tiene seguro intento abrirla pero la manija de la puerta viene hasta mi y es Sai quien entra para abrazarme.   Correspondo para en eso separarme de sus brazos. Le susurro un estoy bien.

 

-Escúchame, eres más fuerte que ellos  -Me asegura tomándome de los hombros. –Consigue un arco. -

 

-Tal vez ellos no tengan arcos Sai. –Respondo nervioso, bajo mi mirada sabiendo que no tengo muchas posibilidades.

 

-Muéstrales tu destreza, lo único que quieren es un buen show –me sujetó firmemente de los hombros. –Yo asiento. –Si no tienen un arco, entonces fabrica uno. Tú sabes cazar. -

 

-Pero no personas. –susurró con la mirada temblorosa.

 

-No es diferente Naruto- dice Sai, mirándome seriamente. 

 

-Son veinticuatro y solo uno puede ganar. –Le digo sin fuerzas.

 

-Tu ganarás. –me aseguró. Sin previo aviso toma mi rostro en sus manos y me besa la frente, supe que se contuvo de besar en otra parte.

 

El tiempo se ha agotado y los guardias entran para llevarse a Sai afuera, sin poder evitarlo me asusto y altero.

 

-¡Cuídalas Sai! ¡No dejes que pasen hambre!-ruego con desesperación.  

 

-¡No lo permitiré! ¡Sabes que no lo permitiré! Te veré pronto- dice, mientras nos separan y cierran la puerta.

 

  Mas tarde me sacan de esa sala para ir directo a la estación que nos llevará al Capitolio. Durante el transcurso dentro de un auto Sakura nos va hablando sobre lo grandiosos que es ir a morir en los juegos, realmente ninguno de los dos presta atención. Estoy nervioso y asustado veo de soslayo a Sasuke. El luce tan serio e indiferente parece que no está en el mismo mundo que yo. Digamos que el luce más seguro y decidido a ganar.

 

La presentadora nos acompaña hasta el tren, entramos para ver un lugar muy lujoso y lleno de comida.

 

-340 kilómetros por hora y no se siente nada. Es uno de los privilegios de venir, aunque sea por un instante deberían disfrutarlo. –Nos comenta, sintiéndose incomoda al ver nuestras miradas sobre ella.

 

-Iré a buscar a Kakashi- anuncia levantándose. –Seguramente está en la biblioteca embriagándose. –Menciona mientras abandona el lugar.

 

Me quedo solo con Sasuke al lado, el ambiente es incomodo y pesado, el desvía su vista a la ventana un momento. Yo también prefiero ignorarlo.

 

-Hatake Kakashi - escucho de sus labios apenas pronunciar como si quisiera que no lo escuchara. -¿Has oído hablar de él? –me pregunta sin despegar sus ojos de la ventana. No quiero responder. –El ganó los juegos antes, es nuestro mentor. –

 

Sin verlo escucho que se voltea seguramente enfadado por estar ignorándolo. -¿Me estás escuchando? –me cuestiona justo como pensé, está molesto. –Está bien si no quieres hablar. –Se levantó abandonando el lugar dejándome solo. Suspiro.

Me encuentro solo hasta que me paro de mi lugar comienzo a caminar hasta dar con mi habitación empujo la puerta para entrar el cual es enorme. Estoy ahora con una ropa más acogedora, miro con verdadera preocupación el programa de televisión en donde está el carismático Killerbee, presentador de los juegos desde siempre recordando los años pasado en pantalla.  

 

Ese fue uno de mis años favoritos y mi arena favorita, y ese momento inolvidable en donde un tributo se convierte en victima es crucial. “

 

Escucho al hombre pulpo narrar para seguido ver las escenas en donde un tributo del once destroza a sus aliados como si estuviera poseído.

Apago el televisor de inmediato, no quiero admitir que pronto podría ser yo la que salga en esa pantalla siendo masacrado o masacrando. Esto es cuestión de supervivencia.

CONTINUARA…

Notas finales:

Gracias por leer. Bye bye


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