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Obsesionados. por YamiSofia

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Notas del fanfic:

YuGiOh! No  me pertenece, todos los derechos van para su respectivo autor y distribuidores. Tampoco recibo ninguna retribución económica por esto, solo es diversión de fans para fans.

Notas del capitulo:

Todo comienza con la desaparición de Jaden Yuki, y la historia es contada a través de las declaraciones y coartadas de los sospechosos y cercanos al desaparecido. Obviando que estas están plagadas de opiniones personales y perspectivas del mismo. Hechas de forma intencional.  Para su mejor comprensión, la narración fue hecha en tercera persona

[…] El siguiente hecho es la reconstrucción de la historia, mediante  las coartadas de los sospechosos y los amigos del desaparecido Jaden Yuki. […]

 

 

 

—Bueno, hemos llegado. —dijo Jesse con una enorme sonrisa en el rostro. Y como no sentirse feliz, aquel último tiempo Jaden le había pedido que lo acompañara a casa después de su turno. A Jesse no le importo hacer un par de horas extras o canjear un par de horarios con otros compañeros para que él pueda pasar tiempo a sola con el castaño.

—¿Quieres pasar? Detesto estar solo antes de que Yuya llegue de sus…—decía Jaden mientras la puerta de su departamento se abría dejando en evidencia una figura enorme. La de un moreno con ojos color azul intenso, cabello oscuro y una cara de pocos amigos.— ¿Ah? Yusei.—termino por sorprenderse.

Jesse no pareció feliz, bufo y termino por comenzar una guerra de miradas con el moreno. El de cabello turquesa jamás se había llevado bien con el mecánico desde que se conocieron.

Yusei, ¿Qué se supone que haces aquí?—pregunto Jesse con un tono de fastidio. Nuevamente las miradas de ambos se enfrentaron por mini segundos.

—Estaba preocupado por Jaden, se tardaron mucho  y le pedí a Yuya que me dejara entrar.—Jaden asomo la cabeza para ver el interior del lugar, efectivamente Yuya estaba recostado en el sillón comiendo lo que parecía una bolsa de Cheetos.

—Que conveniente, bueno ya sabes que Jaden está bien porque estaba conmigo, ¿verdad? —Pregunto Jesse. Claramente no podían estar en el mismo sitio al mismo tiempo. Jaden suspiro cansado, lo último que querría era lidiar con una pelea entre sus dos amigos.

—Bueno, la verdad es…—Respondía Jaden. Pero una cuarta persona se abría paso entre los dos gigantes que cubrían la entrada.

—¡Ya fue suficiente! —dijo Yuya. Y de un empujón saco no solo a Yusei sino que también a Jesse, dejándolos en el pasillo —. Y tu mí querido Jaden-boo ven aquí. —dijo jalándolo hacia el interior del departamento. —.No se preocupen, yo cuidare a Jaden ahora, adiosito. —dijo cerrando la puerta antes de que el castaño tuviera tiempo de despedirse. Yuya era pequeño, pero tenía un carácter algo inusual, esta era una de sus facetas llamada Yuya el intrépido, como a él le gustaba decirle.

—Eso sí que fue rápido.—dijo Jaden. Aun con los ojos abiertos y asombrado con la facilidad con la que su compañero de piso se desciso de ellos.

—Ah, es la práctica supongo—dijo levantando los hombros—, adoro a tus novios Jaden-boo, pero si siguen llegando chicos pronto esto se convertirá en un harem.

—¡Que no es nada de eso!—grito Jaden sonrojado, casi igualaba a los ojos de su compañero Yuya, quien solo se rio y le mostro el resto de la bolsa de Cheetos a modo de disculpa. Jaden la tomo por supuesto.

 

 

Ellos siempre estaban allí, un montón de gente entraba y salía del lugar. Jaden era muy sociable y le gustaba invitar a las personas a casa.

Yuya Sakaki declaración.

