-Metropolis diez años en el futuro-
Los rayos del astro rey comenzaron a asomarse perezosos de su vigía por el globo terráqueo, el viento llevó aroma de café y motores recién encendidos por las esquinas de los edificios indicando que la ciudad despertaba y se preparaba para iniciar la jornada rutinaria. La luna por su parte descendió llevándose consigo las sombras de la noche.
Damian traía su traje sucio pero en comparación al de Superboy era una lustra vestimenta digna de halagarla. Ambos arribaron antes de las seis al pequeño, pero acogedor, departamento del más joven, durante el trayecto al lugar ninguno intercambio palabra, la razón era el enfado de uno y la indignación del otro.
Una serie de asesinatos cometidos en Gótica se relacionaban estrechamente con un conductor de carga que recidia en Metrópolis, cuando el joven Robin descubrió el paradero acudió sin asistencia a la ciudad del mañana. Sin embargo la presencia de su super novio “modificó” por completo sus planes iniciales.
Damian ya no era el mismo niño impulsivo que había sido alguna vez a sus trece años, ahora con más experiencia sus sentidos y carácter se habían modificado para bien, gran parte gracias al apoyo de su pareja sentimental y familia.
Entraron volando por una ventana que siempre se mantenía abierta, con los mismos sentimientos de antes ambos tomaron caminos distintos. Wayne hacia el baño y Kent hacia la habitación para mudar sus ropas quemadas.
-Pudiste llamar- le recrimino en cuanto lo vio salir del servicio- minimo merecia eso despues de lo que hiciste.
-No esperaba que alguien- enfatizó la última palabra dando un nuevo significado- entrará rompiendo el techo y activará la bomba.
Un silencio se extendió por la habitación que era la pequeña sala de estar. Jon entrecerró los ojos como advertencia.
No expreso nada cuando Damian paso a un lado de él en dirección a la habitación, seguramente para buscar ropa con la cual podría salir de regreso a su ciudad. Dick lo reñiría al igual que su padre, el chico maravilla no le tomo importancia.
Al entrar al cuarto noto el traje del Super chico hecho añicos en el piso, no era para menos; había tenido que soportar el peso de más de la mitad del edificio para que este no se desplomaba sobre dos frágiles humanos.
-Dos horas atrás-
Robin se hallaba perseguido al sospechoso hasta una edificación antigua, probablemente su guarida personal. Cuando por fin lo atrapó y comenzaba con su interrogatorio una inesperada interrupción lo frenó de golpe.
Pedazos de techo cayeron estrepitosamente provocando ruidos sordos en la construcción. Los pedazos de lámina salieron desperdigados en direcciones distintas, un trozo de ladrillo iba en dirección al hijo del murciélago pero antes de que este siquiera se le acercara a una distancia considerable, el cuerpo de Jon se interpuso como una barrera protegiendo al demonio. El problema fue que tres metros a la izquierda otro cacho de lámina impacto sobre un conjunto no muy bien calibrado de napalm ocasionando que un reloj diera inicio a una cuenta en retroceso.
Con reflejos finos Robin se movió para sujetar al esbirro quien se mantenía paralizado por el miedo provocado por los ojos rojos del hijo del campeón de la Tierra.
Superboy no necesito ninguna instrucción para entender que debía darles tiempo a que ambos encontrarán la salida. Los pilares comenzaron a mecerse como las hojas de los árboles en primavera.
Las escaleras se desmoronaron, los pasillos se bloquearon y el fuego se empezó a propagar rápidamente.
Cuando Robin fue capaz de hallar una escapatoria lo primero que hizo fue llenar sus pulmones con aire fresco, en el transcurso de escapatoria respiro bastante humo como para manchar una hoja de papel, los ojos le picaron ligeramente y el ceño de sus cejas se juntaban cada vez más al poder ser capaz de contemplar desde otra perspectiva lo que se había causado en cuestión de minutos.
>>>><<<<
-Para- ordenó justo al momento de sentir el abrazo posesivo por la espalda- para empezar, ¿que hacias ahi?
-¿En serio? ¿Después de lo que hiciste me lo preguntas?
-La bomba se activó por la fabulosa entrada que hiciste.
-Pudiste decirme que venias, te hubiera ayudado.
-No lo considere necesario ya que me has estado acosando por una semana entera.
Durante el intercambio de palabras John se acercó para besar el cuello pálido del mayor, le gustaba sentir la piel suave de Damian.
-Mi papá se está encargando de la situación- le recordó muy cerca del oído. La idea de mencionarlo causó un malestar en Damina, ahora su padre se enteraría en un segundo.
Liberó un suspiro que era una mezcla entre frustración y resignación, últimamente estaba recibiendo más regaños de los que se creía capaz de aceptar. Gran parte de eso se atribuía a la concentración desviada que tenía por causa del sentirse observado todo el día por una semana completa.
