¿Realmente crees que seré tan ingenuo como para volver a vivir como hasta ahora, chico? Nah, decidiste resetear, aunque te pedimos que no lo hicieses. Decidiste matar a quién sabías que era la persona más importante para mí, aunque te aconsejé que no lo hicieras. Tras acabar con todos los monstruos, decidiste acabar conmigo, y me hiciste dar cuenta que estaba solo en el mundo, teniendo que fingir que todo andaba bien aunque no fuese así…
Por mucho que finja estar bien, soy el único que lo recuerda todo, ¿verdad, chico? ¿Tantos reseteos después, y ahora me dices que te arrepientes? Chico… de ti ya no me creo nada…
Suspiré profundamente.
S: Señora… ¿Realmente quiere saber cómo estoy? Nunca pensé que a mi mejor audiencia fuese a preocuparle mi estado de ánimo…
T: Pequeño, siempre hablas de tu hermano… Pero si te escucho atentamente puedo notar nostalgia en tu voz…
Definitivamente, no es nada que no haya oído antes. Ahora viene lo de “Amas mucho a tu hermano, ¿verdad, pequeño? De alguna manera parece que tus sentimientos hacia él ya no son de una simple relación de hermanos…”. Como si lo viera… Heh, quiero decir, “oyera”, heh…
T: Amas mucho a tu hermano, ¿verdad, pequeño? De alguna manera parece que tus sentimientos hacia él ya no son de una simple relación de hermanos…
Lo sabía… Después de todo, ella fue quién me dio los ánimos la primera vez que me declaré a Paps. Actualmente, soy consciente de que no quiero sufrir más, sabiendo que, por mucho que lo ame, el humano siempre eliminará nuestra historia, reseteará, y parecerá como si nada hubiese ocurrido entre nosotros… Nada…
S: Nah, señora, no hace falta que piense así. Sólo lo tengo a él para admirarlo… Paps es simplemente genial… Además… ¿qué tipo de hermano mayor no admira a su adorable hermano pequeño?
T: Pequeño, suena como si con el tiempo te hubieses vuelto algo desconfiado conmigo…
Jamás esperé que en este mundo pudiese cambiar la respuesta de alguien, solamente por mi forma de contestar.
Hasta ahora, pese a todos los reseteos, siempre había sido sincero con ella… Ahora, sin embargo, deseaba no escuchar palabras que soportasen nuestra relación, pese a que mis sentimientos pudiesen llegar a ser correspondidos…
Volví a suspirar… Obtener esta respuesta me acababa de caer como un jarrón de agua fría encima. Dolió en mi alma, ya que mi cuerpo algo así no lo notaría…
S: Señora, es imposible que no confíe en usted… Sólo les tengo a usted y a mi amigo Grillby para poder liberar de mi mente las penas de mi agotadora vida… Es imposible que deje de confiar en uno de ustedes, ya que hablar con ambos, hace que mi odiosa existencia sea un poco más fácil de continuarla…
T: Pequeño, considero que tienes una autoestima muy baja pese a tu edad… Aun así, me alegra saber que no piensas que soy una molestia, y que no desconfías de mí… Me siento aliviada de veras, pequeño…
En ese momento me alegré de no haber lastimado a la señora con palabras… Realmente me habría sentido horrible, si hubiese dicho algo que llegase a lastimar sus sentimientos… Tras una larga pausa, me dijo algo que, en cierta manera, me esperaba…
T: Pequeño… Me gustaría que me prometieses algo…
S: Señora, sabe perfectamente que no soy bueno en hacer promesas… Sin embargo, hoy me siento benevolente, así que haré una excepción con usted…
T: De acuerdo: hoy al atardecer, un pequeño niño saldrá por esta puerta. Sólo deseo que lo protejas para que no sufra, como lo hicieron los otros seis…
S: Está bien, señora… Sólo porque usted me lo ha pedido…
S: Bueno, señora, debo marchar, se me hace tarde y sino Paps se enfadará por no estar vigilando desde mi puesto, como él dice siempre, “a que llegue un humano”. Heheh… Nos vemos…
T: Jeje… Hasta pronto, pequeño… Y por favor, no olvides la promesa… Trata de proteger a mi niño…
S: Eso haré, señora…
Sólo tardé unos segundos en llegar a mi puesto de vigilancia (de la pereza se aprende, chico). Algo hizo despertar mi ojo azul, tras haber utilizado esa habilidad que también lo despertaba…
Técnicamente, me puse a pensar en cómo serías tras travesar esa puerta… ¿Alguien que ya había acabado con la señora y a quién la ternura de mi hermano no le haría detener su cometido?; ¿Alguien que sólo me lo quitaría a él, con el mísero y desgraciado propósito de sólo verme sufrir?; ¿O alguien que, por el contrario, sólo se dignaría a permitirnos salir al exterior (pese a la pereza que me da salir del lugar dónde simplemente me he acostumbrado a vivir) para obtener el reconocimiento de tanto los monstruos, como de los humanos?
