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FUCK ME | jikook por mrsswag9394

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~~~•°~°•~~~

 

 

 

Jeongguk y Taehyung jugueteaban con sus lenguas mientras un excitado Hoseok se tocaba por encima de sus pantalones sin ningún pudor. Deleitándose al ver a los dos chicos besándose con desespero.

 

Tal vez era porque iba demasiado bebido que no sintió remordimiento o pensó en su daddy. O tal vez era para vengarse, no estaba seguro de qué con exactitud... bueno, sí que sabía, vengarse porque le jodía muchísimo pensar en Jimin manteniendo intimidad con otra persona ajena a él, se refería a Irene, claro. Sí, probablemente eran sus celos los que le impulsaban a seguir moviendo sus labios y succionando la lengua de su mejor amigo, tocándole a la par por lugares que sabía disfrutaría.


 

Si supiera que el pobre Park Jimin en realidad hace mucho que no tocaba a su esposa...


 

«¿Cómo las cosas terminaron de esta manera? ¿Cuándo la relación sana y normal que tenía con mi hyung se había podrido hasta este punto?»

 

Se preguntaba a menudo.

 

 

Jeongguk guardaba secretos muy grandes dentro. Lo hacía desde sus siete años. Como cuando vio a su madre teniendo sexo con uno de los primos de Park.

 

Fue... asqueroso.

 

Sí, así lo describe. Como un recuerdo bastante repugnante. Sabía que estaba mal, porque eran familia de algún modo y porque ella tenía un esposo y un hijo. Tenía una familia y aquello era incorrecto. Pero aun así se había mantenido callado...

 

También como cuando escuchó de uno de los fraudes de su padre...

 

O como cuando este se coló en su habitación una noche, muy ebrio, y le tocó en partes que ningún padre debía.

 

Otra cosa repugnante.

 

Jeongguk tenía una lista interminable de sucesos asquerosos, y lo sucedido a sus tiernos ocho años la encabezaba.




 

 

El pequeño sintió un tacto ajeno e incómodo que le hizo levantarse. Estaba a punto de armar un gran berrinche por la impertinencia y la perturbación de su sueño pero se tranquilizó al ver a su padre sentado en una orilla de su cama. Iba bebido, lo sabía por el penetrante olor a alcohol que desprendía.

 

—¿Papi? —se sentó en la cama y talló sus ojitos mientras soltaba un bostezo.

 

—Hola, galletita —sonrió un poco.

 

Sus ásperas manos rozaron su mejilla izquierda. Pero no era una caricia común, Jeongguk la sintió extrañamente repugnante. Aun así no le apartópues... era su padre, ¿no? Jamás le haría daño.

 

Pero la caricia se extendió hasta su frágil cuello y de allí a su pechoJeongguk no le detuvo pensando que solo era su padre demostrándole cariñode manera extrañapero ahí estabaSolo se alarmó un poco cuando tiró de su camisa para dormir y la levantódejando su torso descubiertoCalló y colgó la cabezael sueño le vencía y solo quería contar ovejas de nuevo para dormirPero entonces un jalón le puso sobre el regazo del hombrey seguidamente caricias sucias recorrían sus delgados muslosQuiso apartasepues aquello no era normalJeongguk sentía esa demostración de afecto incorrectaporque a veces así acariciaba a mamá.

 

—Pa... me estás asustando —murmuró.

 

Papi te amalo sabes ¿no? —asintió y volvió a intentar soltarse del agarre—Te ama demasiado y cree que eres muy bonito.

 

—Papi... me estás asustando —sus ojitos se nublaron.

 

—Un bebé muy bello.

 

—Papi... quita tu mano de allí —tomó la muñeca del hombreque buscaba adentrarse en sus pantalones de pijama—por favor.

 

Pero su pedido fue ignorado.

 

Le tumbó en la cama y subió sus brazossujetándole de las muñecas con una mano mientras que la otra se deshacía de sus pantalonesJeongguk quiso llorarEstaba muy asustandopues su padre actuaba como un locoSe removió en un intento de soltarse pero eso solo aumentó el agarrePronto se encontró sollozando con fuerza.

 

—Cállate —le dijo con firmeza.

 

Jeongguk negó con la cabezaapretando sus ojos mientras su padre se colocaba entre sus piernas con sus pantalones hasta sus muslosEl tipo se arrimó a él y sintió algo duro presionarle en sus partesQuiso vomitar y no sabía por quéTrataba de gritar para que alguien le auxilie pero no podía porque su padre se adelantó a ello y le había tapado la boca también.

