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Despertar V.I por K BL

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YiFan

La primera vez que le vi él vestía una simple playera negra sin mangas, un pantalón ligeramente ajustado y rasgado a la altura de sus rodillas. Bailaba con los ojos cerrados, ignorando la aglomeración de personas a su alrededor. Sus labios ligeramente separados se movían a la par de la letra, posiblemente estuviera cantando la canción que sonaba por todo el lugar. Sus caderas moviéndose en sintonía con la música, siguiendo el ritmo.

Hipnotizado le vi bailar por horas, mientras bebía mi cerveza. Mis amigos charlando, bebían sin ponerme atención o sin requerir la mía. Me dejaron disfrutar de los sensuales movimientos de su cuerpo que poco a poco se mojaba con las perladas gotas de sudor.

Le observe atentamente hasta que un chico castaño rojizo le susurró al oído. Después de eso, él asintió y se fueron juntos.

Por mi parte, me quede cuestionándome porque no me había acercado a hacer conversación o haberle invitado a bailar. ¿Por qué no había tratado de seducirlo? Y por supuesto, la clase de relación que tenía con el chico con quien se había ido del lugar.

♥♥♥

La segunda vez que le vi fue un tanto diferente. En esta ocasión, conversaba entretenidamente con mis amigos en una cafetería, la cual más tarde paso a ser mi favorita, porque siempre él acudía a recoger su café en ella; cuando la campana de la puerta sonó y él entro.

Sonreía y jugueteaba con su teléfono móvil mientras esperaba por su pedido. Inevitablemente sonreí viéndole fijamente, sintiéndome extrañamente atraído hacia el desconocido.

YiXing, LuHan y ChanYeol seguían conversando. Podía escuchar sus voces tenuemente, opacadas por la adictiva risa del chico frente a la barra.

No podía dejar de pensar que era adorable. Desde su sudadera de Micky Mouse un par de talla más grande que la suya, hasta sus pantalones deportivos excesivamente flojos. Su cabello negro ligeramente revuelto, el hoyuelo en su mejilla. Todo él me tenía pensando en una forma de acercarme a saludarle.

Analice mil y un formas de hablarle, cada una más absurda que la anterior. No pude apartar mis ojos de su cara sonriente, y cuando estuve listo para acercarme le vi despedirse del chico tras la barra e irse.

Suspire, frustrado. Cuestionándome cuán grande sería el destino si lo volvía a poner en mi camino. Me prometí que si volvía a verlo, me acercaría sin dudarlo.

♥♥♥

La tercera vez que le vi, mi corazón latió desenfrenado al verlo con los colores del equipo contrario. Me encontraba calentando cuando le vi ahí, sentado en las butacas de enfrente, justo al lado de mis amigos y los amigos de JongDae. El chico castaño de la otra vez también estaba ahí, vestido con un jersey plateado con negro. Posiblemente ambos fanáticos de los Lobos de SM.

Falle una gran cantidad de pases, teniendo movimientos más errados a lo largo de ese partido que los que hube tenido la temporada pasada. Me frustre por no poder sacarlo de mi mente, provocando así que estuviera desconcentrado.

El Coach me grito mil y un cosas, cosas que ignore por verle menear sus manos en el aire posiblemente criticando a las jugadas y a los jugadores. Podía ver la frustración creciendo fuertemente en su interior.

Al medio tiempo corrí hacia las gradas. Les hice señas a ChanYeol para que se acercará y cuando este entendió, se acercó hacia mí al igual que un montón de aficionados. De esa forma no podría decirle lo que quería y mucho menos obtendría un favor de su parte.

Señale a su pantalón, y le indique que lo revisara, que iba a mandarle algo. Mi amigo asintió y corrí a los vestidores para buscar mi teléfono móvil.

A través de un mensaje de texto le solicite que le tomara una foto al chico sentado a su lado. El idiota me envió una foto de YiXing, provocándome unas inmensas ganas de golpearle. Más preferí enviarle otro mensaje, en el cual le mencionaba que era el chico que estaba sentado del otro lado.

Sonreí como un idiota al ver mi teléfono sonar, mis amigos nunca me fallaban. Lamentablemente no alcance a revisar el aparato, porque fue hora de volver al campo.

Después de saber que tendría una foto suya, lo cual me facilitaría encontrarlo más tarde, me ayudo a concentrarme en el partido y jugar como es debido. Ganamos, y ante una anotación mía, señale hacia donde mis amigos, más mis ojos estaban fijos en el motivo de mi desconcentración minutos antes. Ese touchdown iba por él, para él.