Realmente, debes de tener en cuenta que no confío más en ti, chico… Ten en cuenta que te detendré hasta destruir tu determinación si hace falta, si te decides a hacerle daño. Con que sólo lo lastimes a él, no tendrás misericordia por mi parte. No esta vez.
Sumido en mis pensamientos que estaba, no lo escuché llegar…
P: ¡Saaaaaaaans! ¡Tú, huesos flojos! ¡¿Ya estás vagueando de nuevo?!
Pero se dio cuenta…
P: ¡Oh, dios mío! ¡Sans! ¡Tu ojo!
No tardé ni segundos en detenerlo.
S: Nah, Paps, no es nada… Sólo que estaba vagueando en otro lugar, y me he dado cuenta que tenía que venir hacia aquí…
Una excusa a medias… Pensé que habría tenido efecto, pero no es fácil ocultar tus sentimientos negativos a la persona que lleva toda su corta vida viviendo a tu lado… Me miró seriamente, como si tratase de ver a través de mí… Siempre oculto mis sentimientos en el fondo de mi corazón, pero para él, se ve que parezco como un libro abierto… Desde que éramos niños…
P: Sans, deja de tratar de ocultarme tus sentimientos. ¿Crees que no me doy cuenta de que estás sufriendo? Ya no soy más un niño… Creo que deberías tener eso en cuenta…
Mi mente se ofuscó por un momento… “Sans, ya no soy más un niño… ¿Crees que no sé qué significa amar a alguien? ¿Incluso si ese alguien es tu propio hermano? Creo que deberías tenerme un poco más en cuenta… idiota…” Por un momento sentí que ese comentario sin ninguna intención de más, había hecho aflorar viejos recuerdos que creía que tenía superados… Una lágrima descendió por mi mejilla. Él se dio cuenta, y se disculpó, pensando que había dicho algo que pudiese lastimarme…
P: Lo siento, Sans… No era mi intención hacerte llorar, hermano…
S: Nah, Paps… Sólo me ha entrado algo de nieve en el ojo… Nada más…
Paps hizo algo que no esperaba… Algo que quizás me dolió más que los recuerdos que trataban de aflorar desde el fondo de mi corazón… Besó mi frente… Lo sentí amargo, como una punzada en el corazón…
Joder, maldito mundo… Es tan complicado vivir así…
Sólo recuerdo las veces que besaba mis labios dulcemente, y sentir este contacto tan distante, hace que mi corazón quiebre en mil pedazos, antes de ser destruido por ese maldito humano…
Me doy cuenta, debo de centrarme en temas más importantes que no en mis inútiles e inestables sentimientos…
Ah, ya has salido… Te sigo sigilosamente, rompo esa rama que hace que te des media vuelta y tras ver que no hay nadie, avanzas como si, básicamente, no tuvieses miedo… Esto ya te lo conoces, ¿verdad? No veo nada de polvo cubriendo tus ropas, así que hasta ahora, parece que has sido un “buen chico”, después de todo. Sólo te pido que recuerdes mi advertencia…
Has acabado en una ruta pacifista, tenido una cita con Paps (y conmigo de recompensa, agradeciéndote que no le hicieses daño esta vez), después una con el fantasma depresivo (okey, soy consciente de ser la persona que menos puede meterse con alguien así, porque, al fin y al cabo, soy como él), después una con la guerrera sádica (creo que si no te hubiese ayudado mi hermano, habrías muerto intentándolo) y por último la científica tímida esa… Ya sabes, esa que trabajó en el pasado con mi viejo…
Heh, cosas del pasado sin importancia, chico…
En fin, tras salir al exterior me lo has dicho: “…te lo prometo”. ¿En serio crees que me puedo tragar un “Sans, no resetearé de nuevo, te lo prometo”? Chico, fuiste muy lejos la última vez… Te insisto que aunque esa guerrera sádica, el viejo rey, e incluso esa flor tocanarices traten de confiar en ti, yo ya no soy capaz de ello… ¿Acaso crees que soy un dormilón por gusto?
