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ME ESTOY VOLVIENDO VIEJO???!!! por Son_Hibiki

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Notas del capitulo:

Holaaa!!! lo sé... otro fics, este lo terminaré primero xq me tiene muy entusiasmada :P.

Dejen sus comentarios pliiiiiiis!!! Y paso el dato: necesito un@ beta!!! Alguien que lea mis fics y los corrija antes de publicarlos (y alguien que me ayude a subirlos a fanfiction.net q siempre es más complicado de lo que yo puedo entender XDDD ^^U), así que los interesados ya saben dejen un review o me escriben al mail.

Besos gracias.

Escríbanme a hibi_chan@yahoo.es

Primera Parte: Me estoy volviendo viejo???!!!

Lo arrinconó contra la muralla de su despacho en las mazmorras mientras lo besaba loca y desesperadamente. Simplemente verlo tan frágil, tan sumiso lo hacía prenderse y esa mañana había tenido una larga y tortuosa clase de pociones con Gryffindor y Slytherin… que ganas de tirarlo a su mesa y tomarlo frente a todos; marcarlo como suyo, que nadie más se atreviera a ver ese cuerpo joven y atractivo que él tanto amaba y deseaba.

-Señor Potter, entiendo que viene por la detención –mordió sutilmente el cuello de su estudiante.

-Ay profe… profesor Snape… sí… yo… -sus manos ya habían logrado desabrochar la camisa de Harry, dejando de paso la túnica olvidada en el piso, mientras su boca torturaba cadenciosamente el pezón derecho de este –demonios… Severus, me estás volviendo loco.

-Debería bajarle puntos por esa insolencia con su profesor –sonrió de forma Slytherin –pero creo que me dedicaré a torturarlo señor Potter –comentó mientras su mano acariciaba el entrepiernas del menor sobre la tela.

El Gryffindor abrió más las piernas para ayudar a la tarea del mayor y este aprovechó para colocar la rodilla entre estas extremidades y ocupar sus manos en terminar de desvestir a Harry.

Una vez desnudo el chico fue conducido, casi arrastrado, a la habitación del profesor, que con un hechizo silenciador y otro para evitar que alguien más entrara de forma sorpresiva e inesperada. Lo tumbó en la cama y continuó torturándolo, amándolo. El moreno intentó comenzar a desvestir a Severus, mas este tomó con delicadeza sus manos, dejándolas sobre su cabeza y con un susurro las sábanas se movieron de forma mágica para inmovilizar al chico, dejándolo a su merced. Este se removió intranquilo y algo molesto por no poder actuar, pero la lengua del profesor que momentos antes jugaba en su pecho, había hecho un camino húmedo hasta su ombligo y se había detenido en este, torturándolo y dejando erizada la piel que probaba.

Un gemido interrumpió los jadeos del menor, quien ya no luchaba contra las sábanas, entre tanto la boca del mayor besaba y mordía su ingle, para terminar metiendo dentro de su boca la hombría del chico.

-Por Dios Severus!!! –gemía mientras el adusto profesor delineaba con la lengua el glande de su hinchado miembro –no aguanto… aaah… me matarás… -este comentario sacó una sonrisa de la serpiente quien se alejó de la virilidad del pequeño, mas no dejó de molestarlo.

Lamió las piernas del Gryffindor, luego sus muslos, y continuó subiendo para detenerse en la entrada de este y acariciarlo lentamente con su lengua. El chico gimió fuertemente excitado mientras separaba aún más las piernas, entregándose en silencio al Slytherin. Severus sonrió… le encantaba que su pequeño ángel le diera a entender que era sólo suyo y que lo necesitaba.

Introdujo la lengua, para empezar a dilatarlo, haciendo gritar a su amante, llevándolo al extremo.

Lo dio vuelta, dejándolo de bruces en la cama, aún atado y completamente expuesto. Se alejó un segundo para desvestirse, logrando sacar un gruñido de los carnosos labios de su ángel al no sentir el tibio cuerpo de su profesor de pociones.

Severus sonrió abiertamente mientras, desnudo ya, se situaba detrás de Harry e introducía un dedo, húmedo de lubricante, dentro del pequeño Gryffindor, quien le contestó de manera ansiosa, moviéndose en contra de la mano de Severus.

-Tranquilo Harry- soltó en una sonrisa.

-Severus, deja ya eso… entra luego –suplicó el moreno de ojos verdes.

-No pienso hacerlo –contestó Snape en un sensual susurro, contra la oreja de su amante –si lo hago te dañaré y lo que menos deseo es estropear mi hermoso juguete.

