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Perdóname por Etsuko Sohma

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Notas del fanfic:

Yo empecé esta historia con otra idea, hoy al finalizar los últimos dos párrafos terminó cambiando radicalmente. Decidí sacarlo a la luz de todas formas. 

 

No sé si me vayan a leerlo las personas que leyeron mi otro DamiTim, pero si lo hacen y se preguntan por el otro, quiero decirles que no he podido finalizar la parte dos, sin embargo, tampoco le falta mucho. Es cuestión de tener un golpe de inspiración que me está faltando mucho. 

Notas del capitulo:

Es un AU, Damian x Tim, porque me gustan mucho<3


He leído algunos drabbles en inglés, donde Damian llama Beloved a Tim, es algo que me gusta mucho, sin embargo pornerlo en español no me convencía del todo, de hecho hacerlo en ingles tampoco me deja conforme pero era mi única opción. 

 

 

Perdóname

 

La tensión en el ambiente dentro del automóvil lo estaba cansando, estaba, además, empezando a sentir un leve dolor en la parte posterior de su cabeza a causa de ello.  

 

“Genial” Timothy tragó el suspiro que intentó escapar de entre sus labios y miró por el rabillo del ojo a su acompañante. Damian Wayne, hijo de sangre de su padre adoptivo, el magnate Bruce Wayne; y ahora actual presidente de empresas Wayne, además de su jefe, era su amante. Ese día regresaban de Star City, de una junta de negocios con Industrias Queen. Damian había decidido que fueran en su automóvil en lugar de tomar el jet privado de la compañía o que uno de sus choferes los llevara. Prefería manejar y eso era algo que nadie podía impedirle. Ahorrándose la perdida de saliva y de tiempo, Timothy no discutió la decisión de Damian, de todas formas, el menor no lo escucharía y el gusto por manejar era de Damian, no de él. Lo que le molestaba, era el hecho, que desde que se subieron al automóvil, Damian no le había dirigido ni una sola palabra ni mirada. Iba concentrado absolutamente en la autopista que los llevaba de regreso a Gotham, su ciudad. Al principio, el silencio y la falta de atención, estuvo bien para él. Pero una hora después, todo se tornó tenso, desesperante. Viendo que todavía quedaban como dos horas de camino, pensó que debía de hacer algo. Damian nunca lo haría, así que la tarea era de él.  

 

Volteándose hacía él, Timothy recargó su cabeza en el reposacabezas de su asiento, y con sus orbes azules fijamente posados sobre el perfil masculino de Damian, delineó desde sus pestañas, su nariz, su mandíbula hasta su cuello. Se veía tan serio, Damian era serio, sin embargo, la seriedad de ese momento era fría y hechizante porque acentuaba sus rasgos varoniles, pero la línea que formaban sus labios, le demostraba lo molesto que el otro estaba. Mientras su mente debatía la manera de abordarlo, la belleza masculina del menor intentaba distraerlo de su cometido. No era difícil hablarle, pero sabiendo que Damian estaba enojado con él, tenía, entonces, que hablarle con delicadeza.  

 

Damian se supo objeto directo de la mirada de Timothy. Pero antes de ella, había sido consciente de las miradas furtivas que le había dirigido en lo que llevaban de camino. Y en lugar de dedicarle una mirada o un tosco “¿Qué?” Pisó el acelerador aumentando la velocidad. No iba a tratar con Timothy en ese momento.    

 

Tim suspiró definitivamente cansado de ser ignorado. —No entiendo por qué estás tan molesto.  

 

Damian no respondió.

 

—Si es porque le seguí la corriente al hijo del nuevo socio, te estás portando muy inmaduro, Damian.

 

Suficiente. Trataría con él.  

 

—El hijo del nuevo socio literalmente te estaba comiendo con la mirada y tú en lugar de cortarle las alas le diste más. 

 

Se estremeció ante la voz llena de enfado y de celos de Damian, siempre creando estragos en su cuerpo.  

 

—Me pareció divertido —dijo apenas audible. En su momento fue divertido coquetear con el hijo del nuevo socio, de quien, de hecho, no recordaba el nombre.  

 

—A mí no. Y te conozco, Timothy, sé que por hacerme molestar te habrías ido con él —lo dijo, no solo con su voz cargada de autoridad sino dedicándole una mirada completamente dura que no dejo más de dos segundos sobre él porque tenía que concentrarse en el camino. Pero bastó para acelerarle el pulso a Timothy.   