 

 

—¡Ah, tus novios siempre están molestando!—grito Yuya. Jaden no dejo de beber de su botella de agua. Yusei y Jesse se la pasaban llamándolo o mandándole mensajes para preguntarle cómo se encontraba. Era tierno a su parecer, pero Yuya se quejaba cada vez que el teléfono emitía sonidos.

—Viejo, no voy a escucharlo si lo pongo en vibrador—dijo Jaden. Y era cierto, con lo despistado que era seguro dejaría a ambos sin respuesta. Y eso no era bueno, la última vez ignorar esos mensajes le había costado tenerlos golpeando su puerta con desesperación.

—Uhm, ¿seguro que es solo eso?—pregunto Yuya. Jaden sonrió, termino por escribir algo en su celular y lo dejo a un lado. Después de todo hoy era noche de películas.

 

 

 

[…]

 

—Te escucho. —dijo la agente encargada del caso Yubel. Llevaba más de dos semanas recolectando información, pero no había logrado enlazar el final de la historia, creía que si entrevistaba a los sospechosos uno por uno lograría rescatar algo.

—Ya les he dicho todo, Jaden era mi mejor amigo y estoy —Yubel interrumpió al chico antes de que se pusiera a llorar. Se cruzó de brazos y le clavo sus penetrantes ojos oscuros al joven frente a ella. Si de algo estaba segura es que la gente como Yuya Sakaki no eran los criminales, siempre eran las víctimas, pero ocasionalmente podrían llevar a algo importante.

—¿Cuánto empezaron a llegar los mensajes? Explícame eso. —Pregunto Yubel.

Yuya se encogió de hombros y agacho la cabeza, enseñándole el cabello en dos colores que portaba. Solo cuando la agente golpeo la mesa para hacerlo volver en si reacciono. Yuya pego un salto en su asiento y tuvo que mirar los ojos enfurecidos de Yubel, una vez más.

—No lo sé—Termino por decir—. Jaden, él no es mucho de decir esas cosas. Básicamente lo supe cuando la pelea con Yusei estallo.

 

[…]

 

 

 

Yuya traía una sonrisa enorme en el rostro, porque había logrado pasar todos sus exámenes y no solo eso, también había logrado entablar conversación con Yuzu, esa chica que se sentaba al frente suyo en clases y de la que se encontraba algo enamorado.

—¡Viejo estas demente!—le grito Jaden.

Yuya los observaba desde el descanso de la escalera que daba al patio, Jaden tenía a Yusei acorralado contra el muro, visiblemente solo desde el descanso de la escalera donde se encontraba.

—¿Desde cuándo? ¡Porque esta no es la primera vez, yo lo sé! —Gritaba Jaden. Agitando los brazos con total histeria. Yuya podía asegurar que jamás lo había visto enojado. No apartaba su vista de Yusei, y este intentaba que se calmara de alguna forma.

—Jaden, Jaden—decía Yusei mientras intentaba acercarse a Jaden sin que este se alarmara— ¿Tranquilo si? No he hecho nada, solo quería, bueno no importa.

Yusei intentaba calmar al castaño pero Jaden seguía con el rostro rojo y lleno de ira, sorprendentemente no estaba gritando. Al final todo termino con el moreno siendo empujo hacia la pared. Yuya intento correr lo más rápido que pudo hacia donde se encontraban, pero Jaden ya se había ido, Yusei aun con su expresión de culpa.

—¡Yusei!—exclamo Yuya. Estaba muy preocupado, eso no había pasado antes. No se le ocurría que podía haber ocasionado tal pelea.— ¡Hey! ¿Estás bien?—no alcanzo a tocarlo cuando Yusei termino a ponerse a llorar, Yuya era pequeño, pero aun asi hiso puntitas de pie para consolar a su amigo.

—El me odia.—dijo Yusei. Aquello fue dicho en un tono casi inaudible.