 

Quédate quieto de una puta vezKook —su padre solo le decía así cuando se enfadaba.

 

Empezó a tratar de arañar su rostro en un intento desesperado de quitárselo de encimaPero el hombre era listo y mucho más alto y apenas rozó sus mejillas cuando nuevamente tomó sus muñecas una vez le quitó el bóxer de IronMan que llevaba puestoY se sentía pequeño porque su madre le había dicho no debía dejar que extraños le toquenpero no era un extraño sino su propio padre y entonces se encontró muy confundido porque debía obedecerle pero también sabía que lo que le hacía estaba muy mal.

 

Papápor favor...

 

—¡Que cierres la boca! —gritó cerca de su rostro y entonces Jeongguk pudo rasgar su piel con sus finas uñas.

 

El hombre se quejó quitándosele de encima mientras se tocaba la cara y parte del cuelloviendo cómo pequeñas gotas de sangre estaban saliendoJeongguk aprovechó que se alejó para colocarse de nuevo correctamente el pijama.

 

Entonces le pareció ver a su madre en la puertaSe fijó bien y ahí estabamirando todo completamente atónita y sin ser capaz de reaccionarJeongguk le dio una mirada de auxiliopero fue ignorado por su progenitoraquien solo tragó saliva y se dio vuelta... abandonándole.

 

Pero no había acabado ahíEl hombre estaba furioso y se acercó de nuevolevantándole de la cama bruscamente y poniéndolo en pie.

 

—¡Mira lo que me has hechopequeño bastardo!

 

—P-perd-dón p-papi... yo so-solo tenía m-miedo y...

 

—¡Y me aruñastepedazo de basura!

 

—Lo siento.

 

Una fuerte bofetada en su mejilla le arrojó al suelo.

 

No pudo seguir reteniendo su llantoSoltaba gritos mientras se tomaba el moflete ahora un poco hinchado debido al golpeSu vista estaba nublada y solo veía la silueta de su padre pasearse de un lado a otroSe preguntó qué había hecho mal... ¿acaso debió dejar que siguieraEscuchaba a su madre quejarse de sus infidelidadesy él se sintió sucio porque creía que engañaban a mamáEstaba confundido.

 

Su padre le levantó por el cuello del camisón y le susurró cerca de su caracon su penetrante aliento a alcohol:

 

—Ni se te oscura contarle algo de esto a tu madre.

 

El chiquillo asistió con rapideztratando de controlarse.

 

Su padre le soltó y salió de la habitación dando un portazoEntonces se sintió seguro de nuevo... pero aún tenía náuseas así que fue a su tocador y regresó en el retrete la poca comida que había ingerido en la cena para luego irse a dormir y tener pesadillas de sombras gigantes despojándole de sus ropas y dejándole indefenso en un cuarto que solo tenía una ventana.



 

 

Aquel recuerdo pasó por su mente como una película. Seguido de unas terribles ganas de vomitar de nuevo.

 

Eran parte de él. Todas esas cosas que calla son un pedacito de Jeongguk, le definen como persona... moldearon su personalidad.

 

Es más que obvio que ningún chiquillo debe vivir ese tipo de cosas... pero algunas veces el destino es cruel y hace lo que le apetece. Y le dio la gana de que Jeongguk sufra mucho. Le dio la gana de cambiar y corromper al pequeño, inocente y frágil bunny.

 

Y no solo eso... si ya eran bastante malas todas estas cosas, tenía que soportar encima la falta de cariño y afecto. Porque sí, para colmo, aparte de vivir en un enfermo lugar rodeado de inmoralidades camufladas bajo un par de buenos apellidos, no tenía amor de ningún tipo. Su madre no le quería en lo más mínimo, su padre peormente le quiso, al menos no de esa forma... no tenía amigos realmente verdaderos a parte de Taehyung.

 

Estaba solo.


 

Se separó del rubio, quien le miró confuso con ojos brillantes, pero no le importó dejarle y corrió al baño de la casa de Hoseok para meter sus dedos en su boca y, tras soltar un par de arcadas, regresar el alcohol en su estómago.

 

Se sentía débil y mareado y tuvo que meterse en la bañera sucia del reducido cuartillo para relajarse un poco.