 

—Bueno —pasó saliva quedamente, lamiéndose delicadamente el labio inferior, girando el rostro hacía la ventana mientras se pasaba los dedos suavemente por el cabello detrás de su oído izquierdo. No podía mantener su mirada sobre la de Damian, si quería controlarse, tenía que alejarla —, sí. Quería ver si te causaba celos.

 

—Pues lo lograste —Una cosa era intuir los celos que podía causar en Damian otra muy diferente que el menor admitiera estar celoso. Eso solo significa, cuanto lo había hecho enojar, sin embargo, no creía que fuera para tanto.    

 

—No entiendo por qué te molestas tanto. —Volvió a dirigir su mirada hacía él. Damian cerró fuertemente sus puños entorno al volante, apretó los dientes y en un rápido giro hacia la izquierda los sacó del camino adentrándolos al bosque que rodeaba la autopista. Apagó el motor y se giró hacia Timothy. 

 

—¿Qué no entiendes? —gruñó entre dientes mirándolo fijamente—. ¡No tienes que estar coqueteando con otros hombres si estás conmigo! ¡Mucho menos en una cena de negocios!  

 

—¡Pues no pareció importarte en ese momento! ¡Nunca demuestras nada! —Timothy agachó el rostro e inspiró intentando tranquilizarse. —Si tan solo dejaras que se enteren de lo nuestro yo no tendría que hacer cosas como esas para obtener reacciones de ti. Eres muy egoísta y cobarde, Damian, no quieres que nadie se entere que estás con un hombre. —Conforme fue hablando su volumen fue bajando—. Ya no sé si lo nuestro es en serio.  

 

No apartó en ningún momento la mirada de él, ni siquiera cuando el mayor apartó el rostro para tranquilizarse. Lo detalló en todo momento. Empero, lejos de suavizar la mirada la endureció más. —Desde que padre enfermó tuvo que retirarse soy la cabeza de la empresa y de todos los negocios de la familia Timothy, para ti no supuso ningún problema declararte gay pero para mí si lo supone. Podemos perder importantes inversiones solo por ese hecho. 

 

Timothy se mordió el labio enderezándose en su asiento, lo que dijo Damian no solo logró molestarlo sino también lo entristeció. Damian todavía no lo quería lo suficiente como para enfrentarse a las críticas por él. Sus manos se apretaron sobre la tela del pantalón de vestir que portaba. 

 

—A ti solo te importa mantener una imagen perfecta como único heredero de sangre de los Wayne. Porque ni Dick ni Jason tuvieron problemas de mostrar abiertamente su relación y padre nos ha apoyado siempre. Tú solo te estás excusando, no te agrada la idea de que sepan que estás con un hombre. Pues bien, Damian. Te haré todo más fácil —Lleno de decisión, Timothy, se enfrentó a su mirada de nuevo, Damian que nunca había temido a nada por primera vez tuvo miedo por lo que fuera a decir Timothy. —Tú y yo terminamos. No voy a seguir con alguien que teme amarme, que le da pena demostrarlo en público y que le avergüenza que yo le demuestre cuanto lo amo. Después de todo es lo que quieres, ¿no, Damian? Te dejo.  

 

Cada palabra pronunciada martilló dolorosamente contra su pecho, le costó decirlas, no obstante, no podía seguir con él si se avergonzaba de su relación. Se formó un nudo en su garganta y un atragantado sollozo escapó de entre sus labios. Intentó acallar los que le siguieron con su mano izquierda mientras las copiosas lagrimas fluían fuera de sus orbes. Giró su rostro escondiéndolo de la penetrante mirada de Damian, no quería que lo viera llorar directamente, suficiente tenía con que lo escuchará. La luz de un relámpago iluminó el auto, seguido del sonido estruendoso del trueno y tan solo un segundo más tarde, las espesas gotas de lluvia golpearon el acero y los cristales del lujoso automóvil en el que viajaban. Pero nada de ello importo, cuando su diestra buscó la manija para abrir la puerta y poder huir de ahí. No importaba la lluvia, el viento fresco ni los relámpagos, solo quería escapar del dolor que le causaba Damian.   