Cada vez que trato de soñar, acabo recordando la felicidad que me fue arrebatada tras sólo cerrar mis ojos… o de nuevo, veo la bufanda de Paps, llena de su propio polvo… Es cruel tratar de dormir, ya que sólo me hace recordar mi mísera vida, todas las veces que hasta la fecha he perdido a la persona más importante de esta…
…
Chico, ¿dices que me prometes que esta vez tendré mi final feliz? ¿Que no volverás a alejarlo de mi lado de nuevo? Lo siento, chico… No lograrás nada tratando de convencerme…
Han pasado 2 meses desde que el chico llegó a la superficie, siendo seguido por Paps y por el resto de los monstruos. Yo, de momento, no me veo con verdaderos deseos de salir del Underground.
Y aún menos, viendo como Paps ha conocido a su ídolo favorito, e incluso ha conseguido hacerse amigo de él. Quizás se acabe enamorando de ese robot asesino de humanos… Quizás sea lo mejor, para no tener que soportar perderlo de nuevo…
S: Quizás, esta vez lo haya perdido para siempre… Quizás el chico realmente dijese la verdad en su momento, de que no volvería a resetear… Quizás esta vez soy yo quien ha cometido el mayor error…
Sumido en mis pensamientos como estaba, no escuché que alguien golpeaba la puerta…
?: ¡Sans! ¡No finjas estar durmiendo, que esa ya me la conozco!
Salí a abrir… Por la voz, sabía de quién se trataba antes de abrir la puerta…
S: ¿Tanto de menos se me hecha en la superficie? Supongo que el negocio no te está yendo bien ahí arriba… Si no, no bajarías a visitar a tu viejo amigo…
G: ¡Sans, no seas idiota! ¡A los amigos siempre se les tiene que tener en cuenta! ¡Y más a un saco de huesos que se dedica en la vida a deprimirse a sí mismo y a verse cada vez más como un viejo decrépito! ¡Toma! ¡Te he traído algo especial! Tanto una de las botellas edición especial de tu kétchup favorito, como a alguien que se me acopló en el coche…
S: ¿?
P: ¡Saaaaaaaans! ¡Llevo tiempo tratando de contactar contigo y ni tan siquiera me coges el teléfono!
S: Bueno, hermano, ya sabes lo que dice aquél dicho: “Nunca olvides esto: si necesitas decir algo importante, es mejor que te presentes ante la persona, en vez de destrozarla sin miramientos por teléfono”.
P: ¿Te crees que si no hubiese hecho caso a ese dicho que tú mismo inventaste cuando me regalaste mi primer móvil, estaría aquí ahora?
P: ¡Nyeheheheh! ¡Sabes que en verdad habría venido igualmente, hermano!
S: Lo sé… Siempre actúas el máximo de impredecible posible, hermano…
G: Bueno… Debo de marcharme…
En ese momento me di cuenta: Grillby acababa de guiñar un ojo a Paps…
Suspiré profundamente. Luego pregunté sin miramientos a Paps (Grillby se las había pirado ya, quizás tratando de aludir mis quejas, o quizás sólo por el trabajo).