 

Pensó en su daddy.

 

¿Y si en realidad sentía cosas por él? Ahora que era un poco más grande entendía mejor las cosas de su entorno, y sabía que lo que ambos mantenían estaba mal también.

 

Odiaba ser malo. No quería decepcionar a nadie más, pero no podía evitarlo. Estaba en su naturaleza tomar malas decisiones y taparlas bajo una cara bonita y una buena familia. Aparentaba ser un chico normal, tal vez un poco demasiado sombrío, pero normal en lo demás. Un ejemplo a seguir y el motivo de suspiros de muchas personas.

 

Pero todas esas eran cosas con poco valor para él.


 

Podía escuchar claramente los sonidos de sexo viniendo del living. No le molestaban, era mejor para él, así no tenía que aguantar a un Taehyung caliente de regreso a casa.

 

No podía dormirse allí. Estaba muy mal por toda la bebida ingerida y solo quería dormir y no despertar jamás, pero no era su casa, la noche ya había caído y debía volver antes de que su madre se enfadase.

 

Es por eso que juntó toda su fuerza de voluntad para levantarse y salir.

 

Afuera, Taehyung tenía sus piernas abiertas y Hoseok le embestía con fuerza. El rubio gemía fuertemente mientras enterraba sus uñas en el desgastado sillón, mordía su labio inferior y su cabello se sacudía. Era una imagen agradable, pero debía irse así que se dirigió a la puerta.

 

Kookie~, ven —rogó.

 

—Es tarde, debo volver a casa.

 

—Ven~ —seguía gimiendo.

 

El pelinego pasó de su amigo y se dirigió a la puerta para irse. Cuando la abrió escuchó a una pareja subiendo. Lo cual era extraño ya que se suponía que el departamento era de Hoseok, era el último piso y no habían más departamentos en el nivel. Antes de que le notasen volvió a entrar.

 

—Eh, Hoseok —el pelinaranja hizo un ademán de que le oía mientras sus embestidas aceleraban—. ¿No dices que el piso es tuyo?

 

Se detuvo, haciendo quejar a Taehyung y le miró preocupado.

 

—¿Ha-hay alguien subiendo?

 

—Una pareja hipie.

 

—Debemos irnos —dejó al rubio y se subió los pantalones—. ¡Pero ya, mocosos! ¡Como van!

 

Taehyung se vistió a velocidad récord y se puso a buscar sus cosas entre todo el estropicio que habían causado en las últimas horas. Tropezaron varias veces por culpa de las botellas en el suelo y todo lo que habían derramado, haciendo mucho ruido y maldiciendo todo a su paso.



 

 

Entonces la puerta se abrió.



 

 

Las cinco personas callaron y se miraron entre ellos. Solo era cuestión de minutos para que se armase un caos.

 

—¡LA ESCALERA PARA INCENDIOS! —exclamó Hoseok.

 

Los adolescentes y el pelinaranja corrieron a la ventana y salieron antes de que la chica agarrase la escoba para darles en la cabeza, el chico había ido a marcar a la policía. La escalera era vieja, como todo el edificio y daba la sensación de que iba a romperse en cualquier momento.

 

—¡Mueve, Taehyung! ¡SALTA DE UNA JODIDA VEZ!

 

—Pero...

 

—¡Que te muevas, niño!

 

Taehyung debía saltar una altura de casi dos metros, pues la escalera estaba rota y terminaba allí, pero tenía miedo e iba muy borracho, así que se negaba.

 

—¡Que han llamado a la policía! —no hubo respuesta—. ¡Como no saltes ahora te dejo, Tae, juro que lo hago!

 

Entonces el rubio dio el salto de su vida y cayó de culo al pavimento. Los otros dos no pudieron evitar reírse de él. Luego vieron a la tipa gritándoles y amenazándoles con llevarlos presos y entonces ayudaron a Taehyung y salieron corriendo dirección sur a la estación de metros.

 

No dejaron de correr hasta que estuvieron seguros de que nadie les seguía, a unas cuadras de la estación. Y en el camino ambos adolescentes pensaban seriamente mandar a la mierda a Hoseok por haberlos invitado a una casa que no era suya.

 

Se apoyaron en sus rodillas recuperando el aliento.


 

—No, mames. Casi me cago del susto... ¡hasta se me ha bajado la erección! —dijo divertido.