 

La estupefacción lo gobernó por segundos. Con la idea de haber escuchado mal. Porque Timothy no podía hablar en serio. Simplemente, no. Antes de que el otro pudiera bajar del automóvil y pudiera perderse entre la intensa lluvia, Damian se movió rápido, saliendo del estupor y afianzándolo por la muñeca, lo regresó a su lugar. Cerrando inmediatamente después la puerta con el seguro especial que únicamente podía ser quitado por el conductor. —Beloved —lo llamó por su forma cariñosa, no obstante, Timothy se negó a verlo. Entonces, reclinó el asiento del mayor y se posicionó encima de él. Con su derecha, lo tomó del rostro obligándolo a que lo viera. Los ojos de Timothy se cerraron con fuerza rechazándolo, esa acción le disgustó enormemente, empero, lo soltó para inclinar el rostro acercándose al cuello de Tim, y mientras su rostro terminaba entre la conjetura de su hombro y cuello, sus manos se deslizaron por los costados de su cuerpo hasta rodear su cintura y estrecharlo fuertemente entre sus brazos. —Beloved. No. No puedes dejarme. Estás siendo irracional.   

 

Todo su cuerpo reaccionó al aliento tibio de Damian rozando la piel de su cuello, a sus brazos estrechándolo con fuerza, al peso de su cuerpo sobre el suyo. La calidez que representaba. Estaba sumergiéndose en su presencia, y habría terminado ahogándose en ella si Damian no hubiera hablado, rompiendo el hechizo sobre él. Lo empujó por el pecho, con ambas manos hasta que pudo alejarlo unos centímetros de él. Y lo miró, lo miró con una dureza impropia de él.  

 

—¿Me llamas irracional por terminar con alguien quien me mantiene en secreto porque se avergüenza de lo nuestro? No, Damian. ¡Tú no seas irracional! Yo solo estoy siendo inteligente, alejándome de una relación que no va más que a hacerme daño. Estoy dejando a la persona que amo para amarme a mí mismo y acabar con algo que no tiene futuro porque tú me quieres mantener en secreto, oculto, como si no valiera nada. Me niego a ser solo tu amante. Yo… —sus palabras se entrecortaron amenazado por el llanto, él no era así de débil, ni sensible. Pero esto estaba acabando con su corazón, le partía el alma, se obligó a serenarse un poco, se limpió la mirada con el dorso de su mano derecha, su mano izquierda se mantuvo en el pecho de Damian y la habría retirado también si se hubiera percatado de la manera en que sus dedos se aferraban a su camisa. —Yo quiero una relación como la que tienen los demás. No algo que solo viva en la intimidad de nuestros departamentos, de nuestras camas. Quiero algo real no solo sexo. Alguien a quien pueda presentar como mi pareja, alguien a quien pueda tomar de la mano en público y pueda besarlo. Alguien con quien pueda ir a citas o simplemente ir a comprar el mandado un sábado por la mañana. Alguien con quien pueda compartir mi vida completamente. Y tú Damian, no eres ese alguien. Yo lo creía, pero no lo eres —no pudo contener más el llanto, este fluyó inexorable, empapando sus mejillas enrojecidas a causa del mismo, empañándole la vista. —Tú no quieres nada de eso, tú quieres más a la empresa que lo nuestro. Nuestras diferencias son claras. Por eso, es mejor que terminemos. A ti te importa más lo que piensan los demás que lo que yo te doy. Solo, dejémoslo hasta aquí.   

 

Cada palabra, cada pausa, cada respiro fue escuchado por él. El dolor y la tristeza impregnada en cada una de sus silabas fue notado por su corazón que punzó con dolor al sentirlas hundirse en su pecho. Pero si había algo que lo lastimaba más que Timothy terminando con él, era el daño que le estuvo causando todo este tiempo. Había sido tan ciego y tan tonto. Y Tim tenía la absoluta razón, era un cobarde. Porque no podía hacer de esa relación algo público y normal, no podía darle a Tim lo que quería y merecía. Su relación tenía que quedarse en la privacidad de su hogar por el bien de ambos. Lo soltó y se quitó de encima de él. O lo intentó, los dedos de Tim aferrados a su camisa lo detuvieron, Tim alzó el rostro con expresión sorprendida, ante la falta del peso del cuerpo de Damian sobre él, ante la pérdida del calor que irradiaba. Pero pronto entendió todo, y no se contuvo más. Lloró, lloró como un niño pequeño perdido y solo, abandonado.  

 

Damian no lucharía por lo suyo.  

 

—Perdóname, Beloved. —Tim lo soltó. 

...

Notas finales:

Gracias por leerloC: Espero pronto escribir algo relacionado al mundo de los cómics, sino lo he hecho es que mis conocimientos aún no son muy profundos u.u

 

¡Hasta otra!


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