 

 

 

 

Yo si conocía a Jaden, jamás le había hablado en persona, lo había visto pasar una vez y por alguna razón no pude evitar seguirlo. Lo perdí cuando cruzo la calle, después comencé a encontrarlo siempre en el mismo sitio y se volvió como una costumbre —el sospechoso hace una pausa mirando al suelo, luego vuelve a levantar el rostro. Su rostro muestra una expresión consternada donde sus ojos se encuentran levemente hinchados—, hasta que un día le dije “Hey, creo que esto es tuyo” no era más que una excusa tonta, ¿y sabe lo que me respondió?—no hubo respuesta al sospechoso—…él dijo, “Gracias viejo, ¿Por qué no me acompañas?” fue tan lindo, ¿Qué clase de persona es tan amable con un desconocido? Yo, yo quiero verlo de nuevo, Jaden el no merecía nada de esto.

Yusei Fudo declaración.

 

En el piso de los amigos Jaden no había dejado aquella posición de brazos cruzados, y sus piernas cruzadas mostraban toda su frustración. Yuya lo entendía, vaya que si lo hacía, pero no podía dejar de pensar en lo mal que Yusei se estaría sintiendo en ese momento. Por eso había creído que una pequeña reunión alivianaría el ambiente, no quería tener que pelear con Jaden o algo así.

—Animo viejo, seguro que lo que sea que haya pasado con Yusei no puede ser tan malo.—Dijo Joey. Él era un miembro de su círculo de amigos, un chico rubio y de piel blanca, bastante alto. Siempre sonriente y algunas veces explosivo. Casualmente fue quien introdujo a Yusei al mismo.

—Si Jaden, Joey tiene razón. No importa que haya pasado, estoy segura que lo resolverán. Estamos apoyándote ¿Verdad chicos? —Dijo Anzu guiñando un ojo en gesto de confianza. Ella también era una cercana, Anzu era una castaña de ojos color azul claro y una figura muy esbelta. Ella era bonita y también actuaba como una madre en el grupo.

 —Cuenta con nosotros Jaden.—dijo Yugi captando la atención de su amigo. Yugi era un pequeño chico con ojos grandes de un color bastante particular y un cabello voluminoso dividido en tres colores. Inmediatamente Yugi recibió el brazo de su novio Atem o Yami para los cercanos, por sobre sus hombros, acercándolo más a él. Era un gesto más de posesión que otra cosa. Atem era conocido por su mal carácter y su fuerte tendencia a manipularlo todo. Joey solía bromear con eso, pero con el paso del tiempo habían descubierto que Atem solo era desconfiado de las personas nuevas, cuando Yugi hacia amistades terminaba por aceptarlos. Al menos un poco.

—Eso no es lo que me molesta, es la falta de seguridad.—dijo Jaden. Y su vista se perdió en algún punto de la pared. Nadie dijo nada.

—¡Pero que exagerado! ¿Quieres que lo golpee por ti?—Pregunto Joey a modo de broma. Jaden reacciono a ello riéndose, y al verlo de esa forma todos rieron. Entonces todos comenzaron a molestar a Joey.

Yami los observaba en silencio, y apretó aún más a Yugi contra sí.

 

 

 

No éramos lo que podría decirse amigos, siento lo que le paso pero no más que eso, para mí era solamente alguien con quien mi novio se veía de vez en cuando.

Atem aknamkanon declaración.

 

 

 

 

—Ah, Jaden-Boo ¿no crees que ya castigaste lo suficiente a Yusei?—pregunto Yuya. Estaban camino a la cafetería, donde el castaño tenía un trabajo de medio tiempo. —Digo, no sé qué es lo que te hiso pero él está muy triste.

—Si Jaden, deberías decirnos lo que ocurrió. Tal vez podamos ayudar. —decía Yugi. Extrañamente los habían cruzado en el camino de ida, Yugi sostenía la mano de Yami, quien como de costumbre no participaba en las conversaciones. Solo se quedaba en silencio acompañando a Yugi.

—Claro, lo hare. Pero no ahora, deberíamos hacerlo más tarde. ¿Podríamos juntarnos esta noche?—sugirió el castaño. Yuya iba a contestar que sería una noche de películas, pero Yami hablo primero.

—Yugi no puede salir, es el cumpleaños de su abuelo y vamos a cenar todos juntos.—dijo Yami sin ninguna pizca de importancia.