♥♥♥

La siguiente vez que lo vi, estaba en la portada de una revista junto con el chico castaño. Sus expresiones, las más sexis que alguna vez haya sido capaz de ver. Su mirada coqueta mientras modelaba las costosas ropas que le fueron encomendadas.

Gracias a esa revista y a ChanYeol, fui capaz de saber su nombre. Huang ZiTao, que nombre tan perfecto. Le iba perfecto. Él lucia justo como un ZiTao, o eso quise creer.

Modelo. Estaba interesado más allá de la razón de un modelo. Estaba perdiendo la cordura, incluso comencé a ir a la cafetería en la cual lo vi una vez para ver su parte más genuina, aquella que no portaba maquillaje o filtros.

Siempre entraba a la cafetería con una sonrisa, ya fuera solo o acompañado del castaño de siempre, el cual descubrí más tarde es su mejor amigo. El modelo de nombre Oh SeHun.

Le observe a la distancia por semanas, esperando el momento correcto para acercarme.

Aunque no sabía cuándo ese momento iba a llegar. ¿Qué iba a decirle? JongDae siempre se burlaba de mí, al igual que el resto de nuestros amigos. Cada que ZiTao entraba en la cafetería o el club en que estábamos, ellos comenzaban con las bromas acerca de mi creciente atracción por él.

Y la siguiente vez que sucedió, no fue la excepción.

—Hola, mi nombre es YiFan y me gustas desde la primera vez que te vi— comenzó JiHo.

—Sabes, te he estado acosando desde entonces y tienes un lindo culo— siguió LuHan.

Estaba comenzando a cabrearme, porque para varear no dejaban de reír y alzar la voz. Temía que él pudiera escucharles.

—No, ya sé— grito BaekHyun, para después comenzar a imitar mi voz. — Tu sonrisa es aún más linda de cerca.

—Debes estar cansado, aparecer en mis sueños ha de ser agotador— se unió KyungSoo.

Todos estaban divirtiéndose, menos yo.

—No te asustes, pero su amigo acaba de voltear en nuestra dirección— susurró JongDae en mi oído, provocándome un escalofrío. Cerré los ojos, asustado de que su amigo y él hubiesen escuchado a mis amigos.

—Los odio— murmure y ellos rieron.

Estaba avergonzado, al grado en que no fui capaz de mirarle hasta que estaba yéndose del lugar con su amigo.

♥♥♥

La primera vez que le hable estaba molesto. Frustrado al verlo ahí, frente a un grupo de personas que peleaban acaloradamente por comprarlo por una noche.

Más nadie lo tendría, sólo yo.

Termine siendo el ganador, y aun así me encontraba decepcionado por saber que él se prestaba para ese tipo de eventos. Creí que era diferente.

Pero ¿qué sabia realmente sobre él? Me cuestione, si me había atraído con su sonrisa fácil cuando pedía su café todos los días por la mañana. Sí me había atrapado la forma en que su cabello despeinado se movía con el viento mientras caminaba por la avenida. Si el sonido de su voz adormilada, pero divertida me hacía latir el corazón a una milla por segundo. Si me había enamorado de él, sin siquiera cruzar una sola palabra sólo mirándole a la distancia.

Encendí un cigarrillo, como se me había hecho costumbre desde que lo vi por primera vez. Sustituyendo mi necesidad de poseerlo con el amargo sabor del tabaco.

♥♥♥

—Deberías de dejar esa mierda o va a terminar matándote— me dijo, su voz destilando asco. 

— ¿Por qué debería de hacerte caso?— cuestione, enojado. Quería hacerle daño, por lo que le dije aquellas palabras sin pensarlo. — Chico de alquiler.

Podía ver como esas palabras hicieron mella en él, y aunque mi pecho dolió, estaba ligeramente mejor al saber que él estaba tan dolido como yo. Porque me sentía decepcionado, ya que la persona perfecta que había imaginado no se ajustaba al bonito muñeco frente a mí. El maquillaje sobre su piel, el delineador sobre sus ojos y el gel sobre su cabello me provocaban nauseas. Ese no era el verdadero Huang ZiTao. Ese no era el hombre que había observado maravillado día con día.

—Si quieres morirte a casusa de esa mierda es tu problema, sin embargo, yo no pienso morir por tu absurda necesidad de destruirte.

Me acerque a él, lo suficiente para sentir su respiración fusionarse con la mía y su aliento embriagarme. —Lo haré solo si sustituyes al tabaco y te conviertes en mi nueva adicción—murmure y lo bese.