-Bueno, pero apúrate!!! –gritó desesperado al sentir que los tres dedos que se movían dentro de él tocaban un rincón dentro de él que lo hacía temblar de placer y le robaba todas las fuerzas.

Sacó los dedos y de una sola estocada lo penetró, quedándose quieto un momento para que su pequeño se acostumbrara, pero este al notar que Severus no se movía comenzó a empujar contra él, para aumentar el contacto con su amante quien sonrió complacido y agarrando su cintura comenzó a embestirlo de forma firme y rítmica, haciendo jadear y gemir al menor. Le besó la nuca y lamió tiernamente cada vértebra que se marcaba en la espalda del delgado cuerpo. De pronto, y sin previo aviso, lo envistió de forma precisa y profunda, haciendo que el Gryffindor se arqueara y abriera los ojos desmesuradamente, soltando unas lagrimitas de extremo placer. Lo había conseguido… encontró aquel punto que llevaría a Harry hasta el orgasmo.

Aceleró el ritmo, procurando que cada embestida tocara el punto sensible del chico hasta que este en un gemido ahogado se corrió sin siquiera haber sido masturbado. Un par de embestidas más y Severus se derramó en su interior, gritando el nombre del Gryffindor, dejándose caer sobre él, procurando no apoyar todo su peso.

Una vez que hubo recuperado su normal respiración susurró un hechizo para deshacer el agarre y atraer al relajado cuerpo del chico hacia él.

-Tan pronto y ya estás cansado Harry?

-Todavía quieres jugar Sevy? Por Merlín! Cómo tienes tanta energía?!

-Y se supone que tú eres el adolescente hormonal?

-No es mi culpa que seas un pervertido con gran energía para ponérmelo en donde sea y como sea –bostezó en un ademán de dormirse en los brazos de su amante, pero este tenía otros planes para él.

-A no… no pienso dejarte dormir… -bajó la mano hasta el entrepiernas del chico, haciendo sobresaltar a Harry, y ahogó el gemido que se avecinaba con su boca, iniciando un beso fogoso y demandante que prometía otra sesión de sexo.

La respiración agitada del Gryffindor le señaló que nuevamente había ganado y su chico estaba dispuesto a complacerlo. Se alegraba de ser el único que encendiera así el cuerpo y el alma de Harry, aunque este estuviera realmente agotado y sin deseos de nada.

Un gritito con su nombre lo volvió a la realidad y se abalanzó para volver a tomar y proclamar al salvador del mundo mágico como suyo.

Se recostó en la cama con una sonrisa en los labios y cruzó sus brazos detrás de la nuca. Eran las seis de la mañana y habían hecho el amor toda la noche, deteniéndose únicamente para la imperiosa necesidad de ir al baño, que no era nada agradable postergar algo así, y convivir con esta molestia mientras hacía el amor.

El cabello mojado por la ducha que acababa de compartir con su pareja humedecía la almohada, mientras distraídamente repasaba cada expresión de placer y sorpresa que su muchacho soltó aquella noche.

El chico salió del baño con una sonrisa brillante, vestido por un pijama rojo y secándose el pelo con una toalla del mismo color. Se tiró sin gracia alguna sobre la cama y dejó un beso en la mejilla del profesor de pociones.

-Demonios Severus; eres un dios del sexo!!! –exclamó emocionado mientras se acurrucaba, agotado a más no poder contra el cuerpo de Snape y olía su pecho desnudo, impregnado al jabón hecho por el mismo profesor; a base de hierbas.

El pálido hombre sonrió. Podía ser verdad lo que le había dicho el chico… podía complacer la gran exigencia de un adolescente con las hormonas revolucionadas… y más aún; amarlo hasta llevarlo al límite. Pocos magos de su edad podían verse tan satisfechos en ese ámbito, no es que estuviera viejo, pero ya tenía sus años vividos y muchos recuerdos en el cuerpo.

Dejó salir un suspiro de alegría y con este bello pensamiento se relajó, mientras las palabras ‘dios’ y ‘sexo’ le alegraban el sueño.

Qué era eso? Debía ser una broma… aunque meditándolo bien, desde que el Señor Oscuro había sido derrotado por Harry ya no tenía el agotador entrenamiento como mortífago; por ende había acabado cualquier ejercicio.

Se colocó de frente y luego volvió a colocarse de lado y pasó su mano por su vientre, pellizcando con un gesto de disgusto la pequeña capa de grasa que se había estado juntando los meses luego de la derrota de Voldemort.

