Puerta
By Ruka Hatake
Ha vuelto a ser un ángel aunque Dios ni su hermana hayan regresado a tratar de poner orden y paz; el cielo es aburrido, rígido y le cuesta cada día tener que volver a agachar la cabeza mientras sumisamente realiza las tareas que le son impuestas. Podría irse del cielo, pues nada lo detiene ahí mas que su propia voluntad.
Todos saben sus razones para seguir en el cielo sirviendo a su jefe en turno, saben el número de puerta que resguarda al hombre que cuida Castiel, por él que juro servidumbre nuevamente al cielo con tal de que lo dejen descansar en paz; porque el cielo con sus ángeles poderosos se negaba a darle a los hermanos el paraíso merecesido luego de su lucha constante, porque los ángeles no eran toda bondad y perdón.
Al menos no todos ellos, y Castiel, que es lo que deberían de ser incluso con todo ese historial de desiciones erróneas, de actos destructivos y autodestructivos tiene uno de los corazones más puros del cielo hecho del amor por el hombre, por ese hombre de ojos verdes que lo llevo a la perdición a fin de dejarlo sumido en la absolución por amor.
Así que Cas toma su cuerpo pesado, cansado cada día cuando le es permitido acercarse a la puerta donde el hermano mayor descansa, donde tomara con añoranza el pomo de la puerta para encontrarse con Dean, para que lo reciba con un “Hola Cas” y su sonrisa resplandeciente volteando en cuanto le ve entrar por la puerta, en la sala de Booby con Sam y John sentados al lado mientras Bobby en la cocina a regañadientes ayuda a Mary a preparar la comida. A veces hay mas personas que conocio y quiso el cazador, a veces se encuentran solos en aquel muelle con el sol de la tarde a punto de morir entre las copas de los árboles, las nubes y las montañas.
Ese es su lugar favorito, porque comparte con él su paraíso exclusivo, porque si bien no hay charlas largas, risas escandalosas o la algarabia de los viejos amigos y familia; se instala un silencio acogedor, una cercanía como nunca en vida de Dean pudieron realmente obtener. Le gusta porque es un tiempo que el cazador desea regalarle a él, porque su alma le busca en ese paraíso soñado que cambia a placer de Dean y Dean nunca respetas las reglas.
Castiel decidió ser un ángel al servicio del cielo, lo hace esperando que el alma de Dean descanse hasta que vuelva a renacer, lo hace porque también quiere a Sam aunque no con la misma necesidad, porque son su familia y por el más necesitado amor. Será un ángel que visite un paraíso ajeno.
Una luz arbitraria que brilla dentro de la cárcel que la que alguna vez fue casa; será el más fiel de los ángeles hasta que su padre y la oscuridad regresen, o hasta que sea el tiempo de Dean de volver a renacer.