—Entonces tal vez otro día —dijo Jaden con una sonrisa. Luego les guiño un ojo y extendió su mano en forma de despedida.—. Me voy por este lado, Jesse me debe estar esperando. ¡Nos vemos!—dijo despidiéndose de todos. Jaden se alejó corriendo por entre las calles, al final se perdió al doblar a la derecha.

Yugi soltó la mano de Yami para mirarlo con más seriedad.

—¿No te parece que fuiste un poco grosero? Él está pasando por un momento difícil. —dijo Yugi. Yuya pensó que últimamente se encontraba estancado en el papel de la tercera rueda.

Yami no le respondió, solo giro la cabeza con un gesto de molestia.

 

 

 

 

Siempre estaba mirando por sobre su hombro, al menos lo hacia una vez, y cuando yo le preguntaba si pasaba algo el lo negaba.

Jesse Andersen declaración.

 

 

—Es duro —dijo Jesse. Aún tenía el uniforme de trabajo, pero sonreía mucho. Después de todo era uno de sus momentos favoritos del día. Estar a solas con Jaden en su descanso. —, pero si seguimos de esta forma seguro Edo nos deja ir temprano.

No era una costumbre, Jaden por lo general siempre estaba adentro y ambos tomaban su descanso en la cocina o en una mesa del lugar. Hoy Jaden se había escabullido por la puerta trasera, esa que daba en dirección al pequeño callejón donde dejaban la basura.

Jaden bostezo, las ojeras por debajo de sus ojos mostraban su cansancio.

—¡Estoy tan cansado!—exclamo Jaden.

—¿Otra noche de películas?—pregunto Jesse. Siempre eran noches de película con Yuya, Jesse había estado en dos o tres de ellas pero jamás había podido estar a solas con Jaden. Yusei también estaba allí, así que el siempre terminaba sentándose a la izquierda de Jaden, mientras Yusei se ponía a la derecha.

Después del incidente del fuego, ese en el cual alguno de los dos (aunque Jesse juraba que fue Yusei) casi incendia el cabello de Yuya, el pequeño dejo de invitarlos. Y  el juraba no recordaba cuando había tomado el encendedor, quizás lo tomo pensando que era su bebida, lo único que sabía es que Yusei tenía que ser el responsable.

—¿Eh? Oh sí, pero ¿recuerdas que te dije que perdí mis llaves?—pregunto Jaden. Jesse no lo olvidaría nunca, buscaron esas llaves debajo de todas las mesas y platos sucios del local, incluso habían limpiado el piso dos veces. Jaden estaba preocupado porque no tenía forma de entrar, así que tenía que esperar a Yuya en la puerta para pedirle una copia.

—Sí, pero eso que —Jesse quedo a media oración cuando Jaden extendió el objeto frente a él. Las llaves estaban allí mismo. —… uhm, ¿Dónde estaban?

—Yusei las tenía —dijo con seriedad—, y no solo eso. —dijo dejando la oración incompleta. Jesse estaba algo irritado con aquello, si Yusei las tenía significa que él y Jaden pudieron verse a solas sin que el supiera nada. Eso no le parecía justo.

—Jaden. —dijo Jesse. Intentando acercarse, después de todo lo vio agachar la cabeza.

—Jesse, vi a Yusei revisando mi cuarto.

Jesse podía entender los sentimientos de Jaden, desde hace algún tiempo le había pedido si podía acompañarlo a casa al final del trabajo. El no necesitaba que se lo dijera explícitamente, Jaden tenía miedo de algo, o peor aún que ese algo o alguien lo encontrara solo.

 

 

Si lo que está buscando es un culpable, le aseguro que no lo encontrara. Yusei y Atem son incapaces de lastimar a nadie. Podría jurar que quien planeo todo esto está por ahí suelto y libre de sospechas.

Joey Wheller declaración.

 

—Ese bastardo de Kaiba siempre me está molestando. Pero ya lo vera, sin dinero no sería nada. —decía Joey. Claramente con un fuego en los ojos. El local podría incendiarse en segundos, pero la gente seguía moviéndose entre ellos, el turno se encontraban Jaden y Jesse quienes al igual que Joey aún seguían en turno.