S: Paps, contéstame sin rechistar. Uno: ¿qué os traéis tú y Grillby entre manos? Dos: ¿a qué has venido?
Primero soltó un profundo suspiro. Luego contestó con la fingida máxima indiferencia, sólo tratando de apaciguar el cabreo que parecía estar notando a través de mi alma…
P: Uno: Grillby no tiene nada que ver con todo este asunto… Dos: me gustaría que subieses conmigo a la superficie… Me siento muy solo… Te extraño muchísimo, Sans…
Suspiré. No sabía cómo afrontar esta situación… Comencé entonces a preguntarle todas las incógnitas que trataban de acumularse en mi mente…
S: ¿En serio no crees que seré una molestia? Sé que recientemente te has hecho inseparable de ese robot que llevas admirando desde que eras un hueso-bebé.
Le noté el enfado en la cara… Sé lo que le desagrada que lo llame “babybones”… Sin embargo, tras una débil sonrisa que me dedicó, obtuve una respuesta que jamás hubiese esperado…
P: Sans… ¿Es posible que tú…? ¿Es posible que tú estés celoso de Mettaton?
Gruñí algo disgustado por el comentario… Paps pareció feliz de escuchar mis quejas…
P: ¡Nyehehehehe! Eres un “huesos flojos”, lo suficiente como para no pensar con claridad… Sans, Mettaton es un muy buen amigo mío, igual que Undyne… Es cierto que estoy enamorado de alguien, pero no es de ninguno de ellos…
S: Entonces… ¿del humano?
Suspiró… Parecía estar divirtiéndose de esa situación… Y yo cada vez me sentía más desesperado…
P: No, Sans… El humano está haciendo su propia vida en la superficie… Es de alguien de aquí, del Underground…
Me alegré de saber que habías encontrado tu propósito en este mundo… Chico, parece que has cambiado… ¿O es que has cambiado de veras después de todo lo que hiciste en el pasado?
S: ¿Alguien que yo conozca?
P: ¡Para el carro, hermano! ¡Me estás preguntando algo muy personal!
S: Es cierto… Lo siento por avasallarte a preguntas…
P: Mi único problema es que no sé si me corresponde…
Mi corazón dolía mucho… Podía escucharlo en estos momentos resquebrajarse, pero no había manera de que yo me convirtiese en polvo… ¿Irónico, verdad? No saber a quién ama la persona a la que tú más amas, aún te destruye más el corazón que saber de entrada que tú no eres esa persona…
Aun así insistí por última vez…
S: Si no estás seguro de sus sentimientos, creo que deberías preguntarle directamente…
P: Temo a ser rechazado…
S: Nunca sabrás si eres correspondido si no lo intentas…
P: Eh… ¿Sans?
S: ¿Sí, Paps? ¿Necesitas ayuda para decírselo a esa persona? No te preocupes… Puedes contar conmigo, hermano…
P: Sans… Sabes lo mucho que te quiero… ¿verdad, hermano?
S: Sip…
P: ¿Qué es lo que me dirías si te dijera que tú eres esa persona?
S: Primero contéstame esta pregunta tú a mí… ¿Lo soy?
No dijo nada más, sólo asintió… Sus mejillas estaban realmente ruborizadas… Mi corazón latía a mil, no sabía cómo calmarme, cómo contener la emoción, y cómo deseaba que “el chico” mantuviese su promesa de no resetear de nuevo.
No deseo ni que en un millón de años me alejen de él. Por eso sé que moriré si ocurre lo contrario. Porque no tendré piedad con ese que arruine mi futuro… Aunque eso implique que yo también deje de existir.
¿Entiendes…? ¿…chico?
Ni se te ocurra volver a destruir mi futuro… O de lo contrario, te arrepentirás. Haré que me acompañes al mismísimo infierno si hace falta.…