No tenía mucho que reclamar o pelearle al super chico, sabia que tenia razón. Decidió dejar de quejarse y se concentró en contentarlo.
-Fue un accidente Johny- se giro para pasar sus brazos sobre los fuertes hombres de su compañero, lo abrazo sujetándolo con suavidad.
-Un accidente es activar una bomba con un trozo de techo- un ruido parecido a un camión se escuchó desde la calle, era tan tenue que solo John fue capaz de percibir- lo que tú hiciste… fue a propósito.
Esas ultima oración la dijo tan cerca a los labios de Damian que hacía falta el más mínimo movimiento para fusionarse ambos.
Solo uno de ellos sonrió cuando la distancio desapareció, el beso fue lento, tranquilo, no había prisa, eran jóvenes y el dia recien empezaba.
-Tú me ignoraste primero con esa chica rubia.
-Es mi amiga- sus brazos lo sujetaron de las caderas para acercarlo a su pecho- no lo vuelvas a intentar Damian.
Aquello fue una advertencia con tono de amenaza, por esa ocacion lo dejo pasar, se notaba el cansancio.
Por algunos instantes se miraron directamente a los ojos, no era una batalla, no buscaban infundir o provocar ninguna reacción para el contrario, simplemente disfrutaban de perderse en las profundidades de aquellos irises. Su relación no había comenzado precisamente bien; iniciaron con una constante competencia de egos que poco a poco se fue transformando en una amistad sincera donde ambos buscaban el bienestar ajeno. Fue el joven Wayne quien, para sorpresa de todos, dio el primer paso.
Había sido en el verano de hace ya varios años atrás en una batalla en donde se encontraban enfrascados con ímpetu. Fue un ataque de otro planeta (literalmente) donde la mayoría de la liga de la justicia había salido de la atmósfera para frenar de golpe, en la Tierra mientras tanto, un grupo de jóvenes y nuevos héroes resguardaban la seguridad, el orden y mantenían a raya a los pocos infiltrados que habían logrado evadir la primera defensa del planeta.
Casi tenían ganada la contienda cuando de la nada lo vio desplomarse en picada hacia el suelo.
“Superboy cayo!”
Escuchó en su comunicador pero para ese entonces sus pies ya corrían a toda velocidad a donde su amigo parecía; al verlo cubierto de sangre y lleno de golpes sintio su corazon frenar todo movimiento, no fue consciente del instante donde se arrodillo junto a él levantando su cabeza para colocarla en su regazo; las lágrimas bajaban mojando su antifaz.
Después de eso vieno uno de los peores periodos en su vida: la espera.
La tecnología kriptoniana de la fortaleza logró traerlo de vuelta, casi sin ninguna secuela. Fue durante esa pelea, durante ese periodo angustioso y durante ese momento cuando lo aceptó abiertamente, quería a ese híbrido, medio humano medio alienígena. Casi no tuvo que rogar por la atención de Jon, le bastaron un par de coqueteos para que el muchacho Kent aceptará encantado corresponderle a su apuesto amigo.
El tiempo trascurrio y su relación se fue fortaleciendo sus lazos.
Sin embargo, ambos eran jóvenes y carecían de experiencia, ese fue el meollo de los problemas. La distancia no ayudó, los constante celos y desplantes pronto se volvieron parte de su rutina. Siempre era una por otra.
Aún trabajaban en sus puntos débiles como pareja y explotaban las fortalezas.
- ¿Quieres desayunar algo?- comenzó a depositar besos en el cuello largo del actual Robin.
-No, aun no tengo hambre.
-Ven- sujeto sus mano para conducirlo a la cama- vamos a descansar.
-Jon, sin en verdad queremos descansar tendrás que irte al sillón- ambos sonrieron compartiendo el significado.
-Dami- el llamado suave lo extraño- ya no quiero pelear… cuando te vi con…- no completó la frase- no puedo perderte Damian Wayne.
-Somos seres transitando por un corto periodo de tiempo Jon, estamos aquí por un breve fragmento de espacio, cumpliendo ciclos reiterativos en un universo inmensurable…
-Y yo quiero ser con quien estes ese fragmento- sus ojos transmitían ausencia- ven a vivir conmigo Dami.
Era la primera vez que se lo pedía, tal vez por eso su guardia estaba baja y no esperaba semejante proposición. Lo observo leyendo sus acciones corporales, estaba relajado, parado frente suyo esperando su respuesta. La respuesta era obvia, no dejaría las comodidades de un gimnasio personal, las atenciones de un fantástico mayordomo o los entrenamientos gratis de Nightwing, ¿Entonces porque sus piernas se movían sin su permiso? ¿Por que sus brazos lo aceptaban con tanta docilidad mientras sus labios se acercaban temblorosos para susurrarle?
A Batman no le gustaria esto.