No, no y no… eso no podía ser grasa…eso debía ser una broma… ESO ERA!!! EL ESPEJO ESTABA MALO!!!

-Maldito espejo!!! Debería freírte a cruciatos y luego añadirte a mi desayuno!!!

-No creo que te caiga muy bien el comer espejo para el desayuno señor ‘Severus-yo-me-miro-en-el-espejo-porque-soy-vanidoso-Snape’; ahora me dirás que te hizo el pobre espejo para querer freírlo.

-Que qué me hizo???!!! Míralo fijamente!!! –Harry hizo lo que Severus le pedía y se quedó meditando un rato.

-Veamos… veo un profesor de pociones completamente desnudo, totalmente expuesto; tentando a un adolescente hormonal que viaja por la vida sólo con una toalla y que pronto terminará sin ella para poder violarse tranquilamente al profesor.

Severus sonrió y se volteó para besar exigentemente a su pequeño. Bueno… tal vez podría convencer a Albus para que le dejara reabrir el club de duelo y así poder hacer algo de ejercicio… tenía que estar en forma para satisfacer las exigencia del bello espécimen que tenía por pareja, no podía darse el lujo de dejarse estar, especialmente con tanto admirador loco que le gustaría estar entre las piernas de su amante.

Se vio reflejado en aquellas lagunas verdes que lo miraban llenos de amor y… sorpresa? Paró repentinamente al ver que Harry sonreía divertido mientras le veía el cabello.

-Veamos… te voy a hacer el amor hasta partirte en dos… se supone que debe ser chistoso? –preguntó entre molesto y curioso.

-Lo siento Sevy… es que… emmm… no sé como decírtelo…

-Con todas sus letras y de una vez para poder continuar y por fin partirte como quiero –Harry soltó una risita nerviosa mientras la sangre se arremolinaba en su mejilla.

-Bueno, pero no te enojas, eh?

-Si me lo dices luego no me enojaré…

-Está bien; mmm, eso que se asoma en su frente es una cana?

-Ah? Una… cana?

-Sí, tú sabes… un pelito blanco, decoloración del cabello que aparece con la edad.

-Sí se que es una cana, pero… -se paró presuroso y corrió al espejo completamente pasmado… había esperado que alguna vez pasara eso… pero… era muy pronto… muy, muy pronto…

-Sevy? Estás bien? –Preguntó asustado Harry al hombre que se sentaba con rostro más pálido de lo normal.

-Me estoy volviendo viejo…

-No amor, estás en la edad justa! –intentó animarlo –me encantas así, además a Hermine el otro día también le salió una… aunque no le han salido más… y creo que era un cabello rubio; no una cana… pero bueno! Hay personas canosas cariño!!!

-Pero yo nunca había tenido una!!!

-Amor, estás exagerando.

-Pero no es sólo eso! Mírame –se paró de pronto, casi botando a Harry al suelo – estoy echando panza!!! Y mira las arrugas en mi rostro.

-Severus Snape! Desde que te conozco tienes las líneas de expresión marcadas! Sólo estás exagerando con una mugrosa cana!!!

-Y no sólo es una cana!!! Si no que es mugrosa!!! Por Merlín!!! No es mi culpa tener mi pelo grasoso!!! Yo sí me lo lavo, son sólo las pociones que con sus gases me lo ponen así!!!

-No seas tonto Severus, desde que inventaste ese espectacular shampoo has controlado fenomenalmente la grasitud de tu pelo.

-Nooooo!!! Soy un viejo tonto!!! Debe ser la junta con ese viejo chiflado de Albus!!! –se quedó quieto y pasmado un segundo, mirando a la nada, luego su rostro se agitó, y en señal de perturbación se llevó una mano a la boca, la cual abría y cerraba como si fuera un pez –o no… primero es esta cana, luego comenzaré a usar barba y atuendos coloridos al más estilo Merlín, con lentes de media luna incluidos y para finalizar estaré ofreciendo caramelos de limón por la vida!!!

-Severus, de dónde sacaste eso!!! Tú no eres tonto!!!

-Pero si tú acabas de decirme ‘no seas tonto Severus’ –el profesor dijo esto imitando la voz de Harry.

-No puedo creerlo… -tomó su ropa y se dirigió enojado al baño de Severus, para salir en un momento después completamente vestido –eres un paranoico! Regresaré cuando se te pase –y sin esperar respuesta salió del despacho de Snape.

-Por Merlín –ocultó su rostro entre sus manos –soy un viejo panzón, canoso, grasoso y paranoico.


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