Coloque una de mis manos en su nuca, acariciando su cabello a la par que le acercaba más hacia mí. Necesitaba más, lo quería todo. Empuje mi lengua contra sus labios, lamiéndolos pedí permiso para profundizar el contacto y él se mantuvo estático, con los labios cerrados. Poco me duro el gusto de sentir su cuerpo junto al mío, pues me empujo por el pecho.

Tome sus manos firmemente, sosteniéndolas mientras me hacía un espacio entre ella, en el cual me introduje y a unos centímetros de sus labios, susurre. — Permíteme tenerte y poseerte.

Los oídos me palpitaban, sintiendo los fuertes latidos de mi corazón en ellos. Vi como contraía su garganta, quizás listo para escupirme y me aleje de inmediato. Él tenía los ojos cerrados, pero cuando los abrió me vio fijamente. Entonces me dio un puñetazo en el pómulo.  No lo veía venir, ni tampoco las palabras que dijo a continuación.

—Puedes irte al carajo, voy a hablar con Roger y pedirle que te devuelva tu dinero. Yo pagare en tu lugar— y se fue.

No podía evitar mirarle embelesado. Él lucia hermoso aun cuando estaba enojado.

♥♥♥

No lo volvía a ver por un tiempo, en el cual estuve terriblemente ocupado. El equipo se preparaba para el campeonato. Esas semanas fueron las más difíciles de mi vida.

No hacía más que ver su foto en mi celular, y acariciarla con el pulgar. Recordando el dulce sabor de sus labios o la sensación de su cuerpo entre mis brazos.

Los días se pasaron lentos frente a mí, hasta el día de mi participación en aquel absurdo programa. Inevitablemente le nombre, ansioso por que todo el mundo supiera cuanto me gustaba. Cuanto añoraba su cercanía.

Jamás hubiera imaginado lo que sucedería más tarde ese día. En el cual le vi entrar como caballo desbocado en el club nocturno que frecuenta con su amigo. Ese día lucia extrañamente apetecible mientras bebía furiosamente de la botella de licor entre sus manos.

Le observe bailar, e incluso coquetear con la multitud. Celoso, le aceche hasta que le vi bailar solo en el centro del bullicio de gente. Me acerque lentamente, cual depredador a su presa temiendo asustarlo.

Le tome de la cadera y le guie al bailar, su piel estaba caliente cuando deslice mis manos bajo su playera. Él se apretó a mi cuerpo, moviéndose provocativamente al ritmo de la melodía.

Pronto estábamos besándonos, olvidándonos del lugar en que estábamos.

El vulgar beso que compartimos parecía no ser suficiente para saciar mi sed de él. Así que continúe besándolo hasta robarle el aliento, cuando yo no podía respirar más entonces me separe de sus labios. Nuestras frentes juntas, y su dulce aliento acompañado del alcohol embriagándome.

—Te necesito— susurró cerca de mi oreja, para después chupar el lóbulo de la misma. Y él me tenía.

♥♥♥

Recuerdo su mirada llena de lujuria mientras sus caderas se chocaban con las mías. La sensación de sus uñas arañando mi espalda mientras susurraba mi nombre una y otra vez, pidiendo más.

La forma en que su cabello se pegaba a su frente debido al sudor me podía, en especial cuando arqueaba su espalda y gemía dulcemente, provocando que algunos mechones se movieran suavemente.

Mis manos se pasearon a lo largo de todo su cuerpo, gravando con caricias la forma del tatuaje en su pecho. Le recorrí con besos de la cabeza a los pies, descubriendo cada uno de sus puntos débiles. Le observe retorcerse sobre las sabanas, suplicando por mí. Me hizo sentir el hombre más atractivo y fuerte del universo, al tenerlo ahí gritando mi nombre a la vez que llegaba al clímax entre mis brazos. Con mis movimientos, con mis manos recorriendo su piel resbaladiza y mis labios besando los suyos.

Tan pronto le acompañe al terminar, caímos rendidos a causa del cansancio. Por mi parte, no pude dormir hasta que bese su frente, lo sostuve entre mis brazos y susurre un “Te quiero” en su cuello.

♥♥♥

La segunda vez que tuvimos un encuentro físico, recuerdo la suave seda negra cubrir mis ojos. La sensación de algo peludo y suave provocarme cosquillas, al igual que la sensual forma en que sus labios recorrieron mi mandíbula.

Aquella vez, descubrí que realmente disfrutaba cuando cubría mis ojos y ataba mis manos a la cabecera de la cama, mientras él hacia lo que quisiera conmigo.

Notas finales:

Porque quiero y puedo escribí esto. Para las que se quedaron con ganas de más en Despertar V. 


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