Aquello era algo rutinario, Seto Kaiba no era un estudiante de la universidad, no le hacía falta cuando ya dirigía su propia empresa, pero su hermano Mokuba era un habitual cliente del lugar. Y definitivamente había algo, tanto Yuya como Yugi debían admitir que todo era algo mecánico.

—Oh, la tensión sexual aún no se resuelve.—dijo Yuya escribiendo en su teléfono. Joey casi cae hacia atrás.

—¡Ah, que no es nada de eso! Lo que yo quiero es cerrarle la boca a ese bastardo arrogante. —dijo Joey exaltado.

—Ya déjalo Yuya. —menciono Yugi desde el otro lado de la mesa. 

—¿Ya lo ves? Yugi me entiende.

—Déjalos resolverlo a su ritmo, después de todo Kaiba aún no se le ha declarado.—dijo Yugi. Yuya rio, ese pequeño toque de maldad de su amigo siempre había sido una cualidad adorable. Mientras Joey se alejaba derrotado a por el pedido.

—¡No lo olvides Joey, es el Viernes! ¡Puedes traer a tu novio!—grito Yuya. Todos en el lugar voltearon a ver al rubio, quien se alejó con un rumor notorio en el rostro.

—El Viernes he, ¿a quién se le ocurre hacerlo un día como ese?—iba Joey quejándose a la cocina.

—Seguro fue idea de Yugi —comento Jaden paseándose por su lado. Mientras sostenía una bandeja con un par de pedidos. Sin intenciones asustando al rubio. —. Ese es su día libre.

—¡Viejo, me asustaste!

—Lo siento, pero es que te veías tan preocupado. Además yo también quería saber ¿que hay de cierto con lo tuyo con Kaiba?

Joey se agarró la cabeza en un intento por contener el grito interno, tenía que matar a Yuya, o mejor aún a Kaiba. De esa forma no le llegarían los rumores tontos.

 

 

«Usted no sabe quién soy, ni de donde lo conozco. Pero quiero que sepa que cada día me despierto pensando en usted. Lo veo desde las ventanas de su casa y hasta a veces, me siento a su lado en el tren. Por favor no se asusté, yo no quiero intervenir en su vida. El asunto es el siguiente, no quiero que él le haga daño, por favor aléjese de su lado. O ya ninguno de los dos va volver a verle.»

Nota anónima.

 

 

 

Yusei no podía dejar de leer aquel papel, si esta era la razón entendía porque su amor no podía confiar en él. Después de todo en este momento debía verse culpable ante sus ojos. Pero esas palabras seguían atormentándolo, el solo hecho de pensar que alguien estaba planeando hacerle daño a Jaden era tormento.

Yusei pensó que no debía ceder a la tentación de entrar a su cuarto, pero esa nota que parecía tan inofensiva término volviéndose un gran problema.

—No dejare que nadie te lastime, Jaden, mi Jaden. —dijo él.

Luego abrió los ojos más de lo debido, pensando quizás que había algo que pasó por alto. Las llaves, las malditas llaves ¿Cómo habían terminado en manos de Yami? ¿Por qué él tendría algo como eso? Definitivamente ese sujeto iba soltar unas cuantas cosas en cuanto lo viera.

Notas finales:

Si llegaste hasta acá, muchísimas gracias por leer. Y espero puedas hacerme saber tu opinión sobre este cortísimo (porque aún faltan dos partes) del fic. Estoy tratando de romper mi maldición de “Solo One shots”

Esta historia nació de ver muchísimos FanArts con temática parecía, y me pareció buena idea contar la historia a través de las declaraciones de los sospechosos en lugar de por la investigadora a cargo del caso (Yubel). Espero no haya quedado muy enredado, lo recorte porque se me hacía muy largo. Cualquier parte que no se vea bien explicada, por favor háganmelo saber para poder editarlo.

Creo que eso es todo, muchas gracias.

Ahora me voy a leer fic en esta categoría.


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