 

Los adolescentes rieron.

 

—Igual eso no te quita lo idiota.

 

—Lo siento, ¿vale? Creí que nadie vivía allí. Solo sé que desperté hoy de mañana en ese lugar y bueno... eso. Tú querías un polvo y yo solo accedí.

 

—Ay, mi Hobi —rodeó su cuello y le plantó un infantil beso en la mejilla—. No cambiarás nunca.

 

Y como ya estaban muy cariñosos, Jeongguk supo que debía intervenir.

 

—Sí, sí. Otro día follan, ahora debemos ir a casa porque mañana hay escuela —Taehyung le dio una mirada de que la había cagado.

 

—¿Escuela? ¿Pero qué edad tienen ustedes dos? Tae, ¿no me dijiste que iban a la universidad? —tragó con fuerza, luego echó a correr alegando:

 

—¡HASTA OTRA SALIDA, HOBI HYUNG, NUNCA CAMBIES, ERES LO MEJOR DEL MUNDO ENTERO Y YA TE LLAMO CUANDO PUEDA! —gritaba tirando del brazo de un confundido Jeongguk y bajo la mirada de no entender un carajo de Hoseok.


 

Una vez dentro del metro Jeongguk habló:

 

—¿Me puedes explicar lo de hace rato?

 

—¿Qué? Tú te follas a un ejecutivo que no conozco y que no te dice su nombre jamás... yo quería probar con un universitario y ya está.

 

Jeon se incomodó un poco. No le gustaba mentirle a Taehyung, porque conocía bien su nombre y Tae también le conocía.

 

—Pero lo que yo hago es distinto.

 

—El tipo de folla duro. Yo también quería un ligue.

 

—Les has dicho que también íbamos a la universidad... —Taehyung asintio—. ¿Y se lo ha creído?

 

—Así parece. Pero bueno, puedes estar tranquilo que es probable que jamás le volvamos a ver.

 

Dieron el tema por terminado.

 

Ya de regreso en la capital, la borrachera se les había bajado un poco. Cada uno se despidió y fue rumbo a su hogar.

 

Jeongguk se encontró con una desagradable sorpresa.

 

 

—¿Qué hace ella aquí?

 

—No seas maleducado y saluda —dijo su madre. Él hizo una mueca.

 

—Hola, Irene...

 

—¡Jeongguk! ¿Cómo así en casa? —rodó sus ojos. Ella sintió el desagrado y tuvo que forzar una sonrisa.

 

Un silencio incómodo reinó unos segundos hasta que se madre habló de nuevo.

 

—Bueno, vete a tu habitación. Es una conversación de adultos.

 

El pelinegro asintió y, luego de darle otra mirada de asco fue a las escaleras para marcharse e ir a su cuarto a prepararse mentalmente para la posible golpiza de su madre, pues era más que obvio que se había dado cuenta de que ha estado bebiendo.


 

 

En el último peldaño logró oír algo que le dejó completamente frío...

 

 

 

 

—¡¿Un hijo?! —se escuchó el grito fangirl de su madre.

 

—Sí.

 

—¿Y qué dijo Jimin? —Irene soltó un sonido lastimero.

 

—Tu hermano es la persona más fría del mundo... al principio se negó, pero luego ya me dijo que sí.

 

—Y... ¿festejaron? —dijo con picardía.

 

Jeongguk pudo visualizar un patético sonrojo en el rostro de Irene.

 

—No, claro que no... qué cosas dices.

 

—Mnh... ¿sabes? Creo que Jimin te engaña.

 

Su madre era muy directa.

 

—¿Por qué lo dices? —murmuró.

 

—Intuyo eso, es todo. Le conozco de toda la vida y sé que oculta algo.

 

—Yo confío en él —«pobre ingenua» pensó Jeongguk—. Parecía feliz con la idea, al principio se negó, pero luego me besó y dijo que por supuesto me daría un niño.

 

Jeongguk no quiso oír más.

 

Fue corriendo atropelladamente a su habitación y se encerró con llave. Con los nervios carcomiéndole entero y las manos temblando tomó el móvil que tenía exclusivamente para Jimin y escribió:


 

 

 

Dime que no es cierto...
Visto a la 21:17

 

 

 

 

 

Notas finales:

¡Por favor dejen su Review! Su palabras me motivan <3

 

—prometo poner mucho lemon 7u7—


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